Cristóbal de Albornoz. La instrucción para descubrir todas las guacas del Pirú y sus camayos y haziendas (1580?)

Cristóbal de Albornoz. La instrucción para descubrir todas las guacas del Pirú y sus camayos y haziendas (1580?)

INSTRUCCIÓN PARA DESCUBRIR TODAS LAS GUACAS DEL PIRÚ Y SUS CAMAYOS Y HAZIENDAS

Hase de considerar que, antes que los ingas, señores que conquistaron dende la provincia del Cuzco hasta Chile y hasta Pasto, en los naturales de toda esta tierra nunca hovo govierno ni lengua general sino por provincias a las quales governavan por subfesión los indios de más valor y tenían to¬das las provincias sus guacas adoratorios en el orden que diré :
Después que los ingas, dende el primero hasta el postrero, conquistaron to¬das las provincias que se incluyen dende Chile a Pasto, a unas con armas, a otras con insidias y dádivas y promesas, ansí como procurava(n) saver luego la cantidad de toda la gente de la provincia y de las cosas que se sustentavan, posesiones, oro y plata y ropa que tenían, procurava(n) saver las guacas, adoratorios que adoravan y el orden que tenían en el ofrescerle y sacrificarle y de las posesiones y servicio que tenían, y siempre dio orden que las susten¬tasen con el orden que de antes. Y a muchas guacas de las dichas ennobleció con muchos servicios y haziendas y basos de oro y plata, y ofresciéndole(s) sus propias personas en figuras de oro o de plata y otras figuras de carneros y de otros animales y aves del dicho oro y plata, e ofresciendo y quemando de todos los mantenimientos que ellos usavan, y dándoles bestidos ricos que para el efeto mandavan hazer. Durante el govierno de los ingas hizie- ron cuatro ueretos (sic) generales en toda la tierra que poseyesse(n), que los títulos dellas se intitulan Chinchaysuyo, Collasuyo, Andesuyo, Conde- suyo, a los cuales les dio figuras y señal de bestidura y tocado con señales por donde eran conoscidos y guacas generales. Y juntamente les dio unas guaquillas de piedras de diferenciados colores que les llamó auqui, que los traían con sus personas en las chuspas, como los cristianos tienen figuras de santos a quienes reverencian. Servían de paramentos y promesas que hazían en los auquis de tratar verdad en las juntas que hazían para todo género de govierno. Hay muchos destos entre los naturales y son de mucho daño por la fee que en ellas tienen ; dávanse en Pachacama en los llanos y en Curicanche en el Cuzco por sus sacerdotes guacacamayos.
Los ingas, como subcedían los unos a los otros, fueron inbentando mu-
14. Gette copie est certes défectueuse et il est difíicile d’apprécier jusqu’á quel point certains passages ont pu étre altérés. On ne peut qu’espérer trouver quelque jour l’ori- ginal aux Archives des ludes.
chos géneros de guacas que generalmente mandó (el inga) que las adorasen toda la tierra que poseyó, de las cuales dio en todas o las más // provincias, conforme a la posibilidad de la tierra cuyos nombres porné muchos, y de cada un nombre hay muchas en toda la tierra, unas hendidas como ellos llaman atisca, otras en pie. A todas éstas dio servicios y haziendas y basos de oro y plata y a muchas ganados en la forma que diré.
Hay otros géneros de guacas a quien también dio servicio y haziendas, que pocas están descubiertas, aunque en la provincia de Guamanga des¬cubrí algunas, que son, cuando iban los ingas conquistando, dexavan alguna uña cortada suya o alguna pie^a de bestido suyo o pie?a de armas o alguna ala de halcón. (D)esta ala de halcón usa dicha cirimonia, que a las que vencía, escogía a uno a quien dexava en su lugar y le dezía : — Hazed desta ala de halcón bivo y tirad della hasta que la saquéis » ; que da el inga con la una y al que nombrava con la otra, y dezíale : — « mirad como esta ave es la más noble y leal de las aves, ansí lo has tú de ser conmigo, que me fío de ti. » Han tenido y reverenciado mucho a estas guacas ; hallélas en los soras y en los rucanas, en los unos y en los otros, y en los angara(e)s. Tuve nostiscia haverlas en Xauxa y en otras provincias de Chinchaysuyo por donde fue conquistando Guarnan Inga.
