Хосе Эрнандес. “Гаучо Мартин Фьерро” (José Hernández. El gaucho Martín Fierro)
El gaucho Martín Fierro
José Hernández
– I –
                          	   Aquí me pongo a cantar
	al compás de la vigüela,
	que el hombre que lo desvela
	una pena estrordinaria,
	como la ave solitaria	5
	con el cantar se consuela.		
	   Pido a los Santos del Cielo
	que ayuden mi pensamiento,
	les pido en este momento
	que voy a cantar mi historia	10
	me refresquen la memoria
	y aclaren mi entendimiento.		
	   Vengan Santos milagrosos,
	vengan todos en mi ayuda,
	que la lengua se me añuda	15
	y se me turba la vista;
	pido a mi Dios que me asista
	en una ocasión tan ruda.		
	   Yo he visto muchos cantores,
	con famas bien otenidas,	20
	y que después de alquiridas
	no las quieren sustentar-
	parece que sin largar
	se cansaron en partidas. [8]		
	   Mas ande otro criollo pasa	25
	Martín Fierro ha de pasar,
	nada lo hace recular
	ni las fantasmas lo espantan;
	y dende que todos cantan
	yo también quiero cantar.	30	
	   Cantando me he de morir,
	cantando me han de enterrar,
	y cantando he de llegar
	al pie del Eterno Padre-
	dende el vientre de mi madre	35
	vine a este mundo a cantar.		
	   Que no se trabe mi lengua
	ni me falte la palabra-
	el cantar mi gloria labra
	y poniéndome a cantar	40
	cantando me han de encontrar
	aunque la tierra se abra.		
	   Me siento en el plan de un bajo
	a cantar un argumento-
	como si soplara el viento	45
	hago tiritar los pastos-
	con oros, copas y bastos,
	juega allí mi pensamiento.		
	   Yo no soy cantor letrao,
	mas si me pongo a cantar	50
	no tengo cuándo acabar
	y me envejezco cantando,
	las coplas me van brotando
	como agua de manantial.		
	   Con la guitarra en la mano	55
	ni las moscas se me arriman,
	naides me pone el pie encima,
	y cuando el pecho se entona,
	hago gemir a la prima
	y llorar a la bordona.	60	
	   Yo soy toro en mi rodeo,
	y toraso en rodeo ajeno,
	siempre me tuve por güeno
	y si me quieren probar
	salgan otros a cantar	65
	y veremos quién es menos. [9]		
	    No me hago al lao de la güeya
	aunque venga degollando,
	con los blandos yo soy blando,
	y soy duro con los duros,	70
	y ninguno, en un apuro
	me ha visto andar tutubiando(1).
	   En el peligro ¡Qué Cristos!
	el corazón se me enancha
	pues toda la tierra es cancha,	75
	y de esto naides se asombre,
	el que se tiene por hombre
	donde(2) quiera hace pata ancha.
	   Soy gaucho, y entiendanló
	como mi lengua lo esplica,	80
	para mí la tierra es chica
	y pudiera ser mayor,
	ni la víbora me pica
	ni quema mi frente el Sol.		
	   Nací como nace el peje	85
	en el fondo de la mar,
	naides me puede quitar
	aquello que Dios me dio-
	lo que al mundo truje yo
	del mundo lo he de llevar.	90	
	   Mi gloria es vivir tan libre
	como el pájaro del Cielo,
	no hago nido en este suelo
	ande hay tanto que sufrir;
	y naides me ha de seguir	95
	cuando yo remuento(3) el vuelo.
	   Yo no tengo en el amor
	quien me venga con querellas,
	como esas aves tan bellas
	que saltan de rama en rama-	100
	yo hago en el trébol mi cama
	y me cubren las estrellas.		
	   Y sepan cuantos me escuchan
	de mis penas el relato
	que nunca peleo ni mato	105
	sino por necesidad;
	y que a tanta alversidá
	sólo me arrojó el mal trato. [10]		
	   Y atiendan la relación
	que hace un gaucho perseguido,	110
	que padre y marido ha sido(4)
	empeñoso y diligente,
	y sin embargo la gente
	lo tiene por un bandido.		
– II –
	   Ninguno me hable de penas	115
	porque yo penando vivo-
	y naides se muestre altivo
	aunque en el estribo esté,
	que suele quedarse a pie
	el gaucho más alvertido.	120	
	   Junta esperencia en la vida
	hasta pa dar y prestar,
	quien la tiene que pasar
	entre sufrimiento y llanto;
	porque nada enseña tanto	125
	como el sufrir y el llorar.		
	   Viene el hombre ciego al mundo
	cuartiándolo la esperanza
	y a poco andar ya lo alcanzan
	las desgracias a empujones;	130
	¡la(5) pucha que trae liciones
el tiempo con sus mudanzas!
	   Yo he conocido esta tierra
	en que el paisano vivía
	y su ranchito tenía	135
	y sus hijos y mujer…
	Era una delicia el ver
	cómo pasaba sus días.		
	   Entonces… cuando el lucero
	brillaba en el cielo santo,	140
	y los gallos con su canto
	nos decían que el día llegaba,(6)
	a la cocina rumbiaba
	el gaucho… que era un encanto. [11]		
	   Y sentao junto al jogón	145
	a esperar que venga el día,
	al cimarrón le prendía
	hasta ponerse rechoncho,
	mientras su china dormía
	tapadita con su poncho.	150	
Y apenas la madrugada(7)
	empezaba a coloriar,
	los pájaros a cantar,
	y las gallinas a apiarse,
	era cosa de largarse	155
	cada cual a trabajar.		
	   Éste se ata las espuelas,
	se sale el otro cantando,
	uno busca un pellón blando,
	éste un lazo, otro un rebenque,	160
	y los pingos relinchando
	los llaman dende el palenque.		
	   El que era pión domador
	enderezaba al corral
	ande estaba el animal	165
	bufidos que se las pela…
	Y más malo que su agüela,
	se hacía astillas el bagual.		
	   Y allí el gaucho inteligente
	en cuanto el(8) potro enriendó,
170
	los cueros le acomodó
	y se le sentó en seguida,
	que el hombre muestra en la vida
	la astucia que Dios le dio.		
	   Y en las playas corcobiando	175
	pedazos se hacía el sotreta,
	mientras él por las paletas
	le jugaba las lloronas,
	y al ruido de las caronas
	salía haciéndose gambetas.	180	
¡Ah tiempos!… Si era un orgullo(9)
	ver jinetiar un paisano-
	Cuando era gaucho vaquiano
	aunque el potro se boliase
	no había uno que no parase	185
	con el cabresto en la mano. [12]		
	   Y mientras domaban unos,
	otros al campo salían,
	y la hacienda recogían,
	las manadas repuntaban,	190
	y ansí sin sentir pasaban
	entretenidos el día.		
Y verlos al cair(10) la noche
	en la cocina riunidos
	con el juego bien prendido	195
	y mil cosas que contar,
	platicar muy divertidos
	hasta después de cenar.		
	   Y con el buche bien lleno
	era cosa superior	200
	irse en brazos del amor
	a dormir como la gente,
	pa empezar al día siguiente
	las fainas(11) del día anterior.
	   ¡Ricuerdo!… ¡Qué maravilla!	205
	cómo andaba la gauchada
	siempre alegre y bien montada
	y dispuesta pa el trabajo…
	pero hoy en el día… ¡barajo!(12)
no se le ve de aporriada. 210
	   El gaucho más infeliz
	tenía tropilla de un pelo,
	no le faltaba un consuelo
	y andaba la gente lista…
	tendiendo al campo la vista	215
	no vía sino hacienda y cielo.(13)
	   Cuando llegaban las yerras,
	¡cosa que daba calor!
	tanto gaucho pialador
	y tironiador sin yel-	220
	¡Ah tiempos!… pero sin él
	se ha visto tanto primor.
	   Aquello no era trabajo,
	más bien era una junción,
	y después de un güen tirón	225
	en que uno se daba maña
	pa darle un trago de caña
	solía llamarlo el patrón. [13]		
Pues siempre(14) la mamajuana
	vivía(15) bajo la carreta
230
	y aquel que no era chancleta
	en cuanto el goyete vía,
	sin miedo se le prendía,
	como güérfano a la teta.		
	   ¡Y qué jugadas se armaban	235
	cuando estábamos riunidos!
	Siempre íbamos prevenidos
	pues en tales ocasiones,
	a ayudarles a los piones
	caiban muchos comedidos.	240	
	   Eran los días del apuro
	y alboroto pa el hembraje,
	pa preparar los potajes
	y osequiar bien a la gente,
	y ansí, pues, muy grandemente,	245
	pasaba siempre el gauchaje.		
	   Venía la carne con cuero,
	la sabrosa carbonada,
	mazamorra bien pisada
	los pasteles y el güen vino…	250
	pero ha querido el destino
	que todo aquello acabara.		
	   Estaba el gaucho en su pago
	con toda siguridá
	pero aura… ¡barbaridá!	255
	la cosa anda tan fruncida
	que gasta el pobre la vida
	en juir de la autoridá.		
	   Pues si usté pisa en su rancho
	y si el alcalde lo sabe	260
	lo caza lo mesmo que ave,
	aunque su mujer aborte…
	¡No hay tiempo que no se acabe
	ni tiento que no se corte!		
	   Y al punto dese por muerto	265
	si el alcalde lo bolea,
	pues ay nomás se le apea
	con una felpa de palos-,
	y después dicen que es malo
	el gaucho si los pelea. [14]	270	
	   Y el lomo le hinchan a golpes,
	y le rompen la cabeza,
	y luego con ligereza
	ansí lastimao y todo,
	lo amarran codo con codo	275
	y pa el cepo lo enderiezan.		
	   Ay comienzan sus desgracias
	ay principia el pericón;
	porque no hay salvación,
	y que usté quiera o no quiera	280
	lo mandan a la frontera
	o lo echan a un batallón.		
	   Ansí empezaron mis males
	lo mesmo que los de tantos
	si gustan… en otros cantos	285
	les diré lo que he sufrido-
	después que uno está perdido
	no lo salvan ni los santos.		
– III –
	   Tuve en mi pago en un tiempo
	hijos, hacienda y mujer,	290
	pero empecé a padecer
	me echaron a la frontera,
	¡y qué iba a hallar al volver!
	Tan sólo hallé la tapera.
	   Sosegao vivía en mi rancho	295
	como el pájaro en su nido-
	allí mis hijos queridos
	iban creciendo a mi lao…
	Sólo queda al desgraciao
	lamentar el bien perdido.	300	
	   Mi gala en las pulperías
	era, cuando había más gente,(16)
	ponerme medio caliente,
	pues cuando puntiao me encuentro,
	me salen coplas de adentro	305
	como agua de la virtiente. [15]		
	   Cantando estaba una vez
	en una gran diversión;
	y aprovechó la ocasión
	como quiso el Juez de Paz…	310
	se presentó, y hay no más,
	hizo una arriada en montón.		
	   Juyeron los más matreros
	y lograron escapar-
	yo no quise disparar-	315
	soy manso- y no había por qué-
	muy tranquilo me quedé
	y ansí me dejé agarrar.		
