Tyuleneva, Vera. LA TIERRA DEL PAITITI Y EL LAGO ROGOAGUADO

 


LA TIERRA DEL PAITITI Y EL LAGO ROGOAGUADO

1. INTRODUCCION

 

Este trabajo fue planeado en su inicio como informe de la temporada de campo 2006 de investigaciones arqueologicas y etnologicas. Los estudios de campo han comenzado el ano anterior como parte del Proyecto Mojos (Sanematsu 2006). Despues de haber recogido en el 2005 alguna informacion preliminar (Tyuleneva 2006), en esta siguiente temporada, gracias a la posibilidad de realizar prospecciones mas extensas y excavaciones en pequena escala, ampliamos el espectro de datos obtenidos sobre la zona de nuestro interes, el lago Rogoaguado, y sobre la problematica vinculada con esta region, de la cual hablaremos a continuacion.

En el proceso de elaboracion del informe surgio la necesidad de anticipar los datos arqueologicos obtenidos con una introduccion historica, para aclarar el motivo que nos llevo a concentrarnos en este area geografica y los problemas que nos proponemos abordar.

Hacia las orillas del lago Rogoaguado, en el Departamento de Beni del Oriente Boliviano, nos condujo la busqueda del origen historico de la leyenda del Paititi. Este tema ha sido injustamente excluido de los campos academicos a raiz de su amplia explotacion literaria y periodistica carente de argumentacion. Paradojicamente, el mito tan inquietante y llamativo que se genero alrededor de la palabra ‘Paititi’ en la epoca colonial, perdura hasta hoy tomando nuevas formas y provocando de tiempo en tiempo campanas sensacionalistas en los medios y apasionadas empresas expedicionarias que corren la misma suerte de aquellas audaces entradas del siglo XVII.

Sin embargo, las fuentes historicas mas tempranas que hacen referencia al Paititi como a un toponimo, etnonimo o nombre propio de un jefe o gobernante, por mas contradictorias y confusas que sean sus descripciones, hacen pensar que la raiz de la leyenda yace en una zona geografica especifica y en una epoca historica determinada. Hemos propuesto esta tesis anteriormente en el articulo del ano 2003.

Existe y esta de moda cierta tendencia en las ciencias sociales, proveniente de la antropologia, que genera una dificultad adicional para el desarrollo de un estudio sobre el tema. Segun esa linea de pensamiento, las fuentes historicas narrativas dan mas evidencias acerca de la mentalidad del autor que acerca de los hechos narrados. Por lo tanto, el estudio historico se reduce a la reflexion sobre las ideologias, sean sociales, grupales o individuales, y renuncia a la reconstruccion historica de hechos y acontecimientos. A causa de esta vision parcial, en algunos trabajos el Paititi se trata solo como un mito, una construccion utopica producida por un determinado contexto social (por ejemplo, Lorandi 1997). La misma actitud provoca a menudo la ruptura entre la historia y la arqueologia. Los arqueologos, apegados a la informacion exacta e irrefutable extraida de la cultura material, rechazan con desprecio las fuentes historicas como a narraciones subjetivas carentes de valor y fundamento.

No ponemos en duda el hecho de que la subjetividad y las estructuras mentales esten presentes en las fuentes escritas. Cada texto es producto de su tiempo, sociedad y de innumerables motivos personales del autor inmerso en una determinada situacion. No obstante, cada texto que pretenda ser documento, por mas que fuera una explicita falsificacion, refleja de alguna manera, en mayor o menor grado indirecta, los hechos. Discernir los dos aspectos de la narracion es una tarea delicada, pero no imposible. Podemos acercarnos a los hechos comparando los

textos entre si, tomando en cuenta las condiciones especificas en que fueron creados, y superponiendolos sobre otras fuentes de informacion que en nuestro caso serian los datos provenientes de la arqueologia, la etnologia, la geografia y la linguistica, asi como de la etnonimia y la toponimia.

2. PAITITI: DOS PROBLEMAS

 

Desde la publicacion de nuestro articulo del ano 2003, hemos acumulado una gran cantidad de nueva informacion, tanto proveniente de documentos escritos como de investigaciones de campo, lo cual nos obliga a revisar algunas de las interpretaciones anteriores.

En primer lugar, el problema principal, el del origen historico de la leyenda del Paititi, se ha dividido en dos. Aparentemente, en las fuentes este termino tiene dos aspectos vinculados entre si, pero diferentes.

1) ‘Paititi’ es nombre de un territorio, un rio, un cerro, una laguna y/o del jefe de cierto grupo etnico (o varios grupos), gobernante del respectivo territorio. La tierra del Paititi siempre se asocia con el concepto de la prosperidad y a veces, aunque no siempre, por extension, con la abundancia de metales preciosos. El Paititi se localiza al este de los Andes, mas precisamente detras de la sierra sur.

2) El Paititi es un lugar hacia donde los Incas organizaron una o varias expediciones. Las rutas de estas incursiones y sus resultados se describen de diversas maneras por diferentes cronistas (Rowe 1985; Sarmiento [1572]1942:143-145; Garcilaso [1609]1995:450-459; Murua [1615]1987:328-329; Lizarazu [1636]1906:124-144 y otros). Segun algunas versiones, a raiz de esas expediciones se formo un enclave Inca en las tierras del Paititi. Despues de la conquista espanola, comenzo una migracion de los Andes hacia el Paititi que impuso entre la poblacion local una notable influencia cultural.

 

De esta manera, podemos considerar por un lado el problema del origen del etnonimo / toponimo / nombre propio ‘Paititi’ y, por el otro lado, el tema de la expansion Inca hacia el oriente y de las migraciones post-conquista desde los Andes a la selva. Es muy posible que se trate de dos locaciones geograficas un tanto diferentes que se han fundido en una sola a causa del uso ampliado del termino ‘Paititi’.

En el presente trabajo nos concentraremos mas en el primero de los dos problemas, sin restarle importancia al segundo.

3. HISTORIOGRAFIA: FUENTES

 

Entre las multiples textos de la epoca colonial que refieren al Paititi, hemos elegido algunos que nos parecen mas relevantes y confiables. Uno de los criterios principales para determinar su relevancia y peso seria la relativa cercania del autor a la fuente de informacion. Damos preferencia a los autores quienes comunican datos ‘de primera mano’, es decir, hablan de lugares que ellos mismos han visitado o, al menos, transmiten lo que les comentaban los nativos sobre las tierras colindantes, lo cual seria informacion ‘de segunda mano’. Cuantas mas ‘manos’ pasa una narracion o una descripcion geografica, mas tiende a transformarse y a adquirir detalles fantasticos.

Informe de Juan Alvarez Maldonado: la laguna del Paititi

Una de las primeras grandes entradas espanolas en pos del Paititi, y la primera de la cual quedo una extensa documentacion, es la de Juan Alvarez Maldonado, de los anos 1567-1569. El informe principal fue redactado bajo la supervision del mismo organizador de la expedicion en el Cusco poco tiempo despues de su retorno (Alvarez Maldonado [1570-1629]1906). Esta desafortunada empresa en varias ocasiones ha sido comentada por historiadores (Levillier 1976, Lorandi 1997 etc.).

Maldonado planeo su entrada por el rio Madre de Dios. Despues de haber avanzado hasta la tierra de los Opataries, Maldonado con la mayor parte de sus soldados se asento ahi, enviando a adelantarse a uno de sus capitanes, Manuel de Escobar con ochenta hombres. Escobar llego a la tierra de los ‘aravaonas’ (araonas), donde fue amistosamente recibido por el jefe llamado Tarano y fundo un fuerte en las tierras vecinas de los toromonas, gozando del apoyo de ambos grupos etnicos.

Mientras tanto, los avances de los expedicionarios de Maldonado fueron puestos en peligro por otra empresa organizada al mismo tiempo y con el mismo fin por otro conquistador, Gomez de Tordoya, quien tomo otra ruta, la de Camata, y se aproximaba desde el sur al fuerte fundado por Escobar. Los nativos aliados de Escobar dieron una rotunda derrota a Tordoya, pero luego, probablemente debido a algun conflicto con Escobar (diplomaticamente omitido en el informe), se tornaron contra el, mataron a sus hombres y quemaron el fuerte. Maldonado, sin saber la triste suerte de su vanguardia, entro en la tierra de los araonas y los toromonas tras las huellas de Escobar, fue cruelmente atacado por los nativos reiteradas veces y por fin tomado prisionero por el mismo cacique Tarano. Tarano, mostrando misericordia hacia Maldonado y hacia los pocos sobrevivientes de su ejercito, los despacho en brevedad de regreso al Cusco por San Juan de Oro.

La extensa geografia descrita en el relato de esta entrada no siempre es facilmente identificable, pero da cierta nocion acerca de los territorios donde transcurrieron los acontecimientos. En primer lugar, esta claro que la expedicion, solo en su primer tramo, seguia el curso de Madre de Dios, para luego desviarse tierra adentro hacia el sur por la margen occidental del rio Beni. Probablemente, el avance hacia el sur era bastante significativo, considerando que Tordoya se acerco al mismo lugar por Camata, un afluente occidental del Beni, al sur del rio Tuychi. Lo mismo confirman los etnonimos vinculados con el lugar en donde se fundo la fortaleza. Los araonas, hoy practicamente extintos, vivian en el territorio del actual departamento de Pando, al sur del rio Madre de Dios en su corriente baja. Sus vecinos hacia el sur eran los toromonas, de quienes hoy se conservan tan solo rumores y leyendas, pero cuya existencia historica se da por comprobada (Metraux 1963).

Ademas de los araonas y los toromonas, en el texto de Maldonado se menciona otra cantidad de grupos etnicos:

Comencando desde la cordilliera questa a las espaldas de Chuquiavo, estan los Moxos de Yuroma, y confina con ellos los Moxos de Mayaquize; y luego las provincias de Mayas e Yuquimonas, y la provincia de los Pacajes y la de los Yumarineros, y la provincia de los Muymas y la de los Chunchos y Guanapaonas y la de los Tirinas, y la provincia de los Cabinas y los Coribas y la de los Chimareras, // y los Guarayos, y la provincia de los Marquires; esta corre hasta la provincia del Paitite y Corocoros. Los Moxos, Pacajes, Yumarineros, Chunchos, Aravaonas, Toromonas, Celipas, Corivas, Chimareras, Marupas, Cabinas, Capinas. Todas estas provincias son de gente alcada, vestida de algodon, y todos de unos rrictos y cerimonias que son como los yungas del Piru. (Alvarez Maldonado [1570-1629]1906:64-65)

Algunos de estos nombres se identifican claramente con los grupos etnicos actuales como maropas, cavinas (ambos de la familia linguistica Tacana, al igual que los Araonas), mojos, movimas y guarayos. Los Maropas viven en hoy en la

zona de Reyes, en la margen este del rio Beni. Los cavinas o cavinenos ocupan la misma orilla hacia el norte. Los mojos o mojenos, etnonimo ampliamente conocido incluso en el Cusco en la epoca de la conquista, y que a menudo figuraba como sinonimo del Paititi, abarca un grupo grande con muchas subdivisiones, cuyas lenguas estaban estrechamente emparentadas. De estas lenguas sobreviven todavia tres o cuatro. Los mojenos viven en la corriente media del rio Mamore. Al norte de los mojenos, en los afluentes occidentales del Mamore (rio Yacuma y algunos otros) se encuentran los territorios de los movimas. Los guarayos, parientes directos de los guaranies, estan hoy, al igual que en aquellas epocas, esparcidos en vastos espacios geograficos.

Este recuento de pueblos, de los cuales se tuvo noticia en el viaje de Maldonado, es sumamente valioso, porque para varios de ellos es el primer registro en fuentes escritas.

En cuanto al Paititi, el informe de Maldonado dice lo siguiente:

Entra el rrio Magno en el rrio y laguna famosa de Paitite; y en el mismo rrio o laguna del Paitite entra el poderoso y espantable rrio de Paucarmayo, ques Apurima, Avancai, Bilcas y Xauja y otros muchos que nazcen entre estos; y desta laguna sale la buelta del Este casi al Nordeste hazia la Mar del Norte. Es de notar que Paucarmayo, entra en el Paitite sobre la mano izquierda. Hasta el Paitite se llama esto rrio el Magno y desde alli baxo se llama Paitite. Desde donde nasce, hasta donde se cree que averiguadamente va a salir a la Mar del Norte, corre mas de mill leguas largas. (Op.cit.:62)

Y luego:

Pasado el rrio llamado Paitite, la qual tierra tiene llanos que enpiecan desde pasado el dicho rrio; estos llanos ternan de ancho quinze leguas, poco mas, segun la quenta de los yndios, hasta una cordillera de sierra alta de nieves, que la semejan los yndios que la an visto como la del Piru, pelada; los moradores de los llanos se llaman Corocoros, y los de la sierra se llaman Pamaynos. Desta sierra dan noticia ser muy rrica de metales; en ella ay grandisimo poder de gente, al modo de los del Piru y de las mismas cirimonias y del mismo ganado y traje, y dizen que los Yngas del Piru vinieron dellos. Es tanta gente y tan fuerte y diestra en la guerra, que con ser el Inga del Piru tan gran conquistador, aunque enbio al Paitite por muchas vezes a muchos Capitanes, no se pudo valer con ellos, antes los desbarataron muchas vezes; y visto por el Ynga quan poco poderoso era para contra ellos, determino de comunicarse con el gran Senor del Paitite y por via de presentes, y mando el Ynga que le hiziesen junto al rrio Paitite dos fortalezas de su nombre por memoria de que avia llegado alli su gente. (Op.cit.:64)

Obviamente, estas referencias contienen muchas confusiones respecto a la geografia real. Hasta fines del siglo XVIII existian dudas acerca del curso del rio Apurimac. En el mapa de las misiones jesuiticas (Mapa 1) se lo muestra como afluente del Beni. Rodriguez Tena, en 1780, con mucho entusiasmo intenta probar lo mismo y ademas afirma que el Beni no forma parte del rio Madera, sino que es la corriente alta del Ucayali (Rodriguez Tena [1780]2004:72-74).