Hay otros géneros de guacas, a quien reverencian y sirven con mucho cuydado, que son de los frutos primeros que coxen de alguna tierra que no fue sembrada. Kscoxen el más hermoso fruto y le guardan y, a semejanza dél, hizieron otros de piedras diferentes o de oro o plata, como una maforca de maíz o una papa y les llaman maniatara y mamapapa ; y así de los de¬más frutos y desta forma de todos los minerales de oro o plata o azogue que antiquísimamente se han descubierto. Han escogido las más hermosas pie¬dras de los metales y los han guardado y guardan y los mochan llamándolas madres de las tales minas. Y, primero que los vayan a labrar, el día que han de travajar, mochan y beven a la tal piedra llamándola mama de lo que travajan. He descubierto muchos dellos en todas las partes donde hay mi¬nas, en tierras de Guamanga.
Y ansimismo en los ganados de la tierra que llaman llamas, se hallan unas piedras que nosotros llamamos besares, que en alguna(s) dellas hay piedras de grandor y pesso ; a éstas las han guardado y guardan donde hay ganados de la tierra y las mochan / / con mucha reverencia llamándolas illas llamas. He halládolas en muchas provincias donde tienen ganados y hécholas que¬mar, porque usan de muchas supresticiones con ellas y crehen que, mochando a esta piedra, ninguna oveja abortará, ni sub^ederá mal a ninguno de sus ganados ni le dará carache, que es un género de sarna que le da al ganado de la tierra. Y después que nosotros hazemos caso dellas, las guardan, y más las grandes que las pequeñas, que las pe(que)ñas que hallan con faci-lidad las dan, no saviendo la virtud que tenían. Quemé muchas petacas del¬las que descubrí públicamente en placas de muchas provincias deste obispado.
Hay otro género de guaca que llaman acapana que era aplicado a las guer¬ras que tratavan, a quien pedían favor. listo es unos rayos que haze el cielo, que los muchachos llaman en Castilla quejnelas. Y todas las vezes que ven esta señal en el cielo, ques muy ordinaria, la mochan con mucho cuidado. Y para este sacrificio aplicavan la pluma de unas aves que llaman guachuas que son como ánsares d’España : la pluma menor la queman, y soplan la ceniza a la tal acapana, y las mayores ponen en las langas dende el hierro al regatón a todas por muy buen orden ; también llaman para este efeto acapana a los torvellinos que en la tierra se liazen del ayre. Mochavan estos remolinos de tal manera que aunque tuviesen un tejo de oro de mucho valor o piedra presciosa en las manos como el torvellino pasase ferca del que lo tenía, se lo arronjava y ofrescía o con lo que se hallavan, si no tenía(/?) (más) que los cavellos que se tirava(n) aara el efecto de la cave^a o las pestañas de los ojos.
Hay otros géneros de guacas que se llaman illapas, que son cuerpos muer¬tos embalsamados de algunos pasados suyos principales, a los cuales reve¬rencian y mochan. Esto no es mocha general sino particular de la parcialidad o ayllo que desciende de los tales muertos. Guárdanlos con mucho cuidado entre paredes a ellos y sus bestidos y algunos basos que tenía(/i) de oro y plata y de madera o de otros metales o piedras. De este nombre de illapa, hay otras guacas que son los lugares; donde caen rayos del cielo, y de tal manera reverencian estos lugares, que la casa en que da el rayo, la cierran con todo lo que está dentro y no tocan a ella ni se aprovechan della / /.