	   Allí un gringo con un órgano
	y una mona que bailaba	320
	haciéndonos reir estaba
	cuando le tocó el arreo-
	¡tan grande el gringo y tan feo!
	lo viera cómo lloraba.		
	   Hasta un Inglés sangiador	325
	que decía en la última guerra,
	que él era de Inca-la-perra
	y que no quería servir,
	tuvo también que juir
	a(17) guarecerse en la sierra.
330	
	   Ni los mirones salvaron
	de esa arriada de mi flor-
	fue acoyarao el cantor
	con el gringo de la mona-
	a uno sólo, por favor	335
	logró salvar la patrona.		
	   Formaron un contingente
	con los que en el baile arriaron-
	con otros nos mesturaron
	que habían agarrao también-	340
	Las cosas que aquí se ven
	ni los diablos las pensaron.		
	   A mí el Juez me tomó entre ojos
	en la última votación-
	me le había hecho el remolón	345
	y no me arrimé ese día;
	y él dijo que yo servía
	a los de la esposición. [16]		
	   Y ansí sufrí ese castigo
	tal vez por culpas ajenas-	350
	que sean malas o sean güenas
	las listas, siempre me escondo-
	yo soy un gaucho redondo
	y esas cosas no me enllenan.		
	   Al mandarnos nos hicieron	355
	más promesas que a un altar-
	el Juez nos jue a ploclamar
	y nos dijo muchas veces
	«muchachos a los seis meses
	»los van a ir a revelar».	360	
	   Yo llevé un moro de número,
	¡sobresaliente el matucho!
	Con él gané en Ayacucho,
	más plata que agua bendita-
	siempre el gaucho necesita	365
	un pingo pa fiarle un pucho-.		
	   Y cargué sin dar más güeltas
	con las prendas que tenía,
	jergas, poncho, cuanto había
	en casa, tuito lo alcé-	370
	a mi china la dejé
	media desnuda ese día.		
	   No me faltaba una guasca,
	esa ocasión eché el resto:
	bozal, maniador, cabresto,	375
	lazo, bolas y manea…
	¡el que hoy tan pobre me vea
	tal vez no crerá(18) todo esto!
	   Ansí en mi moro escarciando
	enderesé a la frontera;	380
	¡aparcero! si usté viera
	lo que se llama Cantón…
	Ni envidia tengo al ratón
	en aquella ratonera-.		
	   De los pobres que allá había	385
	a ninguno lo largaron
	los más viejos resongaron
	pero a uno que se quejó
	en seguida lo estaquiaron
	y la cosa se acabó. [17]	390	
	   En la lista de la tarde
	el Jefe nos cantó el punto,
	diciendo: «quinientos juntos
	»llevará el que se resierte,
	»lo haremos pitar del juerte	395
	»más bien dese por dijunto».		
	   A naides le dieron armas
	pues toditas las que había
	el Coronel las tenía
	según dijo esa ocasión	400
	pa repartirlas el día
	en que hubiera una invasión.		
	   Al principio nos dejaron
	de haraganes criando sebo,
	pero después… no me atrevo,	405
	a decir lo que pasaba-
	Barajo…. si nos trataban
	como se trata a malevos.		
	   Porque todo era jurarle
	por los lomos con la espada,	410
	y aunque usté no hiciera nada
	lo mesmito que en Palermo,
	le daban cada cepiada
	que lo dejaban enfermo.		
	   Y qué Indios- ni qué servicio	415
	si allí no había ni Cuartel-
	Nos mandaba el Coronel
	a trabajar en sus chacras,
	y dejábamos las vacas
	que las llevara el Infiel.	420	
	   Yo primero sembré trigo
	y después hice un corral,
	corté adobe pa un tapial,
	hice un quincho, corté paja…
	La pucha que se trabaja	425
	sin que le larguen ni un rial.		
	   Y es lo pior de aquel enriedo
	que si uno anda hinchando el lomo
	ya se le apean como plomo…
	¡quién aguanta aquel infierno!	430
	Y(19) eso es servir al Gobierno,
a mí no me gusta el cómo. [18]
	   Más de un año nos tuvieron
	en esos trabajos duros-,
	y los indios, le asiguro,	435
	dentraban cuando querían,
	como no los perseguían
	siempre andaban sin apuro.		
	   A veces decía al volver
	del campo la descubierta,	440
	que estuviéramos alerta
	que andaba adentro la indiada;
	porque había una rastrillada
	o estaba una(20) yegua muerta.
	   Recién entonces salía	445
	la orden de hacer la riunión-
	y cáibamos al cantón
	en pelos y hasta enancaos,
	sin armas, cuatro pelaos
	que íbamos a hacer jabón.	450	
	   Ay empezaba el afán
	se entiende, de puro vicio,
	de enseñarle el ejercicio
	a tan gaucho recluta,
	con un estrutor… qué… bruta	455
	que nunca sabía su oficio.		
	   Daban entonces las armas
	pa defender los cantones,
	que eran lansas y latones
	con ataduras de tiento…	460
	las de juego no las cuento
	porque no había municiones.		
Y chamuscao un sargento(21)
	me contó que las tenían
	pero que ellos las vendían	465
	para cazar avestruces-:
	y ansí andaban noche y día
	dele bala a los ñanduces.		
	   Y cuando se iban los Indios
	con lo que habían manotiao	470
	salíamos muy apuraos
	a perseguirlos de atrás;
	si no se llevaban más
	es porque no habían hallao. [19]		
	   Allí sí, se ven desgracias	475
	y lágrimas, y afliciones,
	naides(22) les pida perdones
	al Indio- pues donde dentra
	roba y mata cuanto encuentra
	y quema las poblaciones.	480	
	   No salvan de su juror
	ni los pobres angelitos;
	viejos, mozos, y chiquitos
	los mata del mesmo modo-
	que el Indio lo arregla todo(23)
485
	con la lanza y con los gritos.		
	   Tiemblan las carnes al verlo
	volando al viento la(24) cerda-
	la rienda en la mano izquierda
	y la lanza en la derecha-	490
	ande enderiesa abre(25) brecha
pues no hay lanzaso que pierda.
	   Hace trotiadas tremendas
	dende el fondo del desierto-
	ansí llega medio muerto	495
	de hambre, de sé, y de fatiga,
	pero el Indio es una hormiga
	que día y noche está dispierto.		
	   Sabe manejar las bolas
	como naides las maneja	500
	cuanto el contrario se aleja
	manda una bola perdida,
	y si lo alcanza, sin vida
	es siguro que lo deja.		
	   Y el Indio es como tortuga	505
	de duro para espichar;
	si lo llega a destripar
	ni siquiera se le encoge,
	luego sus tripas recoge
	y se agacha a disparar.	510	
	   Hacían el robo a su gusto
	y después se iban de arriba,
	se llevaban las cautivas
	y nos contaban que a veces
	les descarnaban los pieses,	515
	a las pobrecitas, vivas. [20]		
	   ¡Ah! ¡si partía el corazón
	ver tantos males, canejo!
	los perseguíamos de lejos
	sin poder ni golopiar;	520
	¡y qué habíamos de alcanzar
	en unos bichocos viejos!		
	   Nos volvíamos al cantón
	a las dos o tres jornadas;
	sembrando las caballadas:	525
	y pa que alguno la venda,
	rejuntábamos la hacienda
	que habían dejao resagada.		
	   Una vez entre otras muchas,
	tanto salir al botón,	530
	nos pegaron un malón
	los Indios, y una lanciada,
	que la gente acobardada
	quedó dende esa ocasión.		
	   Habían estao escondidos	535
	aguaitando atrás de un cerro…
	¡lo viera a su amigo Fierro
	aflojar como un blandito(26)!
	salieron como maíz frito
	en cuanto sonó(27) un cencerro.
540	
	   Al punto nos dispusimos
	aunque ellos eran bastantes,
	la formamos al istante
	nuestra gente que era poca,
	y golpiándose en la boca	545
	hicieron fila adelante.		
	   Se vinieron en tropel
	haciendo temblar la tierra,
	no soy manco pa la guerra
	pero tuve mi jabón,	550
	pues iba en un redomón
	que había boliao en la sierra.		
	   ¡Que vocerío! ¡qué barullo!
	¡qué apurar esa carrera!
	la Indiada todita entera	555
	dando alaridos cargó-
	Jue pucha… y ya nos sacó
	como yeguada matrera. [21]		
	   ¡Qué fletes traiban los bárbaros!
	como una luz de ligeros-	560
	hicieron el entrevero
	y en aquella mescolanza,
	éste quiero, éste no quiero,
	nos escogían con la lanza.		
	   Al que le dan un chuzaso,	565
	dificultoso es que sane.
	En fin, para no echar panes,
	salimos por esas lomas,
	lo mesmo que las palomas,
	al juir de los gavilanes.	570	
	   ¡Es de almirar la destreza
	con que la lanza manejan!
	De perseguir nunca dejan-
	Y nos traiban apretaos,
	si queríamos de apuraos	575
	salirnos por las orejas.		
	   Y pa mejor de la fiesta
	en esta(28) aflición tan suma,
	vino un Indio echando espuma,
	y con la lanza en la mano	580
	gritando «Acabau cristiano
	»metau el lanza hasta el pluma».		
	   Tendido en el costillar
	cimbrando por sobre el brazo
	una lanza como un lazo	585
	me atropeyó dando gritos-
	Si me descuido… el maldito
	me levanta de un lanzaso.		
	   Si me atribulo, o me encojo,
	siguro que no me escapo:	590
	siempre he sido medio guapo
	pero en aquella ocasión,
	me hacía buya el corazón
	como la garganta al sapo.		
	   Dios le perdone al salvaje	595
	las ganas que me tenía…
	Desaté las tres marías
	y lo engatusé a cabriolas…
	Pucha… si no traigo bolas
	me achura el Indio ese día. [22]	600	
	   Era el hijo de un casique
	sigún yo lo avirigüé-
	la verdad del caso jue
	que me tuvo apuradazo-
	hasta que al fin de un bolazo	605
	del caballo lo bajé-.		
	   Ay no más me tiré al suelo
	y lo pisé en las paletas-
	empezó a hacer morisquetas
	y a mesquinar la garganta…	610
	Pero yo hice la obra santa,
	de hacerlo estirar la geta.		
	   Allí quedó de mojón
	y en su caballo salté,
	de la indiada disparé,	615
	pues si me alcanza me mata
	y al fin me les escapé
	con el hilo en una pata.		
– IV –
	   Seguiré esta relación
	aunque pa chorizo es largo:	620
	el que pueda hágase cargo
	cómo andaría de matrero
	después de salvar el cuero
	de aquel trance tan amargo.		
	   Del sueldo nada les cuento(29)
625
	porque andaba disparando,
	nosotros de cuando en cuando
	solíamos ladrar de pobres-
	nunca llegaban los cobres
	que se estaban aguardando.	630	
	   Y andábamos de mugrientos
	que el mirarnos daba horror;
	le juro que era un dolor
	ver esos hombres, ¡por Cristo!
	En mi perra vida he visto	635
	una miseria mayor. [23]		
	   Yo no tenia ni camisa
	ni cosa que se parezca;
	mis trapos sólo pa yesca
	me podían servir al fin…	640
	No hay plaga como un fortín
	para que el hombre padezca.		
