Francisco de XEREZ. Verdadera relacion de la conquista del Peru y provincia del Cuzco 1534 (1946).
XEREZ, Francisco de
1534/1946 Verdadera relacion de la conquista del Peru y provincia del Cuzco.
LE RIVEREND BRUSONE, Julio J., rev. y anot. por, Cronica de la conquista
del Peru, pp. 31-118.
Mexico: Editorial Nueva Espana.
031000 CONQUISTA DEL PERU
031001 Siendo descubierta la mar del Sur, y conquistados y pacificados los moradores
de Tierra-Firme; habiendo poblado el gobernador Pedrarias de avila la ciudad de
Panama y la ciudad de nata, y la villa del nombre de Dios; viviendo en la ciudad de
Panama el capitan Francisco Pizarro, hijo del capitan Gonzalo Pizarro, caballero de la
ciudad de Trujillo; teniendo su casa y hacienda y repartimiento de indios como uno de
los principales de la tierra, porque siempre lo fue, y se senalo en la conquista y
poblacion en las cosas del servicio de su majestad; estando en quietud y reposo, con
celo de conseguir su buen proposito y hacer otros muchos senalados servicios a la
corona real, pidio licencia a Pedrarias para descubrir por aquella costa del mar del Sur a
la via de levante, y gasto mucha parte de su hacienda en un navio grande que hizo, y en
otras cosas necesarias para su viaje. Y partio de la ciudad de Panama a 14 dias del mes
de noviembre de 1524 anos, llevando en su compania ciento y doce espanoles, los
cuales llevaban algunos indios para su servicio. Y comenzo su viaje, en el cual pasaron
muchos trabajos por ser invierno y los tiempos contrarios. Dejo de decir muchas cosas
que les sucedieron, por evitar prolijidad; solamente dire las cosas notables que mas
hacen al caso.
031025 Setenta dias despues que salieron de Panama saltaron en tierra en un puerto
que despues se nombro de la Hambre; en muchos de los puertos que antes hallaron
habian tomado tierra, y por no hallar poblaciones los dejaban; y en este puerto se quedo
el capitan con ochenta hombres (que los demas ya eran muertos); y porque los
mantenimientos se les habian acabado, y en aquella tierra no los habia, envio el navio
con los marineros y un capitan a la isla de las Perlas, que esta en el termino de Panama,)
para que trajese mantenimientos, porque penso que en termino de diez o doce dias seria
socorrido; y como la fortuna siempre o las mas veces es adversa, el navio se detuvo en
ir y volver cuarenta y siete dias, y en este tiempo se sostuvieron el capitan y los que con
el estaban con un marisco que cogian de la costa de la mar con mucho trabajo, y
algunos, por estar muy debilitados, cogiendolo se morian, y con unos palmitos amargos.
en este tiempo que el navio tardo en ir y volver murieron mas de veinte hombres;
cuando el navio volvio con el socorro del bastimento, dijeron el capitan y los marineros
que, como no habian llevado bastimentos, a la ida comieron un cuero de vaca curtido
que llevaban para zurrones de la bomba, y cocido, lo repartieron. Con el bastimento que
el navio trujo, que fue maiz y puercos, se reformo la gente que quedaba viva; y de alli
partio el capitan en seguimiento de su viaje, y llego a un pueblo situado sobre la mar,
que
esta en una fuerza alta, cercado el pueblo de palenque; alli hallaron harto
mantenimiento, y el pueblo desamparado de los naturales, y otro dia vino mucha gente
de guerra; y como eran belicosos y bien armados, y los cristianos estaban flacos de la
hambre y trabajos pasados, fueron desbaratados, y el capitan herido de siete heridas, la
menor dellas peligrosa de muerte; y creyendo los indios que lo hirieron que quedaba
muerto, lo dejaron; fueron heridos con el otros diez y siete hombres, y cinco muertos;
visto por el capitan este desbarato, y el poco remedio que alli habia para curarse y
reformar su gente, embarcose y volvio a la tierra de Panama, y desembarco en un
pueblo de indios cerca de la isla de las Perlas, que se llama Cuchama; de alli envio el
navio a Panama, porque ya no se podia sostener en el agua, de la mucha broma que
habia cogido. Y hizo saber a Pedrarias todo lo sucedido, y quedose curando a si y a sus
companeros. Cuando este navio llego a Panama, pocos dias antes habia partido en
seguimiento y busca del capitan Pizarro el capitan Diego de almagro, su companero,
con otro navio y con setenta hombres, y navego hasta llegar al pueblo donde el capitan
Pizarro fue desbaratado; y el capitan almagro hubo otro recuentro con los indios de
aquel pueblo, y tambien fue desbaratado y le quebraron un ojo, y hirieron muchos
cristianos; con todo eso, ficieron a los indios desamparar el pueblo y lo quemaron. De
alli se embarcaron y
siguieron la costa hasta llegar a un gran rio que llamaron de San Juan, porque en su dia
llegaron alli; donde hallaron alguna muestra de oro, y no hallando rastro del capitan
Pizarro, volviose el capitan almagro a Cuchama, donde lo hallo; y concertaron que el
capitan almagro fuese a Panama y aderezase los navios, y hiciese mas gente para
proseguir su proposito y acabar de gastar lo que les quedaba, que ya debian mas de diez
mil castellanos. en Panama hubo gran contradicion de parte de Pedrarias y de otros,
diciendo que no se debia proceder en tal viaje, de que su majestad no era servido. el
capitan almagro, con el poder que llevaba de su companero, tuvo mucha constancia en
lo que los dos habian comenzado, y requirio al gobernador Pedrarias que no los
estorbase, porque ellos creian, con ayuda de Dios, que su majestad seria servido de
aquel viaje; a Pedrarias fue forzado consentir que hiciese gente. Conciento y diez
hombres salio de Panama, y fue donde estaba el capitan Pizarro con otros cincuenta de
los primeros ciento y diez que con el salieron, y de los setenta que el capitan almagro
llevo cuando le fue a buscar; que los ciento y treinta ya eran muertos. Los dos capitanes
partieron en sus dos navios con ciento y se senta hombres, y iban costeando la tierra, y
donde
pensaban que habia poblado saltaban en tierra con tres canoas que llevaban, en las
cuales remaban sesenta hombres; y asi iban a buscar mantenimientos. Desta manera
anduvieron tres anos pasando grandes trabajos, hambres y frios; y murio de hambre la
mayor parte dellos, que no quedaron vivos cincuenta, sin descubrir hasta en fin de los
tres anos buena tierra, que todo era cienagas y anegadizos inhabitables; y esta buena
tierra que se descubrio fue desde el rio de San Juan, donde el capitan Pizarro se quedo
con la poca gente que le quedo, y envio un capitan con el mas pequeno navio a
descubrir alguna buena tierra la costa adelante, y el otro navio envio con el capitan
Diego de almagro a Panama para traer mas gente, porque yendo los dos navios juntos y
con la gente no podian descubrir, y la gente se moria. el navio que fue a descubrir
volvio a cabo de setenta dias al rio de San Juan, adonde el capitan Pizarro quedo con la
gente; y dio relacion de lo que le habia sucedido, y fue, que llego hasta el pueblo de
Cancebi, que es en aquella costa, y antes deste pueblo habian visto, los que en el navio
iban, otras poblaciones muy ricas de oro y plata, y la gente de mas razon que toda la que
antes habian visto de indios; y trujeron seis personas para que deprendiesen la lengua de
los espanoles, y trujeron oro y plata y ropa. el capitan y los que con el estaban
recebieron tanta alegria, que olvidaron todo el trabajo pasado y los gastos que habian
hecho. Y como aquellos que deseaban verse en aquella tierra, pues tan buena muestra
daba de si, venido el capitan almagro de Panama con el navio cargado de gente y
caballos, los dos navios con los capitanes y toda la gente salieron del rio de San Juan
para ir a aquella tierra nuevamente descubierta; y por ser trabajosa la navegacion de
aquella costa, se detuvieron mas tiempo de lo que los bastimentos pudieron suplir, y fue
forzado saltar la gente en tierra, y caminando por ella buscaban mantenimientos, por
donde los podian haber, para comer. Y los navios por la mar llegaron a la bahia de San
035001 Mateo y a unos pueblos que los espanoles les pusieron por nombre de Santiago,
y a los pueblos de Tacamez. que todos van discurriendo por la costa adelante. Vistas por
los cristianos estas poblaciones, que eran grandes y de mucha gente y belicosa, que en
estos pueblos de Tacamez, llegando noventa espanoles una legua del pueblo, los
salieron a recebir mas de diez mil indios de guerra, y viendo que no les querian hacer
mal los cristianos ni tomarles de sus bienes, antes con mucho amor tratandoles la paz,
los indios dejaron de les hacer guerra, como ellos traian en proposito. en esta tierra
habia muchos mantenimientos, y la gente tenia muy buena orden de vivir; los pueblos
con sus calles y plazas: pueblo habia que tenia mas de tres mil casas, y otros habia
menores.
035016 Parecio a los capitanes e a los otros espanoles que, siendo tan pocos, no harian
fructo en aquella tierra, por no poder resistir a los indios; e acordaron que se cargasen
los navios del mantenimiento que en aquellos pueblos habia, y que volviesen atras, a
una isla que se dice del Gallo, porque alli podian estar seguros entre tanto que los navios
llegaban a Panama a hacer saber al Gobernador la nueva de lo descubierto, y a pedirle
mas gente para que los capitanes pudiesen conseguir su proposito y pacificar la tierra. Y
en los navios iba el capitan almagro, porque por algunas personas fue escripto al
Gobernador que mandase volver la gente a Panama, diciendo que no podian sufrir mas
trabajos de los que habian sufrido en tres anos que habia que andaban descubriendo; a lo
cual proveyo el Gobernador que todos los que se quisiesen venir a Panama, quelo
pudiesen hacer, y los que quisiesen quedar para descubrir mas adelante, que tuviesen
libertad para ello; y asi, se quedaron con el capitan Pizarro diez y seis hombres, e toda la
otra gente se fue en los dos navios a Panama. el capitan Pizarro estuvo en aquella isla
cinco meses,
hasta que volvio el uno de los navios, en el cual fueron cien leguas mas adelante de lo
que estaba descubierto, y hallaron muchas poblaciones y mucha riqueza, y trujeron mas
muestra de oro y plata y ropa de la que antes habian traido, que los indios de su
voluntad les daban; y asi, volvio el capitan con ellos, porque el termino que el
Gobernador le habia dado se le acababa; y el dia que el termino se cumplio entro en el
puerto de Panama.
036010 Como estos dos capitanes estaban tan gastados, que ya no se podian sostener,
debiendo, como debian, mucha suma de pesos de oro, con poco mas de mil castellanos
que el capitan Francisco Pizarro pudo haber prestados entre sus amigos se vino con
ellos a Castilla, y hizo relacion a su majestad de los grandes y senalados servicios que
en servicio de su majestad habia hecho; en gratificacion de los cuales le hizo merced de
la gobernacion y adelantamiento de aquella tierra, y del habito de Santiago y de ciertas
alcaidias, y del alguacilazgo mayor, y otras mercedes y ayudas de costa le fueron hechas
por su majestad, como emperador y rey que a todos los que en su real servicio andan
hace muchas mercedes, como ha siempre hecho. Por esta causa otros se han animado a
gastar sus haciendas en su real servicio, descubriendo por aquella mar del Sur y por
todo el mar oceano1 tierras y provincias que tan remotas estan de la conversacion destos
reinos de Castilla.
036028 Despachado por su majestad el gobernador y adelantado Francisco Pizarro,
partio del puerto de Sanlucar con una armada, y con prospero viento, sin ningun
contraste, llego al puerto del nombre de Dios, y de alli se fue con la gente a la ciudad de
Panama, donde tuvo muchas contradiciones y estorbos para que no saliese de alli a ir a
poblar la tierra que el habia descubierto, como su majestad le habia mandado. Y con la
firmeza que en la prosecucion dello tuvo, con la mas gente, que
fueron ciento y ochenta hombres y treinta y siete caballos, en tres navios partio del
puerto de Panama; y tuvo tan venturosa navegacion, que en trece dias llego a la bahia de
San Mateo, que en los principios, cuando se descubrio, en mas de dos anos no pudieron
llegar a aquellos pueblos; y alli desembarco la gente y los caballos, y fueron por la costa
de la mar, y en todas las poblaciones della hallaban la gente alzada; y caminaron hasta
llegar a un gran pueblo que se dice Coaque, al cual saltearon porque no se alzase como
los otros pueblos; y alli tomaron quince mil pesos de oro y mil y quinientos marcos de
plata y muchas piedras de esmeraldas, que por el presente no fueron conoscidas ni
tenidas por piedras de valor; por esta causa los espanoles las daban y RESCATABAN
con los indios por ropa y otras cosas que los indios les daban por ellas. Y en este pueblo
prendieron al cacique senor del, con alguna gente suya, y hallaron mucha ropa de
diversas maneras, y muchos mantenimientos, en que habia para mantenerse los
espanoles tres o cuatro anos.
037021 Deste pueblo de Coaque despacho el Gobernador los tres navios para la ciudad
de Panama y para nicoragua, para que en ellos viniese mas gente y caballos, para poder
efectuar la conquista y poblacion de la tierra; y el Gobernador se quedo alli con la gente
reposando algunos dias hasta que dos de los navios volvieron de Panama con veinte y
seis de caballo y treinta de pie; y estos venidos, partio el Gobernador de alli con toda la
gente de pie y de caballo, y anduvieron la costa adelante (la cual es muy poblada),
poniendo a todos los pueblos debajo el senorio de su majestad; porque los senores
destos pueblos, de una voluntad salian a los caminos a recebir al Gobernador sin
ponerse en defensa; y el Gobernador, sin les hacer mal ni enojo alguno, los recebia a
todos amorosamente, haciendoles entender algunas cosas para los traer en
conoscimiento de nuestra santa fe catolica por algunos religiosos que para ello llevaba.
asi anduvo el Gobernador con la gente espanola hasta llegar a una isla que se decia la
Pugna1, a la cual los cristianos llamaron la isla de Santiago, que esta dos leguas de la
tierra-firme; y por ser esta isla bien poblada y rica y abundosa de mantenimientos, paso
el Gobernador a ella en los dos navios y en balsas de maderos que los indios tienen, en
las cuales pasaron los caballos.
038010 el Gobernador fue recebido en esta isla por el cacique senor della con mucha
alegria y buen recebimiento, asi de mantenimientos que le sacaron al camino, como de
diversos instrumentos musicos que los naturales tienen para su recreacion.
038015 esta isla tiene quince leguas en circuito; es fertil y bien poblada. Hay en ella
muchos pueblos, y siete caciques son senores dellos, y uno es senor de todos ellos. Y
este senor dio de su voluntad al Gobernador alguna cuantidad de oro y plata. Y por ser
el tiempo de invierno el Gobernador reposo con su gente en aquella isla; porque,
caminando en tal tiempo con las aguas que hacia, no podia ser sin gran detrimento de
los espanoles; y entre tanto que paso el invierno fueron alli curados algunos enfermos
que habia. Y como la inclinacion de los indios es de no obedecer ni servir a otra
generacion si por fuerza no son atraidos a ello, estando este cacique con el Gobernador
pacificamente, habiendose ya dado por vasallo de su majestad: su pose por las lenguas
que el Gobernador tenia consigo que el Cacique tenia hecha junta de toda su gente de
guerra, y que habia muchos dias que no entendia en otra cosa sino en hacer armas,
demas de las que los indios tenian; lo cual por vista de ojos se vio, porque en el mesmo
pueblo donde los espanoles estaban aposentados y el Cacique residia, se hallaron en la
casa del Cacique y en otras muchas mucha gente toda puesta a
punto de guerra, esperando a que se recogiese toda la gente de la isla para dar aquella
noche sobre los cristianos. Sabida la verdad, y habida informacion secretamente sobre
ello, luego mando el Gobernador prender al Cacique y a tres hijos suyos y a otros dos
principales que pudieron ser presos y tomados a vida, y en la otra gente dieron todos los
espanoles de sobresalto, y aquella tarde mataron alguna gente; y los demas todos
huyeron y desampararon el pueblo; y la casa del Cacique y otras algunas fueron metidas
a saco, y en ellas se hallo algun oro y plata y mucha ropa. aquella noche en el real de los
cristianos hubo mucha guarda, en que todos velaron, que eran setenta de caballo y
ciento de pie; y antes que otro dia fuese amanescido se oyo en el real grita de gente de
guerra, y en breve tiempo se vio como se venian a llegando al real mucho numero de
indios, todos con sus armas y atabales y otros instrumentos que traen en sus guerras; y
venida la gente, dividida por muchas partes, que tomaban el real de los cristianos en
medio, y siendo el dia claro, viniendo la gente y entrandose por el real, mando el
Gobernador que los acometiesen con mucho animo; y al acometer fueron heridos
algunos cristianos y caballos. Y todavia, como nuestro Senor favoresce y socorre en las
necesidades a los que andan en su servicio, los indios fueron desbaratados y volvieron
las espaldas, y los de caballo siguieron el alcance, hiriendo y matando en ellos; y en
este recuentro fue muerta alguna cuantidad de gente, y recogidos los cristianos al real,
porque los caballos estaban fatigados, porque desde la manana hasta mediodia duro el
seguir el alcance.
039032 Otro dia envio el Gobernador la gente dividida en cuadrillas a buscar a los
contrarios por la isla y a hacerles guerra; la cual se les hizo en termino de veinte dias; de
manera que ellos quedaron bien castigados, y diez principales que fueron presos con el
Cacique, por que el confeso que le habian aconsejado que ordenase la traicion que tenia
urdida, y que el no queria venir en ello, y no lo pudo estorbar a los principales. Destos
hizo justicia el Gobernador, quemando algunos, y a otros cortando las cabezas.
040004 Por el alzamiento y traicion que el Cacique y indios de la isla de Santiago
tenian ordenado se les hizo gue rra, hasta que, apremiados della, desampararon la isla y
se pasaron a tierra-firme; y por ser la isla tan poblada, abundosa y rica, porque no se
acabase de destruir, acordo el Gobernador poner en libertad al Cacique, porque
recogiese la gente que andaba derramada, y la isla se tornase a poblar. el Cacique fue
contento, con voluntad de servir a su majestad de alli adelante, por la honra que en su
prision se le habia hecho. Y porque en aquella isla no se podia hacer fruto, el
Gobernador se partio con algunos espanoles y caballos, que en tres navios que alli
estaban cupieron, para el pueblo de Tumbez, que a la sazon estaba de paces, dejando alli
la otra gente con un capitan en tanto que los navios volvian por ella, y para ayudar a
pasar mas presto, vinieron por mandado del Gobernador ciertas balsas de Tumbez, que
el Cacique envio, y en ellas se metieron tres cristianos con alguna ropa. en tres dias
arribaron los navios a la playa de Tumbez. Y como el Gobernador salio en tierra, hallo
la gente de los pueblos alzada; supose de algunos indios que fueron presos, que se
habian alzado los cristianos y ropa que traian en las balsas. Luego que la gente fue
salida de los navios, y los caballos fueron sacados, mando el Gobernador volver por la
gente que quedo en la isla. el y la gente se
aposentaron en el pueblo del Cacique en dos casas fuertes, la una a manera de fortaleza.
el Gobernador mando a los espanoles que corriesen el campo, y que subiesen por un rio
arriba que corre por entre aquellos pueblos, para que supiesen de los tres cristianos que
en las balsas habian llevado, si se pudiesen hallar antes que los indios los matasen. Y
aunque se puso mucha diligencia en correr la tierra, de la primera hora que los espanoles
desembarcaron no se pudieron hallar los
tres cristianos ni saber dellos. esta gente se recogio en dos balsas con toda la mas
comida que pudo haber, y se prendieron algunos indios, de los cuales envio el
Gobernador mensajeros al Cacique y a algunos principales, requiriendoles de parte de
su majestad que viniesen de paz y trujesen los tres cristianos vivos sin les hacer mal ni
dano, y que el los recebiria por vasallos de su majestad, aunque habian sido
transgresores; donde no, que les haria guerra a fuego y a sangre hasta destruirlos.
algunos dias pasaron que no quisieron venir, antes se ensoberbecian y hacian fuertes de
la otra parte del rio, que iba crecido y no se podia apear, y decian que pasasen alla los
espanoles, que a los otros tres ya los habian muerto. Como fue llegada toda la gente que
en la isla habia quedado, el Gobernador mando hacer una gran balsa de madera, y por el
mejor paso del rio mando pasar a un capitan con cuarenta de caballo y ochenta de pie, y
pasaron en aquella balsa desde por la manana hasta la hora de visperas, y mando a este
capitan que les hiciese guerra, pues eran rebeldes y habian muerto a los cristianos; y que
si despues de haber castigado conforme al delicto que habian cometido viniesen de paz,
que los recebiese, conforme a los mandamientos de su majestad, y que con ellos los
requiriese y llamase. asi se partio este capitan con su gente, y despues de haber pasado
el
rio, llevando sus guias, anduvo toda la noche hacia donde la gente estaba, y a la manana
dio sobre el real donde habian estado aposentados, y siguio el alcance todo aquel dia,
hiriendo y matando en ellos, y prendio a los que a vida se pudieron tomar, y cerca de la
noche los cristianos se recogieron a un pueblo, y otro dia por la manana salio gente por
sus cuadrillas en busca de los contrarios, y asi fueron castigados; y visto por el capitan
que bastaba el dano que se les habia hecho, envio mensajeros a llamar de paz al
Cacique, y el cacique de aquella provincia, que ha por nombre Quilimasa, envio con los
mensajeros un principal suyo, y por el respondio que por el mucho temor que tenia de
los espanoles no osaba venir; que si fuese cierto que no le habian de matar, que vernia
de paz. el capitan respondio al mensajero que no recebiria mal ni dano, que viniese sin
temor; que el Gobernador lo recebiria de paz por vasallo de su majestad, y le perdonaria
el delicto que habia hecho. Con esta seguridad, aunque con mucho temor, vino el
cacique con algunos principales. Y el capitan le recebio alegremente, diciendo que a los
que venian de paz no se les habia de hacer dano, aunque se hubiesen alzado; y que pues
el era venido, que no les haria mas guerra de la hecha; que hiciese venir su gente a los
pueblos. Despues que mando llevar de la otra parte del rio el mantenimiento que hallo,
el capitan se fue con los espanoles adonde habia quedado el Gobernador, llevando
consigo al Cacique y a los principales indios, y conto al Gobernador todo lo que habia
pasado; el cual dio gracias a nuestro Senor por las mercedes que les hizo, dandoles
victoria sin ser herido algun cristiano, y dijoles que se fuesen a reposar. el Gobernador
pregunto al Cacique que por que se habia alzado y muerto los cristianos, habiendo sido
tan bien tratado del y habiendole restituido mucha parte de su gente que el cacique de la
isla le habia tomado, y habiendole dado los capitanes que le habian quemado su pueblo
para que el hiciese justicia dellos, creyendo que fuera
fiel y agradesciera estos beneficios. el Cacique le respondio: “Yo supe que ciertos
principales mios que en las balsas venian llevaron tres cristianos y los mataron, y yo no
fui en ello; pero tuve temor que me echasedes a mi la culpa.” el Gobernador le dijo:
“esos principales que eso hicieron me traed aqui, y venga la gente a sus pueblos.” el
Cacique envio a llamar su gente y a los principales, y dijo que no se podian haber los
que mataron a los cristianos, porque se habian ausentado de su tierra. Despues que el
Gobernador hubo estado alli algunos dias, viendo que no podian ser habidos los indios
matadores, y que el puehlo de Tumbez estaba
destruido, aunque parecia ser gran cosa, por algunos edificios que tenia y dos casas
cercadas, la una con dos cercas de tierra ciega, y sus patios y aposentos y puertas con
defensas, que para entre indios es buena for taleza. Dicen los naturales que a causa de
una gran pestilencia que en ellos dio, y de la guerra que han habido del cacique de la
isla estan asolados; y por no haber en esta comarca mas indios de los que estan
subjectos a este cacique, determino el Gobernador de partirse con alguna gente de pie y
de caballo en busca de otra provincia mas poblada de naturales para asentar en ella
pueblo; y asi, se partio, dejando en ella su tiniente con los cristianos que quedaron en
guarda del fardaje, y el Cacique quedo de paz, recogiendo su gente a los pueblos.