También llaman illapa a los liños geminos que salen dos o más de un bientre y los suelen sacrificar a los rayos y truenos diziendo son sus hijos. Y a todas las criaturas que nascen con alguna monstruosidad o diferenciado a los de¬más las suelen sacrificar a sus guacas, aunque la diferencia sea sólo en tener muchos remolinos en el cavello de la cavcfa ; que si nacen con los ojos tra- vados, o las manos o pies con más o menos dedos o con otra lesión en los demás miembros, hazían e creo hazen el dicho sacrificio dellos a los dichos rayos llamado(s) illapa ; y los he yo castigado en mis visitas a muchos.
Hay otro género de guacas muy ordenario en todos los caminos y puer¬tos dellos en todo el Pirú, que llaman apachita o camachico por otro nombre. Estas las hay en todas las alomadas y bertientes de los caminos, a las cuales saludan y ofrescen los que van con cargas o fatigados de andar, y les ofrescen una oración o una piedra, de tal manera que en los dichos lugares hay mu-chos montes dellas. Otros escarvan la tierra en la propia guaca y, escar- vándola, cuenta(n) sus travajos o prosperidades a la dicha guaca. Otros hazen nudos a las pajas que están cerca. Otros ofrescen ramos de leña, otros llores o plumas de pariguanas, que son unas aves que llaman flamencos en España. Otros, acollicos de coca o maíz ; el acollico es un poco de coca mascada o lo que cada cual tiene por devoción. Son tantos éstos que, si no es con amo¬nestaciones buenas, no se apartarán de la creencia porque encuentran por momentos con ellas en todos los caminos y puertos de toda la tierra, man¬dando a los corregidores y clérigos dotrineros que cada cual lo mande des- hazer en sus partidos, es muy necesario se haga.
Hay deste género en los caminos reales otras guacas llamadas ormaychico debaxo de peñas o de cerros que amenazan caídas, que los indios mochan y sirven con aquellos bocados de coca que llaman acollicos o con otros man¬tenimientos que bayan comiendo. E» imposible tirarles esta supestrición porque para tirar dichas guacas es necesario mucha fuerza de gente que toda la del Pirú no es parte (para) mudar estas piedras ni cerros, a que sirve la buena amonestación y predicación del buen dotrinero y para todas las demás, lo mismo. / /
Hay, como dixe arriba, el prencipal genero de guacas que antes que fuesen subjetos al ynga tenían, que llaman pacariscas, que quieren dezir creadoras de sus naturalezas. Son en diferentes formas y nombres conforme a las pro¬vincias : unos tenían piedras, otros fuentes y ríos, otros cuebas, otros ani¬males y aves e otros géneros de árboles y de yervas y desta diferencia tra- tavan ser criados y descender de las dichas cosas, como los ingas dezía(n) ser salidos de Pacaritambo, ques de una oueba que se dize Tambo Toco y los angaraes y soras descender de una laguna llamada Choclo Cocha y desta manera todas las provincias del Pirú, cada cual de su modo aplicando cual¬quiera de las cosas dichas a su nascimiento. A estas pacariscas se allegaron por parcialidades muchos nombres de guabas que, descubiertas las paca¬riscas, como allegados suyos se descubren luego.
Hase de entender que ninguna parcialidad de naturales dexó de tener esta guaca pacarisca, por pequeña o grande que fuese la parcialidad. Llámanse parcialidad por el orden que el inga les puso, en legiones que ordenó en las repúblicas y provincias que hizo, que fue nombrallas mayores y menores —que es negoscio largo tratar desto-que les intituló hanan o hurin, hanansaya o liurinsaya. IIovo parcialidad de diez mil indios y de mil y de ciento y de diez y de cinco y de la menor iba en recogimiento de la mayor y de la mayor a la menor. Todas reconoscieron que esta guaca pacarisca, sin otras muchas particulares y sin las generales que los ingas le pusieron, demás que tenían otras guacas para el principio de labrar las tierras y otras para quando las coxen y para cuando tresquillan los ganados y para cuando los hechan a los padres y para cuando paren. Todas las dichas guacas son diferenciadas en nombres y servicios y ceremonias conforme a las provincias. El orden de descubrirlas se dirá abaxo, que por eso no pongo aquí los nombres.