	   Poncho, jergas, el apero,
	las prenditas, los botones,
	todo, amigo, en los cantones	645
	jue quedando poco a poco:
	ya nos tenían medio loco
	la pobreza y los ratones.		
	   Sólo una manta peluda
	era cuanto me quedaba-	650
	la había agenciao a la taba
	y ella me tapaba el bulto-
	yaguané que allí ganaba
	no salía… ni con indulto.		
	   Y pa mejor hasta el moro	655
	se me jue de entre las manos-
	no soy lerdo… pero hermano,
	vino el comendante un día
	diciendo que lo quería
	«pa enseñarle a comer grano».	660	
	   Afigúrese cualquiera
	la suerte de este su amigo,
	a pie y mostrando el umbligo,
	estropiao, pobre y desnudo,
	ni por castigo se pudo	665
	hacerse más mal conmigo.		
	   Ansí pasaron los meses
	y vino el año siguiente,
	y las cosas igualmente
	siguieron del mesmo modo-	670
	adrede parece todo
	para aburrir a la gente.(30)
	   No teníamos más permiso,
	ni otro alivio la gauchada,
	que salir de madrugada	675
	cuando no había Indio ninguno,
	campo ajuera a hacer boliadas
	desocando los reyunos. [24]		
	   Y cáibamos al cantón
	con los fletes aplastaos-	680
	pero a veces medio aviaos
	con pluma y algunos cueros-
	que ay no más con el pulpero(31)
los teníamos negociaos.
	   Era un amigo del Jefe	685
	que con un boliche estaba,
	yerba y tabaco nos daba
	por la pluma de avestruz,
	y hasta le hacía ver la luz
	al que un cuero le llevaba.	690	
	   Sólo tenía cuatro frascos
	y unas barricas vacías,
	y a la gente le vendía
	todo cuanto precisaba…
	a veces creiba que estaba(32)
695
	allí la proveduría.		
	   ¡Ah! pulpero habilidoso
	nada le solía faltar-
	hay juna- y para tragar
	tenía un buche de ñandú,	700
	la gente le dio en llamar
	«El boliche de virtú».		
	   Aunque es justo que quien vende
	algún poquitito muerda,
	tiraba tanto la cuerda	705
	que con sus cuatro limetas,
	él cargaba las carretas
	de plumas, cueros y cerda.		
	   Nos tenía apuntaos a todos
	con más cuentas que un rosario	710
	cuando se anunció un salario
	que iban a dar, o un socorro-
	pero sabe Dios que zorro
	se lo comió al Comisario.		
	   Pues nunca lo vi llegar
	y al cabo de muchos días-
	en la mesma pulpería
	dieron una buena cuenta-
	que la gente muy contenta
	de tan pobre recebía. [25]	720	
	   Sacaron unos sus prendas
	que las tenían empeñadas,
	por sus diudas atrasadas
	dieron otros el dinero,
	al fin de fiesta el pulpero	725
	se quedó con la mascada.		
	   Yo me arrecosté a un horcón
	dando tiempo a que pagaran,
	y poniendo güena cara
	estuve haciéndome el poyo,	730
	a esperar que me llamaran
	para recebir mi boyo.		
	   Pero ay me pude quedar
	pegao pa siempre al horcón-
	ya era casi la oración	735
	y ninguno me llamaba-
	la cosa se me ñublaba
	y me dentró comezón.		
	   Pa sacarme el entripao
	vi al Mayor, y lo fi a hablar-	740
	Yo me le empezé a atracar
	y como con poca gana
	le dije: «tal vez mañana
	»acabarán de pagar».		
	   «Qué mañana ni otro día»	745
	al punto me contestó,
	«la paga ya se acabó,
	»siempre has de ser animal»-
	Me raí- y le dije: «yo…
	»no he recebido ni un rial».	750	
	   Se le pusieron los ojos
	que se le querían salir,
	y ay no más volvió a decir
	comiéndome con la vista:
	«y qué querés recebir	755
	»si no has dentrao en la lista».		
«Éste(33) sí que es amolar»
	dije yo pa mis adentros-,
	«van dos años que me encuentro
	»y hasta aura he visto ni un grullo,	760
	»dentro en todos los barullos
	»pero en las listas no dentro». [26]		
	   Vide el plaito mal parao
	y no quise aguardar más…
	es güeno vivir en paz	765
	con quien nos ha de mandar-
	y reclutando pa trás
	me le empezé a retirar.		
	   Supo todo el Comendante
	y me llamó al otro día,	770
	diciéndome que quería
	aviriguar bien las cosas-
	que no era el tiempo de Rosas,
	que aura a naides se debía.		
	   Llamó al cabo y al sargento	775
	y empezó la indagación,
	si había venido al cantón
	en tal tiempo o en tal otro…
	y si había venido en potro
	en reyuno, o redomón.	780	
	   Y todo era alborotar
	al ñudo, y hacer papel,
	conocí que era pastel
	pa engordar con mi guayaca,
	mas si voy al Coronel	785
	me hacen bramar en la estaca.		
	   ¡Ah! hijos de una… la codicia
	ojalá les ruempa el saco;
	ni un pedazo de tabaco
	le dan al pobre soldao,	790
	y lo tienen de delgao
	más ligero que un guanaco.		
	   Pero qué iba a hacerles yo,
	charabón en el desierto;
	más bien me daba por muerto	795
	pa no verme más fundido-
	y me les hacía el dormido
	aunque soy medio dispierto. [27]		
– V –
	   Ya andaba desesperao,
	aguardando una ocasión	800
	que los indios un malón
	nos dieran, y entre el estrago
	hacérmeles cimarrón
	y volverme pa mi pago.		
	   Aquello no era servicio	805
	ni defender la frontera-
	aquello era ratonera
	en que es más gato, el más juerte-(34)
	era jugar a la suerte
	con una taba culera.	810	
	   Allí tuito va al revés:
	los milicos se hacen piones,
	y andan por las poblaciones
	emprestaos pa trabajar-
	los rejuntan pa peliar	815
	cuando entran Indios ladrones.		
	   Yo he visto en esa milonga
	muchos Jefes con estancia,
	y piones en abundancia,
	y majadas y rodeos;	820
	he visto negocios feos
	a pesar de mi inorancia.		
	   Y colijo que no quieren
	la barunda componer-
	para esto no ha de tener	825
	el Jefe, aunque(35) esté de estable-
	más que su poncho, y su sable,
	su caballo y su deber.		
	   Ansina, pues, conociendo
	que aquel mal no tiene cura,	830
	que tal vez mi sepultura
	si me quedo iba a encontrar
	pensé en mandarme mudar
	como cosa más sigura. [28]		
	   Y pa mejor, una noche	835
	¡qué estaquiada me pegaron!
	Casi me descoyuntaron
	por motivo de una gresca-
	Ay juna, si me estiraron
	lo mesmo que guasca fresca.	840	
	   Jamás me puedo olvidar
	lo que esa vez me pasó-
	dentrando una noche yo
	al fortín- un enganchao
	que estaba medio mamao	845
	allí me desconoció.		
	   Era un gringo tan bozal
	que nada se le entendía-
	¡quién sabe de ande sería!
	Tal vez no juera cristiano;	850
	pues lo único que decía,
	es que era pa-po-litano.		
	   Estaba de centinela
	y por causa del peludo
	verme más claro no pudo	855
	y esa jue la culpa toda-
	el bruto se asustó al ñudo
	y fi el(36) pavo de la boda.
	   Cuanto me vido acercar
	«Quen vivore»… preguntó,	860
	«Qué vívoras» -dije yo-.
	«Ha-garto» -me pegó el grito:
	y yo dije despacito
	«más lagarto serás vos».		
	   Ay no más- ¡Cristo me valga!	865
	Rastrillar(37) el jusil siento-
	me agaché, y en el momento
	el bruto me largó un chumbo-
	mamao, me tiró sin rumbo
	que si no, no cuento el cuento.	870	
	   Por de contao, con el tiro
	se alborotó el avispero-
	los Oficiales salieron
	y se empezó la junción-
	quedó en su puesto el nación-	875
	y yo fi al estaquiadero. [29]		
	   Entre cuatro bayonetas
	me tendieron en el suelo-
	vino el Mayor medio en pedo,
	y allí se puso a gritar	880
	«pícaro, te he de enseñar
	»a andar declamando sueldos».		
	   De las manos y las patas
	me ataron cuatro sinchones-
	les aguanté los tirones	885
	sin que ni un ¡ay! se me oyera,
	y al gringo la noche entera
	lo harté con mis maldiciones.		
	   Yo no sé por qué el Gobierno
	nos manda aquí a la frontera	890
	gringada que ni siquiera
	se sabe atracar a un pingo-
	¡Si crerá al mandar un gringo
	que nos manda alguna fiera!		
	   No hacen más que dar trabajo	895
	pues no saben ni ensillar-,
	no sirven ni pa carniar,
	y yo he visto muchas veces,
	que ni voltiadas las reses
	se les querían arrimar.	900	
	   Y lo pasan sus mercedes
	lengüetiando pico a pico-
	hasta que viene un milico
	a servirles el asao-
	y eso sí en lo delicaos	905
	parecen hijos de rico.		
	   Si hay calor, ya no son gente,
	si yela, todos tiritan-
	si usté no les da, no pitan
	por no gastar en tabaco-,	910
	y cuando pescan un naco
	unos a otros se lo quitan.(38)
	   Cuanto llueve se acoquinan
	como el perro que oye truenos-
	Qué diablos- sólo son güenos	915
	pa vivir entre maricas-
	y nunca se andan con chicas
	para alzar ponchos ajenos. [30]		
	   Pa vichar son como ciegos,
	ni hay ejemplo de que entiendan,	920
	no hay uno solo que aprienda
	al ver un bulto que cruza,
	a saber si es avestruza
	o si es jinete, o hacienda.		
	   Si salen a perseguir	925
	después de mucho aparato
	tuitos se pelan al rato
	y va quedando el tendal-
	esto es como en un nidal
	echarle güebos a un gato.	930	
– VI –
	   Vamos dentrando recién
	a la parte más sentida,
	aunque es todita mi vida
	de males una cadena-
	a cada alma dolorida	935
	le gusta cantar sus penas.		
	   Se empezó en aquel entonces
	a rejuntar caballada,
	y riunir la milicada
	teniéndola en el cantón,	940
	para una despedición
	a sorprender a la Indiada.		
	   Nos anunciaban que iríamos
	sin carretas ni bagajes
	a golpiar a los salvajes	945
	en sus mesmas tolderías-,
	que a la güelta pagarían
	licenciándolo al gauchaje.		
	   Que en esta despedición
	tuviéramos la esperanza,	950
	que iba a venir sin tardanza
	sigún el Jefe contó,
	un Menistro, o qué sé yo-
	que le llamaban Don Ganza. [31]		
	   Que iba a riunir el Ejército	955
	y tuitos los batallones-
	y que traiba unos cañones
	con más rayas que un cotín-
	Pucha… las conversasiones
	por allá no tenían fin.	960	
	   Pero esas trampas no enriedan
	a los zorros de mi laya;
	que el Menistro venga o vaya(39)
	poco le importa a un matrero-
	yo también dejé las rayas…	965
	en los libros del pulpero.		