043016 el primero dia que el Gobernador partio de Tumbez, que fue a 16 de mayo de
1532 anos, llego a un pueblo pequeno, y en tres dias siguientes llego a un pueblo que
esta entre unas sierras; el cacique senor de aquel pueblo fue llamado Juan; alli reposo
tres dias, y en otras tres jornadas llego a la ribera de un rio que estaba bien poblada y
bastecida de muchos mantenimientos de la tierra y ganado de ovejas: el camino esta
todo hecho a mano, ancho y bien labrado, y en algunos pasos malos hechas sus
calzadas. Llegado a este rio, que se dice Turicarami, asento su real en un pueblo grande
llamado Puechio; y todos los mas caciques que habia el rio abajo vinieron de paz al
Gobernador, y los deste pueblo le salieron a recebir al camino. el Gobernador los
recebio a todos con mucho amor, y les notifico el requerimiento que su majestad manda
para atraellos en conoscimiento y obediencia de la iglesia y de su majestad; y
entendiendolo ellos por sus lenguas, dijeron que querian ser sus vasallos, y por tales los
recebio el Gobernador con la solemnidad que se requiere, y dieron servicio y
mantenimientos. antes de llegar a este pueblo un tiro de ballesta hay una gran plaza con
una fortaleza cercada, y dentro muchos aposentos, donde los
cristianos se aposentaron, porque los naturales no recebiesen enojo, asi en este como en
todos los otros que venian de paz mando el Gobernador pregonar, so graves penas, que
ningun dano les fuese hecho en personas ni en bienes, ni les tomasen los
mantenimientos mas de lo que ellos quisiesen dar para el sostenimiento de los
cristianos, castigando y ejecutando las penas en los que lo contrario hacian; porque los
naturales traian cada dia cuanto mantenimiento era necesario, y yerba para los caballos,
y servian en todo lo que les era mandado. Como el Gobernador viese la ribera de aquel
rio ser abundosa y muy poblada, mando que se viese la comarca della, y si habia puerto
en buen paraje; y fue hallado muy buen puerto a la costa de la mar cerca desta ribera y
caciques senores de mucha gente en parte donde podian venir a servir este rio. el
Gobernador fue a visitar todos estos pueblos, y vistos, dijo que le parecia scr buena esta
comarca para ser poblada de espanoles; y porque se cumpla lo que su majestad manda, y
los naturales vengan a la conversion y conoscimiento de nuestra santa fe catolica, hizo
mensajeros a los espanoles que quedaron en Tumbez que viniesen, para que, con
acuerdo de las personas que su majestad mandase, hiciesen la poblacion en la parte mas
conveniente a su servicio y bien de los naturales; y despues de enviado este mensajero,
pareciole que habria dilacion en la venida si no fuese persona a quien el cacique e indios
de Tumbez tuviesen temor, para que ayudasen a venir la gente, y envio a su hermano
Hernando Pizarro, capitan general; y despues supo el Gobernador que ciertos caciques
que viven en la sierra no querian venir de paz, aunque cran requeridos por los
mandamientos de su majestad; y envio un capitan con veinte y cinco de caballo y gente
de pie para traellos al servicio de su majestad. Hallandolos el capitan ausentados de sus
pueblos, el les fue a requerir que viniesen de paz, y ellos vinieron de guerra, y el capitan
salio contra ellos, y en breve tiempo, firiendo y matando, fueron
desbaratados los indios; y el capitan les torno a requerir que viniesen de paz; donde no,
que les haria guerra hasta destruirlos; y asi, vinieron de paz, y el capitan los recebio; y
dejando toda aquella provincia pacificada, se volvio donde el Gobernador estaba, y trujo
los caciques; y el Gobernador los rescibio con mucho amor y mandolos volver a sus
pueblos y recoger su gente; y el capitan dijo que habia hallado en los pucblos destos
caciques de la sierra minas de oro fino, y que los vecinos lo cogen, y trujo muestra
dello, y que las minas estan veinte leguas deste pueblo.
045012 El capitan que fue a Tumbez por la gente vino con ella desde en treinta dias;
alguna della vino por mar con el fardaje en un navio y en un barco y en balsas. estos
eran venidos de Panama con mercadurias, y no trajeron gente, porque el capitan Diego
de almagro quedaba haciendo una armada para venir a esta poblacion, con proposito de
poblar por si. Sabido por el Gobernador que estos navios eran llegados, porque con mas
brevedad se descargase el fardaje y se subiese el rio arriba, el se partio del pueblo de
Puechio por el rio abajo, con alguna gente. Llegado donde esta un cacique llamado
Lachira, hallo ciertos cristianos que habian desembarcado, los cuales se quejaron al
Gobernador que el Cacique les habia hecho mal tratamiento, y la noche antes no habian
dormido de temor, porque vieron andar alterados a los indios y acaudillados. el
Gobernador hizo informacion de los indios naturales, y hallo que el cacique de Lachira
con sus principales, y otro llamado almotaje, tenian concertado de matar a los cristianos
el dia que llego el Gobernador. Vista la informacion, el Gobernador envio secretamente
a prender al cacique de almotaje y los principales indios, y el prendio tambien al de
Lachira y algunos de sus principales, los cuales confesaron el delicto. Luego mando
hacer justicia, quemando al cacique de almotaje y a
sus principales e algunos indios y a todos los principales de Lachira: deste cacique de
Lachira no fizo justicia, porque parecio no tener tanta culpa y ser apremiado de sus
principales, y porque estas dos poblaciones quedaban sin cabezas y se perderian; al cual
apercibio que de alli adelante fuese bueno, que a la primera ruindad no le perdonaria, y
que recogiese toda su gente y la de almotaje, y la gobernase e rigiese hasta que un
muchacho, heredero en el senorio de almotaje, fuese de edad para gobernar. este castigo
puso mucho temor en toda la comarca; de manera que una junta que se dijo que tenian
urdida todos los comarcanos para venir a dar sobre el Gobernador y espanoles, se
deshizo, y de alli adelante todos sirvieron mejor, con mas temor que antes. Hecha esta
justicia, y recogida toda la gente y fardaje que vino de Tumbez, vista aquella comarca y
ribera por el reverendo padre Vicente de Valverde, religioso de la orden de santo
Domingo, y por los oficiales de su majestad, el Gobernador, con acuerdo destas
personas, como sus majestades mandan (porque en esta comarca y ribera concurren las
causas y cualidades que debe haber en tierra que ha de ser poblada de espanoles, y los
naturales della podran servir sin padescer fatiga demasiada, teniendo principalmente
respecto a su conservacion como es la voluntad de su
majestad que se tenga), asento y fundo pueblo en nombre de su majestad. Junto a la
ribera deste rio, seis leguas del puerto de mar, hay un cacique senor de una poblacion
que se llama Tangarara, a la cual se puso por nombre San Miguel; y porque los navios
que habian venido de Panama no recebiesen detrimento dilatandose su tornada, el
Gobernador, con acuerdo de los oficiales de sus majestades, mando fundir cierto oro
que estos caciques y el de Tumbez habian dado de presente, y sacado el quinto
pertenesciente a sus majestades, la resta perteneciente a la compania el Gobernador la
tomo prestada de los companeros para pagarla del primer oro que se hubiese, y con este
oro despacho los navios,
pagados sus fletes, y los mercaderes despacharon sus mercadurias y se partieron. el
Gobernador envio a avisar al capitan almagro, su companero, cuanto seria deservido
Dios y su majestad de intentar y hacer nueva poblacion para estorbarle su proposito.
Habiendo proveido el Gobernador el despacho destos navios, repartio entre las personas
que se avecindaron en este pueblo las tierras y solares, porque los vecinos sin ayuda y
servicio de los naturales no se podian sostener ni poblarse el pueblo, y sirviendo sin
estar repartidos los caciques en personas que los administrasen, los naturales recebirian
mucho dano; porque, como los espanoles tengan conoscidos a los indios que tienen
administracion, son bien tratados y conservados. a esta causa, con acuerdo del religioso
y de los oficiales que les parecio convenir asi al servicio de Dios y bien de los naturales,
el Gobernador deposito los caciques y indios en los vecinos deste pueblo, porque los
ayudasen a sostener, y los cristianos los doctrinasen en nuestra santa fe conforme a los
mandamientos de su majestad; entre tanto que provee lo que mas conviene al servicio
de Dios y suyo y bien del pueblo y de los naturales de la tierra, fueron elegidos alcaldes
y regidores y otros oficiales publicos, a los cuales fueron dadas ordenanzas por donde se
rigiesen.
047026 Tuvo noticia el Gobernador que la via de Chincha y del Cuzco hay muchas y
grandes poblaciones abundosas y ricas; y que doce o quince jornadas deste pueblo esta
un valle poblado que se dice Caxamalca, adonde reside atabalipa, que es el mayor senor
que al presente hay entre los naturales, al cual todos obedecen; y que de lejas tierras de
donde es natural, ha venido conquistando; y como llego a la provincia de Caxamalca
(por ser tan rica y apacible), asento en ella, y de alli va conquistando mas tierra; y por
ser este senor tan temido, los comarcanos deste rio no estan domesticos al servicio de su
majestad como conviene, antes se favorescen con este atabalipa, y dicen que a el tienen
por senor y no hay otro, y que pequena parte de su hueste basta para matar a todos los
cristianos; poniendo mucho temor con su acostumbrada crueldad. el Gobernador acordo
de partirse en busca de atabalipa para traerlo al servicio de su majestad, y para pacificar
las provincias comarcanas; porque, este conquistado, lo restante ligeramente seria
pacificado.
048011 Salio el Gobernador de la ciudad de San Miguel en demanda de atabalipa a 24
dias de setiembre ano de 1532. el primero dia de su camino paso la gente el rio en dos
balsas, y los caballos nadando; aquella noche durmio en un pueblo de la otra parte del
rio; en tres dias siguientes llego al valle de Piura, a una fortaleza de un cacique, adonde
hallo un capitan con ciertos espanoles, al cual el habia enviado para pacificar aquel
cacique, y porque no pusiesen en necesidad al cacique de San Miguel; alli estuvo el
Gobernador diez dias reformandose de lo que era menester para su viaje; y contando los
cristianos que llevaba, hallo sesenta y siete de a caballo y ciento diez de a pie, tres
dellos escopeteros y algunos ballesteros; e porque el teniente de San Miguel le escribio
que quedaban alla pocos cristianos, mando pregonar el Gobernador que los que
quisiesen volver a avecindarse en el pueblo de San Miguel que asignarian indios con
que se sostuviesen, como a los otros vecinos que alla quedaban; y que el iria a
conquistar con los que le quedasen, pocos o muchos. De alli se volvieron cinco de
caballo y cuatro de pie. Por manera que se cumplieron con estos cincuenta y cinco
vecinos, sin otros diez o doce que quedaron sin vecindades por su voluntad; al
Gobernador quedaron sesenta y dos de a caballo y ciento y dos de a pie. alli mando el
Gobernador que hiciesen armas los que no las tenian, para sus personas y para sus
caballos; y reformo los ballesteros, cumpliendolos a veinte, y puso un capitan que
tuviese cargo dellos.
049003 Luego que hubo proveido en todo lo que convenia, se partio con la gente; y
habiendo caminado hasta mediodia, llego a una plaza grande cercada de tapias, de un
cacique llamado Pabor; el Gobernador y su gente se aposentaron alli. Supose que este
cacique era gran senor, el cual al presente estaba destruido; que el Cuzco viejo, padre de
atabalipa, le habia destruido veinte pueblos y muerto la gente dellos. Con todo este
dano, tenia mucha gente, y junto con el esta otro su hermano, tan gran senor como el.
estos eran de paz, depositados en la ciudad de San Miguel; esta poblacion y la de Piura
esta en unos valles llanos muy buenos. el Gobernador se informo alli de los pueblos y
caciques comarcanos y del camino de Caxamalca, y informaronle que dos jornadas de
alli habia un pueblo grande, que se dice Caxas, en cl cual habia guarnicion de atabalipa
esperando a los cristianos, si fuesen por alli. Sabido por el Gobernador, mando
secretamente a un capitan con gente de pie y de caballo, para que fuese al pueblo de
Caxas, porque si alli hobiese gente de atabalipa no tomasen soberbia yendo a ellos; y
mandole que buenamente procurase de los pacificar y traellos a servicio de su majestad,
requiriendoles por sus mandamientos. Luego aquel dia se partio el capitan; otro dia se
partio el Gobernador, y llego a un pueblo llamado Zaran, donde espero al capitan que
fue a Caxas; el cacique del pueblo trujo al Gobernador mantenimiento de ovejas y otras
cosas, a una fortaleza donde el Gobernador
llego a mediodia. otro dia partio de la fortaleza y llego al pueblo de Zaran, en el cual
mando asentar su real para esperar al capitan que habia ido a Caxas; el cual desde en
cinco dias envio un mensajero al Gobernador, haciendole saber lo que les habia
sucedido. el Gobernador respondio luego como en aquel pueblo quedaba esperando que
desque hubiesen negociado viniesen a se juntar con el; y que de camino visitasen y
pacificasen otro pueblo que esta cerca de la ciudad de Caxas, que se dice de Gicabamba;
y que tenia noticia que este cacique de Zaran es senor de buenos pueblos y de un valle
abundoso, el cual esta depositado en los vecinos de la ciudad de San Miguel. el ocho
dias que el Gobernador estuvo esperando al capitan se reformaron los espanoles, y
aderezaron sus caballos para la conquista y viaje. Venido el capitan con su gente, hizo
relacion al Gobernador de lo que en aquellos pueblos habia visto; en que dijo que habia
estado dos dias y una noche hasta llegar a Caxas, sin reposar mas de a comer, subiendo
grandes sierras por tomar de sobresalto aquel pueblo; y que con todo esto no pudo llegar
(aunque llevo buenas guias) sin que en el camino topase con espias del pueblo; y que
algunos dellos fueron tomados, de los cuales supieron como estaba la gente; y puestos
los cristianos en orden, siguio su camino hasta llegar al pueblo, y a la entrada del hallo
un asiento de real donde parecio haber estado gente de guerra. el pueblo de Caxas esta
en un valle pequeno entre
unas sierras, y la gente del pueblo estaba algo alterada; y como el capitan les dio
seguro, y les hizo entender como venia de parte del Gobernador para los recebir por
vasallos del emperador; entonces salio un capitan, que dijo que estaba por atabalipa
recibiendo los tributos de aquellos pueblos, del cual se informo del camino de
Caxamalca, y de la intencion que atabalipa tenia para recebir a los cristianos, y de la
ciudad del Cuzco, que esta de alli treinta jornadas; que tiene la cerca un dia de andadura,
y la casa de aposento del Cacique tiene cuatro tiros de ballesta, y que hay una sala
donde esta muerto el Cuzco viejo, que el suelo esta chapado de plata, y el techo y las
paredes de chapas de oro y plata entretejidas. Y que aquellos pueblos habian estado
hasta un ano antes por el Cuzco, hijo del Cuzco viejo; que hasta que atabalipa, su
hermano, se levanto, y ha venido conquistando la tierra, echandoles grandes pechos y
tributos, y que cada dia hace en ellos grandes crueldades, y que, demas del tributo que le
dan de sus haciendas y granjerias, se lo dan de sus hijos y hijas. Y que aquel asiento de
real que alli estaba fue de atabalipa, que pocos dias antes se habia ido de alli con cierta
parte de su hueste, y que se hallo en aquel pueblo de Caxas una casa grande, fuerte y
cercada de tapias, con sus puertas, en la cual estaban muchas mujeres hilando y tejiendo
ropas para la hueste de atabalipa, 8in tener varones, mas de los porteros
que las guardaban, y que a la entrada del pueblo habia ciertos indios ahorcados de los
pies; y supo deste principal que atabalipa los mando matar porque uno dellos entro en la
casa de las mujeres a dormir con una; al cual, y a todos los porteros que consintieron,
ahorco.