Lo mas interesante para nosotros en este texto es el hito geografico ‘laguna del Paitite’, a la cual se puede acceder navegando por el rio Magno (Madre de Dios). La mayoria de los textos posteriores asocian el termino ‘Paititi’ con una laguna o un lago. La presente descripcion sugiere que a la laguna se llega navegando rio abajo por el Magno. Pero queda la posibilidad de que esta referencia sea una version simplificada de cierta ruta fluvial mas compleja.

La serrania mencionada en la segunda cita, cuya poblacion supuestamente tiene gran parecido con los Incas, puede ser un reflejo distorsionado, tanto de las vertientes orientales de los Andes cercanos al rio Beni, como (lo mas probable) de la Sierra de los Pacaas Novos y de Paresis. La distancia de quince leguas entre esta sierra y el rio Paititi, obviamente puede ser considerada mas que cuestionable. La alusion a una serrania que alberga poblacion con rasgos parecidos a los Incas del Peru tambien es repetida posteriormente por otros autores. El caso mas notable son

las Informaciones de Juan de Lizarazu ([1636-1638]1906), las cuales apuntan directamente hacia la Sierra de Paresis. Generalmente las fuentes hablan de un enclave procedente del imperio Inca, pero, curiosamente, Maldonado explica la semejanza a la inversa, afirmando que los habitantes de la serrania son ancestros de los reyes del Cusco: “dizen que los Yngas del Piru vinieron dellos”.

Dos fortalezas Incas sobre el rio Paititi figuran tambien en la “Historia” de Sarmiento de Gamboa ([1572]1942:145) escrita en fechas cercanas a la expedicion de Maldonado. Es probable que ambos autores hayan obtenido este dato de la misma fuente.

Ya mencionamos que en este estudio no pensamos debatir el problema de las posibles migraciones entre los Andes y la selva, por lo tanto dejamos al margen estos comentarios.

Volviendo a la ‘laguna del Paititi’, junto con ella figura el rio con el mismo nombre que es continuacion o, al menos esta conectado con el rio Magno. A primera vista el lago Rogoaguado no cabe en este esquema, porque no tiene una comunicacion fluvial directa con el Madre de Dios. Sin embargo, es posible que la haya tenido en el pasado a traves del rio Mamore, suposicion que vamos a desarrollar en las siguientes paginas.

Relacion de Juan Recio de Leon: perlas y conchas de nacar.

Anos mas tarde, en las primeras decadas del siglo XVII, Juan Recio de Leon, teniente del Gobernador Pedro de Laequi Urquiza, emprendio varios viajes por los rios Tuychi y Beni y compuso las descripciones de las provincias visitadas. Sus relaciones estan escritas, al parecer, con actitud bastante realista y sin excesos de fantasia.

Entre sus viajes narra uno a la tierra de los anamas cerca de la confluencia del Tuychi con el Beni. Este grupo etnico, hoy desaparecido como tantos otros, posiblemente pertenecia a la familia linguistica Tacana. De los anamas escucho el autor lo siguiente:

Y preguntandoles que noticia tenian de la gente que adelante avia, y del rumbo que llevavan estos rrios, me traxeron tres o quattro yindios principales, muy vaqueanos de aquellas navegaciones; y haziendoles preguntas, respondieron, que por tierra o por agua llegavan en quatro dias a vna grande cocha, que quiere decir grande laguna, que // todos estos rrios causan en tierras muy llanas, y que hay en ella muchas yslas muy pobladas de infinita gente; y que al Senor de todas ellas le llaman el gran Paytiti, y que los yndios de aquellas yslas son tan ricos, que traen al cuello muchos pedacos de ambar, por ser amigos de olores, y conchas y barruecos de perlas, lo qual vide yo en algunos Anamas. Y ensenandoles algunos granos de perlas que yo tenia, les dixe, que si se criavan en aquellas conchas estos granos; y respondieron que los Paytites les davan todos aquellos generos, y que como aquellos granos no los sabian horadar para hazer sartas dellos, que los echavan por ay. Y preguntandoles que de donde lo sacavan, dixeron que tambien lo avian preguntado a los Paytites, y que les respondieron que de aquella concha. (Recio de Leon [1623-1627]1906:250-251)

La descripcion se refiere a una laguna grande, a la cual se podia llegar por agua o por tierra en cuatro dias aproximadamente desde la confluencia del Tuychi con el Beni. Esta referencia podria ser aplicable al lago Rogoaguado si existiera una conexion fluvial entre el Beni y Rogoaguado, asunto al cual volveremos mas adelante. Presumiendo que tal conexion existia, la distancia estimada resulta mas o menos correcta.

En el lago Rogoaguado existe una sola isla habitable, la llamada ‘Tesoro’. La prospeccion del ano 2005 y las excavaciones del 2006 demostraron presencia de material cultural sobre ella. Las tres o cuatro islas restantes son demasiado pequenas o demasiado pantanosas para albergar poblacion permanente. Pero las numerosas

islas mencionadas en el texto pueden no ser islas del lago, sino ‘islas de bosque’ en medio de las llanuras inundables, terrenos ligeramente elevados con vegetacion selvatica y suelos fertiles, donde se concentraban asentamientos antiguos.

El detalle que mas llama atencion en este fragmento escrito es la referencia reiterada a las conchas de nacar y las perlas que se extraian de la laguna del Paititi. Analizando este mismo documento, Ana Maria Lorandi toma la noticia con gran escepticismo y trata de mostrar que esta es producto de confusiones y delirios de riquezas tipicos para la epoca. Reconocemos que esta observacion es justa para muchas fuentes escritas de la colonia, sin embargo, en este caso en particular la noticia resulta no ser tan descabellada como parece. Durante las excavaciones a la orilla norte del lago Rogoaguado, este ano fueron encontradas grandes cantidades de conchas de moluscos bivalvos (vease el informe arqueologico a continuacion) que, aparentemente, servian como alimento a los pobladores nativos. Monticulos constituidos por conchas de moluscos tambien fueron encontrados por la autora del presente trabajo a la orilla opuesta del lago (lado sudeste) durante una de las prospecciones en la boca del rio Tapado (vease a continuacion). Hace varios anos en otro lugar cercano a la boca del Tapado las mismas conchas fueron encontradas en contextos arqueologicos por el Sr. Jaime Bocchietti, director del Museo de Santa Ana de Yacuma. Las muestras recogidas por el se encuentran hoy en el Museo (Tabla I, Foto 5) Los amontonamientos de conchas mezcladas con otros residuos recuerdan el tipo de sitios arqueologicos conocidos en Brasil como ‘sambaquis’ (Prous 1991:204-265). Hallazgos de conchas enteras en la zona de Trinidad y alto Mamore, aunque sin datos acerca de su especie, estan mencionados por Nordenskiold (1913, vease tambien en Denevan 1980:42) y Dougherty & Calandra (1981:98).

Los moluscos fueron identificados como la especie Leila Blainvilliana (agradecemos la labor de su identificacion al Lic. Roberto Apaza, Unidad de Limnologia, Universidad Mayor de San Andres, La Paz). Esta especie todavia habita en el lago Rogoaguado, aunque a juzgar por las grandes cantidades de conchas en los contextos arqueologicos, su poblacion en las epocas antiguas era mayor que hoy. Sus cualidades gastronomicas fueron comprobadas en practica por los miembros de la expedicion. A pesar de insistentes preguntas hechas a los nativos en diferentes partes del departamento del Beni, nadie ha dado evidencias de su consumo actual, pero se nos indico que en algunos lugares, hasta hace pocas decadas, conchas de moluscos bivalvos se usaban como cucharas. Aunque Rogoaguado es el unico lugar donde conocimos por nuestra propia experiencia esta especie en contextos arqueologicos, al parecer es bastante comun en las aguas dulces de las llanuras de Mojos, especialmente en las lagunas y los ‘curiches’ (pantanos).

Las conchas contienen una gruesa capa de nacar y, segun la opinion del Lic. Roberto Apaza, con seguridad pueden producir perlas. No hemos tenido la oportunidad de observar esas perlas en vivo, pero suponemos que tienen las mismas caracteristicas que otras perlas de agua dulce: son de pequeno tamano y forma irregular. El nacar de las conchas en las culturas antiguas, aparentemente tambien tenia cierto valor. En el Museo Arqueologico de Trinidad existe en la exposicion permanente un collar de este material. Pero para la poblacion prehispanica de Rogoaguado las perlas y el nacar de este molusco debian de ser productos secundarios. Su uso principal indudablemente era alimenticio.

El valor comercial de las perlas de agua dulce siempre ha sido bastante bajo, lo cual explica el hecho de que la noticia sobre ellas en la epoca colonial no tuviera

mayores consecuencias. Tampoco hoy este recurso se explota con fines comerciales. Solo en una ocasion un joven trabajador del Museo Icticola de la Universidad Tecnica del Beni, Trinidad, comento que habia visto sacar de esas conchas, cuando estaban viejas, ‘piedritas blancas’, pero, segun el, nadie les daba importancia.

De este modo, la informacion sobre las perlas en la laguna del Paititi que da Juan Recio de Leon y que repiten algunos otros autores, encuentra una explicacion real y puede servir como argumento a favor de nuestra suposicion de que la leyendaria ‘laguna del Paititi’ es Rogoaguado.

Documentos de las misiones jesuiticas: Padre Agustin Zapata y el jefe Paititi.

Es evidente que la Compania de Jesus tomo un interes especial en la ‘Tierra Rica’. En el siglo XVII, en los circulos jesuiticos se formo toda una tradicion mistica alrededor de la supuesta tierra del Paititi. Esta tradicion se manifiesta claramente en el “Nuevo Ophir” de Fernando de Montesinos (Montesinos [1644]1869-1870) y “El Paraiso en el Nuevo Mundo” de Antonio Leon Pinelo ([1656]1943).

En las ultimas decadas del mismo siglo los jesuitas pasaron de las especulaciones filosoficas a la practica haciendo audaces incursiones evangelizadoras en Mojos y antes del inicio del siglo XVIII ya tenian fundadas varias misiones, con nativos reducidos y bautizados cumpliendo con labores organizadas. Tal vez el hecho de no haber encontrado la confirmacion de la esperada abundancia y riqueza, ni de las maravillas paradisiacas, trajo cierta decepcion a los religiosos. Sin embargo, las misiones, que les costaron grandes inversiones de trabajo y de capitales, al final se mostraron economicamente rentables.

En los ultimos anos del siglo XVII, cuando los numerosos grupos de mojenos ya estaban cristianizados y reducidos en varias misiones, uno de los padres de la mision San Javier, en la corriente media del rio Mamore, emprendio varios viajes hacia el norte para conocer nuevas naciones de infieles y sembrar la fe catolica. Sus viajes los describe el Padre Provincial de la Compania de Jesus de aquel entonces, Diego de Eguiluz:

El ano pasado de 1693 salio el Padre a hacer mision por la dilatada provincia de los Canisianas, que esta, rio abajo hacia el Norte, veinticuatro leguas distante de su reduccion adonde pocos meses antes habian ido de guerra y muerto algunos para su sustento, dejando en senal de triunfo las tripas de los difuntos enredadas en unas ramas las orillas del rio, donde fuesen vistas de sus enemigos. […] Estos Canisianas dieron noticia de mucha gente distante, mas abajo del mismo rio, enemigos mortales suyos, llamados los Cayubabas, a los cuales no pudo ir a visitar // entonces el Padre hasta despues que entraron las aguas, como lo hizo; y habiendolos hallado rebeldes y puestos en armas con las flechas ajustadas a sus arcos, se rindieron con las dadivas que el Padre Agustin les hizo de cuchillos, chaquiras, y a los principales hachas o machetes, con lo que quedaron muy contentos, y retornaron alegres con sus pobres comidas de mani, yuca y maiz. La gente es muchisima, y solo en uno de los pueblos hay mas de dos mil almas, y los demas tendran mil ochocientos, poco mas o menos. El cacique principal de estos siete pueblos, era un viejo venerable, con una barba cana y muy larga, llamado Paititi, a quien en particular regalo el Padre Agustin, y en retorno le dio un lanzon de chonta con una punta de hueso, que tenia en la mano, matizado todo de muy vistosas plumas, en senal de amistad; pues para entablarla usan estos barbaros el dar sus armas. Despues de dos dias que gasto el Padre con estos Cayubabas, se volvio a su reduccion… (Eguiluz [1696]1884: 33-34)

Continua:

A fines del ano pasado de 1695, mando el Padre Pedro Marban, Superior de aquella mision, al Padre Agustin Zapata que saliese, como los anos antecedentes a sus misiones antes que acabasen las aguas por los buenos efectos que esperaba y tenia

experimentados… […] En cuanto pudo, prosigio su empresa hasta los Cayubabas a quienes habia amistado el ano antecedente. Habiendo llegado a ellos le dieron mas ciertas noticias que la vez pasada de la infinidad de gente que habitaba la tierra adentro, y asi prosiguio costeando la misma falda de la serrania de los dichos Cayubabas hasta llegar a ver y visitar muchos y muy numerosos pueblos de mas de quinientas almas cada uno, en otro temple distinto y mejor; y habiendo entrado en un pueblo muy grande, puesto en forma, con plaza y calles, hallo a toda la gente de el junto a la puerta de un templo dedicado al demonio, a quien actualmente estaban ofreciendo sacrificios, puestos sus dioses todos en la puerta del templo, vestidos muy curiosamente de plumas, con unas mantas vistosas, todas labradas, como las que usan de gala los indios de nuestro Peru, y delante de ellos muchos cuartos de carne de ciervos, venados, conejos y avestruces puestos en sus palanganas con una hoguera de fuego en // el medio, que continuamente arden de dia y de noche, y todo el pueblo alrededor del sacrificio. Asi que vieron entrar al Padre con los indios que le acompanaban, sin desamparar el holocausto, mandaron los principales caciques a algunos de sus indios que fuesen a recibir y asistir al huesped hasta que acabasen con su funcion. Vinieron despues todos, y el Padre procuro agradarlos con variedad de donecillos y en especial al cacique principal que le dio un machete y un poco de estano, a que mostro su agradecimiento con la liberalidad de comidas que ellos usan. Y por ser de estrana lengua no les pudo hablar el Padre, ni hallar interprete, y asi le pidio por senas el Padre Agustin, un muchacho que le dieron luego con buena voluntad, y se lo llevo para ensenarle la lengua moxa, con animo de volver a ellos con este interprete en habiendo bastante numero de misioneros, y persuadirles los medios de su salvacion. La gente es muchisima, docil y muy obsequiosa tanto que se pueden hacer muchas reducciones de a mas de diez o doce mil almas, porque no son tierras anegadizas como las que al presente ocupan los Padres, sino muy hermosas y todas capaces de sementeras. (Eguiluz [1696]1884: 35-36)

Escribiendo este texto Eguiluz probablemente se basaba en las cartas de Agustin Zapata enviadas desde las misiones de Mojos. Varias de ellas, junto con muchos otros documentos jesuiticos referentes a Mojos, hasta hace unas decadas se conservaban en la Biblioteca Nacional de Lima. Su lista, detalladamente transcrita, se encuentra en el catalogo publicado por Vargas Ugarte (1947:192-194). Lamentablemente, antes de la publicacion de este catalogo, en 1943, la mayor parte de los manuscritos de la coleccion de la Biblioteca fue destruida por el incendio. Por suerte, una de las cartas que precisamente habla del tema de nuestro estudio, habia sido publicada en 1906 por Victor Maurtua en la vasta coleccion de documentos “Juicio de limites entre Peru y Bolivia”, de la cual tambien provienen las citas anteriores de Alvarez Maldonado y de Recio de Leon. Al parecer, los compiladores de esta coleccion por alguna razon tenian un afan particular por los textos vinculados con la busqueda del Paititi. Reproducimos aqui un fragmento de esta carta:

Acerca de la poblacion grande que V. R. me dice, donde esta el indio llamado Paititi, digo que la he visitado en tres anos seguidos; esta en parages es p (hay un blanco), diversos de estos nuestros, de mejor temple, donde se ve (hay un blanco) y el terruno es cascajoso, y por mejor beben agua de pozo, y la bebi yo muy fres//ca y delgada; en tres leguas de distancia por tierra estan cinco poblaciones grandes, y la mayor es donde esta el dicho Paititi, y me parece habria hasta cuatro o cinco mil almas en esos cinco pueblos, con mas modo y aseo, sin comparacion, que estos todos que hemos visto; dieronme noticias de muchas poblaciones cercanas, que no pude ver, porque iva en canoa y ya todo lo demas es muy alto de lomerias. […] Yo, en tiempo de aguas, que anda la canoa dos veces mas, e andado ocho dias rrio abajo donde esta la poblacion del Paititi, y en todo este tiempo no hay rrio ninguno que entre en este, sino rriesitos pequenos. De mas a mas he estado con unos indios que viven cuatro dias de camino rrio abajo, que me dicen que mas abajo de sus pueblos entra un gran rrio en este, el cual viene del Oriente… (Zapata [1695]1906:25-26)

Entre los documentos que conocemos, esta carta constituye para nosotros la evidencia mas valiosa del origen de la palabra Paititi. Es una informacion ‘de

primera mano’ comunicada por el misionero, quien personalmente habia conocido al jefe de los cayubabas llamado Paititi y visito algunas de las poblaciones de esta nacion. Como vemos, es una sobria descripcion geografica, sin elementos fantasticos ni alusiones a fabulosos tesoros. La carta esta fechada 8 de mayo 1695, es decir, fue escrita antes del ultimo viaje de Zapata a la tierra de los Cayubabas, si es que en los datos de Eguiluz antes citados no hay confusion. El texto de Eguiluz complementa la carta de Zapata, pero debemos considerarlo menos confiable, porque no podemos garantizar la exactitud con que el Padre Provincial reproducia los informes del misionero. Tambien es muy probable que la correspondencia no se llevara directamente entre Zapata y Eguiluz, sino por medio de informes del superior de las misiones de Mojos de aquel entonces. A pesar de todo eso, la obra de Eguiluz es indudablemente valiosa como fuente de informacion.

El grupo etnico cauybaba (o cayuvava) al cual pertenecia el jefe Paititi, existe actualmente y ocupa los territorios entre el rio Mamore, el lago Rogoaguado y el rio Yacuma. Su primera mencion en las fuentes historicas la debemos no a los jesuitas, sino al misionero franciscano Gregorio Bolivar, en 1621. Bolivar, autor de una relacion, sorprendentemente detallada para su tiempo, sobre el Oriente Boliviano, entre otros grupos etnicos incluye a los “Cayabobos”, sin ubicacion geografica precisa, pero en vaga relacion con la corriente baja del rio Beni (Bolivar [1621]1906:221).

El centro poblado mas grande de los cayubabas es Exaltacion de la Santa Cruz, sobre el rio Mamore, antiguamente mision jesuitica, fundada por el Padre Antonio Garriga en 1704. Ademas del pueblo de Exaltacion, los cayubabas forman varias comunidades de menor tamano. Una de ellas es Coquinal, donde realizamos las investigaciones arqueologicas. El website “Amazonia Boliviana” (www.amazonia.bo) estima el numero de este grupo en 645 personas para el ano 2004. Sin embargo, pueden existir varios criterios de pertenencia al grupo. La poblacion total del Municipio de Exaltacion considerado como territorio cayubaba es mucho mayor que la cifra arriba indicada, pero todos los centros poblados son mixtos por su composicion etnica. Los cayubabas viven ahi junto con los movimas, cuyo centro administrativo es Santa Ana de Yacuma, y con los numerosos colonos de diversos origenes y procedencias. Crece la cantidad de familias mixtas. La mayoria de los pobladores de Exaltacion y de las comunidades circundantes, quienes se declaran explicitamente como cayubabas, tienen solo uno de los dos apellidos propio de este grupo, mientras el otro generalmente es espanol, movima, quechua o de algun otro origen.

El idioma cayubaba es aislado, no pertenece a ninguna de las familias linguisticas sudamericanas y no tiene parentesco aparente con ninguna lengua vecina. Hoy este idioma se encuentra al borde de la extincion. Todavia viven unas cuatro o cinco personas quienes afirman saberlo, pero su manejo, tanto del vocabulario como de la morfologia, es incompleto. Volveremos a este tema mas adelante en relacion con los trabajos de Harold Key.

Es muy probable que el vocablo ‘Paititi’ provenga de la lengua cayubaba, aunque parece que en las epocas modernas cayo en desuso, porque no figura en el unico diccionario existente compuesto por Harold Key en los anos 1960 (Key 1975). Sin embargo, los morfemas que podrian haber constituido esta palabra existen y estan registrados (Key 1967, 1975), pero para reconstruir correctamente la semantica de esta palabra se requeriria un estudio linguistico mas detallado.

Volviendo a los textos de Zapata y Eguiluz, sus descripciones geograficas de la tierra de los cayubabas resultan bastante realistas. Es cierto que en ese tramo

Mamore no recibe afluentes grandes, sino solo rios menores. Una gran parte de la zona no se inunda en la temporada de lluvias, lo cual la libera de muchas enfermedades tropicales. El terreno efectivamente es cascajoso. El cascajo de color rojizo es producto de lateritas que se han formado en base a los sedimentos cerca de la superficie, a causa de altas temperaturas. La pureza y el buen sabor del agua de los pozos, en comparacion con la zona de Trinidad por ejemplo, son conocidos y fueron constatados en la practica por los miembros de la expedicion.

Uno de los detalles enigmaticos en la carta de Zapata es la mencion de un lugar ‘alto de lomerias’ que en el texto de Eguiluz se convierten en ‘serranias’. Segun nuestros conocimientos acerca de la zona de los cayubabas, sus tierras son llanas, sin considerables elevaciones. Pero hay que tomar en cuenta que no se conoce con exactitud que area ocupaba este grupo en los tiempos de su primer contacto con los jesuitas, antes de su reduccion en la mision de Exaltacion. Se sabe que los Cayubabas ocupaban las orillas del Rogoaguado y de varios afluentes occidentales del rio Mamore, pero queda poco clara la cuestion de sus limites hacia el norte y de su presencia en la margen oriental del Mamore. Por lo tanto, no se puede decir con exactitud, que lugares visito el Padre Zapata. Esta claro que no solo navego por el rio, sino que en algunas oportunidades viajo tierra adentro. Podemos suponer que se dirigio hacia el oeste del Mamore, es decir hacia Rogoaguado, porque al parecer en ese territorio, segun indican el mapa de las misiones (Mapa 1) y varios otros documentos, se concentraba la mayor parte de la poblacion cayubaba de aquel entonces.

La descripcion de pueblos grandes de ‘mas de quinientas almas’ ‘con mas modo y aseo, sin comparacion, que estos todos que hemos visto’ dan una idea de una sociedad economicamente prospera y politicamente bien organizada, lo cual podria explicar los rumores acerca de la ‘tierra rica’ que, transformados y multiplicados, llegaron a los Andes en forma de la fantastica leyenda del fabuloso reino del Paititi.

El comentario de Eguiluz acerca del parecido entre las mantas de los cayubabas y los textiles peruanos queda cuestionable. Hasta ahora no hemos llegado a constatar influencias andinas en la cultura material cayubaba y menos que menos podemos hablar de una posible presencia Inca en estos parajes. Sin embargo, la pregunta queda abierta y, quizas, la falta de tales evidencias se debe simplemente a la insuficiencia de los datos recogidos.

Cerca de los inicios del siglo XVIII la misma informacion acerca del jefe cayubaba llamado Paititi es repetida en la ‘Breve noticia de las misiones de Moxos’, documento atribuido a Diego Francisco Altamirano, aunque sin mayores detalles e innovaciones. (Altamirano [1703-1715]1979:222)

4. HISTORIOGRAFIA: COMPILADORES

 

Cosme Bueno

Ahora dejaremos las fuentes ‘de primera mano’, en las cuales basicamente se apoya nuestro trabajo, y mencionaremos algunas compilaciones cuyos datos y opiniones nos parecen validos.

En la segunda mitad del siglo XVIII, a lo largo de varias decadas, salia impresa la famosa serie de las descripciones geograficas de Arzobispados y Obispados del Peru que parcialmente fue reeditada mas tarde en el siglo XX (Bueno 1951). Una de las ultimas partes de esta coleccion, la del ano 1771, fue dedicada al Obispado de Santa Cruz de la Sierra (Bueno 1759-1776), en cuya jurisdiccion cabe

la region de Mojos. Lamentablemente, en la nueva version de los anos 1950 esta parte fue obviada, por lo tanto para citarla tuvimos que acudir a la primera edicion.

La descripcion fue preparada pocos anos despues dela expulsion de los jesuitas de las Americas, por lo tanto se refiere a la nueva administracion encabezada por gobernadores. Tambien menciona con mucha consideracion la actividad misionera de la Compania de Jesus, pero no repara en el hecho de su reciente exilio. Es probable que Cosme Bueno haya conocido algunos documentos dejados por los jesuitas en Lima y haya usado su informacion.

Siendo bastante ofensivo y radical en sus apreciaciones de las costumbres de los nativos, el autor destaca entre todos los grupos etnicos de Mojos a los Baures y a los Cayubabas como a ‘los menos incapaces’. Su referencia a los Cayubabas se limita a un solo parrafo, sin embargo proporciona datos interesantes:

Los Cayubabas eran muy parecidos a los Baures. Vivian en pueblos, sujetos a sus Capitanes, y reconocian uno superior a todos, a quien llamaban el Paytiti. Y era al mismo tiempo el supremo Sacerdote, que reglaba las ceremonias supersticiosas de su tal cual religion. Tenian unas mal formadas efigies de sus falsas divinidades, aunque reconocian a un primer autor del universo; pues tenian en su idioma voz propia para signi[fi]carlo. Temian al Demonio; cuyo nombre en su lengua corresponde a la nuestra el Temible. Entre todas estas naciones sola esta usaba la Coca para sus supersticiones, y bruxerias. Se dedicaban mucho a la labranza; y solo se embriagaban a ciertos tiempos. (Bueno 1759-1776)

En primer lugar, hay que notar que Cosme Bueno sabia acerca de la existencia del jefe llamado Paititi, dato proveniente de las fuentes jesuiticas. El segundo detalle, y el mas valioso, es el del uso ritual de la hoja de coca. Este ultimo dato, por lo que sabemos, no se repite en ninguna otra obra escrita, ni anterior ni posterior. No conocemos el origen de esta informacion, aunque se puede suponer que tambien provenia de algun documento de los jesuitas, posiblemente desaparecido.

En los llanos de Mojos la coca no se cultiva. Actualmente se conoce y se usa por la multietnica poblacion local gracias a las recientes migraciones de la sierra. Pero en la epoca de las misiones en Mojos tal practica no existia. El mismo Cosme Bueno la senala como una excepcion. El hecho de haber empleado la hoja de coca para ‘supersticiones y bruxerias’ puede significar no solo un intercambio comercial entre los Cayubabas y los Andes Orientales, sino tambien hablar de una influencia cultural andina en este grupo etnico en particular. Sin embargo, no tenemos al respecto mas datos que esta vaga referencia y no podemos adentrarnos en el campo de las especulaciones.