	   Nunca jui gaucho dormido
	siempre pronto, siempre listo-
	yo soy un hombre, ¡qué Cristo!
	que nada me ha acobardao,	970
	y siempre salí parao
	en los trances que me he visto.		
	   Dende chiquito gané
	la vida con mi trabajo,
	y aunque siempre estuve abajo	975
	y no sé lo que es subir-
	también el mucho sufrir
	suele cansarnos- barajo.		
	   En medio de mi ignorancia
	conozco que nada valgo-	980
	soy la liebre o soy el galgo
	asigún los tiempos andan
	pero también los que mandan
	debieran cuidarnos algo.		
	   Una noche que riunidos	985
	estaban en la carpeta
	empinando una limeta
	el Jefe y el Juez de Paz-
	yo no quise aguardar más,
	y me hice humo en un sotreta.	990	
Para mí el campo son flores(40)
	dende que libre me veo-
	donde me lleva el deseo
	allí mis pasos dirijo-
	y hasta en las sombras, de fijo	995
	que adonde quiera rumbeo. [32]		
	   Entro y salgo del peligro
	sin que me espante el estrago,
	no aflojo al primer amago
	ni jamás fi gaucho lerdo-;	1000
	soy pa rumbiar como el cerdo
	y pronto caí a mi pago.		
	   Volvía al cabo de tres años
	de tanto sufrir al ñudo,
	resertor, pobre y desnudo-	1005
	a procurar suerte nueva-
	y lo mesmo que el peludo
	enderesé pa mi cueva.		
	   No hallé ni rastro del rancho-
	¡sólo estaba la tapera!-	1010
	Por Cristo, si aquello era
	pa enlutar el corazón-
	¡Yo juré en esa ocasión
	ser más malo que una fiera!		
	   ¡Quién no sentirá lo mesmo	1015
	cuando ansí padece tanto!
	Puedo asigurar que el llanto
	como una mujer largué-
	Ay mi Dios- si me quedé
	más triste que Jueves Santo.	1020	
	   Sólo se oiban los aullidos
	de un gato que se salvó,
	el pobre se guareció
	cerca, en una vizcachera-
	venía como si supiera	1025
	que estaba de güelta yo.		
	   Al dirme dejé la hacienda
	que era todito mi haber-
	pronto debíamos volver
	según el Juez prometía,	1030
	y hasta entonces cuidaría
	de los bienes, la mujer.		
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .	1035
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . [33]		
	   Después me contó un vecino
	que el campo se lo pidieron-	1040
	la hacienda se la vendieron
	pa pagar arrendamientos.
	Y qué sé yo, cuántos cuentos
	pero todo lo fundieron.		
	   Los pobrecitos muchachos	1045
	entre tantas afliciones
	se conchavaron de piones
	¡mas qué iban a trabajar
	si eran como los pichones
	sin acabar de emplumar!	1050	
	   Por ay andarán sufriendo
	de nuestra suerte el rigor:
	me han contado que el mayor
	nunca dejaba a su hermano-
	puede ser que algún cristiano	1055
	los recoja por favor.		
	   ¡Y la pobre mi mujer,
	Dios sabe cuánto sufrió!-
	Me dicen que se voló
	con no sé qué gavilán-	1060
	sin duda a buscar el pan
	que no podía darle yo.		
	   No es raro que a uno le falte
	lo que algún otro le sobre-
	si no lo quedó ni un cobre	1065
	sino de hijos un enjambre,
	qué más iba a hacer la pobre
	para no morirse de hambre.		
	   ¡Tal vez no te vuelva a ver
	prenda de mi corazón!	1070
	Dios te dé su proteción
	ya que no me la dio a mí-
	y a mis hijos dende aquí
	les echo mi bendición.		
	   Como hijitos de la cuna	1075
	andaban(41) por ahy sin madre-
	ya se quedaron sin padre
	y ansí la suerte los deja,
	sin naides que los proteja
	y sin perro que los ladre. [34]	1080	
	   Los pobrecitos tal vez
	no tengan ande abrigarse,
	ni ramada ande ganarse,
	ni un rincón ande meterse,
	ni camisa que ponerse	1085
	ni poncho con que taparse.		
	   Tal vez los verán sufrir
	sin tenerles compasión-
	puede que alguna ocasión
	aunque lo vean tiritando,	1090
	los echen de algún jogón
	pa que no estén estorbando.		
	   Y al verse ansina espantaos
	como se espanta a los perros
	irán los hijos de Fierro	1095
	con la cola entre las piernas,
	a buscar almas más tiernas
	o esconderse en algún cerro.		
	   Mas también en este juego,
	voy a pedir mi bolada-	1100
	a naides le debo nada,
	ni pido cuartel ni doy-;
	y ninguno dende hoy
	ha de llevarme en la armada.		
	   Yo he sido manso primero,	1105
	y seré gaucho matrero-
	en mi triste circustancia
	aunque es mi mal tan projundo,
	nací, y me he criao en estancia
	pero ya conozco el mundo.	1110	
	   Ya le conozco sus mañas,
	le conozco sus cucañas,
	sé cómo hacen la partida,
	la enriendan y la manejan-
	Desaceré la madeja	1115
	aunque me cueste la vida.		
	   Y aguante el que no se anime
	a meterse en tanto engorro,
	o si no aprétese el gorro
	o para otra tierra emigre-	1120
	pero yo ando como el tigre
	que le roban los cachorros. [35]		
	   Aunque muchos cren que el gaucho
	tiene una alma de reyuno-
	no se encontrará ninguno	1125
	que no lo dueblen las penas-
	mas no debe aflojar uno
	mientras hay sangre en las venas.		
– VII –
	   De carta de más me vía
	sin saber a dónde dirme,	1130
	mas digieron que era vago
	y entraron a perseguirme.		
	   Nunca se achican los males
	van poco a poco creciendo
	y ansina me vide pronto	1135
	obligao a andar juyendo.		
	   No tenía mujer, ni rancho,
	y a más, era resertor,
	no tenía una prenda güena
	ni un peso en el tirador.	1140	
	   A mis hijos infelices
	pensé volverlos a hallar-
	y andaba de un lao al otro
	sin tener ni qué pitar.		
	   Supe una vez por desgracia	1145
	que había un baile por allí-
	y medio desesperao
	a ver la milonga fui.		
	   Riunidos al pericón,
	tantos amigos hallé	1150
	que alegre de verme entre ellos
	esa noche me apedé.		
	   Como nunca, en la ocasión
	por peliar me dio la tranca
	y la emprendí con un negro	1155
	que trujo una negra en ancas. [36]		
	   Al ver llegar la morena
	que no hacía caso de naides,
	le dije con la mamúa
	«va… ca… yendo gente al baile».	1160	
	   La negra entendió la cosa
	y no tardó en contestarme-
	mirándome como a perro-
	«más vaca será su madre».		
	   Y dentró al baile muy tiesa	1165
	con más cola que una zorra
	haciendo blanquiar los dientes
	lo mesmo que mazamorra.		
	   «Negra linda»… dije yo-
	«Me gusta pa la carona»-	1170
	Y me puse a talariar(42)
esta coplita fregona:
	     «A los blancos hizo Dios
	     »a los mulatos San Pedro
	     »a los negros hizo el diablo	1175
	     »para tizón del infierno».		
	   Había estao juntando rabia
	el moreno dende ajuera-
	en lo escuro le brillaban
	los ojos como linterna.	1180	
	   Lo conocí retobao
	me acerqué y le dije presto:
	«po… r… rudo que un hombre sea
	»nunca se enoja por esto».		
	   Corcobió el de los tamangos	1185
	y creyéndose muy fijo-
	«más porrudo serás voz,
	»gaucho rotoso» me dijo.		
	   Y ya se me vino al humo
	como a buscarme la hebra-	1190
	y un golpe le acomodé
	con el porrón de giñebra.		
	   Ay no más pegó el de hollín
	más gruñidos que un chanchito,
	y pelando el envenao	1195
	me atropelló dando gritos. [37]		
	   Pegué un brinco y abrí cancha
	diciéndoles «caballeros
	»dejen venir a ese toro»
	»solo nací… solo muero».	1200	
	   El negro después del golpe
	se había el poncho refalao
	y dijo «vas a saber
	»si es solo o acompañao».		
	   Y mientras se arremangó	1205
	yo me saqué las espuelas,
	pues malicié que aquel tío
	no era de arriar con las riendas.		
	   No hay cosa como el peligro
	pa refrescar un mamao,	1210
	hasta la vista se aclara
	por mucho que haiga chupao.		
	   El negro me atropelló
	como a quererme comer-
	me hizo dos tiros seguidos	1215
	y los dos le abarajé.		
	   Yo tenía un facón con S
	que era de lima de acero
	le hize un tiro, lo quitó
	y vino ciego el moreno.	1220	
	   Y en el medio de las aspas
	un planaso le asenté
	que le largué culebriando
	lo mesmo que buscapié.		
	   Le coloriaron las motas	1225
	con la sangre de la herida
	y volvió a venir furioso
	como una tigra parida.		
	   Y ya me hizo relumbrar
	por los ojos el cuchillo-	1230
	alcansando con la punta
	a cortarme en un carrillo.		
	   Me hirvió la sangre en las venas
	y me le afirmé al moreno
	dándole de punta y hacha	1235
	pa dejar un diablo menos. [38]		
	   Por fin en una topada
	en el cuchillo lo alcé
	y como un saco de güesos
	contra el cerco lo largué.	1240	
	   Tiró unas cuantas patadas
	y ya cantó pa el carnero-
	Nunca me puedo olvidar
	de la agonía de aquel negro.		
	   En esto la negra vino,	1245
	con los ojos como ají-
	y empesó la pobre allí
	a bramar como una loba-
	Yo quise darle una soba
	a ver si la hacía callar	1250
	mas, pude reflesionar
	que era malo en aquel punto,
	y por respeto al dijunto
	no la quise castigar.		
	   Limpié el facón en los patos(43),
1255
	desaté mi redomón
	monté despacio, y salí
	al tranco pa el cañadón.		
	   Después supe que al finao
	ni siquiera lo velaron	1260
	y retobao en un cuero
	sin resarle lo enterraron.		
	   Y dicen que dende entonces
	cuando es la noche serena
	suele verse una luz mala	1265
	como de alma que anda en pena.		
	   Yo tengo intención a veces,
	para que no pene tanto,
	de sacar de allí los güesos
	y echarlos al campo santo.	1270	
– VIII –
                          	   Otra vez en un boliche
	estaba haciendo la tarde
	cayó un gaucho que hacía alarde
	de guapo y de peliador-. [39]		
	   A la llegada metió	1275
	el pingo hasta la ramada-
	y yo sin decirle nada
	me quedé en el mostrador.		
	   Era un terne de aquel pago
	que naides lo reprendía,	1280
	que sus enriedos tenía
	con el señor Comendante-.		
	   Y como era protegido,
	andaba muy entonao-
	y a cualquiera desgraciao	1285
	lo llevaba por delante.		
¡Ah! ¡pobre! si él mismo craiba(44),
	que la vida le sobraba,
	ninguno diría que andaba
	aguaitándolo la muerte-.	1290	
Pero ansí pasaba(45) en el mundo,
	es ansí la triste vida-
	pa todos está escondida,
	la buena o la mala suerte.		