051019 Como este capitan hubo apaciguado este pueblo de Caxas, fue al de
Guacamba, que es una jornada de alli, y es mayor que el de Caxas y de mejores
edificios, y la fortaleza toda de piedra bien labrada, asentadas las piedras grandes de
largo de cinco y seis palmos, tan juntas, que parece no haber entre ellas mezcla, con su
azutea alta de canteria, con dos escaleras de piedra en medio de dos aposentos. Por
medio deste pueblo y del de Caxas pasa un rio pequeno, de que los pueblos se sirven, y
tienen sus puentes con calzadas muy bien hechas. Pasa por aquellos dos pueblos un
camino ancho, hecho a mano, que atraviesa toda aquella tierra, y viene desde el Cuzco
hasta Guito, que hay mas de trescientas leguas; va llano, y por la sierra bien labrado; es
tan ancho, que seis de a caballo pueden ir por el a la par sin llegar uno a otro; van por el
camino canos de agua traidos de otra parte, de donde los caminantes beben. a cada
jornada hay una casa a manera de venta, donde se aposentan los que van y vienen. a la
entrada deste camino en el pueblo de Caxas, esta una casa al principio de una puente,
donde reside una guarda que recibe el portazgo de los que van y vienen, y paganlo en la
mesma cosa que llevan; y ninguno puede sacar carga del pueblo si no la mete. aquesta
costumbre tienen antiguamente, y atabalipa la suspendio en cuanto tocaba a lo que
sacaban para su gente de guarnicion. ningun pasajero puede entrar ni salir por otro
camino
con carga, sino por do esta la guarda, so pena de muerte. Tambien dijo que hallo en
estos dos pueblos dos casas llenas de calzado y panes, de sal y un manjar que parecia
albondigas, y deposito de otras cosas para la hueste de atabalipa; y dijo que aquellos
pueblos tenian buena orden y vivian politicamente. Con el capitan vino un indio
principal con otros algunos, y dijo el capitan que aquel indio habia venido con cierto
presente para el Gobernador; este mensajero dijo al Gobernador que su senor atabalipa
le envia desde Caxamalca para le traer aquel presente, que eran dos fortalezas a manera
de fuente, figuradas en piedra, con que beba, y dos cargas de patos secos desollados,
para que, hechos polvos, se sahume con ellos, porque asi se usa entre los senores de su
tierra; y que le envia a decir que el tiene voluntad de ser su amigo, y esperalle de paz en
Caxamalca. el Gobernador recibio el presente y le hablo bien, diciendo que holgaba
mucho de su venida, por ser mensajero de atabalipa, a quien el deseaba ver por las
nuevas que del oia; que, como el supo que hacia guerra a sus contrarios, determino de ir
a verlo y ser su amigo y hermano, y favorecerlo en su conquista con los cristianos que
con el venian; y mando que le diesen de comer a el y a los que con el venian, y todo lo
que hubiesen menester, y fuesen bien aposentados, como embajadores de tan gran
senor; y despues que hubieron reposado, los mando venir ante si, y les dijo que si
querian volver o reposar alli algun
dia, que hiciesen a su voluntad. el mensajero dijo que queria volver con la respuesta a
su senor; el Gobernador le dijo: “Dirasle de mi parte lo que te he dicho, que no parare en
algun pueblo del camino por llegar presto a verme con el”. Y diole una camisa y otras
cosas de Castilla para que le llevase. Partido este mensajero, el Gobernador se detuvo
alli dos dias, porque la gente que habia venido de Caxas venia fatigada del camino; y
entre tanto escribio a los vecinos del pueblo de San Miguel la relacion que de la tierra
tenia y las nuevas de atabalipa, y les envio las dos fortalezas y ropas de lana de la tierra
que de Caxas trujeron (que es cosa de ver en espana la obra y primeza della, que mas se
juzgara ser seda que de lana, con muchas labores y figuras de oro, de martillo, muy bien
asentado en la ropa). Como el Gobernador hubo despachado estos mensajeros para el
pueblo de San Miguel, el se partio, y anduvo tres dias sin hallar pueblo ni agua, mas do
una fuente pequena, de donde con trabajo se proveyo. al cabo de tres dias llego a una
gran plaza cercada, en la cual no hallo gente; supose que es de un cacique senor de un
pueblo que se dice Copiz, que esta cerca de alli en un valle, y que aquella fortaleza esta
despoblada porque no tenia agua. otro dia madrugo el Gobernador con la luna, porque
habia gran jornada hasta llegar a poblado; a mediodia llego a una casa cercada con muy
buenos aposentos, de donde le salieron a recebir algunos indios; y porque alli no habia
agua
ni mantenimientos, se fue dos leguas de alli al pueblo del cacique; llegando alla, mando
que la gente se aposentase junta en cierta parte del. alli supo el Gobernador de los
principales indios de aquel pueblo, que se llama Motux, que el cacique del estaba en
Caxamalca y que habia llevado trescientos hombres de guerra. Hallose alli un capitan
puesto por atabalipa. alli reposo el Gobernador cuatro dias, y en ellos vio alguna parte
de la poblacion deste cacique, que parecio tener mucha en un valle abundoso. Todos los
pueblos que hay de alli hasta el pueblo de San Miguel estan en valles, y asimesmo todos
aquellos de que se tiene noticia que hay hasta el pie de la sierra que esta cerca de
Caxamalca. Por este camino toda la gente tiene una mesma manera de vivir: las mujeres
visten una ropa larga que arrastra por el suelo, como habito de mujeres de Castilla; los
hombres traen unas camisas cortadas; es gente sucia, comen carne y pescado, todo
crudo; el maiz comen cocido y tostado; tienen otras suciedades de sacrificios y
mezquitas, a las cuales tienen en veneracion; todo lo mejor de sus haciendas ofrescen en
ellas. Sacrifican cada mes a sus propios hijos, y con la sangre dellos, untan las caras a
los idolos y las puertas a las mezquitas, y echan della encima de las sepulturas de los
muertos; y los mesmos de quien hacen sacrificio se dan de voluntad a la muerte, riendo
y bailando y cantando, y ellos la piden despues que estan hartos
de beber, antes que les corten las cabezas; tambien sacrifican ovejas. Las mezquitas son
diferenciadas de las otras casas, cercadas de piedra y de tapia, muy bien labradas,
asentadas en lo mas alto de los pueblos; en Tumbez y en estas poblaciones usan un traje
y tienen los mesmos sacrificios. Siembran de regadio en las vegas de los rios,
repartiendo las aguas en acequias; cogen mucho maiz y otras semillas y raices, que
comen; en esta tierra llueve poco.
054030 El Gobernador camino dos dias por unos valles muy poblados, durmiendo a
cada jornada en casas fuertes cercadas de tapias; los senores destos pueblos dicen que el
Cuzco viejo posaba en estas casas cuando iba camino por una tierra arenosa y seca,
hasta que llego a otro valle bien poblado, por el cual pasa un rio furioso y grande; y
porque iba crecido, el Gobernador durmio de aquella parte, y mando a un capitan que lo
pasase a nado con algunos que sabian nadar; que fuese a los pueblos de la otra parte,
porque no viniese gente a estorbar el paso. el capitan Hernando Pizarro paso, y los
indios de un pueblo que estan a la otra parte vinieron a el de paz, y aposentose en una
fortaleza cercada; y como viese que estaban alzados los indios de los pueblos, que
aunque algunos indios salieron a el de paz, todos los pueblos estaban yermos y la tropa
alzada, el les pregunto por atabalipa, si sabian que esperaba de paz o de guerra a los
cristianos; y ninguno le quiso decir verdad, por temor que tenia de atabalipa, hasta que
tomado aparte un principal y atormentado, dijo que atabalipa esperaba de guerra con su
gente en tres partes, la una al pie de la sierra, y otra en Caxamalca, con mucha soberbia,
diciendo que ha de matar a los cristianos; lo cual dijo este principal que el lo habia oido.
otro dia por la manana lo hizo saber el capitan al Gobernador. Luego mando el
Gobernador cortar arboles de la una parte y de la otra del rio, con que la gente
y fardaje pasase; y fueron hechos tres pontones, por donde en todo aquel dia paso la
hueste y los caballos a nado; en todo esto trabajo el Gobernador mucho fasta ser pasada
la gente; y como hubo pasado, se fue a aposentar a la fortaleza donde el capitan estaba;
y mando llamar a un cacique, del cual supo que atabalipa estaba adelante de Caxamalca,
en Guamachuco, con mucha gente de guerra, que serian cincuenta mil hombres; como el
Gobernador oyo tanto numero de gente, creyendo que erraba el Cacique en la cuenta,
informose de su manera de contar, y supo que cuentan de uno hasta diez, y de diez hasta
ciento, y de diez cientos, hacen mil, y cinco dieces de millares era la gente que atabalipa
tenia. este cacique de quien el Gobernador se informo es el principal de los de aquel rio;
el cual dijo que al tiempo que vino atabalipa por aquella tierra, el se habia escondido por
temor; y como no lo hallo en sus pueblos, de cinco mil indios que tenia, le mato los
cuatro mil, y le tomo sciscientas mujeres y seiscientos mochachos para repartir entre su
gente de guerra; e dijo que el cacique senor de aquel pueblo y fortaleza donde estaba se
llama Cinto, y estaba con atabalipa.
056006 Aqui reposo el Gobernador y su gente cuatro dias; y un dia antes que se
hubiese de partir hablo con un indio principal de la provincia de San Miguel, y le dijo si
se atrevia a ir a Caxamalca por espia y traer aviso de lo que hobiese en la tierra. el indio
respondio: “no osare ir por espia; mas ire por tu mensajero a hablar con atabalipa, y
sabre si hay gente de guerra en la sierra, y el proposito que tiene atabalipa.” el
Gobernador le dijo que fuese como quisiese; y que si en la sierra hobiese gente, como
alli habian sabido, que le enviase aviso con un indio de los que consigo llevaba, y que
hablase con atabalipa y su gente, y les dijese el buen tratamiento que el y los cristianos
hacen a los caciques de paz, y que no hacen guerra sino a los que se ponen en ella, y que
de todo les dijese verdad, segun lo que habia visto; y que si atabalipa quisiese ser bueno,
que el seria su amigo y hermano, y le favoreceria y ayudaria en su guerra. Con esta
embajada se partio aquel indio, y el Gobernador prosiguio su viaje por aquellos valles,
hallando cada dia pueblo con su casa cercada como fortaleza, y en tres jornadas llego a
un pueblo que esta al pie de la sierra, dejando a la mano derecha el camino que habia
traido, porque aquel va siguiendo por aquellos valles a Chincha, y este otro va a
Caxamalca derecho; el cual camino se supo que iba hasta Chincha poblado de buenos
pueblos, y viene desde el rio de San Miguel, hecho de calzada, cercado
de ambas partes de tapia; dos carretas pueden ir por el a la par, y de Chincha va al
Cuzco, y en mucha parte del van arboles de una parte y otra, puestos a mano para que
hagan sombra al camino. este camino se hizo para el Cuzco viejo, por donde venia a
visitar su tierra, y aquellas casas cercadas eran sus aposentos. algunos de los cristianos
fueron de parecer que fuese el Gobernador con ellos por aquel camino a Chincha,
porque por el otro camino habia una mala sierra de pasar antes de llegar a Caxamalca, y
en ella habia gente de guerra de atabalipa, y yendo por alli se les podia seguir algun
detrimento. el Gobernador respondio que ya tenia noticia atabalipa que el iba en su
demanda desde que partio del rio de San Miguel; que si dejasen aquel camino dirian los
indios que no osaban ir a ellos, y tomarian mas soberbia de la que tenian; por lo cual, y
por otras muchas causas, dijo que no se habia de dejar el camino comenzado, y ir a do
quiera que atabalipa estuviese; que todos se animasen a hacer come dellos esperaba; que
no les pusiese temor la mucha gente que decian que tenia atabalipa; que, aunque los
cristianos fuesen menos, el socorro de nuestro Senor es suficiente para que ellos
desbaratasen a los contrarios y los hacer venir en conoscimiento de nuestra santa fe
catolica, como cada dia se ha visto hacer nuestro Senor milagros en otras mayores
necesidades; que asi lo haria en la presente, pues iban con buena intencion de atraer
aquellos infieles al conoscimiento de la verdad, sin les hacer mal ni dano, sino a los que
quisieren contrade cirlo y ponerse en armas.
057025 Hecho este razonamiento por el Gobernador, todos dijeron que fuese por el
camino que le pareciese que mas convenia; que todos le seguirian con mucho animo, y
al tiempo del efecto veria lo que cada uno hacia. Llegados al pie de la sierra, reposaron
un dia para dar orden en la subida. Habido su acuerdo el Gobernador con personas
experimentadas, determino de dejar la retaguarda y fardaje, y tomo consigo cuarenta de
a caballo y sesenta de a pie, y los demas dejo con un capitan, y mandole que fuese en su
seguimiento muy concertadamente, y que el le avisaria de lo que hobiese de hacer. Con
este concierto comenzo a subir el Gobernador; los caballeros llevaban sus caballos de
diestro, hasta que a mediodia llegaron a una fortaleza cercada, que esta encima de una
sierra en un mal paso, que con poca gente de cristianos se guardaria a una gran hueste,
por que era tan agria, que por partes habia que subian como por escaleras, y no habia
otra parte por do subir sino por solo aquel camino. Subiose este paso sin que alguna
gente lo defendiese; esta fortaleza esta cercada de piedra, asentada sobre una sierra
cercada de pena tajada. alli paro el Gobernador a descansar y a comer; es tanto el frio
que hace en esta sierra, que, como los caballos venian hechos al calor que en los valles
hacia, algunos dellos se resfriaron. De alli fue el Gobernador a dormir a otro pueblo, y
hizo mensajero a los que
atras venian, haciendoles saber que seguramente podian subir aquel paso; que
trabajasen por venir a dormir a la fortaleza. el Gobernador se aposento aquella noche en
aquel pueblo en una casa fuerte, cercada de piedra y labrada de canteria, tan ancha la
cerca como cualquier fortaleza de espana, con sus puertas; que si en esta tierra hobiese
los maestros y herramientas de espana no pudiera ser mejor labrada la cerca. La gente
deste pueblo era alzada, excepto algunas mujeres y pocos indios, de los cuales mando el
Gobernador a un capitan que tomase de los mas principales dos, y les preguntase a cada
uno por si de las cosas de aquella tierra y donde estaba atabalipa, si esperaba de paz o de
guerra. el capitan supo dellos como habia tres dias que atabalipa era venido a
Caxamalca y que tenia consigo mucha gente; que no sabian lo que queria hacer; que
siempre habian oido que queria paz con los cristianos, y que la gente deste pueblo
estaba por atabalipa. Ya que el sol se queria poner llego un indio de los que habia
llevado el indio que el Gobernador envio por mensajero, y dijo que le habia en viado el
principal indio que iba por mensajero desde cerca de Caxamalca, porque alli habia
encontrado dos mensajeros de atabalipa que venian atras; que otro dia llegarian y que
atabalipa estaba en Caxamalca, y que el no quiso parar hasta ir a hablar a atabalipa, y
que el volveria con la respuesta, y que en el camino no habia hallado gente de guerra.
Luego el
Gobernador hizo saber todo esto por su carta al capitan que habia quedado con el
fardaje, y que otro dia caminaria pequena jornada por esperalle, y de alli caminaria toda
la gente junta. otro dia por la manana camino el Gobernador con su gente, subiendo
todavia la sierra, y paro en lo alto della en un llano cerca de unos arroyos de agua, para
esperar a los que atras venian. Los espanoles se aposentaron en sus toldos de algodon
que traian, haciendo fuego por defenderse del gran frio que en la sierra hacia; que en
Castilla en tierra de campos no hace mayor frio que en esta sierra; la cual es rasa de
monte, toda llena de una yerba como esparto corto; algunos arboles hay adrados, y las
aguas son tan frias, que no se pueden beber sin calentarse. Dende a poco rato que el
Gobernador habia aqui reposado llego la retaguarda, y por otra parte los mensajeros que
atabalipa enviaba, los cuales traian diez ovejas. Llegados ante el Gobernador, y hecho
su acatamiento, dijeron que atabalipa enviaba aquellas ovejas para los cristianos y para
saber el dia que llegarian a Caxamalca, para les enviar comida al camino. el Gobernador
los recibio bien, y les dijo que se holgaba con su venida, por enviarlos su hermano
atabalipa; que el iria lo mas presto que pudiese. Despues que hobieron comido y
reposado, el Gobernador les pregunto de las cosas de la tierra y de las guerras que tenia
atabalipa. el uno dellos respondio que cinco dias habia que atabalipa estaba en
Caxamalca para
esperar alli al Gobernador, y que no tenia consigo sino poca gente; que la habia enviado
a dar guerra al Cuzco, su hermano. Preguntole el Gobernador en particular lo que habia
pasado en todas aquellas guerras, y atabalipa es hijo del Cuzco viejo, que es ya
fallecido, el cual senoreo todas estas tierras; y a este su hijo atabalipa dejo por senor de
una gran provincia que esta adelante de Tomipunxa, la cual se dice Guito, y a otro su
hijo mayor dejo todas las otras tierras y se fiorio principal; y por ser sucesor del senorio
se llama Cuzco, como su padre. Y no contento con el senorio que tenia, vino a dar
guerra a su hermano atabalipa, el cual le envio mensajeros rogandole que le dejase
pacificamente en lo que su padre le habia dejado por herencia; y no lo queriendo hacer
el Curco, mato a; sus herederos y a un hermano de los dos que fue con la embajada.
Visto esto por atabalipa, salio a el con mucha gente de guerra hasta llegar a la provincia
de Tumepomba, que era del senorio de su hermano; y por defenderse de la gente, quemo
el pueblo principal de aquella provincia y mato toda la gente. e alli le vinieron nuevas
que su hermano habia entrado en su tierra haciendo guerra, y fue sobre el; y como el
Cuzco supo su venida, fuese huyendo a su tierra. atabalipa fue conquistando las tierras
del Cuzco, sin que algun pueblo se le defendiese, porque sabian el castigo que en
Tumepomba hizo, y de todas las tierras que senoreaba se rehacia de gente de guerra. Y
como llego
a Caxamalea pareciole la tierra buena y abundante, y asento alli, para acabar de
conquistar toda la otra tierra de su hermano, y envio con un capitan dos mil hombres de
guerra sobre la ciudad donde su hermano reside; y como su hermano tenia mucho
numero de gente, matole estos dos mil hombres; y atabalipa torno a enviar mas gente
con dos capitanes, seis meses ha, y de pocos dias aca le han venido nuevas destos dos
capitanes, que han ganado toda la tierra del Cuzco hasta llegar a su pueblo, y han
desbaratado a el y a su gente, y traen presa su persona, y le tomaron mucho oro y plata.”
el Gobernador dijo al mensajero: “Mucho he holgado de lo que me has dicho, por saber
de la victoria de tu senor; porque, no contento su hermano con lo que tenia, queria
abajar a tu senor del estado en que su padre le habia dejado. a los soberbios les acaece
como al Cuzco; que no solamente no alcanzan lo que malamente desean, pero aun ellos
quedan perdidos en bienes y personas.” Y creyendo el Gobernador que todo lo que este
indio habia dicho era de parte de atabalipa, por poner temor a los cristianos y dar a
entender su poderio y destreza, dijo al mensajero: “Bien creo que lo que has dicho es
asi, porque atabalipa es gran senor, y tengo nuevas que es buen guerrero; mas hagote
saber que mi senor el emperador, que es rey de las espanas y de todas las indias y
Tierra-Firme, y senor de todo el mundo, tiene
muchos criados mayores senores que atabalipa, y capitanes suyos han vencido y
prendido a muy mayores que atabalipa y su hermano y su padre; y el emperador me
envio a estas tierras a traer a los moradores dollas en conocimiento de Dios y en su
obediencia, y con estos pocos cristianos que conmigo vienen he yo desbaratado mayores
senores que atabalipa. Y si el quisiere mi amistad y reccbirme de paz, como otros
senores han hecho, yo le sere buen amigo y le ayudare en su conquista, y se quedara en
su estado; porque yo voy por estas tierras de largo hasta descubrir la otra mar; y si
quisiere guerra, yo se la hare, como la he hecho al cacique de la isla de Santiago y al de
Tumbez, y todos los demas que conmigo la han querido; que yo a ninguno hago guerra
ni enojo si el no la busca.”
061029 Oidas estas cosas por los mensajeros, estuvieron un rato como atonitos, que no
hablaron, oyendo que tan pocos espanoles hacian tan grandes hechos; y de ahi a poco
dijeron que se querian ir con la respuesta a su senor y decille que los cristianos irian
presto, porque les enviase refresco al camino; y el Gobernador los despidio. otro dia por
la manana tomo el camino todavia por la sierra, y en unos pueblos que cerca de alli en
un valle hallo fue a dormir aquella noche. Y luego que el senor Gobernador alli fue
llegado, vino el principal mensajero que atabalipa habia primero enviado con el presente
de las fortalezas que vino a Zaran por la via de Caxas. el Gobernador mostro holgarse
mucho con el, y le pregunto que tal quedaba atabalipa; el respondio que bueno, y le
enviaba con diez ovejas que traia para los cristianos, y fablo muy desenvueltamente, y
en sus razones parecia hombre vivo. Como hubo hecho su razonamiento, pregunto el
Gobernador a las lenguas que que decia. Dijeron que lo mesmo que habia dicho el otro
mensajero el dia antes, y otras muchas razones alabando el gran estado de su senor y la
gran pujanza de su hueste, y asegurando y certificando al Gobernador que atabalipa le
recibiria de paz y lo queria tener por amigo y hermano. el Gobernador le respondio con
muy buenas palabras, como al otro habia respondido. este embajador traia servicio de
senor y cinco o seis vasos de oro fino, con que bebia, y con ellos daba de beber a
los espanoles de la chicha que traia, y dijo que con el Gobernador se queria ir hasta
Caxamalca.
062021 Otro dia por la manana se partio el Gobernador y camino por las sierras como
primero, y llego a unos aposentos de atabalipa, adonde reposo un dia. otro dia vino alli
el mensajero que habia enviado el Gobernador a atabalipa, que era un principal indio de
la provincia de San Miguel; y viendo al mensajero de atabalipa, que presente estaba,
arremetio contra el, y trabole de las orejas, tirando reciamente, hasta que el Gobernador
mando que lo soltase, que dejandolos, hubiera entre ellos mala escaramuza. Preguntole
el Gobernador que por que habia hecho aquello al mensajero de su hermano atabalipa;
el dijo: “este es un gran bellaco, llevador de atabalipa, y viene aqui a decir mentiras,
mostrando ser persona principal; que atabalipa esta de guerra fuera de Caxamalca en el
campo, y tiene mucha gente; que yo halle el pueblo sin gente, y de ahi fui a las tiendas,
y vi que tiene mucha gente y ganado y muchas tiendas, y todos estan a punto de guerra,
y a mi me quisieron matar, si no fuera porque les dije que si me mataban, que matarian
aca a los embajadores de alla, y que hasta que yo volviese no los dejarian ir; y con esto
me dejaron; y no me quisieron dar de comer, sino que me RESCATASE. Dijeles que
me dejasen ver a atabalipa y decirle mi embajada, y no quisieron, diciendo que estaba
ayunando y no podia hablar con nadie. un tio suyo salio a hablar conmigo y yo le dije
que era tu mensajero y todo lo que mas mandaste que yo dijese. el me pregunto que
gente son los cristianos y que armas traen. e yo le dije que son valientes hombres y muy
guerreros; que traen caballos que corren como viento, y los que van en ellos llevan unas
lanzas largas y con ellas matan a cuantos hallan, porque luego en dos saltos los
alcanzan, y los caballos con los pies y bocas matan muchos, Los cristianos que andan a
pie dije que son muy sueltos, y traen en un brazo una rodela de madera con que se
defienden y jubones fucrtes colchados de algo don y unas espadas muy agudas que
cortan por ambas partes de golpe un hombre por medio, y a una oveja llevan la cabeza,
y con ella cortan todas las armas que los indios tienen; y otros traen ballestas que tiran
de lejos, que de cada saetada matan un hombre, y tiros de polvora que tiran pelotas de
fuego, que matan mucha gente. ellos dijeron que todo es nada; que los cristianos son
pocos y los caballos no traen armas, que luego los mataran con sus lanzas. Yo dije que
tienen los cueros duros, que sus lanzas no los podran pasar, y dijeron que de los tiros de
fuego no tienen temor, que no traen los cristianos mas que dos. al tiempo que me queria
venir les rogue que me dejasen ver a atabalipa, pues sus mensajeros ven y hablan al
Gobernador, que es mejor que el, y no me quisieron dejar hablar con el, y asi me vine.