Las menciones de las creencias de los Cayubabas acerca del dios creador y del demonio, por razones obvias no merecen mucha atencion.

Fernando Rodriguez Tena

En la epoca en que en Mojos se fundaron las primeras misiones, habia una especie de competencia por estos territorios entre varias congregaciones. Ademas de los jesuitas, mostraban interes en los llanos de Mojos los franciscanos. Al principio, cuando Mojos todavia se presentaba como ‘terra incognita’, los misioneros franciscanos tomaban con gran entusiasmo y confianza la leyenda del Paititi (Ojeda et al. [1677]1906). Pero despues de la presencia en la zona de los jesuitas, cuando ya se habia esfumado la ilusion de los fabulosos reinos e innumerables tesoros, los autores franciscanos mostraron un saludable escepticismo y se dedicaron a desmentir la ‘noticia rica’ (Rodriguez Tena [1780]2004; Armentia 1905).

Quisieramos dedicar un parrafo especial a Fernando Rodriguez Tena, autor de extensisimas compilaciones historicas, varias de las cuales se encuentran en forma de manuscritos ineditos en el Archivo Historico de Limites en Lima (Ministerio de

Relaciones Exteriores 2003:16). Su ‘Cronica de las Misiones Franciscanas del Peru’ fue editada recientemente en la serie ‘Documenta Amazonica’ (Rodriguez Tena [1780]2004).

La obra de Rodriguez Tena, un tanto caotica y reiterativa, reune una gran cantidad de publicaciones y documentos anteriores, citando muchos de ellos al pie de la letra, lo cual convierte este texto en un compendio historiografico sumamente util. En el ultimo capitulo titulado ‘Rey fingido en la montana de Andes’ el autor expresamente cuestiona la tentadora leyenda:

Con todo, empero aun no faltan fidelisimos vasallos de el senor Emperador de el Paytiti, que nada creen, aunque reconocen que el tiempo a dado a conocer ser todo una pura fantasia, fomentada por fines particulares de utilidades propias. (Rodriguez Tena [1780]2004:577).

Sin embargo, Rodriguez Tena conocia el pasaje de Cosme Bueno acerca de los Cayubabas y su jefe Paititi y lo transcribio en su libro dos veces (Rodriguez Tena [1780]2004:535 y 577-578). Rechazando las versiones utopicas de la leyenda, reconoce la existencia del cacique Paititi como un hecho historico:

De aqui tenemos entendido haver salido la vos de gran Paititi, que se origino de este capitan general, sumo sacerdote // de la nacion de indios Cayubabas. (Rodriguez Tena [1780]2004:578).

De esta manera, los datos proporcionados inicialmente por Zapata y Eguiluz sobre los cayubabas y su jefe Paititi no cayeron en el olvido. Los citan tambien otros autores, como, por ejemplo, D’Orbigny (1944), quien leyo el texto de Eguiluz en la primera edicion del 1696 y lo uso ampliamente para fundamentar sus capitulos historicos (D’Orbigny [1835-1847] 2002).

Julian Bovo de Rivello

En 1848 fue impreso un libro muy curioso escrito por otro religioso, Padre Julian Bovo de Rivello, titulado “Brillante Porvenir del Cusco”. Nunca hemos tenido la oportunidad de ver un original de esta publicacion, lo hemos conocido en fotocopias. A pesar de su extrano titulo, es una compilacion extensa y erudita, hecha a base de diversas ediciones antiguas de autores religiosos en su mayoria, dedicada casi enteramente al tema de la busqueda del Paititi en la historia de Sudamerica. Las citas reunidas sirven al autor como argumentacion para sostener un gran proyecto de la exploracion y actividad misionera en la region del rio Madre de Dios. Su fervor en la defensa de esta empresa recuerda la pasion de los primeros conquistadores y misioneros.

Bovo de Rivello cita tanto a Eguiluz como a Cosme Bueno y resume sus conclusiones en los siguientes parrafos:

Seame aqui permitido suspender por un momento la serie de las otras entradas, para dar lugar a una observacion y pequena disertacion sobre el tan celebrado y buscado Imperio del gran Paytiti. Habiendo ya insinuado algo acerca de el, en las anteriores paginas, me lisonjeo de producir en las siguientes razones y autoridades, que podran hacer revivir su existencia. […] El antiguo misionero de los Mojos Padre Diego de Eguiluz en la relacion de la Mision Apostolica de los Mojos de 1696, hablando de la nacion Cayubaba, coloca en sus tierras el gran Paytiti. Esta nacion antes de ser reducida al Cristianismo, y trasladada a la Mision de la Exaltacion, sobre la orilla superior occidental del rio Mamore, habitaba las riberas septentrionales del Beni, algo mas arriba le su confluencia con el Mamore y el Itenes o Guapore, al formar el caudaloso rio de la Madera. Esta situacion corresponde precisamente con todo lo que he espuesto hasta ahora, y con lo que espondre adelante de otras entradas de conquistadores y misioneros, a que el Paytiti o tierra de los Musus, yace entre el Purus o Amaru-mayu, y el Beni ya incorporado con el Mamore. Si debemos creer en los materiales de que se ha valido Mr. Brue, para construir su gran Mapa de la America Meridional, viene tambien a corroborar mi opinion, el territorio en que este hace habitar a los indios Cayubabas,

puesto al Norte de la gran laguna dos Cayubabas, colocada bajo el gr. 10 de latit. austral. Por tanto, aun no se debe tener por ficcion, y ser falsa la existencia del imperio del Gran Paytiti, porque el no haberlo encontrado en varias epocas en q’ se han emprendido espediciones en diferentes rumbos, especialmente al Oriente de la ciudad de la Paz para descubrirlo y conquistarlo, ha sido, porque nadie hasta ahora (con exepcion del P. Tomas de Chaves) se ha dirijido o adelantado con constancia hasta su situacion. […] Por otra parte, yo tambien convengo en q’ este Imperio del Paytiti, o Senorio de los Musus no se ha de pretender encontrarle, como lo pintan algunas exageradas relaciones, mas celebre que el Imperio de los Medos, Persas y Romanos, poniendo por sus nombres Reyes, Reynos, Provincias, Ciudades, tributos de oro y plata, gente de armas, coronaciones de Emperadores, Reyes&.: Yo lo supongo existir (apoyado en los muchos datos que espuse y espondre), pero gobernado por un gran Cacique o Capitan, con leyes, usos, costumbres, idolatria, artes y demas tratos muy poco alterados que recibieron de los Incas, que se quedaron entre ellos, desde la memorable expedicion por el Amaru-mayu. Haganme constar y ver los que niegan absolutamente y con tono magistral la existencia del gran Paytiti, que alguna espedicion de investigadores haya llegado mas al Norte del 10 gr. de latit. Austral, y entre los 67 de longitud Oveste de Paris, y entonces cedere de mi opinion. (Bovo de Rivello 1848:31-32)

En su afan de llamar atencion a la region de Madre de Dios, el apasionado religioso localiza la laguna de los Cayubabas, y por lo tanto las tierras del Paititi, demasiado lejos hacia el norte, en lo que es hoy el estado de Acre en Brasil:

En fin, de todo lo dicho en esta corta disertacion, creo que puede deducirse con franqueza, que el aun existente Paititi, no debe ser buscado al oriente de la Ciudad de La Paz y Cochabamba, ni en toda la region de los Mojos situada al Norte de estas dos Ciudades y de Santa Cruz de la Sierra; sino fuera de este inmenso circulo, al Norte de los Mojos y del Rio Beni confluente del Madeira… (Bovo de Rivello 1848:31-32)

Nicolas Armentia

En 1905 otro religioso franciscano, Nicolas Armentia, publico su “Descripcion del Territorio de las Misiones Franciscanas de Apolobamba”, un compendio bien estructurado, donde tambien dedica unos extensos capitulos a las expediciones, tanto misioneras como militares, hacia el oriente, citando o relatando muchos de los textos anteriormente analizados. En su ultimo capitulo “El Paititi o el Dorado” Armentia, de una manera bastante logica y fundamentada, expone sus conclusiones sobre el origen de la famosa leyenda:

No se puede pues considerar a Bohorquez, Gil Negrete, Saavedra ni Salazar como inventores de esta que yo no se si llamar fabula o historia. No me atrevo a llamarla fabula, por cuanto hubo // un Capitan de los Cayuvabas, de este nombre y sabido es que los Cayuvabas, residian al rededor y en las inmediaciones del lago Rogoaguado, o Rojoaguado, donde en el ano 1843 descubrio don Agustin Palacios vestigios claros de las trincheras que tenian para defenderse de los demas barbaros. Esto consta de varias cartas de los Padres misioneros de la Compania, que fueron los que conquistaron a los Cyuvabas, y los reunieron en el Plueblo de Exaltacion. Tampoco puedo llamarla historia, por cuanto si bien hay un pequeno fondo de verdad, ha sido revestido con tantas circunstancias fabulosas que han oscurecido por completo ese pequeno fondo de verdad. Un gran rio, aseguraban, entraba en la gran Laguna del Paititi; y unos hacen de ella salir un gran rio, y otros dos, el rio que hacian entrar en la laguna, era el Beni o el Diabeni… (Armentia 1905:232-233)

Y luego:

Con esto creemos queda aclarado lo que hay de verdadero y lo que hay de fabuloso en las historias y relaciones del gran Paititi. De lo dicho hasta aqui se sigue que el rio del Paititi, no puede ser otro que el Beni, (Diabeni); las misiones del Paititi, no son otras que las misiones de Mojos, separadas de las de Apolobamba por el Beni. Finalmente, el Territorio del Paititi, es verdaderamente el territorio comprendido en el triangulo formado por los rios Beni, Mamore y Yacuma (Armentia 1905:237)

Esta es la opinion de Armentia, con la cual, a grandes rasgos, estamos de acuerdo. De todos los compiladores es, probablemente, el mas informado. Conocio casi todos los textos antes citados de sus publicaciones anteriores, incluyendo el poco difundido trabajo de Bovo de Rivello, a quien erroneamente atribuye la autoria del breve parrafo de Cosme Bueno sobre los Cayubabas. Ademas, hace referencia a los documentos jesuiticos ineditos.

Fuera de gran numero de cartas de los misioneros de la Compania, tenemos algunos Mapas, formados por los mismos misioneros del territorio comprendido entre los rios Beni, Mamore y Yacuma; que vienen a formar un triangulo; con el titulo de “Misiones del Gran Paititi;” estos mapas se remontan hasta 1700 y 1711; desde entonces dichas misiones fueron conocidas unicamente con el nombre de “Misiones de Mojos.” (Armentia 1905:236)

Aparentemente, los rastros de muchos de estos documentos, a los cuales refiere Armentia, se pierden posteriormente, despues del incendio de la Biblioteca Nacional en 1943.

Nicolas Armentia, hasta donde sabemos ahora, es el primer autor que asocia directamente la leyenda del Paititi con el lago Rogoaguado, mencionando este ultimo bajo su nombre actual. Rogoaguado habia sido mencionado anteriormente por Rodriguez Tena ([1780]2004:74), pero sin relacion alguna con los datos acerca de los Cayubabas y su jefe Paititi.

5. HISTORIOGRAFIA: EXPLORACIONES DE JOSE AGUSTIN PALACIOS

 

Mas o menos alrededor de la fecha en que el Padre Julian Bovo de Rivello preparaba para la impresion su “Brillante Porvenir del Cusco”, el lugar en cuestion, el lago Rogoaguado, fue visitado por el destacado explorador boliviano Jose Agustin Palacios. Este episodio se menciona en una de las citas anteriores de Armentia, con un pequeno error de fecha: el viaje fue realizado en 1845 y no en 1843, como dice el franciscano. Por la singularidad de este testimonio, reproducimos aqui su mayor parte:

Deseoso el Supremo Gobierno de saber si el gran Lago Rogo-aguado tenia comunicacion con el Beni, o si procedia de el, para facilitar su navegacion por el Mamore, me ordeno que lo reconociera, con cuyo motivo mande construir un bote y emprendi la marcha.

La principie del pueblo de Exaltacion que es el mas inmediato, con rumbo O. E. N. O. E., cinco leguas hasta la estancia de La Cruz, habiendo pasado media legua antes el rio Iruyane, que corre a N. E., abundante de agua y capaz de ser navegado, ignorandose su procedencia que se supone del Beni, o de algunos curiches o pantanos de los campos de Reyes. En la estancia hay un cerro chato, cuya altura es de 300 varas, y su base cuadrupla. Esta formado de sorochi blanco criadero de oro, y constantemente esta cubierto de pajonal y montana, entre la que se encuentra el arbol que produce la goma elastica.

De alli continue la marcha al OE. un cuarto NOE. hasta la estancia denominada San Carlos, que dista ocho leguas de la anterior y que esta situada entre varios curiches con alturas, cuyos buenos pastos mantienen abundante ganado. Continuando la marcha al NOE. y despues de haber caminado tres leguas, encontre la laguna Ibachuna o del Viento, que tendra la extension de cuatro leguas de latitud y ocho de longitud de N. a S. y cuyo desague camina por entre curiches, hasta el lago Rogo-aguado. Segui dirigiendome al NO. un cuarto N. dos leguas, cambiando al OE. tres leguas, al NO. dos leguas, y al O otras dos, por terrenos mas bajos hasta el gran lago Rogo-aguado conocido tambien con el nombre // de Domu a cuya orilla existen aun vestigios de la antigua poblacion de los Cayubabas, que forman hoy el pueblo de Exaltacion, con una

zanja o foso en su circunferencia para precaverse sin duda de las incursiones de los Chacobos, Caripunas o Pacaguaras.