	   Se tiró al suelo, al dentrar	1295
	le dio un empeyón a un vasco-
	y me alargó un medio frasco
	diciendo «beba cuñao»-
	«Por su hermana» contesté
	«que por la mía no hay cuidao».	1300	
	«¡Ah! gaucho, me respondió
	»de qué pago será criollo-
	»Lo andará buscando el hoyo
	»deberá tener güen cuero-
	»pero ande bala este toro	1305
	»no bala ningún ternero».		
	   Y ya salimos trensaos
	porque el hombre no era lerdo-
	mas como el tino no pierdo,
	y soy medio ligerón	1310
	lo(46) dejé mostrando el sebo
de un revez con el facón. [40]
	   Y como con la justicia
	no andaba bien por allí,
	cuanto pataliar lo vi,	1315
	y el pulpero pegó el grito,
	ya pa el palenque salí
	como haciéndome chiquito.		
	   Monté, y me encomendé a Dios
	rumbiando para otro pago-	1320
	que el gaucho que llaman vago
	no puede tener querencia,
	y ansí de estrago en estrago
	vive yorando la ausencia.		
	   Él anda siempre juyendo	1325
	siempre pobre y perseguido,
	no tiene cueva ni nido
	como si juera maldito-
	Porque el ser gaucho… barajo
	el ser gaucho es un delito.	1330	
	   Es como el patrio de posta
	lo larga éste, aquél lo toma-
	nunca se acaba la broma-
	dende chico se parece
	al arbolito que crece	1335
	desamparao en la loma.		
	   Le echan la agua del bautismo
	aquel que nació en la selva,
	«busca madre que te envuelva»
	se(47) dice el flaire y lo larga,
1340
	y dentra a crusar el mundo
	como burro con la carga.		
	   Y se cría viviendo al viento
	como oveja sin trasquila-
	mientras su padre en las filas	1345
	anda sirviendo al Gobierno-
	Aunque tirite en invierno
	naides lo ampara(48) ni asila.
	   Le llaman «gaucho mamao»
	si lo pillan divertido,	1350
	y que es mal entretenido
	si en un baile lo sorprienden-
	hase mal si se defiende
	y si no, se ve… fundido. [41]		
	   No tiene hijos, ni mujer	1355
	ni amigos, ni protetores,
	pues todos son sus señores
	sin que ninguno lo ampare-
	Tiene la suerte del güey-
	y dónde irá el güey que no are.	1360	
	   Su casa es el pajonal,
	su guarida es el desierto-;
	y si de hambre medio muerto
	le echa el lazo a algún mamón-(49)
	lo persiguen como a plaito	1365
	porque es un «gaucho ladrón».		
	   Y si de un golpe por ay
	lo dan vuelta panza arriba
	no hay una alma compasiva
	que le rese una oración-	1370
	tal vez como cimarrón
	en una cueva lo tiran.		
	   Él nada gana en la paz
	y es el primero en la guerra-
	no lo perdonan si yerra	1375
	que no saben perdonar-,
	porque el gaucho en esta tierra
	sólo sirve pa votar.		
	   Para él son los calabozos,
	para él las duras prisiones-	1380
	en su boca no hay razones
	aunque la razón le sobre,
	que son campanas de palo
	las razones de los pobres.		
	   Si uno aguanta, es gaucho bruto-	1385
	si no aguanta es gaucho malo-
	¡Dele azote dele palo!
	¡porque es lo que él necesita!-
	De todo el que nació gaucho-
	ésta es la suerte maldita.	1390	
	   Vamos suerte- vamos juntos
	dende que juntos nacimos-
	y ya que juntos vivimos
	sin podernos dividir…
	yo abriré con mi cuchillo	1395
	el camino pa seguir. [42]		
– IX –
	   Matreriando lo pasaba
	y a las casas no venía-(50)
	solía arrimarme de día-
	mas, lo mesmo que el carancho	1400
	siempre estaba sobre el rancho
	espiando a la polecía.		
	   Viva el gaucho que ande mal
	como zorro perseguido-
	hasta que al menor descuido	1405
	se lo atarazquen los perros
	pues nunca le falta un yerro
	al hombre más alvertido.		
	   Y en esa hora de la tarde
	en que tuito se adormese	1410
	que el mundo dentrar parece
	a vivir en pura calma-
	con las tristezas de su alma
	al pajonal enderiese.		
	   Bala el tierno corderito	1415
	al lao de la blanca oveja,
	y a la vaca que se aleja
	llama al(51) ternero amarrao-
	pero el gaucho desgraciao
	no tiene a quién dar su queja.	1420	
	   Ansí es que al venir la noche
	iba a buscar mi guarida-
	pues ande el tigre se anida
	también el hombre lo pasa-
	y no quería que en las casas	1425
	me rodiara la partida.		
	   Pues aun cuando vengan ellos
	cumpliendo con sus deberes,
	yo tengo otros pareceres
	y en esa conduta vivo-	1430
	que no debe un gaucho altivo
	peliar entre las mujeres. [43]		
	   Y al campo me iba solito,
	más matrero que el venao-
	como perro abandonao	1435
	a buscar una tapera,
	o en alguna viscachera
	pasar la noche tirao.		
	   Sin punto ni rumbo fijo
	en aquella inmensidá	1440
	entre tanta escuridá
	anda el gaucho como duende,
	allí jamás lo sorpriende
	dormido, la autoridá.		
	   Su esperanza es el coraje	1445
	su guardia es la precaución
	su pingo es la salvasión,
	y pasa uno en su desvelo,
	sin más amparo que el cielo
	ni otro amigo que el facón.	1450	
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .	1455
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .		
	   Ansí me hallaba una noche
	contemplando las estrellas
	que le parecen más bellas
	cuanto uno es más desgraciao,	1460
	y que Dios las haiga criao
	para consolarse en ellas.		
	   Les tiene el hombre cariño
	y siempre con alegría
	ve salir las tres marías	1465
	que(52) si llueve, cuanto escampa,
	las estrellas son la guía
	que el gaucho tiene en la pampa.		
	   Aquí no valen Dotores,
	sólo vale la esperencia,	1470
	aquí verían su inocencia
	esos que todo lo saben-,
	porque esto tiene otra llave
	y el gaucho tiene su cencia. [44]		
	   Es triste en medio del campo	1475
	pasarse noches enteras
	contemplando en sus carreras
	las estrellas que Dios cría-,
	sin tener más compañía
	que su soledá(53) y las fieras.
1480	
	   Me encontraba como digo,
	en aquella soledá
	entre tanta escuridá
	echando al viento mis quejas,
	cuando el grito(54) del chajá
1485
	me hizo parar las orejas.		
	   Como lumbriz me pegué
	al suelo para escuchar,
	pronto sentí retumbar
	las pisadas de los fletes,	1490
	y que eran muchos jinetes
	conocí sin vasilar.		
	   Cuando el hombre está en peligro
	no debe tener confianza
	ansí tendido de panza	1495
	puse toda mi atención,
	y ya escuché sin tardanza
	como el ruido de un latón.		
	   Se venían tan calladitos
	que yo me puse en cuidao,	1500
	tal vez me habieran bombiao
	y me venían a buscar,
	mas no quise disparar
	que eso es de gaucho morao.		
	   Al punto me santigüé	1505
	y eché de giñebra un taco,
	lo mesmito que el mataco
	me arroyé con el porrón
	«si han de darme pa tabaco
	dije, «ésta es güena ocasión».	1510	
	   Me refalé las espuelas
	para no peliar con grillos,
	me arremangué el calzoncillo,
	y me ajusté bien la faja,
	y en una mata de paja,	1515
	probé el filo del cuchillo. [45]		
	   Para tenerlo a la mano
	el flete en el pasto até
	la cincha le acomodé,
	y en un trance como aquél	1520
	haciendo espaldas en él
	quietito los aguardé.		
	   Cuanto cerca los sentí
	y que hay nomás se pararon
	los pelos se me erizaron;	1525
	y aunque nada vían mis ojos,
	«no se han de morir de antojo»
	les dije cuanto llegaron.		
	   Yo quise hacerles saber
	que allí se hallaba un varón,	1530
	les conocí la intención
	y solamente por eso
	es(55) que les gané el tirón,
sin aguardar voz de preso.
	   -«Vos sos un gaucho matrero»	1535
	dijo uno haciéndose el güeno,(56)
	«vos matastes un moreno
	»y otro en una pulpería,
	»y aquí está la polecía
	»que viene a justar tus cuentas,	1540
	»te va a alzar por las cuarenta
	»si te resistís hoy día».		
	   «No me vengan contesté,
	»con relación de dijuntos;
	»esos son otros asuntos;	1545
	»vean si me pueden llevar,
	»que yo no me he de entregar,
	»aunque vengan todos juntos».		
	   Pero no aguardaron más,
	y se apiaron en montón-	1550
	como a perro cimarrón
	me rodiaron entre tantos
	yo me encomendé a los Santos
	y eché(57) mano a mi facón. [46]
	   Y ya vide el fogonazo	1555
	de un tiro de garabina,
	mas quiso la suerte indina
	de aquel maula, que me errase,
	y ay no más lo levantase
	lo mesmo que una sardina.	1560	
	   A otro que estaba apurao
	acomodando una bola,
	le hice una dentrada sola
	y le hice sentir el fierro,
	y ya salió como el perro	1565
	cuando le pisan la cola.		
	   Era tanta la aflición
	y la angurria que tenían,
	que tuitos se me venían
	donde yo los esperaba,	1570
	uno al otro se estorbaba
	y con las ganas no vían.		
	   Dos de ellos que traiban sables,
	más garifos y resueltos
	en las hilachas envueltos	1575
	en frente se me pararon,
	y a un tiempo me atropellaron
	lo mesmo que perros sueltos.		
	   Me fui reculando en falso
	y el poncho adelante eché	1580
	y en cuanto le puso el pie
	uno medio chapetón
	de pronto le di el tirón
	y de espaldas lo largué.		
	   Al verse sin compañero	1585
	el otro se sofrenó,
	entonces le dentré yo,
	sin dejarlo resollar
	pero ya empesó a aflojar
	y a la pun… ta disparó.	1590	
Uno que en una(58) tacuara
	había atao una tijera
	se vino como si fuera
	palenque de atar terneros
	pero en dos tiros certeros	1595
	salió aullando campo ajuera. [47]		
	   Por suerte en aquel momento
	venía coloriando el alba
	y yo dije «si me salva
	»la virgen en este apuro,	1600
	»en adelante le juro
	»ser más güeno que una malva».		
	   Pegué un brinco y entre todos
	sin miedo me entreveré
	echo ovillo me quedé	1605
	y ya me cargó una yunta,
	y por el suelo la punta
	de mi facón les jugué.		
	   El más engolosinao
	se me apió con un hachazo,	1610
	se lo quité con el brazo,
	de no, me mata los piojos;
	y antes de que diera un paso
	le eché tierra en los dos ojos.		
	   Y mientras se sacudía	1615
	refregándose la vista,
	yo me lo fui como lista
	y hay no más me le afirmé
	diciendole: «Dios te asista»
	y de un revez lo voltié.	1620	
	   Pero en ese punto mesmo
	sentí que por las costillas
	un(59) sable me hacia cosquillas
	y la sangre se me heló
	dende ese momento(60) yo
1625
	me salí de mis casillas.		