Todas las más guacas dichas tienen servicios y chácaras e ganados y bes- tidos y tienen sus órdenes particulares de // sus sacrificios y moyas que son dehesas donde apacientan los ganados de las dichas guacas y tienen gran cuenta con todo. Hay entre estas guacsis pacariscas muy muchas que reedificaron los ingas, dándoles muchos mitimas servicios que para este fin los mudava de unas provincias a otras. Dioles (el inga) muchos ganados y basos de oro y plata como fue en toda la cordillera que mira al mar, en todo lo que conquistó, en especial a cerros de nieve y bolcanes que miran a el mar y que salen de los ríos que riegan muchas tierras que, en lo que yo he visitado, son las siguientes :
En la provincia de Parinacocha reedificó la pacarisca Cara?ara que es un cerro nevado ; a ésta le puso servicio de dos mil mitimaes que se han acavado algunos llamados chincaysuyo y le dio dozientas ovejas hembras con sus padres. Ha havido grandísimo multiplico ; tienen hasta el día de hoy quipos y memorias por sus hilos de los que han multiplicado y muerto. Han aplicado a la comunidad a estos ganados. En las advertencias diré lo que se deve hazer.
Hay en la dicha cordillera en Condesuyo otra que se llama Sulimana re¬edificada de los propios ingas con la propia autoridad de servicio mitimais y ganado. —
Hay otra en el proprio Condesuyo que mira al mar que se llama Coropona con el propio orden de mitimas y ganados —
Hay otra sobre los Collaguas que se llama Hambato que mira al mar, del proprio orden de servicio.
Hay otra sobre Arequipa ques el bolean de la ciudad que se llama Putina que puso el inga muchos mitimas para su servicio como fueron los pueblos de la chimba de Gómez Hernández y el pueblo de Chiguata y el de Chaca- cato y otros.
Hay en la dicha costa hasta Loa, que se acava este obispado y entra el de Chile, en la dicha cordillera muchas de las dichas guacas puestas en bol- canes y en cerros nevados con el dicho servicio y orden.
Hase de entender quel orden del inga para asegurar su tierra conquistada era poner estas nasciones que mudava de una parte a otra, que llamava mi- timas, en forma que sirviesen a las guacas dichas pacariscas que el reedi- ficava y (entre) estos mitimas ponía un caudillo superintendente que lla¬mava / / Tocricoc para su govierno de los mitimas o de los naturales para que les diese aviso y sustentase a quietud la tal provincia.
Hay otros géneros de guacas, en estos indios mitimas quel inga pasó de unas tierras a otras, de mucha importancia e que más disimuladas tienen que son alguna pie$a de bestidura que su guaca pacarisca tenía en sus tier¬ras, la qual piefa les entregava el sacerdote ocamayo de la dicha guaca en su tierra, encargándoles no se les olvidase el nombre de su descendencia e que en el propio orden que en sus tierras mochavan y revcrenciava(/?) a su pacarisca criadora, ansí lo hiziese(n), sacando en sus baile:» y taquíes gene¬rales aquella pie^a de bestidura de su guaca. Guardan estas piecas con mucho cuidado e les tienen dados servicios y haziendas. Traen v llevan estas piezas según son las guacas ; si son fuentes en sus tierras, traen un basso de agua dellas y échanlos con grande cerimonia en otras fuentes donde fueron tras¬plantados y pónenle el nombre de su pacarisca con mucha solemnidad, y si es piedra pónenle la pie^a de bestido que traen a otra piedra, v desta ma¬nera a todas las cosas que tienen por pacariscas, sin diferenciar a la de su naturaleza, la sirven y adoran ; y he hallado en muchas provincias de mi- timas este orden y no hay dubdar sino que lo que adoravíin en sus tierras hazen a donde fueron puestos.