No encontrando concluido alli el bote con que contaba, me embarque en una canoa pequena, dirigiendome a las dos islas del centro, que distan una legua, y que estan cubiertas de bosques impenetrables, cuyo piso es algo superior al lago, no pasando de una vara el fondo de este en esa parte. (Palacios 1944:22-23)

Los hitos geograficos que describe Palacios son hoy, despues de un siglo y medio, perfectamente reconocibles. Ya mencionamos el pueblo de Exaltacion, principal centro poblado de los cayubabas. La estancia de La Cruz o, por otro nombre, El Cerro de la Cruz, existe todavia. La estancia San Carlos actualmente es una comunidad con el mismo nombre situada al borde de una gran isla de bosque hacia el sudeste del lago Rogoaguado. En ambos lugares se hallan evidencias de la presencia de asentamientos prehispanicos (vease Walker 1999 y 2004, Tyuleneva 2006 y los siguientes capitulos sobre prospecciones arqueologicas).

La laguna Ibachuna, que hoy se conoce bajo el nombre Guachuna o Huachuna, es una del grupo de las lagunas menores, ubicadas al sur y al este del Rogoaguado: la Guachuna es la mas oriental de ellas y la mas cercana a San Carlos, le siguen hacia el oeste la Porfia, la Encerrada y la Fortuna (Mapa 4). Lo que tomo Palacios por el desague de la laguna Ibachuna, es, probablemente, la boca del rio Tapado, en el cual tenemos un interes especial. Es muy probable que exista una conexion entre esta laguna y el Tapado, porque toda la zona esta llena de pantanos. Sin embargo, el curso principal del rio viene desde el Norte. El Rio Tapado realmente desagua en el Rogoaguado. Su boca tambien fue explorada por Palacios durante su recorrido por el lago: “…Reconoci la boca del arroyo de Ibachuna con grandes curiches” (Palacios 1944:24).

Obviamente, el dato mas importante para nosotros es la mencion de la zanja que Palacios correctamente atribuye a la poblacion prehispanica. Lo mas probable es que se trate de las mismas construcciones de tierra que tuvimos la oportunidad de observar al sur de la comunidad de Coquinal en la prospeccion del ano 2005 (Tyuleneva 2006:141) y en este ultimo viaje. No hemos realizado mediciones, ni algun otro tipo de registro detallado, por las grandes extensiones del sitio y por la tupida vegetacion que lo cubre. El testimonio de Palacios es la primera referencia arqueologica sobre el lago Rogoaguado. El otro nombre del lago -“Domu”- que menciona el explorador nos es totalmente desconocido. Actualmente no se usa ni se conoce.

Las dos islas que visito Palacios deben de ser Tesoro y Yomomal que se encuentran al frente de Coquinal. En la isla con el sugestivo nombre de “Tesoro” fue encontrado material arqueologico, tanto en la temporada del 2005 como en la del 2006 (vease Tyuleneva 2006:140-141 y el subsiguiente informe arqueologico). La isla Yomomal, que esta mas alejada de la orilla del lago, es pequena, pantanosa e inhabitable.

6. HISTORIOGRAFIA: INVESTIGACIONES RECIENTES

 

Por las razones de las cuales hemos hablado en la introduccion, no hay muchos estudios academicos recientes que enfoquen seriamente el problema de las raices de la leyenda del Paititi, pero en el transcurso del siglo XX aparecieron muchos trabajos historicos que tocan de una u otra manera el tema del Paititi, sea en el contexto de la conquista del Oriente de Bolivia o como parte de los mitos de la

epoca colonial. Sus comentarios contienen mayor o menor cantidad de detalles y muestran diversos matices de actitud critica hacia las fuentes (Gandia 1929; Bayle 1930; Chavez Suarez 1944 y 1987; Sanabria Fernandez 1958; Finot 1978; Block 1980; Gil 1989). Sin embargo, las publicaciones mas relevantes para nuestra investigacion pertenecen no solamente al ambito de la historia, sino tambien a varios otros campos, tales como la arqueologia, la antropologia y la linguistica.

En 1966 se publico la obra fundamental sobre la region de Mojos por el investigador norteamericano William Denevan (Denevan 1966), libro que reune de una manera organizada tanto los datos historicos y antropologicos, como la incipiente informacion arqueologica. El libro refleja la situacion de los estudios acerca de la zona en aquel momento: la historia ya estaba relativamente avanzada mientras la arqueologia se encontraba en la etapa de sus primeros pasos. Un merito adicional de este trabajo consiste en el hecho de que el autor no se limito a la labor de gabinete, sino viajo personalmente a Mojos para hacer estudios de campo. Paso mas de diez anos antes de que el libro de Denevan fuera dado a conocer al publico hispanohablante en su version castellana (Denevan 1980). Entre los resumenes etnohistoricos y antropologicos sobre los diversos grupos etnicos de Mojos, Denevan tiene un capitulo sobre los cayubabas (Denevan 1980:88-90). El texto es breve, pero sumamente informativo. El autor conocia tanto las fuentes jesuiticas como los escritos de D’Orbigny y Armentia y, ademas, constato la presencia de campos elevados y otras construcciones de tierra en la supuesta zona de la antigua ocupacion de los cayubabas. A base de estos datos, concluyo que los rumores acerca del Paititi probablemente se habian originado en este lugar.

En los mismos anos 1960, cuando estuvo Denevan en Mojos, entre los cayubabas de Exaltacion trabajaba otro cientifico estadounidense, Harold Key. Key era linguista, participe de la sucursal boliviana del Instituto Linguistico de Verano, y realizo un registro de la gramatica y del vocabulario de la lengua cayubaba en el momento preciso en que ya estaba a punto de desaparecer (Key 1961, 1963, 1963, 1967, 1974, 1975). En 1963 Key conto tan solo seis personas que hablaban este idioma fluidamente (Key 1974:iii). Era el unico esfuerzo consistente por conservar la informacion sobre esta lengua, hoy practicamente extinta, aunque existe un breve estudio anterior por Crequi-Montfort y Rivet (1914, 1921). Lo que ha hecho Key en el campo linguistico no tiene relacion directa con nuestro tema, pero sus publicaciones serian fundamentales para la reconstruccion de la hipotetica semantica de la palabra “Paititi”, asi como para la identificacion e interpretacion de la toponimia local.

Entre los trabajos historicos cabe destacar el libro del historiador argentino Roberto Levillier “El Paititi, El Dorado y las Amazonas” (1976). Es casi el unico entre los autores academicos que persigue el mismo objetivo que nosotros, el de encontrar la realidad historica y geografica tras el controversial y provocador cuento dorado. En sus conclusiones acerca de la posible ubicacion de la tierra del Paititi, Levillier se apoya basicamente en la relacion de Diego Felipe de Alcaya y en los informes de los expedicionarios de Diego Solis Holguin reunidos por Juan de Lizarazu (Lizarazu [1636-1638]1906). Estos textos claramente apuntan hacia la Sierra de Paresis como el supuesto Paititi, lo cual determino la opinion de Levillier. En nuestro articulo del ano 2003 nos dejamos llevar por esta interpretacion, pero ahora, como ya he dicho, la tuvimos que reconsiderar. Aparentemente, Levillier no tomo en cuenta los textos de los misioneros jesuitas previamente citados y algunas otras fuentes que podrian haber cambiado su punto de vista.

Por el contraste con el trabajo de Levillier, nos gustaria mencionar otro estudio historico, mas reciente, donde se analizan documentos escritos sobre el Paititi. Es el libro de otra especialista argentina, Ana Maria Lorandi, quien pertenece a una nueva generacion de historiadores, representando otro paradigma analitico y otra actitud hacia las fuentes. Nos referimos al estudio de Lorandi titulado “De quimeras, rebeliones y utopias” (Lorandi 1997) dedicado al notorio y escandaloso personaje del siglo XVII, el “falso inca” Pedro Bohorques, quien alboroto la sociedad virreinal con sus declaraciones sobre el supuesto descubrimiento de la tierra del Paititi. Anticipando la biografia de Bohorquez, Lorandi dedica un capitulo bastante extenso a la recopilacion de textos sobre el Paititi y a comentarios acerca de ellos. La autora cita varios de los documentos que hemos analizado antes, pero lo hace tan solo para recrear el pensamiento utopico de la epoca, negandole la base historica y geografica real. De este modo, el Paititi queda definitivamente encerrado en el ambito de lo imaginario, lo cual, no obstante, responde a los objetivos que propone la autora en su estudio. Un merito especial de este trabajo son las citas mismas de las fuentes, muchas de las cuales estan reproducidas en base a los manuscritos originales y no a partir de publicaciones anteriores a menudo no muy exactas en sus transcripciones.

Uno de los pocos historiadores que han tratado de ubicar el Paititi en la geografia real sudamericana, es el investigador finlandes Martti Parssinen. En su extenso trabajo “Tawantinsuyu” (Parssinen), el identifica el rio Paititi con el Mamore o con el Madera y en el mapa N.7, de la region del Antisuyu (p.105), localiza el Paititi en la corriente baja del Mamore, cerca de su confluencia con el Beni. Al parecer, Parssinen no se intereso por los documentos jesuiticos sobre Mojos, a juzgar por la ausencia de referencias en su bibliografia, tanto al texto de Eguiluz como al de Zapata. Aparentemente, desde su perspectiva el tema del Paititi es, en primer termino, el problema de la expansion inca hacia el este. Sus estudios de los ultimos anos han sido vinculados con el sitio arqueologico Las Piedras, en las cercanias de Riberalta (confluencia del Beni con el Madre de Dios) que, segun su hipotesis, es una fortificacion Inca (Siiriainen y Parssinen 2001; Parssinen y Siiriainen 2003). Al ser comprobada esta suposicion, Las Piedras se convertiria en el punto mas lejano de la presencia Inca en el oriente.

Hasta aqui practicamente no hemos tocado el tema de las publicaciones arqueologicas, con excepcion del breve comentario en relacion con el libro de Denevan. Desde los anos 1960, cuando se escribia este libro, hasta hoy, en Mojos se ha desarrollado una buena cantidad de proyectos de campo de diversa magnitud. Entre las respectivas publicaciones quisieramos destacar las de los argentinos Bernardo Dougherty y Horacio Calandra, del norteamericano Clark Erickson y del aleman Heiko Prumers (este ultimo proyecto se sigue realizando actualmente en las cercanias de Trinidad). Sin embargo, a pesar de varias decadas de acumulacion de datos y de algunos estudios analiticos sobre tematicas y zonas especificas, la arqueologia de Mojos se parece a una extensa manta cosida de parches. Entre los diversos proyectos no hay mucha vinculacion y a veces los investigadores, realizando su trabajo, desconocen datos valiosos obtenidos por sus antecesores. Se siente la falta y la necesidad de un trabajo general que resumiera los resultados obtenidos hasta hoy y construyera un cuadro general cronologico y geografico de las culturas arqueologicas mojenas.

Antes de nuestro proyecto del 2006, en las inmediaciones del lago Rogoaguado no se han realizado excavaciones. Sin embargo, hace pocos anos el arqueologo estadounidense John Hamilton Walker llevo a cabo el proyecto de su tesis doctoral en la zona bastante cercana a las orillas de los rios Omi e Iruyanez, los

cuales caben dentro del antiguo territorio de los cayubabas (Walker 1999, 2004). Dado que estas investigaciones eran practicamente las unicas realizadas en la zona de nuestro interes directo, sus resultados adquieren para nosotros una especial importancia.

En su especializacion y sus objetivos, Walker sigue la linea de estudios trazada por William Denevan (1970, 1982, 2001) y Clark Erickson (Balee and Erickson 2006 y otros), orientada hacia los patrones agricolas, los sistemas de subsistencia y la ecologia prehispanica. El punto de interes de Walker son los campos de camellones en las cercanias del Omi y el Iruyanez y los sitios de ocupacion vinculados a ellos. Su objetivo es determinar en que epocas se cultivaban los camellones, que poblacion podian sostener, cuando y por que razones fueron abandonados. Sus conclusiones se basan mayormente en los resultados obtenidos en dos sitios de ocupacion: San Juan y El Cerro (este ultimo lo mencionamos en relacion con el informe de Jose Agustin Palacios). Las fechas radiocarbonicas de San Juan indican que el sitio fue poblado en los siglos V-VI D.C. La ocupacion de El Cerro es mucho mas tardia y corresponde al siglo XV D.C. Para este ultimo sitio, a base de la cantidad de depositos culturales, Walker calcula un numero de poblacion bastante elevado, de entre 1800 y 2000 personas. Esta cifra, senala el autor, concuerda con los datos acerca del numero de habitantes en los pueblos cayubabas que proporcionan Eguiluz y Zapata, aunque no hay evidencias directas de que El Cerro seguia poblado en la epoca del contacto de los cayubabas con los jesuitas, es decir en el siglo XVII. Tal concentracion de poblacion, segun Walker, se hizo posible gracias a la agricultura intensiva de los camellones que cayeron en desuso con el cambio en la organizacion social y la introduccion de nuevas tecnologias agricolas a causa de la colonizacion jesuitica. Los trabajos de Walker no solo nos dan puntos de apoyo en la cronologia arqueologica de la zona, sino tambien proporcionan un amplio espectro de datos para comparacion con los resultados de nuestro trabajo, por ejemplo en lo que refiere a la ceramica, como se vera a continuacion.

7. RIO TAPADO: UNA POSIBLE ANTIGUA VIA FLUVAL

 

Volveremos al inicio de nuestro trabajo, a los primeros textos que mencionan la laguna del Paititi. Llama la atencion un detalle importante: muchas fuentes, entre ellos Maldonado y Recio de Leon, hablan de un rio por el cual se llega a la laguna y que luego sale de la laguna rumbo al norte y/o este. Como sabemos, en la geografia actual no existe una via fluvial activa que comunique el lago Rogoaguado con alguno de los rios grandes de la region. Sin embargo, queda la posibilidad de que tal via haya existido en el pasado.