Pues mirad si tengo razon de matar a este; porque siendo un llevador de atabalipa
principal, no me
quisieron dejar hablar con atabalipa ni darme de comer, y con buenas razones me
defendi que no me mataron.” el mensajero de atabalipa respondio muy atemorizado de
ver que el otro indio hablaba con tanto atrevimiento, y dijo que si no habia gente en el
pueblo de Caxamalca era por dejar las casas vacias en que los cristianos se aposentasen,
y “atabalipa esta en el campo porque asi lo tiene de costumbre despues que comenzo la
guerra; y si no te dejaron hablar con atabalipa fue porque ayunaba, como tiene de
costumbre, y no te le dejaron ver, porque los dias que ayuna esta retraido, y ninguno no
le habla en aquel tiempo, y ninguno osaria hacerle saber que tu estabas alli; que si el lo
supiera, el, te hiciera entrar y dar de comer.” otras muchas razones dijo, asegurando que
atabalipa estaba esperando de paz. Si todos los razonamientos que entre este indio y el
Gobernador pasaron se hobiesen de escrebir por extenso, seria hacer escriptura, y por
abreviar va en suma. el Gobernador dijo que bien creia que era asi como el decia,
porque no tenia menos confianza de su hermano atabalipa; y no dejo de le hacer tan
buen tratamiento de ahi adelante como antes; rinendo con el indio su mensajero, dando
a entender que le pesaba porque le habia maltratado en su presencia; teniendo en lo
secreto por cierto que era verdad lo que su indio habia dicho, por el conocimiento que
tenia de las cautelosas manas de los indios.
064028 Otro dia partio el Gobernador, y fue a dormir a un llano de Zavana por llegar
otro dia a mediodia a Caxamalca, que decian que estaba cerca. alli vinieron mensajeros
de atabalipa con comida para los cristianos. otro dia en amaneciendo partio el
Gobernador con su gente puesta en orden, y anduvo hasta una legua de Caxamalca,
donde espero que se juntase la retaguarda; y toda la gente y caballos se armaron, y el
Gobernador los puso en concierto para la entrada del pueblo, y hizo tres haces de los
espanoles de a pie y de a caballo.
065001 Con esta orden camino, enviando mensajeros a atabalipa que viniese alli al
pueblo de Caxamalca para verse con el. Y en llegando a la entrada de Caxamalca,
vieron estar el real de atabalipa una legua de Caxamalca, en la halda de una sierra.
Llego el Gobernador a este pueblo de Caxamalca vicrnes a la hora de visperas, que se
contaron 15 dias de noviembre ano del Senor de 1532. en medio del pueblo esta una
plaza grande cercada de tapias y de casas de aposento, y por no hallar el Gobernador
gente, reparo en aquella plaza, y envio un mensajero a atabalipa haciendole saber como
era llegado; que viniese a verse con el y a mostrarle donde se aposentase. entre tanto
mando ver el pueblo, porque si hobiese otra mejor fuerza asentase alli el real; y mando
que estuviesen todos en la plaza, y los de a caballo sin apearse hasta ver si atabalipa
venia, y visto el pueblo, no se hallaron mejores aposentos que la plaza. este pueblo, que
es el principal de este valle, esta asentado en la halda de una sierra; tiene una legua de
tierra llana; pasan por este valle dos rios; este valle va llano, mucha tierra poblada de
una parte, y de otra cercado de sierras. este pueblo es de dos mil vecinos; a la entrada
del hay dos puentes, porque por alli pasan dos rios. La plaza es mayor que ninguna de
espana, toda cercada con dos puertas, que salen a las calles del pueblo. Las casas della
son de mas de doscientos pasos en largo, son muy bien hechas,
cercadas de tapias fuertes, de altura de tres estados; las paredes y el techo cubierto de
paja y madera asentada sobre las paredes; estan dentro destas casas unos aposentos
repartidos en ocho cuartos muy mejor hechos que ninguno de los otros. Las paredes
dellos son de piedra de canteria muy bien labradas, y cercados estos aposentos por si
con su cerca de canteria y sus puertas, y dentro en los patios sus pilas de agua traida de
otra parte por canos para el servicio destas casas; por la delantera desta plaza, a la parte
del campo, esta encorporada en la plaza una fortaleza de piedra con una escalera de
canteria, por donde suben de la plaza a la fortaleza; por la delantera della, a la parte del
campo, esta otra puerta falsa pequena, con otra escalera angosta, sin salir de la cerca de
la plaza. Sobre este pueblo, en la ladera de la sierra, donde comienzan las casas del, esta
otra fortaleza asentada en un penol, la mayor parte del tajado. esta es mayor que la otra,
cercada de tres cercas, fecha subida como caracol. Fuerzas son que entre indios no se
han visto tales: entre la sierra y esta plaza grande esta otra plaza mas pequena, cercada
toda de aposentos; y en ellos habia muchas mujeres para el servicio de aqueste
atabalipa. Y antes de entrar en este pueblo hay una casa cercada de un corral de tapia, y
en el una arboleda puesta por mano. esta casa dicen que es del sol, porque en cada
pueblo hacen sus mezquitas al sol. otras mezquitas
hay en este pueblo, y en toda esta tierra las tienen en veneracion, y cuando entran en
ellas se quitan los zapatos a la puerta. La gente de todos estos pueblos, despues que se
subio a la sierra, hacen ventaja a toda la otra que queda atras, porque es gente limpia y
de mejor razon, y las mujeres muy honestas; traen sobre la ropa las mujeres unas reatas
muy labradas, fajadas por la barriga; sobre esta ropa traen cubierta una manta desde la
cabeza hasta media pierna, que parece mantillo de mujer. Los hombres visten camisetas
sin mangas y unas mantas cubiertas. Todas en su casa tejen lana y algodon, y hacen la
ropa que es menester, y calzado para los hombres de lana y algodon, hecho como
zapatos. Como el Gobernador hubo estado con los espanoles esperando que atabalipa
viniese o enviase a darle aposento, y como vio que se hacia ya tarde, envio un capitan
con veinte de a caballo a hablar a atabalipa y a decir que viniese a hablar con el; al cual
mando que fuese pacificamente sin trabar con tienda con su gente, aunque ellos la
quisiesen; que lo mejor que pudiese llegase a hablarle, y volviese con la respuesta. este
capitan llegaria al medio camino cuando el Gobernador subio encima de la fortaleza y
delante de las tiendas vio en el campo gran numero de gente; y porque los cristianos que
habian ido no se viesen en detrimento si les quisiesen ofender, para que
pudiesen mas a su salvo salirse de entre ellos y defenderse, envio otro capitan hermano
suyo con otros veinte de a caballo; al cual mando que no consintiese que hiciesen
ningunas voces. Desde a poco rato comenzo a llover y caer granizo, y el Gobernador
mando a los cristianos que se aposentasen en los aposentos del palacio, y el capitan de
la artilleria con los tiros en la fortaleza. estando en esto vino un indio de atabalipa a
decir al Gobernador que se aposentase donde quisiese, con tanto que no se subiese en la
fortaleza de la plaza; que el no podia venir por cntonces, porque ayunaba. el Gobernador
le respondio que asi lo haria, y que habia enviado a su hermano a rogarle que viniese a
verse con el, porque tenia mucho deseo de verle y conocerle por las buenas nuevas que
del tenia. Con esta respuesta se volvio el mensajero; y el capitan Hernando Pizarro con
los cristianos volvio en anocheciendo. Venidos ante el Gobernador, dijeron que en el
camino habian hallado un mal paso en una cienaga que de antes parecia ser hecho de
calzada, porque desde este pueblo va todo el camino ancho hecho de calzada de piedra y
tierra hasta el real de atabalipa; y como la calzada iba sobre los malos pasos, rompieron
sobre aquel mal paso, y que lo pasaron por otra parte; y que antes de llegar al real
pasaron dos rios, y por delante pasa un rio, y los indios pasan por una puente; y que
desta parte esta el real cercado de agua, y que el capitan que primero fue dejo la gente
desta
parte del rio porque la gente no se alborotase, y no quiso pasar por la puente porque no
se hundiese su caballo, y paso por el agua, llevando consigo la lengua, y paso por entre
un escuadron de gente que esta ba en pie; y llegado al aposento de atabalipa, en una
plaza habia cuatrocientos indios que parecian gente de guarda; y el tirano estaba a la
puerta de su aposento sentado en un asiento bajo, y muchos indios delante del, y
mujeres en pie, que cuasi lo rodeaban; y tenia en la frente una borla de lana que parecia
seda, de color de carmesi, de dos manos, asida de la cabeza con sus cordones, que le
bajaba hasta los ojos; la cual le hacia mucho mas grave de lo que el es; los ojos puestos
en tierra, sin los alzar a mirar a ninguna parte; y como el capitan llego ante el le dijo por
la lengua o faraute que llevaba que era un capitan del Gobernador, y que le enviaba a lo
ver y decir de su parte el mucho desco que el tenia de su vista; y que si le plugiese de le
ir a ver se holgaria el senor Gobernador; y que otras razones le dijo, a las cuales no le
respondio, ni alzo la cabeza a le mirar, sino un principal suyo respondia a lo que el
capitan hablaba. en esto llego el otro capitan adonde el primero habia dejado la gente, y
preguntoles por el capitan, y dijeronle que hablaba con el Cacique. Dejando alli la
gente, paso el rio, y llegando cerca de donde atabalipa estaba, dijo el capitan que con el
estaba: “este es un hermano del
Gobernador; hablale, que viene a verte.” entonces alzo los ojos el Cacique y dijo:
“Maizabilica, un capitan que tengo en el rio de Zuricara me envio a decir como
tratabades mal a los caciques, y echabadeslos en cadenas; y me envio una collera de
hierro, y dice que el mato tres cristianos y un caballo. Pero yo huelgo de ir manana a ver
al Gobernador y ser amigo de los cristianos, porque son buenos.” Hernando Pizarro
respondio: “Maizabilica es un bellaco, y a el y a todos los indios de aquel rio mataria un
solo cristiano; |Bco mo podia el matar cristianos ni caballo, siendo ellos unas gallinas?
el Gobernador ni los cristianos no tratan mal los caciques si no quieren guerra con el,
por que a los buenos que quieren ser sus amigos los trata muy bien, y a los que quieren
guerra se la hace hasta destruirlos; y cuando tu vieres lo que hacen los cristianos
ayudandote en la guerra contra tus enemigos, conoceras como Maizabilica te mintio.”
atabalipa dijo: “un cacique no me ha querido obedecer; mi gente ira con vosotros, y
hareisle guerra.” Hernando Pizarro respondio: “Para un cacique, por mucha gente que
tenga, no es menester que vayan tus indios, sino diez cristianos a caballo lo destruiran.”
atabalipa se rio y dijo que bebiesen; los capitanes dijeron que ayunaban, por defenderse
de beber su brebaje. importunados por el, lo aceptaron. Luego vinieron mujeres con
vasos de oro, en que traian chicha de maiz. Como atabalipa las vido, alzo los ojos a
ellas, sin les decir palabra, se
fueron presto, e volvieron con otros vasos de oro mayores, y con ellos les dieron a
beber. Luego se despidieron, quedando atabalipa de ir a ver al Gobernador otro dia por
la manana. Su real estaba asentado en la falda de una serrezuela, y las tiendas, que eran
de algodon, tomaban una legua de largo; en medio estaba la de atabalipa. Toda la gente
estaba fuera de sus tiendas en pie, y las armas hincadas en el campo, que son unas
lanzas largas como picas. Parecioles que habia en el real mas de treinta mil hombres.
Cuando el Gobernador supo lo que habia pasado mando que aquella noche hobiese
buena guarda en el real, y mando a su capitan general que requiriese las guardas, y que
las rondas anduviesen toda la noche alrededor del real; lo cual asi se hizo. Venido el dia
sabado, por la manana llego al Gobernador un mensajero de atabalipa, y le dijo de su
parte: “Mi senor te envia a decir que quiere venir a verte, y traer su gente armada, pues
tu enviaste la tuya ayer armada; y que le envies un cristiano con quien venga.” el
Gobernador respondio: “Diga tu senor que venga en hora buena como quisiere; que de
la manera que viniere lo recebire como amigo y hermano; y que no le envio cristiano
porque no se usa entre nosotros enviar lo de un senor a otro.” Con esta respuesta se
partio el mensajero; el cual en siendo llegado al real, las atalayas vieron venir la gente.
Desde a poco rato vino otro mensajero, y dijo al Gobernador: “atabalipa te envia a decir
que no querria
traer su gente armada; porque aunque viniesen con el, muchos vernian sin armas,
porque los queria traer con sigo y aposentarlos en este pueblo; y que le aderezasen un
aposento de los desta plaza, donde el pose, que sea una casa que se dice de la Sierpe,
que tiene dentro una sierpe de piedra.” el Gobernador respondio que asi se haria; que
viniese presto; que tenia deseo de verle. en poco rato vieron venir todo el campo lleno
de gente, reparandose a cada paso, esperando a la que salia del real; y hasta la tarde duro
el venir de la gente por el camino; venian repartidos en escuadrones. Despues que
fueron pasados todos los malos pasos, asentaron en el campo cerca del real de los
cristianos, y todavia salia gente del real de los indios. Luego el Gobernador mando
secretamente a todos los espanoles que se armasen en sus posadas y tuviesen los
caballos ensillados y enfrenados, repartidos en tres capitanias, sin que ninguno saliese
de su posada a la plaza; y mando al capitan de la artilleria que tuviese los tiros asentados
hacia el campo de los enemigos, y cuando fuese tiempo les pusiese fuego. en las calles
por do entran a la plaza puso gente en celada; y tomo consigo veinte hombres de a pie, y
con ellos estuvo en su aposento, porque con el tuviesen cargo de prender la persona de
atabalipa si cuatelosamente viniese, como parecia que venia, con tanto numero de gente
como con el venia. Y mando que fuese tomado a vida; y a todos los demas mando que
ninguno saliese de su posada, aunque
viesen entrar a los contrarios en la plaza, hasta que oyesen soltar el artilleria. Y que el
ternia atalayas, y viendo que venia de ruin arte, avisaria cuando hobiesen de salir; e
saldrian todos de sus aposentos, y los de a caballo en sus caballos, cuando oyesen decir:
“Santiago.”
070038 Con este concierto y orden que se ha dicho estuvo el Gobernador esperando
que atabalipa entrase, sin que en la plaza paresciese algun cristiano, exccpto el atalaya
que daba aviso de lo que pasaba en la hueste. el Gobernador y el Capitan General
andaban requiriendo los aposentos de los espanoles, viendo como estaban apercebidos
para salir cuando fuesen menester, diciendoles a todos que hiciesen de sus corazones
fortalezas, pues no tenian otras, ni otro socorro sino el de Dios, que socorre en las
mayores necesidades a quien anda en su servicio; y que aunque para cada cristiano
habia quinientos indios, que tuviesen el esfuerzo que los buenos suelen tener en
semejantes tiempos, y que esperasen que Dios pelearia por ellos; y que al tiempo del
acometer fuesen con mucha furia y tiento, y rompiesen sin que los de caballo se
encontrasen unos con otros. estas y semejantes palabras decian el Gobernador y el
Capitan General a los cristianos para los animar; los cuales estaban con voluntad de
salir al campo mas que de estar en sus posadas. en el animo de cada uno parecia que
haria por ciento; que muy poco temor les ponia ver tanta gente.
071022 Viendo el Gobernador que el sol se iba a poner, y que atabalipa no levantaba
de donde habia reparado, y que todavia venia gente de su real, enviole a decir con un
espanol que entrase en la plaza y viniese a verlo antes que fuese noche. Como el
mensajero fue a atabalipa hizole acatamiento, y por senas le dijo que fuese donde el
Gobernador estaba. Luego el y su gente comenzaron a andar, y el espanol volvio
delante, y dijo al Gobernador que venia, y que la gente que traia en la delantera traian
armas secretas debajo de las camisetas, que eran jubones de algodon fuertes, y talegas
de piedras y hondas; que le parecia que traian ruin intencion. Luego la delantera de la
gente comenzo a entrar en la plaza; venia delante un escuadron de indios vestidos de
una librea de colores a manera de escaques; estos venian quitando las pajas del suelo y
barriendo el camino. Tras estos venian otras tres escuadras vestidos de otra manera,
todos cantando y bailando. Luego venia mucha gente con armaduras, patenas y coronas
de oro y plata. entre estos venia atabalipa en una litera aforrada de pluma de papagayos
de muchos colores, guarnecida de chapas de oro y plata.
072006 Traianle muchos indios sobre los hombros en alto, y tras desta venian otras dos
literas y dos hamacas, en que venian otras personas principales; luego venia mucha
gente en escuadrones con coronas de oro y plata. Luego que los primeros entraron en la
plaza, apartaron y dieron lugar a los otros. en llegando atabalipa en medio de la plaza,
hizo que todos estuviesen que dos, y la litera en que el venia y las otras en alto: no
cesaba de entrar gente en la plaza. De la delantera salio un capitan y subio en la fuerza
de la plaza, donde estaba el artilleria, y alzo dos veces una lanza a manera de sena. el
Gobernador, que esto vio, dijo a fray Vicente que si queria ir a hablar a atabalipa con un
faraute; el dijo que si, y fue con una cruz en la mano y con su Biblia en la otra, y entro
por entre la gente hasta donde atabalipa estaba, y le dijo por el faraute: “Yo soy
sacerdote de Dios, y enseno a los cristianos las cosns de Dios, y asimesmo vengo a
ensenar a vosotros. Lo que yo enseno es lo que Dios nos hablo, que esta en este libro; y
por tanto, de parte de Dios y de los cristianos te ruego que seas su amigo, porque asi lo
quiere Dios, y venirte ha bien dello; y ve a hablar al Gobernador, que te esta esperando.”
atabalipa dijo que le diese el libro para verle, y el se lo dio cerrado; y no acertando
atabalipa a abrirle, el religioso extendio el brazo para lo abrir, y atabalipa con gran
desden le dio un golpe en el brazo, no queriendo que lo
abriese; y porfiando el mesmo por abrirle, lo abrio; y no maravillandose de las letras ni
del papel. como otros indios, lo arrojo cinco o seis pasos de si. e a las palabras que el
religioso habia dicho por el faraute respondio con mucha soberbia, diciendo: “Bien se lo
que habeis hecho por ese camino, como habeis tratado a mis caciques y tomado la ropa
de los bohios.” el religioso respondio: “Los cristianos no han hecho esto; que unos
indios trajeron la ropa no lo sabiendo el Gobernador, y el la mando volver.” atabalipa
dijo: “no partire de aqui hasta que toda me la traigan.” el religioso volvio con la
respuesta al Gobernador. atabalipa se puso en pie encima de las andas, hablando a los
suyos que estuviesen apercebidos. el religioso dijo al Gobernador lo que habia pasado
con atabalipa, y que habia echado en tierra la sagrada escriptura. Luego el Gobernador
se armo un sayo de armas de algo don, y tomo su espada y adarga, y con los espanoles
que con el estaban entro por medio de los indios; y con mucho animo, con solos cuatro
hombres que le pudieron seguir, llego hasta la litera donde atabalipa estaba, y sin temor
le echo mano del brazo izquierdo, diciendo: “Santiago.” Luego soltaron los tiros y
tocaron las trompetas, y salio la gente de a pie y de a caballo. Como los indios vieron el
tropel de los caballos, huyeron muchos de aquellos que en la plaza estaban; y fue tanta
la furia con que huyeron, que rompieron un lienzo de la cerca de la plaza, y muchos
cayeron unos sobre otros. Los de a caballo salieron por encima dellos, hiriendo y
matando, y siguieron el alcance. La gente de a pie se dio tan buena priesa en los que en
la plaza quedaron, que en breve tiempo fueron los mas dellos metidos a espada. el
Gobernador tenia todavia del brazo a atabalipa, que no le podia sacar de las andas, como
estaba en alto. Los espanoles hicieron tal matanza en los que tenian las andas, que
cayeron en el suelo; y si el Gobernador no defendiera a atabalipa, alli pagara el soberbio
todas las crueldades que habia hecho. el Gobernador, por defender a atabalipa, fue
herido de una pequena herida en la mano. en todo esto no alzo indio armas contra
espanol; porque fue tanto el espanto que tuvieron de ver al Gobernador entre ellos, y
soltar de improviso el artilleria y entrar los caballos al tropel, como era cosa que nunca
habian visto, que con gran turbacion procuraban mas huir por salvar las vidas que de
hacer guerra. Todos los que traian las andas de atabalipa parecio ser hombres
principales, los cuales todos murieron, y tambien los que venian en las literas y
hamacas; y el de la una litera era su paje y senor a quien el mucho estimaba; y los otros
eran tambien senores de mucha gente y consejeros suyos; murio tambien el cacique
senor de Caxamalca. otros capitanes murieron, que por ser gran numero no se hace caso
dellos, porque todos los que venian en guarda de atabalipa eran grandes senores. Y el
Gobernador se fue
a su posada con su prisionero atabalipa, despojado de sus vestiduras, que los espanoles
le habian rompido por quitarle de las andas. Cosa fue maravillosa ver preso en tan breve
tiempo a tan gran senor, que tan poderoso venia. el Gobernador mando luego sacar ropa
de la tierra y le hizo vestir; y asi, aplacandole del enojo y turbacion que tenia de verse
tan presto caido de su estado, entre otras muchas palabras, le dijo el Gobernador: “no
tengas por afrenta haber sido asi preso y desbaratado, porque los cristianos que yo
traigo, aunque son pocos en numero, con ellos he sujetado mas tierra que la tuya y
desbaratado otros mayores senores que tu, poniendolos debajo del senorio del
emperador, cuyo vasallo soy, el cual es senor de espana y del universo mundo, y por su
mandado venimos a conquistar esta tierra, porque todos vengais en conocimiento de
Dios y de su santa fe catolica; y con la buena demanda que traemos permite Dios,
criador de cielo y tierra y de todas las cosas criadas; y porque lo conozcais y salgais de
la bestialidad y vida diabolica en que vivis, que tan pocos como somos subjetamos tanta
multitud de gente; y cuando hubieredes visto el error en que habeis vivido, conocereis el
beneficio que recebisen haber venido nosotros a esta tierra por mandado de su majestad;
y debes tener a buena ventura que no has sido desbaratado de gente cruel como vosotros
sois, que no dais a ninguno; nosotros usamos de piedad con nuestros enemigos
vencidos, y no hacemos guerra sino
a los que nos la hacen, y pudiendolos destruir, no lo hacemos, antes los perdonamos;
que tenindo yo preso al cacique senor de la isla, lo deje porque de ahi adelante fuese
bueno; y lo mismo hice con los caciques senores de Tumbez y Chilimasa y con otros,
que teniendolos en mi poder, siendo merecedores de muerte, los perdone. Y si tu fuiste
preso, y tu gente desbaratada y muerta, fue porque venias con tan gran ejercito contra
nosotros, enviandote a rogar que vinieses de paz, y echaste en tierra el libro donde
estaban las palabras de Dios, por esto permitio nuestro Senor que fuese abajada tu
soberbia, y que ningun indio pudiese ofender a ningun cristiano.”