Son muchos los géneros de bayles que usan para celebración de sus gua¬cas. En especial se a de advertir donde tienen los gualparicos con que los hazen, que son unos géneros de bestidos y plumerías v atadijos de piernas muy galanos con concha» del mar que llaman mollos y figuras de músicas con cave?as de animales y bestiduras de los pellejos de los animales de tí- gueres, de leones, ozcollos, venados y culebras y otros animales de mon¬tañas. Procurar destruir estos gualparicos aunque sean de valor porque, en biéndolos, biene a la memoria los ritos pasados.
Asimismo ha(se) de tirar y destruir todos los basos antiguos que tienen con figuras y mandar que nos hagan ningunos en la dicha forma porque se les rrepresenta en todas las fiestas que hazen todo lo antiguo y para eso los tienen. E sacan a estos bailes en muchas provincias las divisas de los vencimientos / / de las naciones que han debelado, en especial de las armas del inga y sus dibisas, ansí en bestidos como en armas, y de los capitanes valerosos que ha havido entre ellos, como son sus bestidos axedrezados o con culebras pintadas que llaman amaros, o alguna porra de guerra que llaman chambi, o algún caracol que suena como trompeta o alguna lanza o adarga o otros géneros de armas porque las reverencian y mochan y a sola aquella figura ha ¡en el bayle o borrachera o taquí y lo aplican a otros huelgos que los padras les dan licencia, pidiéndolas fingidamente ; y es cierto en sus bailes e taquis los comutan a nuestras pasquas y fiestas sacando las divisas dichas y otras sobre que se ha advertir.
Tienen otro génerj de guacas que llaman vilcas, que aunque la vilca es un género de fruta ponzoñosa que nasce y se da en los Andes (de) tierra caliente, de hechura de una blanca de cobre de Castilla, cúranse y púrganse con ella y se entierran con ella en las más provincias deste reino, hase de advertir que unas figuras como carneros de madera y piedra y tienen un hueco como tintero (ques donde se muele esta vilca) se ha de procurar buscar y destruir. Llámase el tintero vilcana y los adoran y reverencian. Es esta vilcana hecha de muchas diferencias de piedras hermosas y de maderas fuertes. Tienen, fuera des’ca vilca, otros muy muchos géneros de medicinas que les llaman vilcas, en especial de purgas. Hay muchos géneros de médicos que todos son hechizeros que usan de curar e inbocan al demonio primero que comiencen a curar, y esto es cierto y …
Y hase de entender que, fuera de los mitimas y servicios quel inga dio a las dichas guacas, tienen otros servicios que llaman criados o camayos que sirven de guardir las dichas guacas y sus haziendas, fuera de los guarda¬dores del ganado. En estos criados ban subcediendo los hijos ylos nietos de los tales, e ansi no se pierde la memoria. E cuando fallescen, la nasción de unos, los curacas, les ofrescen otros que entre ellos parescen ser religiosos. En sus suprestición., los más destos inbocan al demonio y engaña(n) con sus predicaciones a las comunidades de los indios que son fáciles. / /
Tienen otra guaca de muy grande suprestición que llaman guacanqui, que se ha estendido, a que creen muchos de nuestra nasción en ella con su suprestición, creyendo que todo lo que desean les biene o se les ofresce bien por virtud del dicho guacanqui. En esta guaca de muchos modos, como diré. Vino esta denominación de un abuso que inbentaron unos hechizeros en una peña que está en Paucara en el Collao, donde se juntava(n) cuatro dellos los más nombrados de aquellas provincias, y con unas yervas a figura de tallos y el cavo con una paletilla como espátula de boticario, que los indios se las ponen en la cavc^a por plumas y gala, y con estas en las manos, co- men?avan a llorar e inbocar sus guacas, dando golpes en un agujero de la dicha peña, que del humor de las yervas salían unos mosquitos y a estos llamavan guacanqui como a cosa salida llorando. A estos guardavan y los trayan los ingas y personas prencipales consigo para que los amasen las mu¬jeres y para ser bien afortunados en guerra y en sus contrataciones. Tam¬bién tienen esta suprestición en unos pájaros galanos de los Andes, que llaman tunqui y le(s) han puesto por nombre guacanqui. Tienen la dicha supresti¬ción en unos ratoncillos que tienen los picos como pájareos y son muy pe¬lados — hállanse en las punas, llámanles guacanqui — y en otros géneros de piedras aplicados al dicho efeto, llamados guacanqui. He quemado mu¬chos de estos géneros en las visitas que (he) hecho. Particularmente llaman guacanqui a todas las yervas y árboles que crecen cerca de Tambo Toco, donde dizen salió el inga, y se aprovechan dellas para lo suso dicho.