	   Di para atrás unos pasos
	hasta que pude hacer pie,
	por delante me lo eché
	de punta y tajos a un criollo,	1630
	metió la pata en un hoyo,
	y yo al hoyo lo mandé.		
	   Tal vez en el corazón
	lo tocó un Santo Bendito
	a un gaucho que pegó el grito,	1635
	y dijo: -«Cruz no consiente
	»que se cometa el delito
	»de matar ansí un valiente». [48]		
	   Y ay no más se me aparió
	dentrándole a la partida,	1640
	yo les hice otra envestida
	pues entre dos era robo;
	y el Cruz era como lobo
	que defiende su guarida.		
	   Uno despachó al infierno	1645
	de dos que lo atropellaron.
	Los demás remoliniarion,
	pues íbamos a la fija,
	y a poco andar dispararon
	lo mesmo que sabandija.	1650	
	   Ay quedaban largo a largo
	los que estiraron la geta,
	otro iba como maleta,
	y Cruz de atrás les decía:
	«que venga otra polecía	1655
	»a llevarlos en carreta».		
	   Yo junté las osamentas
	me hinqué y les rezé un bendito,
	hice una cruz de un palito
	y pedí a mi Dios clemente,	1660
	me perdonara el delito
	de haber muerto tanta gente.		
	   Dejamos amontonaos
	a los pobres que murieron,
	no sé si los recogieron	1665
	porque nos fimos a un rancho,
	o si tal vez los caranchos
	ay no más se los comieron.		
	   Lo agarramos mano a mano
	entre los dos al porrón,	1670
	en semejante ocación
	un trago a cualquiera encanta,
	y Cruz no era remolón
	ni pijotiaba garganta.		
	   Calentamos los gargueros	1675
	y nos largamos muy tiesos
	siguiendo siempre los besos
	al pichel, y por más señas,
	íbamos como sigüeñas
	estirando los pescuesos. [49]	1680	
	   «Yo me voy, le dije, amigo,
	»donde la suerte me lleve,
	»y si es que alguno se atreve
	»a ponerse en mi camino,
	»yo seguiré mi destino	1685
	»que el hombre hace lo que debe».		
	   «Soy un gaucho desgraciado
	»no tengo donde ampararme
	»ni un palo donde rascarme,
	»ni un árbol que me cubige,	1690
	»pero ni aun esto me aflige,
	»porque yo sé manejarme».		
	   «Antes de cair al servicio
	»tenía familia y hacienda
	»cuando volví, ni la prenda	1695
	»me la habían dejado, ya-,
	»Dios sabe en lo que vendrá
	»a parar esta contienda».		
– X –
Cruz	
	   Amigazo, pa sufrir
	han nacido los varones-	1700
	éstas son las ocasiones
	de mostrarse un hombre juerte,
	hasta que venga la muerte
	y lo agarre a coscorrones.		
	   El andar tan despilchao	1705
	ningún mérito me quita,
	sin ser una alma bendita
	me duelo del mal ajeno:
	soy un pastel con relleno
	que parece torta frita.	1710	
	   Tampoco me faltan males
	y desgracias, le prevengo,
	también mis desdichas tengo,
	aunque esto poco me aflige-
	yo sé hacerme el chancho rengo	1715
	cuando la cosa lo esige. [50]		
	   Y con algunos ardiles
	voy viviendo, aunque rotoso,
	a veces me hago el sarnoso
	y no tengo ni un granito,	1720
	pero al chifle voy ganoso
	como panzón al maíz frito.		
	   A mí no me matan penas
	mientras tenga el cuero sano,(61)
	venga el sol en el verano	1725
	y la escarcha en el invierno-
	si este mundo es un infierno
	¿por qué afligirse el Cristiano?		
	   Hagámosle cara fiera
	a los males, compañero,	1730
	porque el zorro más matrero
	suele cair como un chorlito;
	viene por un corderito
	y en la estaca deja el cuero.		
	   Hoy tenemos que sufrir	1735
	males que no tienen nombre
	pero esto a naide lo asombre
	porque ansina es el pastel;
	y tiene que dar el hombre
	más vueltas que un carretel.	1740	
	   Yo nunca me he de entregar
	a los brazos de la muerte-
	arrastro mi triste suerte
	paso a paso y como pueda-
	que donde el débil se queda,	1745
	se suele escapar el juerte.		
	   Y ricuerde cada cual
	lo que cada cual sufrió,
	que lo que es, amigo, yo,
	hago ansí la cuenta mía:	1750
	ya lo pasado pasó
	mañana será otro día.		
	   Yo también tuve una pilcha
	que me enllenó el corazón-
	y si en aquella ocasión	1755
	alguien me hubiera buscao-
	siguro que me había hallao
	más prendido que un botón. [51]		
	   En la güella del querer
	no hay animal que se pierda-	1760
	las mujeres no son lerdas-
	y todo gaucho es dotor
	si pa cantarle al amor(62)
tiene que templar las cuerdas.
	   ¡Quién es de una alma tan dura	1765
	que no quiera a una mujer!
	Lo alivia en su padecer:
	si no sale calavera
	es la mejor compañera
	que el hombre puede tener.	1770	
	   Si es güena, no lo abandona
	cuando lo ve desgraciao,
	lo asiste con su cuidao
	y con afán cariñoso
	y usté tal vez ni un rebozo	1775
	ni una pollera le ha dao.		
	   Grandemente lo pasaba
	con aquella prenda mía-
	viviendo con alegría
	como la mosca en la miel-	1780
	¡Amigo qué tiempo aquel!
	¡La pucha- que la quería!		
	   Era la águila que a un árbol
	dende las nubes bajó,
	era más linda que el alba	1785
	cuando va rayando el sol-
	era la flor deliciosa
	que entre el trebolar creció.		
	   Pero, amigo, el Comendante
	que mandaba la milicia,	1790
	como que no desperdicia
	se fue refalando a casa-,
	yo le conocí en la traza
	que el hombre traiba malicia.		
	   Él me daba voz de amigo	1795
	pero no le tenia fe-
	era el Jefe y ya se ve
	no podía competir yo-
	en mi rancho se pegó
	lo mesmo que saguaipé. [52]	1800	
	   A poco andar conocí-
	que ya me había desbancao,
	y él siempre muy entonao
	aunque sin darme ni un cobre
	me tenía de lao a lao	1805
	como encomienda de pobre.		
	   A cada rato, de chasque
	me hacía dir(63) a gran distancia,
	ya me mandaba a una estancia,
	ya al pueblo, ya a la frontera-	1810
	pero él en la Comendancia
	no ponía los pies siquiera.		
	   Es triste a no poder más
	el hombre en su padecer,
	si no tiene una mujer	1815
	que lo ampare y lo consuele:
	mas pa que otro se la pele
	lo mejor es no tener-.		
	   No me gusta que otro gallo
	le cacaree a mi gallina-	1820
	yo andaba ya con la espina,
	hasta que en una ocasión
	lo solprendí en el jogón(64)
abrazándome a la china.
	   Tenía el viejito una cara	1825
	de ternero mal lamido,
	y al verlo tan atrevido
	le dije -que le aproveche
	«que había sido pa el amor
	«como guacho pala la leche».	1830	
	   Peló la espada- y se vino
	como a quererme ensartar,
	pero yo sin tutubiar
	le volví al punto a decir:
	«cuidao no te vas a pér… tigo	1835
	«poné cuarta pa salir».		
	   Un puntaso me largó
	pero el cuerpo le saqué,
	y en cuanto se lo quité
	para no matar un viejo,	1840
	con cuidao, medio de lejo,
	un planaso le asenté. [53]		
	   Y como nunca al que manda
	le falta algún adulón-
	uno que en esa ocasión	1845
	se encontraba allí presente,
	vino apretando los dientes
	como perrito mamón.		
	   Me hizo un tiro de revuélver
	que el hombre creyó siguro,	1850
	era confiao y le juro
	que cerquita se arrimaba-
	pero siempre en un apuro
	se desentumen mis tabas.		
	   Él me siguió menudiando	1855
	mas sin poderme acertar,
	y yo, dele culebriar,
	hasta que al fin le dentré
	y ay no más lo despaché
	sin dejarlo resollar.	1860	
	   Dentré a campiar en seguida
	al viejito enamorao,
	el pobre se había ganao
	en un noque de lejía-
	¡Quién sabe cómo estaría	1865
	del susto que había llevao!		
	   ¡Es sonso el cristiano macho
	cuando el amor lo domina!-
	él la miraba a la indina
	y una cosa tan jedionda,	1870
	sentí yo, que ni en la fonda
	he visto tal jedentina.		
	   Y le dije: «pa su agüela
	»han de ser esas perdices».
	Yo me tapé las narices	1875
	y me salí estornudando
	y el viejo quedó olfatiando
	como chico con lumbrices.		
	   Cuando la mula recula
	señal que quiere cosiar-	1880
	ansí se suele portar
	aunque ella lo disimula,
	recula como la mula
	la mujer para olvidar. [54]		
	   Alcé mi poncho y mis prendas	1885
	y me largué a padecer
	por culpa de una mujer
	que quiso engañar a dos-
	al rancho le dije adiós
	para nunca más volver.	1890	
	   Las mujeres, dende entonces,
	conocí a todas en una-
	ya no he de probar fortuna
	con carta tan conocida:
	mujer, y perra parida,	1895
	no se me acerca(65) ninguna.
– XI –
	   A otros les brotan las coplas
	como agua de manantial:
	pues a mí me pasa igual
	aunque las mías nada valen,	1900
	de la boca se me salen
	como ovejas del corral.		
	   Que en puertiando la primera
	ya la siguen las demás,
	y en montones las de atrás	1905
	contra los palos se estrellan,
	y saltan y se atropellan
	sin que se corten jamás.		
	   Y aunque yo por mi inorancia
	con gran trabajo me esplico,	1910
	cuando llego a abrir el pico
	ténganlo(66) por cosa cierta,
	sale un verso y en la puerta
	ya asoma el otro el hocico.		
	   Y emprésteme su atención	1915
	me oirá relatar las penas
	de que traigo la alma llena-
	porque en toda circunstancia,
	paga el gaucho su inorancia
	con la sangre de las(67) venas. [55]
1920	
	   Después de aquella desgracia
	me guarecí(68) en los pajales,
	anduve entre los cardales
	como bicho sin guarida-
	pero, amigo, es esa vida	1925
	como vida de animales.		
	   Y son tantas las miserias
	en que me he sabido ver
	que con tanto padecer
	y sufrir tanta aflición	1930
	malicio que he de tener
	un callo en el corazón.		
	   Ansí andaba como guacho
	cuando pasa el temporal-
	supe una vez pa mi mal	1935
	de una milonga que había,
	y ya pa la pulpería
	enderezé mi bagual.		
	   Era la casa del baile
	un rancho de mala muerte,	1940
	y se enllenó de tal suerte
	que andábamos a empujones-:
	nunca faltan encontrones
	cuando el pobre se divierte.		