075016 Hecho este razonamiento por el Gobernador, respondio atabalipa que habia
sido enganado de sus capitanes, que le dijeron que no hiciese caso de los espanoles; que
el de paz queria venir, y los suyos no lo dejaron, y que todos los que le aconsejaron eran
muertos. Y que tambien habia visto bondad y animo de los espanoles; y que Maizabilica
habia mentido en lo que envio a decir de los cristianos. Como ya fuese de noche, y viese
el Gobernador que no eran recogidos los que habian ido en el alcance, mando tirar los
tiros y taner las trompetas porque se recogiesen. Dende a poco rato entraron todos en el
real con gran presa de gente que habian tomado a vida, en que habia mas de tres mil
personas. el Gobernador les pregunto si venian todos buenos. Su capitan general, que
con ellos venia, respondio que solo un caballo tenia una pequena herida. el Gobernador
dijo con mucha alegria: “Doy gracias a Dios nuestro Senor, y todos, senores, las
debemos dar, por tan gran milagro como en este dia por nosotros ha fecho; y
verdaderamente podemos creer que sin especial socorro suyo no fueramos parte para
entrar en esta tierra, cuanto mas vencer una tan gran hueste, Plega a Dios, por su
misericordia, que, pues tiene por bien de nos hacer tantas mercedes, nos de gracia para
hacer tales obras, que alcancemos su santo reino. Y por que, senores, verneis fatigados,
vayase cada uno a reposar a su posada, y porque Dios nos ha dado victoria no nos
descuidemos; que, aunque van desbaratados,
son manosos y diestros en la guerra, y este senor (como sabemos) es temido y
obedecido, y ellos intentaran toda ruindad y cautela para sacarlo de nuestro poder. esta
noche y todas las demas haya buena guarda de velas y ronda, de manera que nos hallen
apercebidos.” Y asi, se fueron a cenar, y el Gobernador hizo asentar a su mesa a
atabalipa, y haciendole buen tratamiento, y sirviendole como a su misma persona; y
luego le mando dar de sus mujeres que fueron presas las que el quiso para su servicio, y
mandole hacer una cama en la camara que el mismo Gobernador dormia, teniendole
suelto sin prision, sino las guardas que velaban. La batall&a duro poco mas de media
hora, porque ya era puesto el sol cuando se comenzo; si la noche no la atajara, que de
mas de treinta mil hombres que vinieron quedaran pocos. es opinion de algunos que han
visto gente de campo, que habia mas de cuarenta mil; en la plaza quedaron muertos dos
mil, sin los feridos. Viose en esta batalla una cosa muy maravillosa, y es, que los
caballos, que el dia antes no se podian mover de resfriados, aquel dia anduvieron con
tanta furia, que parecia no haber tenido mal. el Capitan General requirio aquella noche
las velas y ronda, poniendolas en conveniente lugar. otro dia por la manana envio el
Gobernador un capitan con treinta de a caballo a correr por todo el campo, y mando
quebrar las armas de los indios; y entre tanto la gente del real hicieron sacar a los indios
que
fueron presos los muertos de las plazas. el capitan con lo#s de a caballo recogio todo lo
que habia en el campo y tiendas de atabalipa, y entro antes de mediodia en el real con
una cabalgata de hombres y mujeres, y ovejas y oro y plata y ropa; en esta cabalgata
hubo ochenta mil pesos y siete mil marcos de plata y catorce esmeraldas; el oro y plata
en piezas monstruosas y platos grandes y pequenos, y cantaros y ollas y braseros y
copones grandes, y otras piezas diversas. atabalipa dijo que todo esto era vajilla de su
servicio, y que sus indios que habian huido habian llevado otra mucha cuantidad. el
Gobernador mando que soltasen todas las ovejas, porque era mucha cuantidad y
embarazaban el real, y que los cristianos matasen todos los dias cuantas hobiesen
menester; y los indios que la noche antes habian recogido mando el Gobernador poner
en la plaza para que los cristianos tomasen los que hobiesen menester para su servicio;
todos los demas mando soltar y que se fuesen a sus casas, porque eran de diversas
provincias, que los traia atabalipa para sostener sus guerras y para servicio de su
ejercito.
077019 Algunos fueron de opinion que matasen todos los hombres de guerra o les
cortasen las manos. el Gobernador no lo consintio, diciendo que no era bien hacer tan
grande crueldad; que aunque es grande el poder de atabalipa y podia recoger gran
numero de gente, que mucho sin comparacion es mayor el poder de Dios nuestro Senor,
que por su infinita bondad ayuda a los suyos; y que tuviesen por cierto que el que los
habia librado del peligro del dia pasado los libraria de ahi adelante, siendo las
intenciones de los cristianos buenas, de atraer aquellos barbaros infieles al servicio de
Dios y el conoscimiento de su santa fe catolica; que no quisiesen parecer a ellos en las
crueldades y sacrificios que hacen a los que prenden en sus guerras; que bien bastaba
los que eran muertos en la batalla; que aquellos habian sido traidos como ovejas a
corral; que no era bien que muriesen ni se les hiciese dano; y asi, fueron sueltos.
077037 En este pueblo de Caxamalca fueron halladas ciertas casas llenas de ropa liada
en fardos arrimados hasta los techos de las casas. Dicen que era depositado para
bastecer el ejercito. Los cristianos tomaron la que quisieron, y todavia quedaron las
casas tan llenas, que parecia no haber hecho falta la que fue tomada. La ropa es la mejor
que en las indias se ha visto; la mayor parte della es de lana muy delgada y prima, y otra
de algodon de diversas colores y bien matizadas. Las armas que se hallaron con que
hacen la guerra y su manera de pelear es la siguiente. en la delantera vienen honderos
que tiran con hondas piedras guijenas lisas y hechas a mano, de hechura de huevos; los
honderos traen rodelas que ellos mesmos hacen de tablillas angostas y muy fuertes;
asimesmo traen jubones colchados de algodon; tras destos vienen otros con porras y
hachas de armas; las porras son de braza y media de largo, y tan gruesa#s como una
lanza jineta; la porra que esta al cabo engastonada es de metal, tan grande como el puno,
con cinco o seis puntas agudas, tan gruesa cada punta como el dedo pulgar; juegan con
ellas a dos manos; las hachas son del mesmo tamano y mayores; la cuchilla de metal de
anchor de un palmo, como alabarda. algunas hachas y porras hay de oro y plata, que
traen los principales; tras estos vienen otros con lanzas pequenas arrojadizas, como
dardos; en la retaguarda vienen piqueros con lanzas largas de
treinta palmos; en el brazo izquierdo traen una manga con mucho algodon, sobre que
jueg\an con la porra. Todos vienen repartidos en sus escuadras con sus banderas y
capitanes que los mandan, con tanto concierto como turcos. algunos dellos traen
capacetes grandes, que les cubren hasta los ojos, hechos de madera; en ellos mucho
algodon, que de hierro no pueden ser mas fuertes. esta gente, que atabalipa tenia en su
ejercito, eran todos hombres muy diestros y ejercitados en la guerra, como aquellos que
siempre andan en ella, e son mancebos e grandes de cuerpo, que solos mil dellos bastan
para asolar una poblacion de aquella tierra, aunque tenga veinte mil hombres. La casa de
aposento de atabalipa, que en medio de su real tenia, es la mejor que entre indios se ha
visto, aunque pequena; hecha en cuatro cuartos, y en medio un patio, y en el un
cstanque, al cual viene agua por un cano, tan caliente, que no se puede sofrir la mano en
ella. esta agua nasce hirviendo en una sierra que esta cerca de alli. otra tanta agua fria
viene por otro cano, y en el camino se juntan y vienen mezcladas por un solo cano al
estan que; y cuando quieren que venga la una sola, tienen cl cano de la otra. el estanque
es grande, hecho de piedra; fuera de la casa, a una parte del corral, esta otro estanque,
no tan bien hecho como este; tiene sus cscaleras de piedra, por do bajan a lavarse. el
aposento donde atabalipa estaba entre dia es un corredor
sobre un huerto, y junto esta una camara, donde dormia, con una ventana sobre el patio
y estanque, y el corredor asimesmo sale sobre el patio; las paredes estan enjalbegadas de
un betumen bermejo, mejor que almagre, que luce mucho, y la madera que cae sobre la
cobija de la casa esta tenida de la mesma color; y el otro cuarto frontero es de cuatro
bovedas, redondas como campanas, todas cuatro encorporadas en una; cste es encalado,
blanco como nieve. Los otros dos son casas de servicio. Por la delantera deste aposento
pasa un rio.
079026 Ya se ha dicho de la victoria que los cristianos hobieron en la batalla y prision
de atabalipa, y de la manera de su real y ejercito. agora se dira del padre deste atabalipa,
y como se hizo senor, y otras cosas de su grandeza y estado, segun que el mesmo lo
conto al Gobernador. Su padre deste atabalipa se llamo el Cuzco, que senoreo toda
aquella tierra, de mas de tres cicntas leguas le obedecian y daban tributo. Fue natural de
una provincia mas atras de Guito, y como hallase aquella tierra donde estaba apacible y
abundosa y rica, asento en ella, y puso nombre a una gran ciudad donde estaba la ciudad
del Cuzco. era tan temido y obedescido, que lo tuvieron cuasi por su dios, y en muchos
pueblos le tenian hecho de bulto. Tuvo cien hijos y hijas, y los mas son vivos; ocho anos
ha que murio, y dejo por su heredero a un hijo suyo llamado asi como el. este era hijo de
su mujer legitima. Llaman mujer legitima a la mas principal, a quien mas quiere el
marido; este era mayor que atabalipa. el Cuzco viejo dejo por senor de la provincia de
Guito, apartada del otro senorio principal, a atabalipa, y el cuerpo del Cuzco esta en la
provincia de Guito, donde murio, y la cabeza llevaronla a la ciudad del Cuzco, y la
tienen en mucha veneracion, con mucha riqueza de oro y plata; que la casa donde esta
es el suelo y paredes y techo todo chapado de oro y plata, entretejido uno con otro; y en
esta ciudad hay otras veinte casas las
paredes chapadas de una hoja delgada de oro por dentro y por de fuera. esta ciudad
tiene muy ricos edificios; en ella tenia el Cuzco su tesoro, que eran tres bohios llenos de
piezas de oro y cinco de plata, y cien mil tejuelos de oro que habia sacado de las minas;
cada tejuelo pesa cincuenta castellanos; esto habia habido del tributo de las tierras que
habia senoreado. adelante desta ciudad hay otra llamada Collao, donde hay un rio que
tiene mucha cantidad de oro; y camino de diez jornadas desta provincia de Caxamalca,
en otra provincia que se dice Guaneso, hay otro rio tan rico como este. en todas estas
provincias hay muchas minas de oro y plata. La plata sacan en la sierra con poco
trabajo; que un indio saca en un dia cinco o seis marcos, la cual sacan envuelta con
plomo y estano y piedra zufre, y despues la apuran, y para sacarla pegan fuego a la
sierra; y como se enciende la piedra zufre, cae la plata a pedazos; y en Guito y Chincha
hay las mayores minas. De aqui a la ciudad del Cuzco hay cuarenta jornadas de indios
cargados, y la tierra es bien poblada. Chincha esta a medio camino, que es gran
poblacion. en toda esta tierra hay mucho ganado de ovejas; muchas se hacen monteses,
por no poder sostener tantas como se crian. entre los espanoles que con el Gobernador
estan se matan cada dia ciento y cincuenta, y parece que ninguna falta hace ni harian en
este valle aunque estoviesen un ano en el. Y los indios generalmente las comen en toda
esta tierra.
081007 Y asimesmo dijo atabalipa que despues de la muerte de su padre, el y su
hermano el Cuzco estuvieron en paz siete anos cada uno en la tierra que le dejo su
padre; y podra haber un ano, poco mas, que su hermano el Cuzco se levanto contra el
con voluntad de tomarle su senorio, y despues le envio a rogar atabalipa que no le
hiciese guerra, sino que se contentase con lo que su padre le habia dejado; y el Cuzco no
lo quiso hacer, y atabalipa salio de su tierra, que se dice Guito, con la mas gente de
guerra que pudo, y vino a Tomepomba, donde hubo con su hermano una batalla, y mato
atabalipa mas de mil hombres de la gente del Cuzco, y lo hizo volver huyendo; y porque
el pueblo Tomepomba se le puso en defensa, lo abraso y mato toda la gente del, y queria
asolar todos los pueblos de aquella comarca, y dejolo de hacer por seguir a su hermano;
y el Cuzco se fue a su tierra huyendo, y atabalipa vino conquistando con gran poder
toda aquella tierra, y todos los pueblos se le daban, sabiendo la grandisima destruicion
que habia hecho en Tomepomba. Seis meses habia que atabalipa habia enviado dos
pajes suyos, muy valientes hombres, el uno llamado Quisques, y el otro Chaliachin. ios
cuales fueron con cuarenta mil hombres sobre la ciudad de su hermano, y fueron
ganando toda la tierra hasta aquella ciudad donde el Cuzco estaba, y se la tomaron, y
mataron mucha gente, y prendieron su persona y le tomaron todo el tesoro de su padre,
y luego lo hicieron saber
a atabalipa, y mando que se lo enviasen preso, y tiene nueva que llegaran presto con
mucho tesoro; y los capitanes se quedaron en aquella ciudad que habian conquistado,
por guardar la ciudad y el tesoro que en ella habia, y tenian diez mil hombres de
guarnicion, de los cuarenta mil que llevaron, y los otros treinta mil hombres fueron a
descansar a sus casas con el despojo que habian habido, y todo lo que su hermano el
Cuzco poseia tenia atabalipa subjectado.
082008 Atabalipa y estos sus capitanes generales andaban en andas, y despues que la
guerra comenzo ha muerto mucha gente, y atabalipa ha hecho muchas crueldades en los
contrarios, y tiene consigo a todos los caciques de los pueblos que ha conquistado, y
tiene puestos gobernadores en todos los pueblos, porque de otra manera no pudiera
tener tan pacifica y subjecta la tierra como la ha tenido; y con esto ha sido muy temido y
obedecido, y su gente de guerra muy servida de los naturales, y del muy bien tratada.
atabalipa tenia pensamiento, si no le acaesciera ser preso, de irse a descansar a su tierra,
y de camino acabar de asolar todos los pueblos de aquella comarca de Tomepomba, que
se le habia puesto en defensa, y poblalla de nuevo de su gente, y que le enviasen sus
capitanes, de la gente del Cuzco que han conquistado, cuatro mil hombres casados para
poblar a Tomepomba. Tambien dijo atabalipa que entregaria al Gobernador a su
hermano el Cuzco, al cual sus capitanes enviaban preso de la ciudad, para que hiciese
del lo que quisiese; y porque atabalipa temia que a el mesmo matarian los espanoles, y
dijo al Gobernador que daria para los espanoles que le habian predicado mucha
cuantidad de oro y plata; el Gobernador le pregunto que tanto daria y en que termino;
atabalipa dijo que daria de oro una sala que tiene veinte y dos pies en largo y diez y
siete en ancho, llena hasta una raya blanca que esta a la
mitad del altor de la sala, que sera lo que dijo de altura de estado y medio, y dijo que
hasta alli henchiria la sala de diversas piezas de oro, cantaros, ollas y tej#uelos, y otras
piezas, y que de plata daria todo aquel bohio dos veces lleno, y que esto cumpliria
dentro de dos meses. el Gobernador le dijo que despachase mensajeros por ello, y que
cumpliendo lo que decia no tuviese ningun temor. Luego despacho atabalipa mensajeros
a sus capitanes, que estaban en la ciudad del Cuzco, que le enviasen dos mil indios
cargados de oro y muchos de plata, esto sin lo que venia camino con su hermano, que
traian preso. el Gobernador le pregunto que que tanto tardarian sus mensajeros en ir a la
ciudad del Cuzco; atabalipa dijo que cuando envia con priesa a hacer saber alguna cosa,
corren por postas de pueblo en pueblo, y llega la nueva en cinco dias, y que yendo todo
el camino los que el envia con el mensaje, aunque sean hombres sueltos, tardan quince
dias en ir. Tambien le pregunto el Gobernador que por que habia mandado matar a
algunos indios que habian hallado muertos en su real los cristianos que recogieron el
campo; atabalipa dijo que el dia que el Gobernador cnvio a su hermano Hernando
Pizarro a su real para hablar con el, que uno de los cristianos arremetio con el caballo, y
aquellos que estaban muertos se habian retraido, y por eso los mando matar.
083023 Atabalipa era hombre de treinta anos, bien apersonado y dispuesto, algo
grueso; el rostro grande, hermoso y feroz, los ojos encarnizados en sangre; hablaba con
mucha gravedad, como gran senor; hacia muy vi vos razonamientos, y entendidos por
los espanoles, conoscian ser hombre sabio; era hombre alegre, aunque crudo; hablando
con los suyos era muy robusto y no mostraba alegria. entre otras cosas, dijo atabalipa al
Gobernador que diez jornadas de Caxamalca, camino del Cuzco, esta en un pueblo una
mezquita que tienen todos los moradores de aquella tierra por su templo general, en la
cual todos ofrecen oro y plata, y su padre la tuvo en mucha veneracion, y el asimesmo;
la cual mezquita dijo atabalipa que tenia mucha riqueza; porque, aunque en cada pueblo
hay mezquita donde tienen sus idolos particulares en que ellos adoran, en aquella
mezquita estaba el general idolo de todos ellos; y que por guarda de aquella mezquita
estaba un gran sabio, el cual los indios creian que sabia las cosas por venir, porque
hablaba con aquel idolo y se las decia. oidas estas palabras por el Gobernador (aunque
antes tenia noticia desta mezquita), dio a entender a atabalipa como todos aquellos
idolos son vanidad, y el que en ellos habla es el diablo, que los engana por los llevar a
perdicion, como ha llevado a todos los que en tal creencia han vivido y fenescido; y
diole a entender que Dios es uno solo, criador del cielo y tierra y de todas las cosas
visibles e invisibles, en el cual los
cristianos creen, y a este solo debemos tener por Dios y hacer lo que manda, y recebir
agua de baptismo; y a los que asi lo hicieren llevara a su reino, y los otros iran a las
penas infernales, donde para siempre estan ardiendo todos los que carecieron deste
conoscimiento, que han servido al diablo haciendole sacrificios y ofrendas y mezquitas;
todo lo cual de aqui adelante ha de cesar, porque a esto le envia el emperador, que es rey
y senor de los cristianos y de todos ellos, y por vivir, como han vivido, sin conoscer a
Dios, permitio que con tan gran poder de gente como tenia, fuese desbaratado y preso
de tan pocos cristianos; que mirase cuan poca ayuda le habia hecho su dios, por donde
conosceria que es el diablo que los enganaba. atabalipa dijo que, como hasta entonces
no habian visto cristianos el ni sus antepasados, no supieron esto, y que el habia vivido
como ellos; y mas dijo atabalipa, que esta espantado de lo que el Gobernador le habia
dicho; que bien conoscia que aquel que hablaba en su idolo no es dios verdadero, pues
tan poco le ayuda.
084033 Como el Gobernador y los espanoles hubieron descansado del trabajo del
camino y de la batalla,luego envio mensajeros al pueblo de San Miguel,haciendo saber a
los vecinos lo que le habia acaescido, y por saber dellos como les iba, y si habian venido
algunos navios, de lo cual mando que le avisasen; y mando hacer en la plaza de
Caxamalca una iglesia donde se celebrase el santisimo sacramento de la misa, y mando
derribar la cerca de la plaza, porque era baja, y fue hecha de tapias de altura de dos
estados, de largura de quinientos y cincuenta pasos. otras cosas mando hacer para
guarda del real. Cada dia se informaba si se hacia algun ayuntamiento de gente, y de las
otras cosas que en la tierra pasaban.