En el mapa de las misiones jesuiticas del siglo XVIII, al cual ya nos referimos antes (Mapa 1), no esta senalado ningun rio que entre o salga del Rogoaguado. Sin embargo, en el mapa del primer gobernador de Mojos, Antonio Aymerich, que data del ano 1764 (Mapa 2), con sorpresa descubrimos cinco rios conectados con este lago. Uno de ellos es el brazo corto del rio Beni, que entra en el Rogoaguado desde el oeste, otro es un tal rio Exaltacion que sale del lago al este y corre hacia el Mamore. Los tres rios restantes salen del lago al lado norte y tienen un destino indefinido, porque sus desembocaduras caen fuera de los limites del mapa. Dos de estos rios llevan el mismo nombre ‘Yata’, el tercero se llama ‘Tamataquibo’. Existe otro mapa, posterior al de Aymerich y probablemente basado en el (Mapa 3), en el cual ningun rio entra en el Rogoaguado, pero hay dos rios que salen de el, de una

manera parecida a la del mapa anterior. Sus nombres son ‘Yata’ y ‘Tumaiaquiuo’, siendo este ultimo, aparentemente, una distorsion de ‘Tamataquibo’ de Aymerich. Los originales de ambos mapas se encuentran en el Archivo General de Indias. Sus fotos digitales nos fueron amablemente proporcionadas por el Sr. Joseph Barba.

.Cual seria la explicacion de la existencia de estos rios efimeros que aparecen y desaparecen en los mapas? Debemos tomar en cuenta que todos los mapas de Mojos anteriores al siglo XIX al menos parcialmente se componian a base de informaciones orales de diversas procedencias, lo cual, obviamente, generaba multiples errores y confusiones. Sabemos que todavia hacia mediados del siglo XIX la situacion hidrografica alrededor del Rogoaguado estaba poco clara, porque Jose Agustin Palacios fue enviado ahi por el gobierno boliviano para confirmar o negar la supuesta comunicacion entre el lago y el rio Beni, lo cual significa que circulaban rumores acerca de tal comunicacion (vease arriba el informe de Palacios). Se presumia, y con mucha razon, que el lago debia de alimentarse de alguna fuente y tener un desague.

En las imagenes satelitales actuales se ve claramente un lecho fluvial bastante ancho que desemboca en el lago Rogoaguado desde el lado sudeste, entre la laguna Porfia y la Encerrada. El curso de este rio es bastante largo, viene desde el sudoeste y corre a lo largo de cientos de kilometros a traves de las pampas y bajios pantanosos. Su comienzo se pierde entre pantanos y antiguos meandros fluviales aproximadamente al este del lago Rogagua. En muchos mapas geograficos generales este rio simplemente no figura, sin embargo en los mapas del Instituto Geografico Militar de Bolivia de la escala 1:100,000 lo encontramos trazado con bastante exactitud bajo el nombre ‘rio Tapado’.

El nombre de este rio y su ausencia en muchos mapas se explico cuando en el 2006 tuvimos la oportunidad de observarlo en vivo en cinco diferentes puntos a lo largo de su curso. A pesar de su considerable ancho, que varia entre los 80 y los 130 metros aproximadamente, su lecho esta casi por completo cubierto de sedimentos y su caudal es bastante reducido en relacion con su anchura. El rio esta convertido practicamente en un pantano. En muchos lugares los pobladores locales lo llaman ‘curichi’ (pantano). En dos oportunidades lo hemos cruzado a pie, con el agua llegando a la altura maxima de 50 cm. (cabe mencionar que fue en temporada seca). En otra oportunidad, frente al puesto ‘Nuevo Paraiso’, lo cruzamos en canoa, donde pobladores locales cavaron en los sedimentos un angosto canal transversal de 1 metro de profundidad aproximadamente, para facilitar la comunicacion entre las dos orillas. Casi a todo su largo el rio Tapado tiene aspecto de un prado pantanoso, con la superficie cubierta de pasto alto y arbustos bajos (Tabla V, Foto 1). En la zona de su desembocadura en el lago, el rio tiene un aspecto un tanto diferente: en medio de su lecho crecen arboles, mayormente palmeras, pero entre ellas se perciben zonas de agua limpia de vegetacion. En ambas orillas crece un extenso ‘bosque de galeria’, tipico para las zonas riberenas de Mojos. No hemos podido observar este rio en la epoca de lluvias, pero los pobladores locales nos comentaron que durante varios meses del ano su caudal se incrementa, aunque nunca llega al punto de permitir la navegacion.

La fuente del Tapado no esta totalmente clara. Como ya dijimos, la continuidad de su lecho se interrumpe en la zona del lago Rogagua. No obstante, observamos unos tramos de lechos de aspecto muy parecido al norte y al oeste del pueblo de Reyes, es decir en las cercanias del rio Beni. Puede ser que ellos antes hayan constituido partes del mismo rio y hasta hoy esten comunicados entre si a traves de unas zonas pantanosas con corrientes dispersas. Es casi seguro que estos

antiguos meandros se alimenten desde el curso principal del rio Beni. De este modo, el rio Tapado seria un brazo secundario del Beni.

El ancho del lecho del rio Tapado y su continuidad en la mayor parte de su curso hacen pensar que en el pasado este rio posiblemente tenia mucho mayor profundidad y era navegable. Su antigua conexion con el Beni se ubicaria hacia el oeste del pueblo de Reyes, cerca del actual Rurrenabaque. Con tiempo, la acumulacion de sedimentos cerro el paso del agua hacia el este y casi todo el caudal de este brazo se revirtio hacia el curso principal del Beni, dejando correr una minima parte por el lecho del Tapado. Curiosamente, en Rurrenabaque y San Buenaventura hemos escuchado de varios pobladores Tacanas que “antes el rio Beni corria por el otro lado, por Reyes”, lo cual coincide con el supuesto antiguo curso del rio Tapado que pasaria cerca de Reyes. Pero esta tradicion tambien puede ser producto de una confusion historica: la mision de Reyes inicialmente fue fundada en otro lugar, directamente sobre la orilla del Beni y luego fue trasladada al sitio donde se encuentra hoy.

La inestabilidad de los cursos fluviales es un fenomeno bastante comun en el cambiante paisaje del Beni. La dinamica de sedimentos en la zona es sumamente veloz y muy a menudo causa desvios de las corrientes. Generalmente esos cambios son de una escala relativamente pequena y se limitan al cerramiento de meandros antiguos y aparicion de los nuevos. Por ejemplo, durante nuestra estadia en la comunidad Tacana de San Marcos sobre la parte media del rio Beni, nos comentaron los pobladores que hace varias decadas la comunidad tuvo que ser trasladada forzosamente a un nuevo sitio, porque el rio habia socavado la orilla en donde se encontraba antes. La mayoria de los grandes rios de Mojos estan rodeados de lagunas en forma de medialuna que se originan de los antiguos meandros de la corriente fluvial. Sin embargo, en el caso del rio Tapado, el cambio seria de una escala mucho mayor que un simple ligero desvio del curso. Solo un detallado estudio geologico podria confirmar si nuestra suposicion es valida o no.

Hasta ahora hemos hablado de la posibilidad de la existencia de un rio navegable que haya comunicado en la antiguedad el rio Beni con el Rogoaguado. Nos queda por examinar la cuestion del rio o los rios que desaguaban el lago. Actualmente, el Rogoaguado tiene un desague por el lado norte conocido como el Arroyo Negro. Este arroyo, mas abajo del Rogoaguado, recoge aguas de varias otras lagunas ubicadas inmediatamente hacia el norte y desemboca en el rio Yata, afluente del Mamore. Este arroyo es mencionado por Palacios en su informe bajo el nombre de rio Prieto:

Al E. se encuentra otra laguna pequena denominada Puaja, cuyas aguas reunidas con las del Rogo-aguado y Yapocha, forman el rio Yata-chico o rio Prieto que concluye [confluye] con el Mamore. (Palacios 1944:24)

Los pobladores de la comunidad de Coquinal afirman que hasta hace poco el arroyo Negro era navegable en canoa y se podia llegar a traves de el a Yata y luego al Mamore, pero recientemente la boca del arroyo en su confluencia con el Yata se cerro para la navegacion a causa de la acumulacion de sedimentos, es decir del mismo proceso que podria haber acabado con la navegacion del rio Tapado.

Ahora, teniendo en cuenta todos estos datos, volveremos a mirar el mapa de Aymerich, recordando que este mapa probablemente se compuso a base de descripciones verbales. El corto brazo del Beni que de desprende hacia el Rogoaguado, puede ser una alusion al rio Tapado, aunque sumamente acortado. Lo mas probable es que este rio en los tiempos de Aymerich ya estuviera completamente cerrado para la navegacion, lo cual explica su ausencia en otros mapas de la epoca. Mas bien, su presencia en este mapa debe ser considerada como

un accidente. Es posible que en la epoca de Aymerich, o en las epocas inmediatamente anteriores, de las cuales todavia se guardaban recuerdos, en los anos muy lluviosos el rio se volviera navegable por temporadas, aunque no podemos saberlo con certeza.

Los tres rios que salen del lago en el mapa y corren hacia el norte, serian el arroyo Negro y sus otros brazos alternativos que podrian formarse en las temporadas de aguas. Si el caudal del rio Tapado antes era mayor, probablemente el nivel del lago antes era mas alto y podia haber existido otra comunicacion, mas directa y cercana, entre el Rogoaguado y el rio Yata. Tal vez es por eso que el rio Yata esta marcado en los dos mapas (Mapa 2 y Mapa 3) saliendo directamente del lago.

No sabemos explicar bien la presencia del ‘arroyo Exaltacion’ en el mapa de Aymerich. Quizas, se refiera a alguna vaga informacion acerca de la comunicacion del Rogoaguado con el rio Mamore que en realidad no seria otra que el ya comentado arroyo Negro. Pero en aquella epoca, cuando el curso de este arroyo y del rio Yata todavia no se conocian bien, los autores del mapa podian haber creido que existia otro rio que salia del lago y corria hacia el Mamore.

Sin estudios geologicos detallados del lecho del rio Tapado, no podremos siquiera suponer en que epocas historicas el rio pudo haber sido navegable, cuando comenzo a cerrarse, cuanto tiempo pudo haber tomado este proceso y como exactamente transcurria. Sin embargo, tomando en cuenta los procesos analogos que observamos en la actualidad, entre ellos el proceso del cerramiento de la boca del arroyo negro, podriamos pensar que era un cambio lento y gradual, posiblemente dado a lo largo de muchas decadas.

Otro factor que debemos considerar es la diferencia entre las formas de navegacion arcaicas y modernas y la respectiva diferencia en los conceptos de navegabilidad de vias fluviales. Hoy en el departamento del Beni se navega en embarcaciones grandes y pequenas a motor que requieren corrientes de cierta profundidad y ancho. Pero esta practica no lleva ni cien anos. Hasta hace poco en la region se navegaba en canoas a remo. Las cargas se trasladaban en unas balsas angostas (vease Del Castillo 1929:312-313). Para embarcaciones de ese tipo no se requeria profundidad mayor que la de un metro. Ademas, siendo lentas y livianas, no corrian tanto peligro en los lugares con cachuelas (rapidos) y en los tramos peligrosos podian ser arrastradas por la orilla con relativa facilidad. Gracias a eso muchos rios y arroyos menores que hoy no se consideran navegables, eran transitados en las epocas anteriores. La tradicion de navegacion en canoas a remo todavia persiste en algunas partes del Beni, pero poco a poco va desapareciendo.

Si nuestra hipotesis acerca del rio Tapado resultara ser cierta, se aclararia la incognita acerca de la comunicacion fluvial entre el lago Rogoaguado y los grandes rios de la region. Por un lado, se explicaria el texto de Recio de Leon, segun el cual se podia acceder a la laguna del Paititi por el agua desde la parte alta del rio Beni. Por el otro lado, encontrariamos un nuevo sentido en el informe de Maldonado, segun el cual se podia navegar hacia esa laguna desde el bajo Madre de Dios, con la correccion que a la laguna se llegaba no yendo rio abajo por el rio Madera, sino rio arriba por el Mamore y sus afluentes.

Si el rio Tapado era la antigua via fluvial que llevaba hacia las tierras del Paititi, se puede suponer que sus orillas hayan sido bastante densamente pobladas en la antiguedad y que esa poblacion, al menos en cierto tramo, tenia afinidad cultural con los habitantes de los alrededores del Rogoaguado. No nos referimos necesariamente solo a las epocas recientes y a la poblacion cayubaba. Podria tratarse

tambien de periodos anteriores, bastante lejanos, y a grupos etnicos que ocupaban esta zona antes de los cayubabas.

Esta suposicion nos hizo ampliar el area de nuestro trabajo de campo y no solo dedicarnos a las prospecciones a las orillas del lago Rogoaguado, sino tambien a recorrer varios puntos de las orillas del rio Tapado, desde su desembocadura hasta su supuesta corriente alta en las cercanias de Reyes. Los resultados de estas prospecciones se presentan a continuacion.

8. PROSPECCIONES ARQUEOLOGICAS

 

Todas las prospecciones que describiremos a continuacion fueron realizadas en la temporada de campo del 2006, en los meses agosto y septiembre. En ninguno de los sitios recorridos se hicieron excavaciones. La investigacion se limito a la observacion, medicion, registro y recoleccion del material superficial, mayormente de fragmentos de ceramica. Este material despues de su registro se dejaba en el sitio o en custodia de los pobladores locales.

Comunidad de Nueva Esperanza (lago Rogoaguado)

 

La comunidad de Nueva Esperanza esta ubicada a la orilla noroeste del lago Rogoaguado. Decidimos incursionar ahi despues de haber escuchado referencias de los pobladores de Coquinal acerca de hallazgos de ceramica en sus cercanias.