	   Yo tenía unas medias botas,	1945
	con tamaños verdugones-
	me pusieron los talones
	con crestas como los gallos,
	si viera mis afliciones
	pensando yo que eran callos.	1950	
	   Con gato y con fandanguillo
	había empezao el changango
	y para ver el fandango
	me colé haciéndome bola-
	mas, metió el diablo la cola	1955
	y todo se volvió pango.		
	   Había sido el guitarrero
	un gaucho duro de boca-
	yo tengo pacencia poca
	pa aguantar cuando no debo-,	1960
	a ninguno me le atrevo-
	pero me halla el que me toca. [56]		
	    A bailar un pericón
	con una moza salí,
	y cuanto me vido allí	1965
	sin duda me conoció-
	y estas coplitas cantó
	como por reírse de mí:
	     «Las mujeres son todas
	     »como las mulas-
	     »yo no digo que todas	1970
	     »pero hay algunas
	     »que a las aves que vuelan
	     »les sacan plumas».		
	     «Hay gauchos que presumen
	     »de tener damas-	1975
	     »no digo que presumen
	     »pero se alaban
	     »y a lo mejor los dejan
	     »tocando tablas».		
	   Se secretiaron las hembras-	1980
	y yo ya me encocoré-
	volié la anca y le grité
	«dejá de cantar… chicharra».
	Y de un tajo a la guitarra
	tuitas las cuerdas corté.	1985	
Al grito(69) salió de adentro
	un gringo con un jusil-
	pero nunca he sido vil,
	poco el peligro me espanta-
	ya(70) me refalé la manta
1990
	y la eché sobre el candil.		
	   Gané en seguida la puerta
	gritando: -«naides me ataje»
	y alborotao el hembraje
	lo que todo quedó escuro,	1995
	empezó a verse en apuro
	mesturao con el gauchaje.		
	   El primero que salió
	fue el cantor y se me vino-
	pero yo no pierdo el tino	2000
	aunque haiga tomao un trago-
	y hay algunos por mi pago
	que me tienen por ladino-. [57]		
	   No ha de haber achocao otro-
	le salió cara la broma-	2005
	a su amigo cuando toma
	se le despeja el sentido,
	y el pobrecito había sido
	como carne de paloma.		
	   Para prestar sus socorros(71)
2010
	las mujeres no son lerdas-
	antes que la sangre pierda
	lo arrimaron a unas pipas-
	ay lo dejé con las tripas
	como pa que hiciera cuerdas.	2015	
	   Monté y me largué a los campos
	más libre que el pensamiento,
	como las nubes al viento
	a vivir sin paradero,
	que no tiene el que es matrero	2020
	nido, ni rancho, ni asiento.		
	   No hay fuerza contra el destino,
	que le ha señalao el cielo-
	y aunque no tenga consuelo
	aguante el que está en trabajo-	2025
	¡Naides se rasca pa abajo!
	¡Ni se lonjea contra el pelo!		
	   Con el gaucho desgraciao
	no hay uno que no se entone-
	¡la mesma(72) falta lo espone
2030
	a andar con las avestruces!
	Faltan otros con más luces
	y siempre hay quien los perdone.		
– XII –
	   Yo no sé qué tantos meses
	esta vida me duró,	2035
	a veces nos obligó
	la miseria a comer potro-
	me había acompañao con otros
	tan desgraciaos como yo-. [58]		
	   Mas ¿para qué platicar	2040
	sobre esos males, -canejo?
	Nace el gaucho y se hace viejo,
	sin que mejore su suerte,
	hasta que por ay la muerte
	sale a cobrarle el pellejo.	2045	
	   Pero como no hay desgracia
	que no acabe alguna vez,
	me aconteció que después
	de sufrir tanto rigor,
	un amigo, por favor,	2050
	me compuso con el juez.		
	   Le alvertiré que en mi pago
	ya no va quedando un criollo,
	se los ha tragao el hoyo,
	o juido o muerto en la guerra	2055
	porque, amigo, en esta tierra
	nunca se acaba el embrollo-.		
Colijo que jue para(73) eso
	que me llamó el juez un día,
	y me dijo que quería	2060
	hacerme a su lao venir,
	pa(74) que dentrase a servir
de soldao de Polecía-.
	   Y me largó una ploclama
	tratándome de valiente,	2065
	que yo era un hombre decente,
	y que dende aquel momento
	me nombraba de sargento
	pa que mandara la gente.		
	   Ansí estuve en la partida	2070
	pero, ¡qué había de mandar!
	Anoche al irlo a tomar
	vide güena coyontura-
	y a mí no me gusta andar
	con la lata a la cintura.	2075	
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .	2080
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . [59]		
	   Ya conoce, pues, quien soy,
	tenga confianza conmigo,
	Cruz le dio mano de amigo
	y no lo ha de abandonar-	2085
	juntos podemos(75) buscar
pa los dos un mesmo abrigo.
	   Andaremos de matreros
	si es preciso pa salvar-
	nunca nos(76) ha de faltar
2090
	ni un buen pingo para juir,
	ni un pajal ande dormir,
	ni un matambre que ensartar.		
	   Y cuando sin trapo alguno
	nos haiga el tiempo dejao-	2095
	yo lo pediré emprestao
	el cuero a cualquiera lobo
	y hago un poncho, si lo sobo,
	mejor que poncho engomao.		
	   Para mí la cola es pecho	2100
	y el espinaso es cadera-(77)
	hago mi nido ande quiera
	y de lo que encuentre como-
	me echo tierra sobre el lomo
	y me apeo en cualquier tranquera.	2105	
Y deje(78) rodar la bola(79)
	que algún día se ha de parar-
	tiene el gaucho que aguantar
	hasta que lo trague al hoyo-
	o hasta que venga algún criollo	2110
	en esta tierra a mandar.		
	   Lo miran al pobre gaucho
	como carne de cogote:
	lo tratan al estricote-
	y ansí las cosas andan,	2115
	porque quieren los que mandan
	aguantemos los azotes.		
	   Pucha- si usté los oyera
	como yo en una ocasión
	tuita la conversación	2120
	que con otro tuvo el juez-
	le asiguro que esa vez
	se me achicó el corazón. [60]		
	   Hablaban de hacerse ricos
	con campos en la frontera-	2125
	de sacarla más ajuera
	donde había campos baldidos-
	y llevar de los partidos
	gentes que la defendiera.		
	   Todo se güelven proyectos	2130
	de colonias y carriles-
	y tirar la plata a miles
	en los gringos enganchaos,
	mientras al pobre soldao
	le pelan la chaucha -¡ah! ¡viles!-	2135	
	   Pero si siguen las cosas
	como van hasta el presente
	puede ser que de repente
	veamos el campo disierto,
	y blanquiando solamente	2140
	los güesos de los que han muerto.		
	   Hace mucho que sufrimos
	la suerte reculativa-
	trabaja el gaucho y no arriba,
	pues(80) a lo mejor del caso,
2145
	lo levantan de un sogaso
	sin dejarle ni saliva.		
	   De los males que sufrimos
	hablan mucho los puebleros,
	pero hacen como los teros	2150
	para esconder sus niditos:
	en un lao pegan los gritos
	y en otro tienen los güevos.		
	   Y se hacen los que no aciertan
	a dar con la coyontura-	2155
	mientras el gaucho lo apura
	con rigor la autoridá,
	ellos a la enfermedá,
	le están errando la cura. [61]		
– XIII –
Martín Fierro	
	   Ya veo que somos los dos	2160
	astilla del mesmo palo-
	yo paso por gaucho malo
	y usté anda mesmo modo,
	y yo pa acabarlo todo
	a los Yndios me refalo.	2165	
	   Pido perdón a mi Dios
	que tantos bienes me hizo-
	pero dende que es preciso
	que viva entre los infieles-
	yo seré cruel con los crueles-	2170
	ansí mi suerte lo quiso.		
	   Dios formó lindas las flores,
	delicadas como son-
	les dio toda perfeción
	y cuanto él era capaz-	2175
	pero al hombre le dio más
	cuando le dio el corazón.		
	   Le dio claridá a la luz
	juerza en su carrera al viento,
	le dio vida y movimiento	2180
	dende la águila al gusano-
	pero más le dio al cristiano
	al darle el entendimiento.		
	   Y aunque a las aves les dio
	con otras cosas que inoro,	2185
	esos piquitos como oro
	y un plumaje como tabla-
	le dio al hombre más tesoro
	al darle una lengua que habla.		
	   Y dende que dio a las fieras	2190
	esa juria tan inmensa,
	que no hay poder que las vensa
	ni nada que las asombre-
	¿qué menos le daría al hombre
	que el valor pa su defensa? [62]	2195	
	   Pero tantos bienes juntos
	al darle, malicio yo
	que en sus adentros pensó
	que el hombre los precisaba,
	que los bienes igualaban(81)
2200
	con las penas que le dio.		
	   Y yo empujao por las mías
	quiero salir de este infierno-:
	ya no soy pichón muy tierno
	y sé manejar la lanza-	2205
	y hasta los indios no alcanza
	la facultá del Gobierno.		
	   Yo sé que allá los caciques
	amparan a los cristianos,
	y que los tratan de «Hermanos»	2210
	cuando se van por su gusto-
	A qué andar pasando sustos…
	alcemos el poncho y vamos.		
	   En la cruzada hay peligros
	pero ni aun esto me aterra-	2215
	yo ruedo sobre la tierra
	arrastrao por mi destino-
	y si erramos el camino…
	no es el primero que lo erra.		
	   Si hemos de salvar o no-	2220
	de esto naides nos responde,
	derecho ande el sol se esconde
	tierra adentro hay que tirar,
	algún día hemos de llegar
	después sabremos a dónde.	2225	
	   No hemos de perder el rumbo
	los dos somos güena yunta-
	el que es gaucho va ande apunta,
	aunque inore ande se encuentra;
	pa el lao en que el sol se dentra	2230
	dueblan los pastos la punta.		
De hambre no pereceremos(82)
	pues según otros me han dicho
	en los campos se hallan bichos
	de lo que uno necesita…	2235
	gamas, matacos, mulitas,
	avestruces y quirquinchos. [63]		
	   Cuando se anda en el disierto
	se come uno hasta las colas-
	lo han cruzao mujeres solas	2240
	llegando al fin con salú-
	y ha de ser gaucho el gandú
	que se escape de mis bolas(83).
	   Tampoco a la sé le temo,
	yo la aguanto muy contento,	2245
	busco agua olfatiando al viento
	y dende que no soy manco.
	Ande hay duraznillo blanco
	cabo, y la saco al momento.		
	   Allá habrá siguridá	2250
	ya que aquí no la tenemos,
	menos males pasaremos
	y ha de haber grande alegría,
	el día que nos delcolguemos
	en alguna toldería.	2255	
	   Fabricaremos un toldo
	como lo hacen tantos otros,
	con unos cueros de potro
	que sea sala y sea cocina,
	¡tal vez no falte una china	2260
	que se apiade de nosotros!		
	   Allá no hay que trabajar,
	vive uno como un señor-
	de cuando en cuando un malón
	y si de él sale con vida,	2265
	lo pasa echao panza arriba
	mirando dar güelta el sol.		
	   Y ya que a juerza de golpes
	la suerte nos dejó a flus
	puede que allá veamos luz	2270
	y se acaben nuestras penas;
	todas las tierras son güenas
	vámosnos amigo Cruz.		