085009 Sabido por los caciques desta provincia la venida del Gobernador y la prision
de atabalipa, muchos dellos vinieron de paz a ver al Gobernador. algunos destos
caciques eran senores de treinta mil indios, todos subjectos a atabalipa, y como ante el
llegaban, le hacian gran acatamiento besandole los pies y las manos; el los recibia sin
mirallos. Cosa extrana es decir la gravedad de atabalipa, y la mucha obediencia que
todos le tenian. Cada dia le traian muchos presentes de toda la tierra. asi, preso como
estaba, tenia estado de senor y estaba muy alegre; verdad es que el Gobernador le hacia
muy buen tratamiento, aunque algunas vcces le dijo que algunos indios habian dicho a
los espanoles como hacia ayuntar gente de guerra en Guamachuco y en otras partes.
atabalipa respondio que en toda aquella tierra no habia quien se moviese sin su licencia;
que tuviese por cierto que si gente de guerra viniese, que el la mandaba venir, y que
entonces hiciese del lo que quisiese, pues lo tenia en su prision. Muchas cosas dijeron
los indios que fueron mentira, aunque los cristianos tenian alteracion. entre muchos
mensajeros que venian a atabalipa, le vino uno de los que traian preso a su hermano, a
decille que cuando sus capitanes supieron su prision habian ya muerto al Cuzco. Sabido
esto por el Gobernador, mostro que le pesaba mucho, y dijo que no le habian muerto,
que lo trujesen luego vivo, y si no, que el mandaria matar a
atabalipa. atabalipa afirmaba que sus capitanes lo habian muerto sin saberlo el. el
Gobernador se informo de los mensajeros, y supo que lo habian muerto.
086001 Pasadas estas cosas, dende algunos dias vino gente de atabalipa y un hermano
suyo que venia del Cuzco, y trujole unas hermanas y mujeres de atabalipa, y trujo
muchas vasijas de oro, cantaros y ollas y otras piezas, y mucha plata, y dijo que por el
camino venia mas; porque, como es tan larga la jornada, cansan los indios que lo traen y
no pueden llegar tan ahina; que cada dia entrara mas oro y plata de lo que queda mas
atras. Y asi, entran algunos dias veinte mil, y otras veces treinta mil, y otras cincuenta, y
otras sesenta mil pesos de oro en cantaros y ollas grandes de a dos arrobas y de a tres, y
cantaros y ollas grandes de plata, y otras muchas vasijas. Todo lo mando poner el
Gobernador en una casa donde atabalipa tenia sus guardas, hasta tanto que con ello y
con lo que ha de venir cumpla lo que ha prometido. Veinte dias eran pasados de
diciembre del sobredicho ano, cuando llegaron a este pueblo ciertos indios mensajeros
del pueblo de San Miguel con una carta en que hacian saber al Gobernador como habian
arribado a esta costa, a un puerto que se dice Cancebi, junto con Quaque, seis navios en
que venian ciento y cincuenta espanoles y ochenta y cuatro caballos; los tres navios
venian de Panama, en que venia el capitan Diego de almagro con ciento y veinte
hombres, y las otras tres carabelas venian de nicoragua con treinta hombres, y que
venian a esta gobernacion con voluntad de servir en ella, y que desde Cancebi, como
hobieron echado la gente y los caballos para venir por tierra, se adelanto un navio a
saber donde estaba el Gobernador, y llego hasta Tumbez, y el cacique de aquella
provincia no le quiso dar razon del ni mostralle la carta que el Gobernador le dejo para
dar a los navios que por alli viniesen. Y este navio se volvio sin llevar nueva del
Gobernador, y otro que tras el habia salido siguio la costa adelante hasta que llego al
puerto de San Miguel, donde desembarco el maestre y fue al pueblo, en el cual hubo
mucha alegria con la venida de aquella gente. Y luego se volvio el maestre con las
cartas que el Gobernador habia enviado a los del pueblo, en que les hacia saber la
victoria que Dios habia dado a el y a su gente, y la mucha riqueza de la tierra. el
Gobernador y todos los que con el estaban hobieron mucho placer con la venida destos
navios. Luego despacho el Gobernador sus mensajeros, escribiendo al capitan Diego de
almagro y algunas personas de las que con el venian, haciendoles saber cuanto holgaba
con su venida, y que, llegados al pueblo de San Miguel, porque no le pusiesen en
necesidad, se saliesen a los caciques comarcanos que estan en el camino de Caxamalca,
porque tienen mucha abundancia de mantenimientos, y que el proveeria de fundir oro
para pagar el flete de los navios, porque se volviesen luego.
087018 Como de cada dia venian caciques al Gobernador, vinieron entre ellos dos
caciques que se dicen de los ladrones, porque su gente saltea a todos los que pasan por
su tierra; estos estan camino del Cuzco. Pasados sesenta dias de la prision de atabalipa,
un cacique del pueblo donde esta la mezquita, y el guardian della, llegaron ante el
Gobernador, el cual pregunto a atabalipa que quien eran; dijo que el uno era senor del
pueblo de la mezquita y el otro guardian della, y que se holgaba con su venida, porque
pagaria las mentiras que le habia dicho; y pidio una cadena para echar al guardian
porque le habia aconsejado que tuviese guerra con los cristianos, que el idolo le habia
dicho que los mataria todos; y tambien dijo a su padre el Cuzco, cuando estaba a la
muerte, que no moriria de aquella enfermedad. Y el Gobernador mando traer la cadena,
y atabalipa se la echo diciendo que no se la quitasen hasta que hiciese traer todo el oro
de la mezquita, y dijo atabalipa que lo queria dar a los cristianos, pues que su idolo es
mentiroso; y dijo al guardian: “Yo quiero agora ver si te quitara esta cadena ese que tu
dices que es tu dios.” el Gobernador y el cacique que vino con el guardian despacharon
sus mensajeros para que trujesen el oro de la mezquita y lo que el cacique tenia, y
dijeron que volverian dende en cincuenta dias con todo esto. Sabido por el Gobernador
que se ayuntaba gente en la tierra y que habia gente
de guerra en Guamachuco, envio el Gobernador a Hernando Pizarro con veinte de
caballo y algunos de pie a Guamachuco, que esta tres jornadas de Caxamalca, para saber
que se hacia, para que hiciese venir el oro y plata que esta en Guamachuco. el capitan
Hernando Pizarro se partio de Caxamalca vispera de los Reyes del ano 1533; quince
dias despues llegaron a Caxamalca ciertos cristianos con mucha cuantia de oro y plata,
en que vinieron mas de trescientas cargas de oro y plata en cantaros y ollas grandes y
otras diversas piezas. Todo lo mando el Gobernador poner con lo que primero habian
traido, en una casa donde atabalipa tenia puestas guardas, diciendo que el lo queria tener
a recaudo, pues habia de cumplir lo que habia prometido, para que venido lo entregase
todo junto; y por tenerlo a mejor recaudo puso el Gobernador cristianos que lo
guardasen de dia y de noche, y al tiempo que se mete en la casa lo cuentan todo, porque
no haya fraude. Con este oro y plata vino un hermano de atabalipa, y dijo que en Jauja
quedaba mayor cuantidad de oro, lo cual traian ya por el camino, y venia con ello uno
de los capitanes de atabalipa, llamado Chilicuchima. Hernando Pizarro escribio al
Gobernador que el se habia informado de las cosas de la tierra, y que no habia nueva de
ayuntamiento de gente ni de otra cosa, sino que el oro estaba en Jauja, y con ello un
capitan, y que le hiciese saber que mandaba que hiciese, si mandaba que pasase
adelante, porque hasta ver su respuesta no
se partiria de alli. el Gobernador respondio que llegase a la mezquita, porque tenia
preso al guardian della, y atabalipa habia mandado traer el tesoro que en ella estaba, y
que despachase presto de traer todo el oro que en la mezquita hallase, y que le escribiese
de cada pueblo lo que le sucediese por el camino; y asi lo hizo. Viendo el Gobernador la
dilacion que habia en el traer del oro, envio tres cristianos para que hiciesen venir el oro
que estaba en Jauja y para que viesen el pueblo del Cuzco, y dio poder a uno dellos para
que en su lugar, en nombre de su majestad, tomase posesion del pueblo del Cuzco y de
sus comarcas ante un escribano publico que con ellos iba; y con ellos envio un hermano
de atabalipa. Y mandolcs que no hiciesen mal a los naturales ni les tomasen oro ni otra
cosa contra su voluntad, ni hiciesen mas de lo que quisiese aquel principal que con ellos
iba, porque no los matasen, y que procurasen de ver el pueblo del Cuzco, y de todo
trujesen relacion; los cuales se partieron de Caxamalca a 15 dias de hebrero del ano
sobredicho.
089021 El capitan Diego de almagro llego a este pueblo con alguna gente, y entraron
en Caxamalca vispera de Pascua Florida, a 14 de abril del dicho ano; el cual fue bien
recebido del Gobernador y de los que con el estaban. un negro que partio con los
cristianos que fueron al Cuzco volvio a 28 de abril con ciento y siete cargas de oro y
siete de plata; este negro volvio desde Jauja, donde hallaron los indios que venian con el
oro, y otros cristianos se fueron al Cuzco; y dijo este negro que vernia el capitan
Hernando Pizarro muy presto, que era ido a Jauja a verse con Chilicuchima. el
Gobernador mando poner este oro con lo otro, y contaronse todas las piezas.
089034 A 25 dias del mes de mayo entro en este pueblo de Caxamalca el capitan
Hernando Pizarro con todos los cristianos que llevo y con el capitan Chilicuchima.
Fuele hecho muy buen recebimiento por el Gobernador y por los que con el estaban.
Trujo de la mezquita veinte y siete cargas de oro y dos mil marcos de plata, y dio al
Gobernador la relacion que Miguel estete, veedor (que con el fue en el viaje), hizo; la
cual es la siguiente:
090005 La relacion del viaje que hizo el senor capitan Hernando Pizarro por mandado
del senor Gobernador, su hermano, desde el pueblo de Caxamalca a Parcama, y de alli a
Jauja
090009 Miercoles, dia de la epifania (que se dice vulgar mente la fiesta de los tres
Reyes Magos), a 5 de enero del ano de 1533, partio el capitan Hernando Pizarro del
pueblo de Caxamalca con veinte de caballo y ciertos escopeteros, y el mismo dia fue a
dormir a unas caserias que estan cinco leguas deste pucblo. otro dia fue a comer a otro
pueblo que se dice ichoca, donde fue bien recebido y le dieron lo que fue menester para
el y para su gente. aquel dia fue a dormir a otro pueblo pequeno que se dice
Guancasanga, subjecto del pueblo de Guamachuco. otro dia de manana llego al pueblo
de Guamachuco, el cual es grande y esta en un valle entre sierras; tiene buena vista y
aposentos; el senor del se llama Guamanchoro, del cual el capitan y los que con el iban
fueron bien recebidos. alli vino un hermano de atabalipa que venia de dar priesa a que
viniese el oro del Cuzco; del supo el capitan que veinte jornadas de alli venia el capitan
Chilicuchima y traia toda la cuantidad que atabalipa habia mandado. Visto que el oro
venia tan lejos, el capitan hizo mensajero al Gobernador para saber lo que mandaba que
hiciese; que el no pasaria de alli hasta ver su respuesta. en este pueblo se informo de
algunos indios si venia tan lejos Chilicuchima; y apremiando a algunos principales, le
dijeron que Chilicuchima quedaba siete leguas de alli en el pueblo de andamarca, con
veinte mil hombres
de guerra, y que venia a matar a los cristianos y a librar a su senor; y el que esto
confeso dijo que habia comido el dia antes con el. Tomado aparte otro companero deste
principal, dijo lo mesmo. Visto esto por el capitan, determino de ir a verse con
Chilicuchima, y ordenada su gente, tomo el camino en la mano, y aquel dia fue a dormir
a un pueblo pequeno que se dice Tambo, subjecto de Guamachuco, y alli se torno a
informar, y a todos cuantos indios preguntaba decian lo mismo que los primeros. en este
pueblo hubo buena guarda toda la noche, y otro dia por la manana continuo su camino
con mucho concierto, y antes de mediodia llego al pueblo de andamarca, y no hallo al
capitan ni nuevas del, mas que de las que primero el hermano de atabalipa habia dado,
que estaba en un pueblo que se dice Jauja con mucho oro y que venia de camino. en este
pueblo de andamarca lo alcanzo la respuesta del senor Gobernador, en que decia que,
pues tenia noticia que Chilicuchima y el oro venian tan lejos, que ya sabia que el tenia
en su poder al obispo de la mezquita de Pachacama y el mucho oro que habia mandado;
que se informase del camino que habia para ir alla, y que si le parecia que seria bueno ir
alla por ello, que fuese; porque entre tanto llegaria lo que venia del Cuzco. el capitan se
informo del camino y jornadas que habia hasta la mezquita; y aunque la gente que
llevaba iba mal aderezada de herraje y de otras cosas necesarias para tan largo camino,
visto el ser
vicio que a su majestad se hacia en ir por aquel oro, porque los indios no lo alzasen, y
tambien por ver que tierra era, y si era dispuesta para poblar en ella cristianos; aunque
tuvo noticia que habia en ella muchos rios y puentes de redes, y largo camino y malos
pasos, determino de ir, y llevo algunos principales que habian estado en aquella tierra; y
asi comenzo su camino a 14 de enero, y el mesmo dia paso algunos malos pasos y dos
rios, y fue a dormir a un pueblo que se dice Totopamba, que esta en una ladera. De los
indios fue bien recebido y dieron bien de comer y todo lo que fue menester para aquella
noche, y indios para las cargas. otro dia salio deste pueblo y fue a dormir a otro pequeno
pueblo que se dice Corongo; al medio camino esta un gran puerto de nieve, y todo el
camino mucha cuantidad de ganados con sus pastores que lo guardan, y tienen sus casas
en las sierras al modo de espana. en este pueblo dieron comida y todo lo que fue
menester, y indios para las cargas; este pueblo es subjecto de Guamachuco. otro dia
partio deste pueblo, y fue a dormir a otro pequeno que se dice Pina, y no se hallo en el
gente, porque se ausentaron de miedo. esta jornada fue muy mala, porque habia una
bajada de escaleras hechas de piedra, muy agra y peligrosa para los caballos. otro dia a
hora de comer llego a un pueblo grande que esta en un valle; en medio del camino hay
un rio grande muy furioso; tiene dos puentes juntas hechas de red, desta manera, que
sacan un
gran cimiento desde el agua y lo suben bien alto, y de una parte del rio a otra hay unas
maromas hechas de bejucos, a manera de bimbres, tan gruesas como el muslo, y
tienenlas atadas con grandes piedras, y de la una a la otra hay anchor de una carreta, y
atraviesan recios cordeles muy tejidos y por debajo ponen unas piedras grandes para que
apesgue la puente. Por la una destas pasa la gente comun, y tiene su portero que pide
portazgo, y por la otra pasan los senores y sus capitanes: esta esta siempre cerrada, y
abrieronla para que pasase el capitan y su gente, y los caballos pasaron muy bien. en
este pueblo descanso el capitan dos dias, porque la gente y los caballos iban fatigados
del mal camino; en este pueblo fueron los cristianos muy bien recebidos y servidos de
comida y de todo lo que fue menester; llamase el senor deste pueblo Pumapaecha. el dia
siguiente se partio el capitan deste pueblo y fue a comer a un pueblo pequeno, donde
dieron todo lo necesario, y junto a este pueblo se paso otra puente de red como la otra, y
fue a dormir dos leguas de alli a otro pueblo, donde le salieron a recebir de paz y dieron
comida para los cristianos y indios que llevasen las cargas. esta jornada fue por un valle
abajo de maizales y pueblos pequenos de una parte y otra del camino. otro dia domingo
partio deste pueblo, y por la manana llego a otro pueblo, donde recibio el capitan y los
que con el iban mucho servicio, y a la noche llegaron a otro pueblo, donde asimesmo les
fue
hecho mucho servicio, y prestaron los indios de aquel pueblo muchas ovejas y chicha y
todo lo demas que fue menester. Toda aquella tierra es muy abundante de ganados y
maiz, que yendo los cristianos por el camino vian andar los hatos de ovejas por el
camino. el dia siguiente partio el capitan de aquel pueblo, y por el valle fue a comer a un
pueblo grande que se dice Guarax, y el senor del Pumacapillay, donde del y de sus
indios fue bien proveido de comida y gente para llevar las cargas. este pueblo esta en un
llano, pasa un rio junto a el; desde el se parecen otros pueblos, adonde hay muchos
ganados y maiz. Solamente para dar de comer al capitan y a su gente que con el iba,
tenian en un corral doscientas cabezas de ganado. De aqui salio el capitan tarde, y fue a
dormir a otro pueblo que se dice Sucaracoay, donde le hicieron buen recebimiento;
llamase el senor deste pueblo Marcocana. en este pueblo descanso el capitan un dia,
porque la gente y los caballos venian cansados del mal camino. en este pueblo hubo
buena guarda, porque era grande y Chilicuchima estaba cerca con cincuenta y cinco mil
hombres. otro dia partio deste pueblo por un valle de labranzas y mucho ganado; fue a
dormir dos leguas de alli, a un pueblo pequeno que se dice Pachicoto. aqui dejo el
camino real que va al Cuzco y tomo el de los llanos. otro dia partio deste pueblo, fue a
dormir a otro que se dice Marcara; el senor del se llama Corcora; este es de senores de
ganado que tienen en el sus
pastores, y en cierto tiempo del ano los llevan alli a apacentar, como hacen en Castilla,
en extremadura: deste pueblo corren las aguas hacia la mar, y se hace el camino dificil,
porque toda la tierra adentro es muy fria y de mucha agua y nieve, y la costa muy
caliente, y llueve muy poco, que no basta para lo que siembran, sino que de las aguas
que bajan de la sierra riegan la tierra, la cual es muy abundosa de mantenimientos y
frutas. otro dia partio deste pueblo, y por un rio abajo de frutales y labranzas fue a
dormir a un pueblo pequeno que se dice Guaracanga, y otro dia fue a dezmir a un
pueblo grande que se dice Parpunga, que esta junto a la mar; tiene una casa fuerte con
cinco cercas ciegas, pintada de muchas labores por de dentro y por de fuera, con sus
portadas muy bien labradas a la manera de espana, con dos tigres a la puerta principal.
Los indios deste pueblo anduvieron remontados, de miedo de ver una gente nunca antes
vista y los caballos, de los cuales se maravillaban mas; y el capitan les hizo hablar por la
lengua que llevaban, asegurandolos, y ellos sirvieron bien. en este pueblo torno a tomar
otro camino mas ancho, que esta hecho a mano por las poblaciones de la costa, tapiado
de paredes de una parte y de la otra. en este pueblo de Parpunga estuvo el capitan dos
dias porque la gente descansase y por esperar herraje. Partiendo el capitan deste pue blo,
pasaron el y su gente un rio en balsas y los caballos a nado, y fue a dormir a un pueblo
que se dice
Guamamayo, que esta en un barranco sobre la mar; junto a este pueblo se paso otro rio
a nado con mucha dificultad, porque iba muy crecido y furioso. en estos rios de las
costas no hay puentes, porque van muy grandes y derramados; el senor deste pueblo y
su gente lo hicieron bien en ayudar a pasar las cargas, y dieron muy bien de comer a los
cristianos, y gente para las cargas. Deste pueblo partio el capitan con su gente a 9 dias
del mes de enero, y fue a dormir a otro pueblo sujeto de Guamamayo, que son tres
leguas de camino, la mayor parte poblado de labranzas y arboledas y fructales; el
camino limpio y tapiado; este dia fue a dormir a un pueblo muy grande que esta cerca
de la mar, que se dice Guarna. este pueblo esta en un buen sitio, tiene grandes edificios
de aposentos; los cristianos fueron bien servidos de los senores del pueblo y de sus
indios, y dieron todo lo que tuvieron menester en aquel dia. Luego el siguiente dia se
partio el capitan y su gente, y fueron a dormir a un pueblo que se llama Llachu, que se
le puso nombre el pueblo de las Perdices, porque en cada casa habia muchas perdices
puestas en jaulas. Los indios deste pueblo salieron de paz y holgaronse mucho con el
capitan y sirvieronle bien, y el cacique deste pueblo nunca parecio. otro dia partio el
capitan deste pueblo algo de manana, porque le habian hecho saber que era grande la
jornada, y fue a comer a un pueblo grande que se llama Suculacumbi, que hay cinco
leguas de camino.
el senor del pueblo y los indios salieron de paz y dieron todo lo necesario de comida
para aquel dia; y a hora de visperas salieron el capitan y su gente deste pueblo por
allegar otro dia al pueblo donde estaba la mezquita; y paso un gran rio a vado y por el
camino tapiado, y fue a dormir a un lugar del sobredicho pueblo, legua y media del. otro
dia domingo, a 30 de enero, partio el capitan deste pueblo, y sin salir de arboledas y
pueblos llego a Pacalcami, que es el pueblo donde esta la mezquita. a medio camino
esta otro pueblo, donde el capitan comio. el senor de Pacalcami y los principales del
salieron a recebir a los cristianos de paz y mostraron mucha voluntad a los espanoles.
