Damián de la BANDERA. Biografía.

Damián de la BANDERA. Biografía.

El texto ha sido copiado del “Diccionario de los conquistadores de Indias”.

Nació por 1520, era hidalgo y su padre fue Pedro de la Bandera, uno de los primeros conquistadores de Tierrafirme. Estuvo pri­mero en Santo Domingo de la Española, donde vio venir las naos cargadas con indios esclavos de Cubagua, pero luego pasó a Pana­má y de allí al Perú. Con el capitán Juan de Olmos sirvió en la jornada de las Esmeraldas, luego pasó a Lima donde fue soldado del Vi­rrey Núñez Vela en la compañía del capitán Pablo de Meneses. Preso el gobernante y en­trado Gonzalo Pizarro a la capital pasó al Cus­co, pero en esa ciudad Francisco de Carbajal lo obligó a seguirlo contra Lope de Mendoza que estaba alzado en Charcas. Ya en campa­ña se confabulé con Pedro de Avendaño, Francisco Rodríguez dc Matamoros y otros leales y enviaron a Lope de Mendoza secreta­mente una relación de las fuerzas del Demonio de los Andes, decidiendo también matar a éste. En efecto, la noche de la rota de Po­cona disparó Damián de la Bandera junto con Rodríguez de Matamoros dos arcabuza­zos contra él, acertándole sólo un tiro en una nalga, por lo que temiendo ser descubiertos huyeron a los leales llevándose encañonados a ciertos arcabuceros. Pero a la postre regre­saron los fugados aceptando un perdón de Carbajal a todos los seguidores de Lo­pe de Mendoza, por lo que Damián de la Bandera se rindió en Misque y fue entregado a Carbajal en Cotabamba. Algo raro hay en todo lo que sigue, porque el Demonio de los Andes no lo castigó como a desertor y me­nos como a su potencial asesino. Lo cier­to es que poco después se pasó a Diego Cen­teno, luchando por el Rey en la batalla de Huarina en la compañía del capitán Pedro de los Ríos. Herido se retiró del campo para buscar al Presidente Gasca, hallándolo en el pueblo dc Andahuaylas y luchando a su lado en Jaquijahuana en la compañía del capitán Jerónimo de Aliaga. Posteriormente pasó a Charcas y en Potosí —con Antonio de Luján, Luis dc Tapia, Diego de Porras y Diego de Acebedo— fue uno de los que prendieron al rebelde Egas de Guzmán y en esa ocasión, queriendo Diego de Vergara matar por la es­palda a Antonio de Luján, Damián de la Ban­dera lo redujo personalmente. Estaba en Li­ma cuando la rebelión de Francisco Hernán­dez Girón, sirviendo entonces con la Audien­cia en Surco y Pachacamac, siendo nom­brado Alférez de la compañía del capitán Antonio de Luján, luchó como tal en Pu­cará, conduciendo de regreso a su tropa al Cusco por haber muerto el capitán Luján y quedar herido su segundo Juan Ramón. Vin­culado al Virrey Marqués dc Cañete, éste premió sus servicios con 2.000 pesos dc ren­ta anual y lo hizo Corregidor de Huamanga. Allí abrió proceso contra ciertos soldados descontentos que tenían sus conciliábulos en la ciudad, y en 1557, cumpliendo órdenes del Virrey y del Príncipe don Felipe, escri­bió su notable “Relación General dc la disposición y calidad dc la provincia dc Huamanga, llamada San Juan de la Frontera, y de la vivienda y costumbres de los naturales della”. En 1559 se le condenó a dos años dc destie­rro en Lima por declaraciones falsas, comen­zando allí sus quejas contra la Audiencia y sus Oidores. Parece que todo estuvo vincula­do a que estos últimos le quitaron los 2.000 pesos de renta por haber otorgado la Corona los indios de donde se sacaban a Antonio Vaca de Castro, hijo del Gobernador Cristóbal Vaca de Castro. Damián de la Bandera pro­testó primero y litigó después, ganando el pleito con no poco gasto y pérdida de tiempo. En eso vino el Virrey Conde dc Nieva y los Comisarios, quienes primero lo resarcieron dándole la suma en los indios dc Chachas, que habían sido de Hernando Piza­rro, y después le añadieron otros 1.000 pe­sos por vía de mejora. Pero en octubre de 1561 Damián de la Bandera fue acusado dc pertenecer a un grupo de conspiradores y sufrió carcelería. No empeoraron las cosas, a lo que se entiende, y Damián de la Bandera se dedicó a viajar. Se preciaba de conocer todo el Perú, salvo Huánuco y Chachapoyas, y de verdad estaba reputado hombre de gran experiencia en cosas de indios. Por eso, cuando el Virrey Francisco de Toledo deter­minó tener una mejor noticia de la tierra, le encomendé la visita de Potosí, la misma que debía de cumplir con Alonso de Carbajal. Luego de esto residió en el Cusco, donde por ello tuvo renombre de vecino principal. El 16 de octubre de 1558 declaró allí en la probanza del conquistador Juan Julio de Ojeda. Todavía estaba vivo en 1590. por­que ese año firmó en el Cusco otro papel. Pe­ro debió morir poco después ya que nadie vuelve a tener noticia suya.

Cronistas: Santa Clara Palentino.

Otros autores: Jiménez de la Espada … Rela­ciones geográficas de Indias.

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