Hay otro género de guaca ques cierto género de culebra de diferentes he¬churas. Las adoran y sirven. Tomaron los ingas prencipales sus apellidos. Nómbranse machacuay y amaro. Estas, quando pueden ser havidas bivas, las meten en tinajas grandes y las sustentan muchos años con sangre de coyes y con yervas, y les hazen muchas fiestas y sacrificios. Hubo tres inge¬nios más prencipales del apellido del amaro, como fueron Nina Amaro, Tupa Amaro y Cusi Amaro, y éste de presente de Vilcabanba que mandó el señor visorrey don Francisco de Toledo que se llamara Tupa Amaro. E hovo deste nombre nuchos prencipales e indios e traen las dichas culebras por sus divi¬sas y armas todos los ingas, y hay muchas guacas destos nombres / / en todo el Pirú, con muchos servicios y haziendas.
Del machacuay usan el día de hoy en sus fiestas y taquíes, haziendo un juego de ayllar que antiguamente jugava el inga, echando en alto esta figura de culebra y hecha de lana ; y los que apostavan echavan sus illos, que son tres ramales de soga hecha de niervos de animales o de cueros dellos, y a los cavos unas pelotas de plomo. A este juego ganó el inga muchas provin¬cias a las guacas que ya se las havía(n) dado. Y los camayos de las guacas, permitía el inga que jugasen las tales provincias con él por otras y se hazían perdedizos. Y después de ganados por el inga con este medio de juego, las satisfazla el inga a las guacas y camayos con dalles tierras y ganados y otros servicios. Son muchas las tierras que ganó a este juego de el ayllar el ma¬chacuay.
Aunque pienso dar fastidio diré una niñería y patraña que los naturales de los confines de Lima tienen en la sierra, como ban a Guadocherí de acá, en todas las lagunas antes que llegan a las escaleras, y es que naturaleza en aquellas peñas, en la traviesa dellas que atraviesa el camino real de una legua a otra, crió una beta de marmol blanco de longitud larga. Y los natu-rales cercanos a ella creen y dizen que, cuando los españoles entraron en estos reinos, salió de la una laguna la culebra llamada amaro para irse a la otra y con la nueva se enfrió y se tornó piedra. Tiene señal de culebra, porque yo la he visto. Todas las provincias alrededor la mochan, cuando pasan por allí, con mucha reverencia. Dízese tener en los Yauyos muchos servicios y ganados y chácaras que le han ofrescido y en Guadocherí y en los pueblos allí comarcanos. Yo he visto encima della muchos acollicos y ofrescimientos todas las bezes que por allí he pasado.