Luego el capitan se fue a posentar con su gente a unos aposentos muy grandes que estan
a una parte del pueblo, y luego dijo el capitan que iba por mandado del senor
Gobernador por el oro de aquella mezquita, que el Cacique habia mandado al senor
Gobernador, y que luego lo juntasen y se lo diesen, o lo llevasen adonde el senor
Gobernador estaba; y juntandose todos los principales del pueblo y los pajes del idolo,
dijeron que lo darian, y anduvieron disimulando y dilatando. en conclusion, que trujeron
muy poco y dijeron que no habia mas. el capitan disimulo con ellos, y dijo que queria ir
a vcr aquel idolo que tenian y que lo llevasen alla, y asi fue llevado. el idolo estaba en
una buena casa bien pintada, en una sala muy escura, hidionda y
muy cerrada; tienen un idolo hecho de palo muy suio, y aquel dicen que es su dios, el
que los cria y sostiene y cria los mantenimientos; a los pies del tenian ofrecidas algunas
joyas de oro; tienenle en tanta veneracion, que solos sus pajes y criados que dicen que el
senala, esos le sirven, y otro no osa entrar, ni tienen a otro por digno de tocar con la
mano en las paredes de su casa. averiguose que el diablo se reviste en aquel idolo y
habla con aquellos sus aliados, y les dice cosas diabolicas que manifiesten por toda la
tierra. a este tienen por dios y le hacen muchos sacrificios; vienen a este diablo en
peregrinacion de trescientas leguas con oro y plata y ropa, y los que llegan van al
portero y piden su don, y el entra y habla con el idolo, y el dice que se lo otorga. antes
que ninguno destos sus ministros entre a servirle, dicen que ha de ayunar muchos dias y
no se ha de allegar a mujer. Por todas las calles deste pueblo y a las puertas principales
del, y a la redonda desta casa, hay muchos idolos de palo, y los adoran a imitacion de su
diablo. Hase averiguado con muchos senores desta tierra que desde el pueblo de
Catamez, que es al principio deste gobernamiento, toda la gente desta costa servia a esta
mezquita con oro y plata y daban cada ano cierto tributo; tenian sus casas y
mayordomos adonde echaban el tributo, adonde se hallo algun oro y muestra de haber
alzado mucho mas;
averiguose con muchos indios haberlo alzado por mandato del diablo. Muchas cosas se
podrian decir de las idolatrias que se hacen a este idolo; mas por evitar prolejidad no las
digo, mas de cuanto se dice entre los indios que aquel idolo les hace entender que es su
dios y que los puede hundir si le enojan y no le sirven bien, y que todas las cosas del
mundo estan en su mano. Y la gente estaba tan escandalizada y temerosa de solamente
haber entrado el capitan a verle, que pensaban que en yendose de alli los cristianos los
habia de destruir a todos. Los cristianos dieron a entender a los indios el gran yerro en
que estaban, y que el que hablaba dentro de aquel idolo es el diablo, que los tenia
enganados, y amonestaronles que de alli adelante no creyesen en el ni hiciesen lo que
les aconsejase, y otras cosas acerca de sus idolatrias. el capitan mando deshacer la
boveda donde el idolo estaba y quebrarle delante de todos, y les dio a entender muchas
cosas de nuestra santa fe catolica, y les senalo por armas para que se defendiesen del
demonio la senal de la cruz. este pueblo de Xachacama es gran cosa, tiene junto a esta
mezquita una casa del sol, puesta en un cerro, bien labrada, con cinco cercas; hay casas
con terrados, como en espana; el pueblo parece ser antiguo, por los edificios caidos que
en el hay; lo mas de la cerca esta caida. el principal senor del se llama Taurichumbi. a
este pueblo vinieron los senores comarcanos a ver al
capitan con presentes de lo que habia en su tierra y con oro y plata; maravillaronse
mucho de haberse atrevido el capitan a entrar donde el idolo estaba y haberle
quebrantado. el senor de Malaque, llamado Lincoto, vino a dar la obediencia a su
majestad, y trujo presente de oro y plata; el senor de Hoar, llamado alincay, hizo lo
mesmo; el senor de Gualco, llama do Guarilli, asimesmo trujo oro y plata; el senor de
Chincha, con diez principales suyos, trujeron presentes de oro y plata; este senor dijo
que se llamaba Tambianvea, y el senor de Guarva, llamado Guaxchapaicho, y el senor
de Colixa, llamado aci, y el senor de Sallicaimarca, llamado ispilo, y otros senores y
principales de las comarcas traian sus presentes de oro y plata, que se junto, con lo que
fue sacado de la mezquita, noventa mil pesos. a todos estos caciques hablo el capitan
muy bien, agradesciendoles su venida; y mandoles, en nombre de su majestad, que
siempre lo hiciesen asi, y enviolos muy contentos.
098026 En este pueblo de Xachacama tuvo el capitan Hernando Pizarro noticia de que
Chilicuchima, capitan de atabalipa, estaba cuatro jornadas de alli con mucha gente y con
el oro, y que no queria pasar de alli, antes decia que venia a dar guerra a los cristianos.
el capitan le envio un mensajero asegurandole, y enviole a decir que viniese con el oro,
que ya sabia que su senor estaba preso y habia muchos dias que le esperaba, y que
tambien estaba enojado el senor Gobernador de su tardanza, y otras muchas cosas le
envio a decir, asegurandole para que viniese; porque el no podia ir a verse con el,
porque habia mal camino para los caballos, y que en un pueblo que estaba en el camino,
el que mas presto llegase aguardase al otro. Chilicuchima envio a decir que el haria lo
que el capitan mandaba, y que en ello no habria otra cosa. Y asi, el capitan se despacho
del dicho pueblo de Xachacama para venir a juntarse con Chilicuchima, y por las
mismas jornadas vino hasta el pueblo de Guarva que esta en el llano junto a la mar, y
alli dejo la costa y torno a entrar por la tierra adentro. a 3 dias del mes de marzo salio el
capitan Hernando Pizarro del dicho pueblo de Guarva, y camino por un rio arriba,
cercado de muchas arboledas, todo aquel dia, y a la noche fue a dormir a un pueblo que
esta en la ribera deste rio; este pueblo donde el capitan fue a dormir esta subjecto al
sobredicho pueblo de Guarva, y llamase Guaranga. el dia siguiente partio el capitan
deste pueblo, y fue a
dormir a otro pueblo pequeno que se dice aillon, que esta situado junto a la sierra, el
cual es subjecto a otro pueblo mas principal llamado aratambo, de muchos ganados y
maiz.
099024 Otro dia, a 5 dias del dicho mes, fue a dormir a otro pueblo subjecto de
Caxatambo, que se dice Chincha. en el camino esta un puerto de nieve muy agro, la
nieve daba a las cinchas de los caballos; este pueblo es de muchos ganados; aqui estuvo
el capitan dos dias. Sabado, a 7 del dicho mcs, partio deste pueblo y fue a dormir a
Caxatambo; este es un muy gran pueblo, situado en un valle hondo, donde hay muchos
ganados, y por todo el camino hay muchos corrales de ovejas.
099034 Llamase el senor deste pueblo Sachao; hizolo bien en el servicio de los
espanoles. en este pueblo torno a tomar el camino ancho por donde el dicho
Chilicuchima habia de ir; hay tres dias de traviesa. aqui se informo el capitan si habia
pasado a juntarse con el, como habia quedado; todos los indios le decian que habia
pasado y llevaba todo el oro; y segun despues parecio, ellos estaban avisados que lo
dijesen asi, por que el capitan se viniese, y el quedaba en Jauja sin pensamiento de venir
y como se cree destos indios que pocas veces dicen verdad, el capitan dctermino,
aunque fue gran trabajo y peligro, de salir del camino real por donde Chilicuchima
habia de venir, para saber si habia pasado, y si no fuese pasado, ir a verse con el
doquiera que estuviese, asi por traer el oro como por deshacer el ejercito que tenia y
traerlo por bien, y si no quisiese, dar en el y prenderlo. Y asi, el capitan con su gente
tomo la via de un pueblo grande, llamado Pombo, que esta en el camino real. Lunes, a 9
de dicho mes, fue a dormir a un pueblo que esta entre sierras, que se dice oyu. el
cacique salio de paz, y dio a los cristianos todo lo que tuvieron menester para aquella
noche. otro dia de manana fue el capitan a dormir a un pueblo chico de pastores que esta
cerca de una laguna de agua dulce, que tiene tres leguas de circuito, en un llano donde
hay muchos ganados medianos como los de espana y de lana muy fina. otro dia
miercoles por la manana llego el capitan con su
gente al pueblo de Pombo, y salieronle a recebir todos los senores del pueblo y algunos
capitanes de atabalipa que estaban alli con cierta gente. alli hallo el capitan ciento y
cincuenta arrobas de todo oro que Chilicuchima enviaba, y el quedaba con su gente en
Jauja. Luego, como el capitan se aposento y pregunto a los capitanes de atabalipa que
era la causa que Chilicuchima enviaba aquel oro, y no venia el, como habia prometido,
ellos respondieron que porque el tenia mucho miedo de los cristianos no habia venido, y
tambien porque esperaba mucho oro que venia del Cuzco y no osaba ir con tan poco. el
capitan Hernando Pizarro hizo un mensajero desde este pueblo a Chilicuchima
asegurandole, y haciendole saber que, pues el no habia venido, que el iba adonde estaba,
que no tuviese miedo. en este pueblo descanso un dia, por llevar los caballos algo
aliviados para si fuese menester pelear.
101008 Viernes, a 14 dias de dicho mes de marzo, se partio el capitan con toda su
gente de pie y de caballo, y del dicho pueblo de Pombo para ir a Jauja, y este dia fue a
dormir a un pueblo llamado Xacamalca, seis leguas de tierra llana del pueblo de donde
partio; hay en el campo una laguna de agua dulce que comienza de junto a este pueblo,
y tiene de circuito ocho o diez leguas, toda cercada de pueblos, y cerca della hay
muchos ganados, y hay en ella aves de agua de muchas maneras y pescados pequenos.
en esta laguna tuvo el padre de atabalipa y el muchas balsas traidas de Tumbez para su
recreacion. Sale desta laguna un rio que va al pueblo de Pombo, y pasa de una parte del
muy sesgo y hondable, y pueden venir por el a desembarar a una puente que esta junto
al pueblo; los que pasan pagan portazgo, como en espana. Por todo este rio hay muchos
ganados, y pusose por nombre Guadiana, porque le parece mucho.
101026 Sabado, a 15 dias del dicho mes, partio el capitan del pueblo de Xacamalca, y
fue a comer a una casa que esta tres leguas de alli, donde tenia buen recebimiento de
comida, y fue a dormir otras tres leguas adelante, a un pueblo llamado Carma, que esta
en una ladera de una sierra. alli le llevaron a aposentar en una casa pintada que tiene
muy buenos aposentos. el senor deste pueblo lo hizo bien, asi en el dar de comer como
en dar gente para las cargas. Domingo por la manana se partio el capitan deste pueblo
porque era algo grande la jornada, y comenzo a caminar su gente puesta en orden,
recelando que Chilicuchima estaba de mal arte, por que no le habia hecho mensajero. a
hora de visperas llego a un pueblo llamado Yanaimalca; del pueblo le salieron a recebir;
alli supo que Chilicuchima estaba fuera de Jauja, de donde tuvo mas sospecha, y porque
estaba una legua de Jauja, en acabando de comer camino, y llegando a vista della y
desde un cerro, vieron muchos escuadrones de gente, y no sabian si eran de guerra o del
pueblo. Llegado el capitan con su gente a la plaza principal del dicho pueblo, vieron que
los escuadrones eran de gente del pueblo, que se habian juntado para hacer fiestas.
Luego como el capitan llego, ante de apearse, pregunto por Chilicuchima, y dijeronle
que era ido a otros pucblos y que otro dia se vernia. So color de ciertos negocios, el se
habia ausentado hasta saber de los indios que venian con el capitan el proposito que los
espanoles llevaban; por
que, como el via que habia hecho mal en no cumplir lo que habia prometido, y que el
capitan habia venido ochenta leguas a verse con el, y por estas causas sospecho que iba
a prenderle o matarle, y por el miedo que este capitan tenia a los cristianos,
especialmente a los de caballo, por eso se ausento. el capitan llevaba consigo a un hijo
del Cuzco viejo, el cual, como supo que Chilicuchima se habia ausentado, dijo que
queria ir adonde el estaba y asi, fue en unas andas. Toda aquella noche estuvieron los
caballos ensillados y enfrenados, y mando a los senores del pueblo que ningun indio
pareciese en la plaza, porque los caballos estaban enojados y los mataran. otro dia
siguiente vino aquel hijo del Cuzco, y con el Chilicuchima, los dos en andas bien
acompanados; y entrando por la plaza se apeo, y dejo toda la gente, y con algunos que le
acompanaban fue a la posada del capitan Hernando Pizarro a verle y a desculparse por
no haber ido, como lo habia prometido, y como no le habia salido a recebir, diciendo
que no habia podido mas con sus grandes ocupaciones; y preguntandole el capitan como
no habia ido a juntarse con el, segun lo habia prometido, Chilicuchima respondio que su
senor atabalipa le habia enviado a mandar que se estuviese quedo; el capitan le
respondio que ya no tenia ningun enojo del; pero que se aparejase, que habia de ir
adonde estaba el Gobernador, el cual tenia preso a su senor atabalipa, y que no le habia
de soltar hasta que diese el oro que habia
mandado, y que el sabia como tenia mucho oro; que lo allegase todo, y que e fuesen
juntos, y que le seria hecho buen tratamiento. Chilicuchima respondio que su senor le
habia enviado a mandar que se estuviese quedo; que si no le enviase a mandar otra cosa,
que no osaria ir; porque, como aquella tierra era nuevamente conquistada, si el se fuese
tornariase a rebelar. Hernando Pizarro estuvo porfiando con el mucho; en conclusion,
quedo que el se veria en ello aquella noche, y por la manana le hablaria. el capitan lo
queria traer por buenas razones por no alborotar la tierra, porque pudiera venir dano a
tres espanoles que eran idos a la ciudad del Cuzco. otro dia por la manana Chilicuchima
fue a su posada, y dijo que, pues el queria que fuese con el, que no podia hacer otra cosa
de lo que mandaba; que el se queria ir con el, y que dejaria otro capitan con la gente de
guerra que alli tenia; y aquel dia junto hasta treinta cargas de oro bajo, y concertaron de
irse dende a dos dias; en los cuales vinieron hasta treinta o cuarenta cargas de plata; en
estos dias se guardaron mucho los espanoles, y de dia y de noche estaban los caballos
ensillados, porque aquel capitan de atabalipa se vido tan poderoso de gente, que si
hobiera dado de noche en los cristianos hiciera gran dano. este pueblo de Jauja es muy
grande y esta en un hermoso valle; es tierra muy templada, pasa cerca del pueblo un rio
muy poderoso; es tierra abundosa; el pueblo esta hecho a la manera
de los de espana, y las calles bien trazadas; a vista del hay otros pueblos subjectos a el;
era mucha la gente de aquel pueblo y de sus comarcas, que, al parecer de los espanoles,
se juntaban cada dia en la plaza principal cien mil personas, y estaban los MERCADOS
y calles del pueblo tan llenos de gentes, que parecia que no faltaba persona. Habia
hombres que tenian cargo de contar toda esta gente, para saber los que venian a servir a
la gente de guerra; otros tenian cargo de mirar lo que entraba en el pueblo. Tenia
Chilicuchima mayor domos que tenian cargo de provecr de mantenimientos a la gente;
tenia muchos carpinteros que labraban madera, y otras muchas grandezas tenia acerca
de su servicio y guarda de su persona; tenia en su casa tres o cuatro porteros.
Finalmente, en su servicio y en todo lo demas imitaba a su senor; este era temido en
toda aquella tierra porque era muy valiente hombre, que habia conquistado, por
mandado de su senor, mas de seiscientas leguas de tierra, donde hubo muchos
recuentros en el campo y en pasos malos, y en todos fue vencedor, y ninguna cosa le
quedo por conquistar en toda aquella tierra.
104022 Viernes, a 20 dias del mes de marzo, partio el capitan Hernando Pizarro del
dicho pueblo de Jauja para dar la vuelta al pueblo de Caxamalca, y con el Chilicuchima,
y por las mesmas jornadas vino hasta el pueblo de Pombo, adonde viene a salir el
camino real del Cuzco; donde estuvo el dia que llego y otro. Miercoles partieron del
dicho pueblo de Pombo, y por unos llanos, donde habia muchos hatos de ganado, fueron
a dormir a unos aposentos grandes. este dia nevo mucho. otro dia fueron a dormir a un
pueblo que esta entre unas sierras, que se dice Tambo; hay junto a el un hondo rio,
donde hay una puente, y para bajar al rio hay una escalera de picdra muy agra, que
habiendo resistencia de arriba, harian mucho dano. el capitan fue bien servido del senor
deste pueblo de todo lo que fue menester para el, y hicieron gran fiesta por respecto del
capitan Hernando Pizarro, y tambien porque venia con el Chilicuchima, a quien solian
hacer fiestas. otro dia fueron a dormir a otro pueblo llamado Tonsucancha, y el cacique
principal del se llama Tillima; aqui tuvieron bucn recebimiento, y hubo mucha gente de
servicio; porque, aunque el pueblo era pequeno, acudieron alli los comarcanos a recebir
y ver a los cristianos. en este pueblo hay muchos ganados pequenos de muy buena lana,
que parece a la de espana. otro dia fueron a dormir a otro pueblo que se dice Guaneso,
que habia de alli cinco leguas de camino,
lo mas del enlosado y empedrado, y hechas sus acequias por do va el agua. Dicen que
fue hecho por causa de las nieves que en cierto tiempo del ano caen por aquella tierra.
este pueblo de Guaneso es grande y esta en un valle cercado de sierras muy agras; tiene
el valle tres leguas en circuito, y por la una parte, viniendo a este pueblo de Caxamalca,
hay una gran subida muy agra; en este pueblo hicieron buen recebimiento al capitan y a
los cristianos, y dos dias que alli estuvieron hicieron muchas fiestas. este pueblo tiene
otros comarcanos que le son subjectos; es tierra de muchos ganados. el postrimero dia
del sobredicho mes partio el capitan con su gente deste pueblo, y llegaron a una puente
de un rio caudal, hecha de maderos muy gruesos, y en ella habia porteros que tenian
cargo de cobrar el portazgo, como entre ellos es costumbre. este dia fueron a dormir a
cuatro leguas de aqueste pueblo donde Chilicuchima tuvo proveido de todo lo que fue
menester para aquella noche. otro dia, 1|B del mes de abril, partieron deste pueblo, y
fueron a dormir a otro que se llama Pincosmarca; este pueblo esta en la ladera de una
sierra agra; llamase el cacique Parpay. otro dia partio el capitan deste pueblo, y fue a
dormir tres leguas de alli, a un buen pueblo llamado Guari|B, donde hay otro rio grande
y hondo, donde hay otra puente. este lugar es muy fuerte, porque tiene por las dos partes
hondos barrancos. aqui dijo Chilicuchima que habia habido un recuentro con la gente
del Cuzco, que le habia aguardado en este paso, y se le defendieron dos o tres dias; y
cuando los del Cuzco iban de vencida, ya que era pasada alguna gente, quemaron la
puente, y Chilicuchima y su gente pasaron nadando, y mataron muchos de los del
Cuzco. otro dia partio el capitan deste pueblo, y fuese a dormir a otro lugar que se llama
Guacango, que hay cinco leguas de camino. otro dia se fue a dormir a otro pueblo que
se dice Piscobamba; este pueblo es muy grande y esta en la ladera de una sierra; llamase
el cacique del Tanguame; deste cacique y de sus indios fue el capitan bien recebido y
los cristianos bien servidos. en el medio del camino deste pueblo a Guacacamba hay
otro rio hondable, y en el otras dos puentes juntas, hechas de red, como las que arriba
dije, que sacan un cimiento de piedra de junto al agua, y de una parte a otra hay unas
maromas tan gruesas como el muslo, hechas de bimbres, y sobre ellas atraviesan
muchos cordeles gruesos y muy tejidos, y hacen sus bordos altos; y por debajo estan
unas piedras muy grandes atadas, para tener recia la puente, y los caballos pasaron muy
bien la puente, aunque se andaba, que es una cosa muy temerosa de pasar para quien no
ha pasado; pero no hay peligro, porque esta muy fuerte. en todas estas puentes hay
guardas, como en espana, y tienen la mesma orden que arriba dije. otro dia partio el
capitan con su gente deste pueblo, y fue a dormir a unas caserias que estan a cinco
leguas del. otro dia partio el
capitan con su gente deste pueblo, que se dice agoa, subjecto de Piscobamba; es buen
pueblo y de muchos maizales; esta entre sierras; el Cacique y sus indios dieron lo que
fue menester aquella noche, y a la manana dieron la gente de servicio que fue menester.
otro dia fueron el capitan y su gente a dormir a otro pueblo que se dice Conchucho, que
son cuatro leguas de camino muy agrio. este pueblo esta en una hoya; media legua antes
que lleguen a el va camino muy ancho cortado por pena, hechos en la pena escalones,
hay muchos malos pasos, y fuertes si hubiese defensa. Partiendo de alli el capitan y su
gente, fueron a dormir a otro pueblo, llamado andamarca, que es donde sc aparto para ir
a Pachacama; a este pueblo se vienen a juntar los dos caminos reales que van al Cuzco.
Del pueblo de Pombo a este hay tres leguas de camino muy agrio; en las bajadas y
subidas tiene hechas sus escaleras de piedra; por la parte de la ladera tiene su pared de
piedra porque no puedan resbalar, porque por algunas partes podrian caer, que se harian
pedazos; para los caballos es gran bien, que caerian si no hobiese pared. en medio del
camino hay una puente de piedra y madera muy bien hecha, entre dos penoles, y a la
una parte de la puente hay unos aposentos bien hechos y un patio empedrado, donde
dicen los indios que cuando los senores de aquella tierra caminaban por alli les tenian
hechos banquetes y fiestas.