	   El que maneja las bolas,
	y que sabe echar un pial,	2275
	o sentarse en un bagual(84)
	sin miedo de que lo baje,
	entre los mesmos salvajes
	no puede pasarlo mal. [64]		
	   El amor como la guerra	2280
	lo hace el criollo con canciones
	a más de eso en los malones
	podemos aviarnos de algo,
	en fin amigo, yo salgo,
	de estas pelegrinaciones.	2285	
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .	2290
	. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .		
	   En este punto, el cantor
	buscó un porrón pa consuelo,
	echó un trago como un cielo,
	dando fin a su argumento	2295
	y de un golpe al instrumento
	lo hizo astillas contra el suelo.		
	   -«Ruempo, dijo, la guitarra,
	pa no volverla a templar,(85)
	ninguno la ha de tocar	2300
	por siguro tenganló;
	pues naides ha de cantar
	cuando este gaucho cantó.		
	   Y daré fin a mis coplas
	con aire de relación,	2305
	nunca falta un preguntón
	más curioso que mujer,
	y tal vez quiera saber
	cómo fue la conclusión.		
	   Cruz y Fierro de una estancia	2310
	una tropilla se arriaron-
	por delante se la echaron
	como criollos entendidos,
	y pronto, sin ser sentidos
	por la frontera cruzaron.	2315	
	   Y cuando la habían pasao,
	una madrugada clara
	le dijo Cruz que mirara
	las últimas poblaciones;
	y a Fierro dos lagrimones	2320
	le rodaron por la cara. [65]		
	   Y siguiendo el fiel del rumbo,
	se entraron en el desierto,
	no sé si los habrán muerto
	en alguna correría	2325
	pero espero que algún día
	saber(86) de ellos algo cierto.
	   Y ya con estas noticias
	mi relación acabé,
	por ser ciertas las conté,	2330
	todas las desgracias dichas:
	es un telar de desdichas
	cada gaucho que usté ve.		
	   Pero ponga su esperanza
	en el Dios que lo formó	2335
	y aquí(87) me despido yo
que sufren ansí a mi modo,(88)
	males que conocen todos
	pero que naides contó(89).
Notas
1.       [«titubiando» en Hernández, José, El gaucho Martín Fierro, Librería Martín Fierro, 1897, p. 4 (N. del E.)] 
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2.       [«Ande» en José Hernández, op. cit., p. 4 (N. del E.)] 
________________________________________
3.       [«remonto» en José Hernández, op. cit., p. 4 (N. del E.)] 
________________________________________
4.       [«que fué buen padre y marido» en José Hernández, op. cit., p. 4 (N. del E.)] 
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5.       [«Jué» en José Hernández, op. cit., p. 4 (N. del E.)] 
________________________________________
6.       [«La madrugada anunciaba,» en José Hernández, op. cit., p. 4 (N. del E.)] 
________________________________________
7.       [«Y apenas el horizonte» en José Hernández, op. cit., p. 5 (N. del E.)] 
________________________________________
8.       [«al» en José Hernández, op. cit., p. 5 (N. del E.)] 
________________________________________
9.       [«Ah! tiempos!… era un orgullo» en José Hernández, op. cit., p. 5 (N. del E.)] 
________________________________________
10.       [«caer» en José Hernández, op. cit., p. 5 (N. del E.)] 
________________________________________
11.       [«faenas» en José Hernández, op. cit., p. 5 (N. del E.)] 
________________________________________
12.       [«Pero al presente… barajo!» en José Hernández, op. cit., p. 5 (N. del E.)] 
________________________________________
13.       [«Solo via hacienda y cielo.» en José Hernández, op. cit., p. 5 (N. del E.)] 
________________________________________
14.       [«vivia» en José Hernández, op. cit., p. 5 (N. del E.)] 
________________________________________
15.       [«Siempre» en José Hernández, op. cit., p. 5 (N. del E.)] 
________________________________________
16.       [«Era en habiendo más gente,» en José Hernández, op. cit., p. 6 (N. del E.)] 
________________________________________
17.       [«Y» en José Hernández, op. cit., p. 6 (N. del E.)] 
________________________________________
18.       [«crea» en José Hernández, op. cit., p. 7 (N. del E.)] 
________________________________________
19.       [«Si» en José Hernández, op. cit., p. 8 (N. del E.)] 
________________________________________
20.       [«uma» en el original (N. del E.)] 
________________________________________
21.       [«Y un sargento chamuscao» en José Hernández, op. cit., p. 8 (N. del E.)] 
________________________________________
22.       [«Naide» en José Hernández, op. cit., p. 8 (N. del E.)] 
________________________________________
23.       [«El indio lo arregla todo» en José Hernández, op. cit., p. 8 (N. del E.)] 
________________________________________
24.       [«al» en el original (N. del E.)] 
________________________________________
25.       [«habre» en el original (N. del E.)] 
________________________________________
26.       [«blandiso» en José Hernández, op. cit., p. 9 (N. del E.)] 
________________________________________
27.       [«sonú» en José Hernández, op. cit., p. 6 (N. del E.)] 
________________________________________
28.       [«esa» en José Hernández, op. cit., p. 9 (N. del E.)] 
________________________________________
29.       [«cnuento» en el original (N. del E.)] 
________________________________________
30.       [«Pa atormentar a la gente.» en José Hernández, op. cit., p. 10 (N. del E.)] 
________________________________________
31.       [«Que pronto con el pulpero» en José Hernández, op. cit., p. 10 (N. del E.)] 
________________________________________
32.       [«Algunos creiban que estaba» en José Hernández, op. cit., p. 10 (N. del E.)] 
________________________________________
33.       [«Esto» en José Hernández, op. cit., p. 11 (N. del E.)] 
________________________________________
34.       [«En que sólo gana el juerte-» en José Hernández, op. cit., p. 12 (N. del E.)] 
________________________________________
35.       [«que» en José Hernández, op. cit., p. 12 (N. del E.)] 
________________________________________
36.       [«al» en José Hernández, op. cit., p. 12 (N. del E.)] 
________________________________________
37.       [«Martillar» en José Hernández, op. cit., p. 12 (N. del E.)] 
________________________________________
38.       [«Uno al otro se lo quitan.» en José Hernández, op. cit., p. 13 (N. del E.)] 
________________________________________
39.       [«Que esa Ganza venga ó vaya» en José Hernández, op. cit., p. 13 (N. del E.)] 
________________________________________
40.       [«Me parece el campo orégano» en José Hernández, op. cit., p. 14 (N. del E.)] 
________________________________________
41.       [«Andarán» en José Hernández, op. cit., p. 15 (N. del E.)] 
________________________________________
42.       [«Y me puse a champurriar» en José Hernández, op. cit., p. 16 (N. del E.)] 
________________________________________
43.       [«pastos» en José Hernández, op. cit., p. 17 (N. del E.)] 
________________________________________
44.       [«creiba» en José Hernández, op. cit., p. 17 (N. del E.)] 
________________________________________
45.       [«pasa» en José Hernández, op. cit., p. 17 (N. del E.)] 
________________________________________
46.       [«Le» en José Hernández, op. cit., p. 17 (N. del E.)] 
________________________________________
47.       [«Le» en José Hernández, op. cit., p. 18 (N. del E.)] 
________________________________________
48.       [«amparo» en el original (N. del E.)] 
________________________________________
49.       [«Le hecha el lazo algún mamón» en José Hernández, op. cit., p. 18 (N. del E.)] 
________________________________________
50.       [«Y las casas no venía-» en José Hernández, op. cit., p. 18 (N. del E.)] 
________________________________________
51.       [«el» en José Hernández, op. cit., p. 18 (N. del E.)] 
________________________________________
52.       [«Y» en José Hernández, op. cit., p. 19 (N. del E.)] 
________________________________________
53.       [«delito» en José Hernández, op. cit., p. 19 (N. del E.)] 
________________________________________
54.       [«ruido» en José Hernández, op. cit., p. 19 (N. del E.)] 
________________________________________
55.       [«Fué» en José Hernández, op. cit., p. 20 (N. del E.)] 
________________________________________
56.       [«Dijo uno haciéndose güeno,» en José Hernández, op. cit., p. 20 (N. del E.)] 
________________________________________
57.       [«oché» en el original (N. del E.)] 
________________________________________
58.       [«un» en el original (N. del E.)] 
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59.       [«uu» en el original (N. del E.)] 
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60.       [«memento» en el original (N. del E.)] 
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61.       [«Mientras tenga cuero sano,» en José Hernández, op. cit., p. 22 (N. del E.)] 
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62.       [«Si pa cantarle el amor» en José Hernández, op. cit., p. 22 (N. del E.)] 
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63.       [«dar» en José Hernández, op. cit., p. 23 (N. del E.)] 
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64.       [«Lo pillé junto al jogon» en José Hernández, op. cit., p. 23 (N. del E.)] 
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65.       [«atraca» en José Hernández, op. cit., p. 23 (N. del E.)] 
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66.       [«téngalo» en José Hernández, op. cit., p. 24 (N. del E.)] 
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67.       [«sus» en José Hernández, op. cit., p. 24 (N. del E.)] 
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68.       [«refugié» en José Hernández, op. cit., p. 24 (N. del E.)] 
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69.       [«punto» en José Hernández, op. cit., p. 25 (N. del E.)] 
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70.       [«Yo» en José Hernández, op. cit., p. 25 (N. del E.)] 
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71.       [«Para prestar un socorro» en José Hernández, op. cit., p. 25 (N. del E.)] 
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72.       [«menor» en José Hernández, op. cit., p. 25 (N. del E.)] 
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73.       [«por» en José Hernández, op. cit., p. 25 (N. del E.)] 
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74.       [«Y» en José Hernández, op. cit., p. 25 (N. del E.)] 
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75.       [«podremos» en José Hernández, op. cit., p. 26 (N. del E.)] 
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76.       [«no» en José Hernández, op. cit., p. 26 (N. del E.)] 
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77.       [«Y el espinazo cadera» en José Hernández, op. cit., p. 26 (N. del E.)] 
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78.       [«dejo» en José Hernández, op. cit., p. 26 (N. del E.)] 
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79.       [«Y dejo correr la bala» en José Hernández, op. cit., p. 26 (N. del E.)] 
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80.       [«Porqué» en José Hernández, op. cit., p. 26 (N. del E.)] 
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81.       [«igualaba» en José Hernández, op. cit., p. 27 (N. del E.)] 
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82.       [«De hambre no perecemos» en José Hernández, op. cit., p. 27 (N. del E.)] 
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83.       [«Que se escape de mis colas.» en José Hernández, op. cit., p. 27 (N. del E.)] 
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84.       [«Y sentarse á un bagual» en José Hernández, op. cit., p. 28 (N. del E.)] 
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85.       [«Pa no volverme á tentar;» en José Hernández, op. cit., p. 28 (N. del E.)] 
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86.       [«Sabré» en José Hernández, op. cit., p. 28 (N. del E.)] 
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87.       [«que» en José Hernández, op. cit., p. 28 (N. del E.)] 
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88.       [«Que he relatao a mi modo,» en José Hernández, op. cit., p. 28 (N. del E.)] 
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89.       [«cantó» en José Hernández, op. cit., p. 28 (N. del E.)]