Nueva Esperanza – Camellones. En las pampas inundables, aproximadamente a 3 km. de la comunidad de Nueva Esperanza y a 4 km. de la orilla del lago en direccion noroeste, observamos un conjunto de camellones. Claramente visibles son tres elevaciones alargadas, de 6 metros de ancho cada una (contando las distancias entre los puntos mas altos) y de 30 cm. de altura aproximadamente. Su longitud no se pudo determinar, porque estaban cubiertos de vegetacion. Su relieve se distingue bien solo en la parte donde los cruza una trocha. En las cercanias, entre la vegetacion, puede haber mas camellones que estarian ocultos bajo la vegetacion.

Se conoce la existencia de amplios campos de camellones agricolas en la zona, pero mayormente se ha prestado atencion a sus grandes concentraciones al sur y al sudeste del lago Rogoaguado (Walker 1999, 2004). Se observan mucho mejor desde el aire y en las fotos satelitales que desde la tierra. Su uso agricola resulto completamente desconocido a los pobladores de Nueva Esperanza, quienes los llamaban ‘sepulturas de los muertos’.

Nueva Esperanza – Chacos 1. El sitio esta marcado por un monticulo de contorno poco definido de aprox. 20 m. de diametro y aprox. 1 m. de altura. No ha sido posible determinar sus dimensiones exactas, porque en parte esta cubierto por la vegetacion y los cultivos. Esta ubicado a unos 100 metros de la orilla del lago y a 1 km. hacia el norte de la comunidad, en medio de cultivos de platanos pertenecientes a los pobladores locales, entre el monte bajo. Aparentemente, el suelo ha sido fuertemente removido por los agricultores en el proceso de cultivo. En la superficie del monticulo y alrededores esta esparcida una gran cantidad de ceramica fragmentada, mayormente sin decoracion. Entre los fragmentos encontramos uno pintado a un solo lado con lineas paralelas, color marron rojizo sobre fondo crema, y varios fragmentos de superficie plana con estampado de estera. Los pobladores declaran haber encontrado en el sitio tambien material oseo y conchas blancas. Estas ultimas deben pertenecer a la misma especie acerca de la cual comentamos antes, y provenir de un contexto parecido al de las excavaciones en las cercanias de

Coquinal (vease el informe de excavaciones a continuacion) y en la boca del rio Tapado (veanse los capitulos siguientes del presente texto).

Nueva Esperanza – Chacos 2. El sitio tiene caracteristicas parecidas al anterior y esta ubicado entre la comunidad y el sitio Chacos 1. El monticulo es de un tamano parecido al del anterior, sus medidas exactas tambien resultaron dificiles de apreciar por la espesa vegetacion. Por el medio del sitio pasa una trocha que usan los pobladores de Nueva Esperanza para llegar a sus campos de cultivo. Este terreno tambien ha sido anteriormente campo de cultivo, por ultima vez habia sido cultivado dos anos atras. Los trabajos agricolas hicieron aparecer en la superficie ceramica fragmentada en grandes cantidades que hasta ahora se encuentra dispersa en la superficie del monticulo y sus alrededores. Entre la gran cantidad de ceramica sin decoracion encontramos tres fragmentos pintados a un solo lado con diversos tonos de rojo sobre crema (Tabla IX: a-c) y un fragmento con decoracion acanalada (Tabla IX: d).

Durante nuestra breve estadia en Nueva Esperanza los pobladores nos mostraron un fragmento de ceramica con decoracion incisa, diferente de los observados en los sitios arriba descritos (Tabla IX: e). Segun sus referencias, el fragmento tambien provenia de la zona de campos de cultivo al norte de la comunidad, pero no pudieron indicar con exactitud el sitio.

Recibimos comentarios sobre la presencia de muchos otros monticulos con material cultural en la zona de sus campos de cultivo que actualmente se encuentran bajo barbecho, el acceso a los cuales es dificil por la vegetacion del monte bajo.

Comunidad de Piraquinal (lago Rogoaguado)

 

La comunidad de Piraquinal esta ubicada sobre la orilla este del lago Rogoaguado, hacia el sur de Coquinal. La visitamos durante nuestro viaje hacia la boca del rio Tapado.

Piraquinal 1. El sitio esta ubicado aprox. a 2 km. de la comunidad hacia el sur, a unos 100 metros de la orilla del lago.Fue imposible determinar los limites del sitio. A simple vista no se perciben elevaciones del terreno. Su existencia esta marcada solo por la presencia de una gran cantidad de ceramica fragmentada esparcida por toda la superficie de un campo de cultivo de platanos que ocupa un area de aprox. 100 x 100 metros, en medio del monte bajo que crece a lo largo de la orilla del lago. Segun los comentarios del dueno de los cultivos, el campo habia sido trabajado seguidamente desde el ano 2004 y la tierra cerca de la superficie, junto con los tiestos, habia sido removida en numerosas ocasiones. Comenta que el primer ano la cantidad de ceramica que aparecia en la superficie era mayor, y que luego iba desapareciendo poco a poco. Hemos observado esparcidos por el campo muchos fragmentos de ceramica en bastante mal estado, ninguno de ellos llevaba decoracion.

Piraquinal 2. Este sitio, con caracteristicas semejantes al anterior y cercano a el por su ubicacion, se localiza en el mismo contexto del monte bajo, a 1.5 km. aprox. al sur de la comunidad y a unos 200 m. de la orilla del lago. Otro campo de cultivo del mismo dueno, de menor extension (aprox. 80 x 40 m.) tambien tiene una gran cantidad de tiestos sin decoracion esparcidos por toda la superficie y redepositados varias veces en el proceso de trabajos agricolas.

El dueno de ambos campos indico que el, asi como otros pobladores de Piraquinal encontraban ‘loza’ (ceramica) en toda la zona del bosque circundante. De eso se podria deducir que, posiblemente, Piraquinal 1 y Piraquinal 2 forman parte

del mismo sitio de gran extension, aunque no se puede afirmarlo con certeza sin haber realizado unos estudios mas detallados.

Boca del Rio Tapado

 

El rio Tapado, como ya dijimos, desemboca en el lago Rogoaguado desde el lado sudeste. En su ultima parte el rio corre en direccion norte casi paralelamente a la orilla del lago, formandose entre el rio y el lago una franja angosta de tierra de menos de un kilometro de ancho. Esta franja que elegimos para la prospeccion, es un terreno cubierto de bosque de palmeras y otros arboles, pantanoso y hoy totalmente deshabitado. Para visitarlo, hicimos un viaje en bote desde Coquinal con dos guias de esta comunidad. Hace algunos anos se hizo un intento de fundar ahi un ‘puesto’, es decir levantar una o dos construcciones precarias para una o varias personas, pero este intento no ha tenido exito. El puesto se iba a llamar ‘Brillante’, de ahi adoptamos el nombre para los sitios encontrados en esta zona.

Brillante 1. El sitio ubicado a unos 400 m. de la orilla del lago y a unos 300 m. del rio Tapado, es decir, practicamente en el medio del estrecho, tiene un monticulo de aprox. 5 m. de ancho por 10 de largo y una altura de aprox. 1 m., con una orientacion aproximada norte-sur. Debemos mencionar entre parentesis que durante nuestro recorrido del lugar hemos observado un gran numero de monticulos parecidos, pero no podemos asegurar si son de origen cultural o si se han formado como resultado de procesos naturales (arboles caidos, actividad de animales). Nuestros guias afirmaron que a la otra orilla del rio, adonde ellos de tiempo en tiempo iban a cazar, habia mas monticulos. En el sitio Brillante 1 el origen cultural del monticulo se hace evidente gracias a la actividad de uno o varios armadillos o ‘pejichis’ en lenguaje local. Cavando sus cuevas en el monticulo, los armadillos han danado severamente su estructura inicial y arrojaron a la superficie grandes cantidades de conchas Leila Blainvilliana, de las cuales ya hemos hablado anteriormente, mezcladas con fragmentos de ceramica. Aparentemente, los pejichis tienen una gran aficion por los contextos culturales prehispanicos, porque unos casos semejantes se presentaron en las cercanias de Coquinal, lo cual tuvimos la oportunidad de constatar. En los desmontes de los armadillos en Brillante 1 encontramos fragmentos de ceramica sin decoracion, entre ellos varios que correspondian a recipientes grandes y burdos, de paredes gruesas. Los pobladores locales, quienes conocen lugares en los alrededores del lago con aglomeraciones de conchas, las atribuyen a los habitos de un animal acuatico indefinido que, segun ellos, come los moluscos y deja las conchas en los mismos lugares acostumbrados. Pero la firme asociacion de los conchales con contextos culturales descarta por completo esta teoria popular.

Brillante 2. Otro monticulo situado hacia el este del Brillante 1, a unos 50 metros de la orilla del Tapado, tiene dimensiones aproximadas de12 por 6 metros y 60-80 cm. de altura, con orientacion aproximada norte-sur, al igual que el anterior. Presenta los mismos danos causados por los armadillos, con conchas y ceramica en el desmonte. Entre varios fragmentos de recipientes grandes, parecidos a los del sitio anterior, encontramos tres (dos de ellos de bordes de recipientes) de tamanos menores con restos bastante deteriorados de pintura roja y marron sobre fondo crema, decorados a un solo lado (Tabla X: a-c).

Brillante 3. El tercer sitio, ubicado a unos 100 metros hacia el norte del Brillante 2, siguiendo la orilla del rio Tapado, esta marcado por el monticulo de dimensiones un tanto mas grandes, mas de 20 metros de largo, mas de 10 de ancho y cerca de 1 metro de altura, con la misma orientacion norte-sur, paralela al rio. Aqui

de nuevo encontramos desmontes de pejichis, con conchas, fragmentos de recipientes grandes y un fragmento pequeno de borde decorado a ambos lados con pintura roja sobre fondo crema (Tabla X: d).

Comunidad de San Carlos

 

La comunidad de San Carlos esta ubicada hacia el sur de Coquinal, a unos 3 km. de la orilla de la laguna Guachuna. Visitamos este lugar camino hacia el puesto Nuevo Paraiso, sobre el rio Tapado. La comunidad esta ubicada al borde de una isla de bosque bastante extensa, de varios kilometros de largo y ancho, donde los pobladores de San Carlos tienen actualmente sus campos de cultivo. Sobrevolando este lugar en avioneta notamos, en las pampas cerca de los bordes de la isla, camellones de forma rectangular, no tan alargados como la mayoria de los camellones conocidos, lo cual indica la presencia de un asentamiento prehispanico. Durante nuestra visita tuvimos la oportunidad de confirmarla.

San Carlos 1. Un pequeno monticulo de aprox. 3.50 metros de diametro y 30 cm. de altura esta situado en un campo de cultivo bajo barbecho, a 1 km. aproximadamente hacia el noroeste de la comunidad. La consistencia del monticulo es de tierra mezclada con piedras. Al parecer, dentro del monticulo se encuentra un pequeno afloramiento de lateritas, uno entre los muchos esparcidos por toda la isla de bosque. El hijo del dueno del campo, quien nos guio al sitio, llama el monticulo ‘loma de piedra’. En el centro del monticulo se observa claramente una excavacion circular de 1 metro de diametro y 50 cm. de profundidad, llena de fragmentos de lateritas mezclados con abundante ceramica rota. Segun la informacion proporcionada por el hijo del dueno, hace unos cuatro anos, cuando el campo se estaba cultivando, un trabajador mudo de su padre excavo en este lugar un ‘entierro’, lo cual en el lenguaje local quiere decir ‘tesoro’. Los tiestos rotos, segun el, son todo lo que queda del tesoro. Los numerosos fragmentos de ceramica que observamos en el sitio, eran de tamanos relativamente pequenos, de pasta dura, delgados y finos. La gran mayoria de ellos estaban pintados con diversos tonos de rojo y marron sobre fondo crema (Tabla IX: f-h). Uno tenia decoracion de color rojo sobre el fondo gris oscuro (Tabla IX: i). Algunos estaban decorados a ambos lados (Tabla IX: g). De la gran cantidad de fragmentos hemos podido registrar tan solo algunos. Tanto la gran proporcion de fragmentos pintados, como el caracteristico estilo de decoracion geometrica (lineas onduladas paralelas, lineas paralelas en zigzag), muestran una gran semejanza con la ceramica encontrada por John Walker en el sitio San Juan (Tabla III; Walker 2004: 83-89). El guia comento que en otras partes de la misma isla de bosque, en otros campos de cultivo y en desmontes de pejichis, tambien encuentran ceramica.

San Carlos 2. En el campo de cultivo de otros duenos, aproximadamente a 1.5 km. de la comunidad hacia noroeste, observamos una concentracion de fragmentos de ceramica en un area de unos 10 x 10 m., aunque algunos tiestos aislados se hallaban a distancia de 100 y 200 m. de la concentracion. El campo esta en uso actualmente, por cinco anos consecutivos, bajo una plantacion de yuca. Al igual que en el caso de Piraquinal, la duena afirma que anteriormente, cuando el campo se comenzo a cultivar, la ceramica era mas abundante, y luego se esparcio. Observamos muchos fragmentos de contextura burda y paredes gruesas, provenientes de recipientes grandes, y tres fragmentos de superficie plana, con estampado de estera. En el sitio actualmente no se distingue a simple vista elevacion alguna.

 

Puesto Nuevo Paraiso (Rio Tapado)

 

El pequeno puesto de cuatro familias, cuya poblacion se dedica a la produccion de chancaca, esta situado a la orilla oeste del rio Tapado en su corriente baja. El rio esta flanqueado por el bosque de galeria, con palmeras motacu y otros arboles. El bosque colinda con las pampas.