107022 Deste pueblo vino el capitan Hernando Pizarro por las mesmas jornadas que
llevo hasta la ciudad de Caxamalca, donde entro, y con el Chilicuchima, a 25 dias del
mes de mayo ano de 1533. aqui se ha visto una cosa que no se ha visto despues que las
indias se descubrieron, y aun entre los espanoles es bien de notar, que al tiempo que
Chilicuchima entro por las puertas donde estaba preso su senor, tomo a un indio de los
que consigo llevaba y una carga mediana, y echosela encima, y con el otros muchos
principales de aquellos que consigo llevaba; y asi cargado el y los otros, entro donde su
senor estaba, y cuando lo vio, alzo las manos al sol, y diole gracias porque se lo habia
dejado ver; y luego con mucho acatamiento, llorando, se llego a el y le beso el rostro y
las manos y los pies, y asimesmo los otros principales que venian con el. atabalipa
mostro tanta majestad, que, con no tener en todo su reino a quien tanto quisiese, no le
miro a la cara ni hizo del mas caso que del mas triste indio que viniera delante del; y
esto de cargarse para entrar a ver a atabalipa es cierta cerimonia que se hace a todos los
senores que han reinado en aquella tierra. La cual dicha relacion, yo Miguel de estete,
veedor que fui en el viaje que el dicho capitan Hernando Pizarro hizo, truje de todo lo
susodicho, de la manera que sucedio-Miguel estete.
108000 Prosigue el primer auctor
108011 Visto por el Gobernador que seis navios que esta ban en el puerto de San
Miguel no se podian sostener, y que dilatando su partida se perdieran, y los maestros
dellos, que a el vinieron, le habian requerido que los pagase y los despachase, el
Gobernador hizo ayuntamiento para despacharlos, y para hacer relacion a su majestad
de lo sucedido. e juntamente con los oficiales de su majestad acordo que se hiciese
fundicion de todo el oro que hay en este pueblo, que atabalipa habia hecho traer, y de
todo lo demas que llegara antes que la fundicion se acabe, porque fundido y repartido,
no se detenga mas aqui el Gobernador, y vaya a hacer la poblacion, como manda su
majestad.
108024 Ano de 1533, andados trece dias del mes de mayo, se pregono y comenzo a
hacer la fundicion. Pasados diez dias, llego a este pueblo de Caxamalca uno de los tres
cristianos que fueron a la ciudad del Cuzco; este es el que fue por escribano, y trujo la
razon de como se habia tomado posesion en nombre de su majestad en aquella ciudad
del Cuzco; asimesmo trujo relacion de los pueblos que hay en el camino, en que dijo
que hay treinta pueblos principales, sin la ciudad del Cuzco, y otros muchos pueblos
pequenos; y dijo que la ciudad del Cuzco es tan grande como se ha dicho, y que esta
asentada en una ladera cerca del llano, las calles muy bien concertadas y empedradas. y
que en ocho dias que alli estuvieron no pudieron ver todo lo que alli habia; y que una
casa del Cuzco tenia chaperia de oro, que la casa es muy bien hecha y cuadrada, y tiene
de esquina a esquina trescientos y cincuenta pasos, y de las chapas de oro que esta casa
tenia quitaron setecientas planchas, que una con otra tenian a quinientos pesos, y de otra
casa quitaron los indios cuantidad de doscientos mil pesos, y que por ser muy bajo no lo
quisieron recebir, que ternia a siete o ocho quilates el peso; y que no vieron mas casas
chapadas de oro destas dos, porque los indios no les dejaron ver toda la ciudad, y que
por la muestra y parecer de la ciudad y de los oficiales della creen que hay mucha
riqueza en ella; y que hallaron alli al capitan Quisquis, que tiene esta ciudad por
atabalipa, con treinta mil
hombres de guarnicion, con que la guarda, porque confina con caribes y con otras
gentes que tienen guerra con aquella ciudad; y otras muchas cosas dijo que hay en
aquella ciudad, y de la buena orden della, y que el principal que con ellos fue viene con
los otros dos cristianos con seiscientas planchas de oro y plata, y mucha cuantidad que
les dio en Jauja el principal que alli dejo Chilicuchima. Por manera que en todo el oro
que traen vienen ciento y setenta y ocho cargas, y son las cargas de paligueres que las
traen cuatro indios, y que traen poca plata, y que el oro viene a los cristianos poco a
poco y deteniendose, porque son menester muchos indios para ello, y los vienen
recogiendo de pueblo en pueblo, y que cree que llegara a Caxamalca dentro en un mes.
el oro que se ha dicho que venia del Cuzco entro en este pueblo de Caxamalca a 13 dias
de junio del ano sobredicho, y vinieron doscientas cargas de oro y veinte y cinco de
plata; en el oro al parecer habia mas de ciento y treinta quintales; y despues de haber
venido esto, vinieron otras sesenta cargas de oro bajo; la mayor parte de todo esto eran
planchas, a manera de tablas de cajas, de a tres y a cuatro palmos de largo. esto quitaron
de las paredes de los bohios, y traian agujeros, que parece haber estado clavadas.
acabose de hundir y repartir todo este oro y plata que se ha dicho dia de Santiago; y
pesado todo el oro y plata por una romana, hecha la cuenta, reducido todo a buen oro,
hubo en todo un cuento y trescientos y veinte y seis mil y quinientos y treinta y nueve
pesos de buen oro. De lo cual pertenecio a su majestad su quinto, despues de sacados
los derechos de hundidor, doscientos y sesenta y dos mil y doscientos y cincuenta y
nueve pesos de buen oro. Y en la plata hubo cincuenta y un mil y seiscientos y diez
marcos, y a su majestad pertenecio diez mil y ciento y veinte marcos de plata. De todo
lo demas, sacado el quinto y los derechos del hundidor, repartio el Gobernador entre
todos los conquistadores que lo ganaron, y cupieron a los de caballo a ocho mil y
ochocientos y ochenta pesos de oro y a tres cientos y sesenta y dos marcos de plata, y
los de pie a cuatro mil y cuatrocientos y cuarenta pesos y a ciento y ochenta y un
marcos de plata, y algunos a mas y otros a menos, segun parecio al Gobernador que
cada uno merecia, segun la cualidad de las personas y trabajo que habian pasado. De
cierta cantidad de oro que el Gobernador aparto antes del repartimiento, dio a los
vecinos que quedaron en el pueblo de San Miguel y a toda la gente que vino con el
capitan Don Diego de almagro y todos los mercaderes y marineros que vinieron despues
de la guerra hecha; por manera que a todos los que en aquella tierra se hallaron alcanzo
parte, y por esta causa se puede llamar fundicion general, pues a todos fue general.
Viose en esta hundicion una cosa harto de notar, que hubo un dia que se hundieron
ochenta mil pesos, y comunmente se hundian cincuenta
o sesenta mil pesos. esta hundicion fue hecha por los indios, que hay entre ellos
grandes plateros y fundidores, que fundian con nueve forjas.
111005 No dejare de decir los precios que en esta tierra se han dado por los
mantenimientos y otras mercadurias, aunque algunos no lo creeran por ser tan subidos;
y puedolo decir con verdad, pues lo vi, y compre algunas cosas. un caballo se vendio
por mil y quinientos pesos, y otros tres mil y trescientos. el precio comun dellos era dos
mil y quinientos, y no se hallaban a este precio. una botija de vino de tres azumbres
sesenta pesos, y yo di por dos azumbres cuarenta pesos; un par de borce guies treinta o
cuarenta pesos, unas calzas otro tanto; una capa cien pesos, y ciento y veinte; una
espada cuarenta o cincuenta, una cabeza de ajos medio peso; a este respecto eran las
otras cosas (es tanto un peso de oro como un castellano); una mano de papel diez pesos.
Yo di por poco mas de media onza de azafran danado doce pesos. Muchas cosas habia
que decir de los crecidos precios a que se han vendido todas las cosas, y de lo poco en
que era tenido el oro y la plata. La cosa llego a que si uno debia a otro algo le daba de
un pedazo de oro a bulto sin lo pesar, y aunque le diese al doble de lo que le debia no se
le daba nada, y de casa en casa andan los que debian con un indio cargado de oro
buscando a los acreedores para pagar lo que debian.
111028 Dicho se ha como se acaho la hundicion y se repartio el oro y plata, y de la
riqueza de aquella tierra, y como es tenido en tan poco el oro y plata, asi de los
espanoles como de los indios. Hay lugar de los que son subjcctos al Cuzco, que agora
estaba por atabalipa, adonde dicen que hay dos casas hechas de oro, y las pajas dellas,
con que estan cubiertas, todas hechas de oro. Con el oro que aqui se trujo del Cuzco
trajeron algunas pajas hechas de oro macizo con su espigueta hecha al cabo, propia
como nace en el campo. Si hobiera de contar la diversidad de las piezas de oro que se
trajeron, seria para nunca acabar. Pieza hubo de asiento que peso ocho arrobas de oro, y
otras fuentes grandes con sus canos corriendo agua, en un lago hecho en la mesma
fuente, donde hay muchas avcs hechas de diversas maneras, y hombres sacando agua de
la fuente, todo hecho de oro. asimesmo se sabe por dicho de atabalipa y de
Chilicuchima y otros muchos, que tenia atabalipa en Jauja ciertas ovejas, y pastores que
las guardan, todo hecho de oro, y las ovejas y pastores grandes como los que hay en esta
tierra; estas piezas eran de su padre, las cuales prometio dar a los espanoles. Grandes
cosas se cuentan de las riquezas de atabalipa y de su padre.
112013 Agora digamos una cosa que no cs para dejar de escrebir, y es que parecio ante
el Gobernador un cacique senor del pueblo de Caxamalca, y por las lenguas le dijo:
“Hagote saber que despues que atabalipa fue preso, envio a Quito, su tierra, y por todas
las otras provincias, a hacer ayuntamiento de mucha gente de guerra para venir sobre ti
y tu gente y mataros a todos, y que toda esta gente viene con un gran capitan llamado
Lluminabe, y que esta muy cerca de aqui, y verna de noche y dara en este real,
quemandolo por todas partes, y al primero que trabajaran de matar sera a ti, y sacaran de
prision a su senor atabalipa. Y de la gente natural de Guito vienen doscientos mil
hombres de guerra y treinta mil caribes que comen carne humana, y de otra provincia
que se dice Pazalta, y de otras partes, viene gran numero de gente.” oido por el
Gobernador este aviso, agradeciolo mucho al Cacique, y hizole mucha honra, y mando a
un escribano que lo asentase todo, y hizo le sobre ello informacion, y tomo el dicho a un
tio de atabalipa y a algunos senores principales y a algunas indias, y hallose ser verdad
todo lo que le dijo el cacique senor de Caxamalca. el Gobernador hablo a atabalipa,
diciendo: “|BQue traicion es esta que me tienes armada, habiendote yo hecho tanta
honra como a hermano y confiandome de tus palabras?” Y declarole todo lo que habia
sabido y tenia por informacion. atabalipa respondio diciendo: “|BBurlaste conmigo?
Siempre
me hablas cosas de burlas; |Bque parte somos yo y toda mi gente para enojar a tan
valientes hombres como vos otros? no me digas estas burlas”. Y todo esto sin mostrar
semblante de turbacion, sino riendo, por mejor disimular su maldad, y otras muchas
vivezas de hombre agudo ha dicho despues que esta preso, de que los espanoles que se
las han oido estan espantados, de ver en hombre barbaro tanta prudencia. el Gobernador
mando traer una cadena y que se la echasen a la garganta, y envio dos indios por espias
a saber donde estaba este ejercito, porque se decia que estaba a siete leguas de
Caxamalca, por ver si estaba en parte donde pudiese enviar sobre ellos ciento de a
caballo; y supo que estaba en tierra muy agria y que se venian acercando, y supose que
luego que le fue echada la cadena a atabalipa envio sus mensajeros a hacer saber a aquel
su gran capitan como el Gobernador lo habia muerto; y que sabida esta nueva por el y
por los de su hueste, se habian retraido atras; y que tras aquellos mensajeros envio otros,
enviandoles a mandar que luego viniesen sin detenerse, enviandoles avisos como y por
donde y a que hora habian de dar en el real, porque el esta vivo, y si se tardaban lo
hallarian muerto.
113027 Sabido todo esto por el Gobernador, mando poner mucho recaudo en el real, y
que todos los de caballo rondasen toda la noche, y en cada cuarto rondaban cincuenta de
caballo, y en el del alba todos ciento y cincuenta; y en todas estas noches no durmieron
el Gobernador y sus capitanes, requiriendo las rondas y mirando lo que convenia, y los
cuartos que cabian de dormir a la gente no se quitaban las armas, y los caballos estaban
ensillados. Con este recaudo estaba el real, hasta un sabado a puesta de sol que vinieron
dos indios de los que servian a los espanoles a decir al Gobernador que venian huyendo
de la gente del ejercito, que llegaba a tres leguas de alli, y que aquella noche o otra
llegarian a dar en el real de los cristianos, porque a gran priesa se venian acercando, por
lo que atabalipa les habia enviade a mandar. Luego el Gobernador, con acuerdo de los
oficiales de su majestad y de los capitanes y personas de experiencia, sentencio a muerte
a atabalipa, y mando por su sentencia, por la traicion por el cometida, que muriese
quemado si no se tornase cristiano, por la seguridad de los cristianos y por el bien de
toda la tierra y conquista y pacificacion della; porque, muerto atabalipa, lucgo
desbarataria toda aquella gente, y no ternian tanto animo para ofender y hacer lo que les
habia enviado a mandar. Y asi, le sacaron a hacer del justicia, y llevandole a la plaza,
dijo que queria ser cristiano. Luego lo hicieron saber al Gobernador, y dijo
que lo bautizasen; y bautizolo el muy reverendo padre fray Vicente de Valverde, que lo
iba esforzando. el Gobernador mando que no lo quemasen, sino que lo ahogasen atado a
un palo en la plaza, y asi fue hecho: y estuvo alli hasta otro dia por la manana, que los
religiosos y el Gobernador, con los otros espanoles, lo llevaron a enterrar a la iglesia
con mucha solemnidad, con toda la mas honra que se le pudo hacer. asi acabo este que
tan cruel habia sido, con mucho animo, sin mostrar sentimiento, diciendo que
encomendaba sus hijos al Gobernador. al tiempo que lo llevaban a enterrar hubo gran
llanto de mujeres y criados de su casa. Murio en sabado a la hora que fue preso y
desbaratado. algunos dijeron que por sus pecados murio en tal dia y hora como fue
preso; y asi pago los grandes males y crueldades que en sus vasallos habia hecho,
porque todos a una voz dicen que fue el mayor carnicero y cruel que los hombres
vieron; que por muy pequena causa asolaba un pueblo, por un pequeno delicto que un
solo hombre del hobiese cometido, y mataba diez mil personas; por tirania tenia
subjecta toda aquella tierra, y de todos era malquisto.
114038 Luego tomo el Gobernador otro hijo del Cuzco viejo, llamado atabaliba, que
mostraba tener amistad a los cristianos, y lo puso en el senorio en presencia de los
caciques y senores comarcanos y de otros indios; y les mando que lo tuviesen todos por
senor y le obedesciesen como antes obedescian a atabalipa, pues este era senor natural
por ser hijo legitimo del Cuzco viejo; y todos dijeron que lo ternian por tal senor y le
obedescerian como el Gobernador les mandaba.
115009 Agora quiero decir una cosa admirable, y es, que veinte dias antes que esto
acaesciese, ni se supiese de la hueste que atabalipa habia hecho juntar, estando atabalipa
una noche muy alegre con algunos espanoles, hablando con ellos, parecio a deshora una
senal en el cielo, a la parte del Cuzco, como cometa de fuego, que duro mucha parte de
la noche; y vista esta senal por atabalipa, dijo que muy presto habia de morir en aquella
tierra un gran senor.
115018 Cuando el Gobernador hubo puesto en el estado y senorio desta tierra a
atabaliba el menor (como ya es dicho), dijole el Gobernador que le queria notificar lo
que su majestad manda, y lo que ha de hacer y cumplir para ser su vasallo. atabaliba
respondio que habia de estar retraido cuatro dias sin hablar a ninguno, por que asi se usa
entre ellos cuando un senor muere, para que el sucesor sea temido y obedescido, y luego
le dan todos la obediencia. asi, estuvo los cuatro dias retraido, y despues asento con el
las paces el Gobernador con solemnidad de trompetas, y le entrego la bandera real, y el
la recibio y alzo con sus manos por el emperador nuestro senor, dandose por su vasallo.
Luego todos los senores principales y caciques que presentes se hallaron, con mucho
acatamiento lo recebieron por senor y le besaron la mano y en el carrillo; y volviendo
las caras al sol, le dieron gracias, las manos juntas, diciendo que les habia dado senor
natural. asi fue recebido este senor al estado de atabalipa, y luego le pusieron una borla
muy rica atada por la cabeza que desciende desde la frente, que cuasi le tapaba los ojos,
que entre ellos es corona, que trae el que es senor en el senorio del Cuzco, y asi la traia
atabalipa.
116005 Y despues de todo esto, algunos de los espanoles que habian conquistado la
tierra, mayormente los que habia mucho tiempo que estaban alla, y otros que, fatigados
de enfermedades y heridas, no podian servir ni estar alla, demandaron licencia al
Gobernador, suplicandole que los dejase venir a sus tierras con el oro y plata y piedras y
joyas que les habian cabido de su parte; la cual licencia les fue concedida, y algunos
dellos vinieron con Hernando Pizarro hermano del Gobernador, y a otros se les dio
despues licencia, visto que cada dia le venia gente de nuevo, que concurria a la fama de
la riqueza que habian habido. Y el Gobernador dio algunas ovejas y carneros y indios a
los espanoles a quien habia dado licencia, para que trujesen su oro y plata y ropa hasta
el pueblo de San Miguel, y en el camino perdieron algunos particulares oro y plata en
cuantidad de mas de veinte y cinco mil castellanos, porque los carneros y ovejas se les
huian con el oro y plata, y tambien huian algunos indios. Y en este camino padecieron,
desde la ciudad del Cuzco hasta el puerto, que son cuasi doscientas leguas, mucha
hambre y mucha sed y mucho trabajo, y grande falta de bestias o personas para que les
trujesen sus haciendas. Y asi, embarcandose, vinieron a Panama, y desde alli al nombre
de Dios, adonde se embarcaron, y nuestro Senor los trujo hasta Sevilla, adonde hasta
agora son venidas cuatro naos, las cuales trujeron la siguiente cuantidad de oro y plata.
116033 Ano de 1533, a 5 dias del mes de deciembre, llego a esta ciudad de Sevilla la
primera destas cuatro naos, en la cual vino el capitan Cristobal de Mena, el cual trujo
suyos ocho mil pesos de oro y novecientos y cincuenta marcos de plata. item vino un
reverendo clerigo, natural de Sevilla, llamado Juan de Sosa, que trujo seis mil pesos de
oro y ochenta marcos de plata. item vinieron en esta nao, allende de lo sobredicho,
treinta y ocho mil novecientos y cuarenta y seis pesos.
117004 Ano de 1534, a 9 dias del mes de enero, llego al rio de Sevilla la segunda nao,
nombrada Santa Maria del Campo, en la cual vino el capitan Hernando Pizarro,
hermano de Francisco Pizarro, gobernador y capitan general de la nueva-Castilla. en
esta nao vinieron para su majestad ciento y cincuenta y tres mil pesos de oro y cinco mil
y cuarenta y ocho marcos de plata. Mas, trujo para pasajeros y personas particulares
trescientos y diez mil pesos de oro y trece mil y quinientos marcos de plata, sin lo de su
majestad. Lo sobredicho vino en barras y planchas y pedazos de oro y plata, cerrado en
cajas grandes.
117016 Allende de la sobredicha cuantidad, trujo esta nao para su majestad treinta y
ocho vasijas de oro y cuarenta y ocho de plata, entre las cuales habia una aguila de plata
que cabian en su cuerpo dos cantaros de agua, y dos ollas grandes, una de oro y otra de
plata, que en cada una cabra una vaca despedazada; y dos costales de oro, que cabra en
cada uno dos hanegas de trigo, y un idolo de oro del tamano de un nino de cuatro anos,
y dos atambores pequenos. Las otras vasijas eran cantaros de oro y plata, que en cada
uno cabran dos arrobas y mas. item en esta nao trujeron, de pasajeros, veinte y cuatro
cantaros de plata y cuatro de oro.
117029 Este tesoro fue descargado en el muelle y llevado a la casa de la contratacion,
las vasijas a cargas, y lo restante en veinte y siete cajas, que un par de bueyes llevaban
dos cajas en una carreta.
117033 En el sobredicho ano, el 3|B dia del mes de junio, llegaron otras dos naos; en
la una venia por maestre Francisco Rodriguez, y en la otra Francisco Pabon; en las
cuales trujeron para pasajeros y personas particulares ciento y cuarenta y seis mil y
quinientos y diez y ocho pesos de oro y treinta mil y quinientos y once marcos de plata.
118003 Allende de las vasijas y piezas de oro y plata sobre dichas, suma el oro destas
cuatro naos setecientos y ocho mil y quinientos y ochenta pesos. es tanto un peso de oro
como un castellano; vendese comunmente cada peso por cuatrocientos y cincuenta
maravedis; y contando todo el oro que se registro de todas cuatro naos, sin poner en
cuenta las vasijas y otras piezas, suma lo restante trescientos y diez y ocho cuentos y
ochocientos y sesenta y un mil maravedis.
118012 Y la plata es cuarenta y nueve mil y ocho marcos. es cada marco ocho onzas,
que, contandolo a dos mil y doscientos y diez maravedis, suma toda la plata ciento y
ocho cuentos y trescientos y siete mil y seiscientos y ochenta maravedis.
118017 La una de las dos naos postreras que llegaron (en la cual vino por maestre
Francisco Rodriguez) es de Francisco de Jerez, natural desta ciudad de Sevilla, el cual
escribio esta relacion por mandado del gobernador Francisco Pizarro, estando en la
provincia de la nueva-Castilla, en la ciudad de Caxamalca, por secretario del senor
Gobernador.
118024 A Dios gracias.