Hay otra guaca general en los caminos reales y en las placas de los pue¬blos, que llaman uznos. Eran de figura de un bolo hecho de muchas dife¬rencias de piedras o de oro y de plata. A todos les tenían hechos edificios / / en donde tengo dicho en muchas partes como en Bilcas y en Pucara y en Guanaco el Viejo y en Tiaguanaco, a hechura de torres de muy hermosa cantería. Sentávanse los señores a bever a el sol en el dicho uzno y hazían muchos sacrificios a el sol. Hanse de mandar deshazer estos edificios que, como son públicos, ofenden por lo que significan, que en otras partes hay muchos más edificados y con facilidad se desharán.
Abiso sobre el abortar de las mujeres que toman muchas yervas para ello y sobre los abusos que tienen en los sueños o en algunas aves que oyen o cosas que ben o encuentran y en los truecos que hazen después de casados de sus mujeres v sobre los incestos que cometen, ques de lo que más ussan, y sobre otras poliscías cristianas de que deven ser enseñados.
En especial sobre los taquies, bayles que hazen, porque se emborrachan cuando salen de sus pueblos a otras provincias y que son otros confines y los que hazen a la buelta a honrra de sus guacas.
Sobre la cachua general o particular y la suprestición que tienen y ansi- mismo sobre las cerimonias que hazen en los entierros cuando se mueren sus principales.
Y asimismo en la suprestición de la trasquila que hazen a los niños, que se llaman rutuchicos, que entonces les ponen los nombres de sus pasados o guacas v les hazen ofrecimientos y otras cerimonias.
También se ha de advertir en las cerimonias que hazen cuando les ponen la guara, que es un género de paños como zaragüelles, que se hazen muchas cerimonias. Llámase guaraehico y a las mujeres se llama quiquchicuy cuando les comienzan su menstruidad.
También se (ha de) advertir otro género de suprestición que tienen, que les llaman yallinaes, ques cuando ( ) en corridas largas que toman lu¬gares que les son señalados de una gola a otra por caminos ásperos.
También se lia de advertir a el uso malo que tienen de horr // adarse las orejas que llaman rinri utcu que como fue señal dada por los ingas e hizo a muchas nasciones de aquella devisa suya. Hazen muchas cerimonias en ella e la tienen en mucho.
1 fase de advertir de los cabellos que se encrinejan las indias y que, aunque se los tiran en algunas partes, las dexen hechas encubiertas debaxo del ca- vello en derecho de las orejas para que no las vean.
Hase de advertir que no aten las cavefas de los niños, que matan a muchos
por guardar sus usos antiguos, y forman las cave^as conforme a los tocados que usaban.
Hase de advertir en el modo que se sangran de las sienes o narizes, tovil- los, con pedernales y a qué tiempo, porque lo suelen hazer para ofrescer la sangre a sus guacas.
Hay otras muchas advertencias que por provincias se usan, que no son generales sino ritos y cerimonias de provincias particulares, de que tenían noticia muchos religiosos dotrineros, que todas es justo se remedien.
arevaquilla
aymoray
paso / /
yntipraimi
aymi
caua
?itua
omanraymi ayarmaca Aphin pocoy paucar baray
En particular se ha de advertir que los ingas pusieron nombres a los meses, haziendo diferencia de un mes al otro y dividiendo sus bayles y borrache¬ras por ellos, trayendo de todo el reino las guacas que hallavan a esta ciu¬dad del Cuzco para las tales fiestas. Porquestos nombres destos meses eran sus pascuas, no porné la orden de las cerimonias que hazían en ellos, más de los nombres para que se mande tener mucha cuenta en ber si celebran con alguna disimulación que, como es dicho, es el negocio de la mayor ceri- monia y suprestición que los ingas tenían. Y en algunas fiestas destas se comulgavan con cierto género de masa que hazían de sangre de corderos e de niños y harina de maíz que llaman

2 коментарі

  1. un gran gusto el haber encontrado tu block amigo, y si en algo te pudiera servir soy de cusco peru, mi cel es 984786361, si alguna vez vienes por aca, te estaremos esperando.
    Sigue adelante…….. waykey-

Коментарі закриті.

KUPRIENKO