Nuevo Paraiso 1. El sitio se encuentra a la margen este del rio (la orilla opuesta de la poblacion), a 2 km. aproximadamente del puesto, en el limite entre el bosque de galeria y la pampa, a unos 50 m. de distancia del rio. El sitio esta marcado solamente por una concentracion de grandes cantidades de ceramica de consistencia burda, sin decoracion, en su mayoria fragmentos provenientes de recipientes grandes y gruesos, en un area de 20 x 20 metros aproximadamente. El guia, uno de los pobladores del puesto, quien conocio el sitio en sus viajes de caza, afirmo que, tanto en este lugar como en otros sitios al borde del bosque, la lluvia cada ano ‘lava de la tierra pedazos de loza’.

Puesto Villa Delicia (Rio Tapado)

 

El puesto Villa Delicia ubicado en un terreno ganadero privado a la margen oeste del rio Tapado, a varios kilometros del rio, al borde del bosque amplio y espeso que crece entre el rio y la laguna La Encerrada. Los dos sitios nos fueron mostrados por un trabajador del puesto, quien a menudo iba a cazar en sus alrededores.

Villa Delicia 1. El sitio esta ubicado dentro del bosque de motacu, entre el puesto Villa Delicia y la laguna la Encerrada, a varios kilometros de la orilla del rio, al lado de una trocha de herradura abierta por los cazadores. En las raices de tres arboles caidos en el area de 10 x 10 metros aproximadamente, se veian claramente fragmentes grandes de ceramica burda y gruesa, sin decoracion. Las raices de los arboles levantaron aproximadamente 20 cm. de tierra de la superficie. Un fragmento de tamano menor llevaba decoracion pintada a ambos lados: al lado exterior de color rojo sobre fondo crema y al lado interior marron sobre crema (Tabla X: e), con el patron de lineas onduladas paralelas. El guia nos comento que anteriormente habia recogido en este sitio un tiesto pintado y lo habia entregado al dueno de la estancia. Mas tarde en nuestro viaje hemos fotografiado ese fragmento en Santa Ana de Yacuma en la casa del propietario del terreno (Tabla I, Foto 1). Esta decorado a un solo lado con rombos concentricos pintados con el color marron oscuro sobre fondo crema.

En el mismo sitio, a unos 30 metros al sur de los arboles caidos, sobre un monticulo pequeno de aprox. 7 x 7 metros de extension y 30 cm. de altura, se veia una aglomeracion de barro cocido color rojo, completamente amorfa y semidestruida de aprox. 1 m. de diametro y 20 cm. de altura. Segun la informacion proporcionada por el guia, este lugar es elevado y no se inunda en la epoca de lluvias. En las cercanias del sitio pudimos observar una gran cantidad de promontorios de un diametro promedio de 10 x 10 metros; sin embargo, por falta de material arqueologico asociado no podemos afirmar su origen cultural.

Villa Delicia 1. El sitio se encuentra dentro del bosque que crece entre el rio Tapado y la laguna La Encerrada, a unos 500 metros del puesto Villa Delicia hacia el noreste, a la orilla de una pequena laguna orientada de sudeste a noroeste que el guia llamaba ‘la poza’, posiblemente un antiguo meandro del rio Tapado. La tierra a la orilla de ‘la poza’ era fuertemente removida por los cerdos. En el barro removido se hallaron multiples fragmentos de ceramica, mayormente sin decoracion. Se encontraron entre ellos dos fragmentos con decoracion pintada, uno pequeno con

color anaranjado sobre crema (Tabla X: f), el otro de tamano considerable, de borde de un recipiente, con decoracion de color marron sobre crema con lineas rectas paralelas, aparentemente trazadas con una especie de peine (Tabla X: g). Este patron es semejante al de algunos fragmentos hallados en las excavaciones cerca de Coquinal (vease el informe de excavaciones a continuacion).

A unos 10 m. de la orilla de ‘la poza’ estaban situados dos monticulos a una distancia de 4 metros el uno del otro, uno de 8 x 8 metros de largo y ancho y 80 cm. de altura y el otro de 6 x 6 metros de largo y ancho y 50 cm. de altura. Es posible que los fragmentos de ceramica hayan sido lavados por la lluvia de los monticulos y llevados por el agua hasta la orilla de ‘la poza’. En las cercanias se observan otros monticulos de dimensiones parecidas, pero no hay evidencias de su origen cultural. Al igual que el sitio anterior, segun la afirmacion del guia, este lugar es elevado y no sufre de inundaciones en la temporada de lluvias.

Puesto de Alejandro Roca (rio Tapado)

 

El puesto ubicado no muy lejos de Villa Delicia a la orilla oeste del rio Tapado, consistente de construcciones precarias y campos de cultivo, no tiene poblacion estable y es visitado por su dueno de vez en cuando.

Puesto de Alejandro Roca 1. El sitio se encuentra en la misma orilla, a unos 100 metros hacia el sudoeste de los campos de cultivo adyacentes al puesto y a unos 150 m. del rio. Entre las raices de dos arboles caidos se veian adheridos fragmentos de ceramica, aparentemente provenientes de recipientes grandes sin decoracion. Las raices levantaron unos 25-30 cm. de tierra de la superficie. A unos 50 m. hacia el noroeste esta ubicado un monticulo de aprox. 7 x 7 metros de largo y ancho y 80 cm. de alto. Sin embargo, ni en el monticulo ni en sus alrededores se observa ceramica en la superficie. Segun el dueno del puesto, al igual que los dos sitios de Villa Delicia, el lugar no se inunda en la epoca de lluvias.

Estancia America (rio Apere)

 

El rio Apere es un rio no muy largo, pero bastante caudaloso, que desemboca en el Mamore hacia el sudeste de Santa Ana de Yacuma. Inicialmente no planeabamos viajar en esta direccion, porque el Apere esta bastante alejado del area de nuestro interes principal. El material cultural proveniente de esa zona es muy abundante y bastante diferente de todo lo que encontramos hasta ahora en nuestras prospecciones. Una prueba contundente de eso es la coleccion de hallazgos recogidos durante prospecciones realizadas en esta zona hace unos anos por el Dr. Clark Erickson y sus colegas. La coleccion se encuentra hoy en el Museo Bocchietti de Santa Ana de Yacuma. Decidimos cambiar de planes y desviarnos de la ruta planeada gracias a la amable invitacion del propietario de la estancia America. La visita al sitio confirmo plenamente las diferencias en el material arqueologico que habiamos notado en la coleccion del museo.

‘Loma Santa’ – Estancia America (rio Apere). El sitio se encuentra sobre la orilla oriental del Apere hacia el norte de las viviendas de la estancia America, a 1 km. aproximadamente en linea recta por tierra. Pero el acceso principal al sitio es por el rio, cuyos meandros triplican esta distancia. El lecho del rio Apere es bastante angosto, pero su caudal es grande y la corriente fuerte, lo cual causa una erosion constante de las orillas. La ‘Loma Santa’, nombre puesto al sitio por el actual dueno de la estancia, es un monticulo de origen indudablemente cultural de dimensiones mucho mayores que las de todos los monticulos que hemos observado en los demas sitios visitados. Al lado del rio esta cortado por la erosion. Segun comento el dueno,

los derrumbes mas severos en el sitio se produjeron despues de las inundaciones de los anos 1982 y 1992. La extension del monticulo a lo largo de la orilla es de 200 m. aproximadamente. El ancho actualmente es de aprox. 100 m., pero hay que tomar en cuenta que ha sido disminuido por la destruccion de la orilla. Los limites del monticulo no se ven claramente entre la vegetacion del bosque que crece a ambas orillas. La altura de la orilla del rio con respecto al nivel del agua en esta parte es de unos 20 metros. La altura del monticulo por encima de la orilla es de mas de 2 m.

La playa debajo del monticulo esta literalmente cubierta de fragmentos de ceramica que a lo largo de los anos se acumularon ahi a causa de derrumbes (Tabla IV, foto 1). Nunca antes en nuestra practica habiamos observado material superficial en tales cantidades y en tal concentracion. Al subir la orilla y examinar el monticulo, encontramos un profundo barranco (aprox. 2.5 m. de profundidad) que corta el sitio en sentido perpendicular en relacion con el borde del rio, formado por filtraciones de agua en tiempo de lluvias. Al bajar el barranco y observar detenidamente sus paredes, encontramos numerosos fragmentos de ceramica y restos oseos visibles en los cortes (Tabla IV, foto 2) y adheridos a las raices de arboles caidos.

Tanto en la playa como en el barranco hallamos numerosos fragmentos de ceramica con diversos tipos de decoracion incisa y/o grabada (Tabla IV, fotos 3-5), acanalada (Tabla IV, foto 6) y aplicada (Tabla IV, foto 9). Entre estas muestras habia una pieza entera proveniente del barranco, un pequeno cuenco con fondo redondeado y paredes verticales decoradas en la parte exterior con disenos geometricos incisos (Tabla IV, foto 4). El color de esta ceramica varia entre diversos tonos de negro, gris y marron. Tambien observamos entre la ceramica esparcida en la playa una gran cantidad de fragmentos con incisiones profundas de recipientes conocidos como ‘ralladores de yuca’ (Tabla IV, foto 8) y objetos cilindricos identificados generalmente como ‘moledores’ (Tabla IV, foto 7) y un hacha de piedra. Material de todos esos tipos habiamos visto en grandes cantidades en el museo de Santa Ana entre los hallazgos de Clark Erickson provenientes de diversos sitios del rio Apere. Es notable la presencia en cantidades de la ceramica con incisiones y aplicaciones versus la con decoracion pintada que habiamos encontrado en nuestras otras prospecciones. Entre los fragmentos recogidos en el barranco habia dos con restos de pintura roja oscura sobre fondo crema y roja clara sobre fondo amarillo, respectivamente (Tabla IV, foto 10), en un estado bastante deteriorado. Pero eran solo dos frente a decenas de fragmentos incisos.

Tanto el aspecto del sitio como el material asociado muestran diferencias radicales respecto a todos los demas sitios que hemos registrado durante nuestras prospecciones. Al parecer, el rio Yacuma al norte del Apere constituia un limite entre zonas culturales, lo cual concuerda con los datos historicos.

Comunidad de La Avenida (rio Tapado)

 

Continuando el planeado recorrido del rio Tapado, llegamos a la pequena y dispersa comunidad de 4 familias llamada La Avenida, ubicada en su corriente media. El nombre de la comunidad proviene de una antigua ruta comercial que pasaba por este lugar hace varias decadas. El rio Tapado en este tramo corre en direccion aproximadamente de oeste a este y tiene mas de 100 metros de ancho (Tabla V, Foto 1). Por su orilla norte, paralelamente al rio, corre la carretera de tiempo seco Santa Ana – Casa Blanca. En el monte entre el rio y la carretera esta ubicada la vivienda del corregidor de la comunidad y sus campos de cultivo.

La Avenida 1. A unos 500 metros de la vivienda del corregidor y a unos 50 de la orilla del rio, yendo en direccion oeste por la carretera, se encuentra un monticulo

bastante deteriorado de aproximadamente 50 metros de diametro y 50 cm. de altura. La carretera pasa por encima de el y la elevacion se nota ligeramente en la carretera (Tabla V, Foto 3), mientras que a los costados casi no se percibe por la espesa vegetacion del bosque. En el tramo donde la carretera cruza el monticulo, en la misma superficie de la pista y a sus costados, asi como entre las raices de los arboles arrancados para la construccion de la carretera se encuentran numerosos fragmentos de ceramica de diverso color y consistencia (Tabla V, Fotos 2 y 4). Tambien se encuentra ceramica, aunque en menores concentraciones, a una distancia de 100 y aun 200 metros del monticulo, al lado de la carretera y en los campos de cultivo del corregidor. Segun su informacion, la carretera fue construida en el ano 2000 y en aquel tiempo la cantidad de fragmentos en la superficie era mayor aun. La mayoria de los fragmentos no lleva decoracion, pero tambien se encontro una gran cantidad de fragmentos pintados (Tabla V, Fotos 5-10 y Tabla XI: a-h) con diversos tonos de rojo, marron y negro sobre fondo blanco o crema. Aunque los fragmentos en su gran mayoria son muy pequenos y no permiten reconstruir patrones decorativos, algunos de los motivos muestran cierta semejanza con la decoracion de los fragmentos provenientes de Rogoaguado (vease el informe de excavaciones a continuacion), el fragmento de Villa Delicia 1 (Tabla I, Foto 1) y de las excavaciones de John Walker en el sitio San Juan (Tabla III; Walker 2004:83-89). Durante la prospeccion se encontro un solo fragmento con decoracion incisa (Tabla V, Foto 11) y un objeto de forma conica de arcilla quemada color anaranjado, de unos 25 cm. de altura por unos 13 de diametro, en estado muy deteriorado. El corregidor afirma haber encontrado en el pasado varios otros objetos semejantes a este a los lados de la carretera, uno los cuales guarda en su casa. Dougherty y Calandra llaman este tipo de objetos ‘apoyos de ollas’ y afirman que se usaban “para apoyar ollas en el momento de la coccion” (1981:99).

La Avenida 2. Siguiendo el camino por la carretera hacia el oeste, a unos 100 metros del primer monticulo se ve el segundo, de menor tamano, casi imperceptible, de unos 40 x 40 m. de largo y ancho y unos 30 cm. de altura, de igual modo cruzado por la carretera. Segun la referencia del corregidor, en los anos anteriores a la construccion de la carretera, este lugar habia sido campo de cultivo. Aqui tambien se encuentra ceramica fragmentada a los lados de la pista y en las raices de los arboles arrancados, pero en cantidades menores que en el sitio anterior. Tambien existen fragmentos pintados, muy parecidos por su decoracion a los de La Avenida 1 (Tabla V, Fotos 12 y 13; Tabla XI: i-k). Tambien observamos varios fragmentos pequenos de piedra dura, algunos de forma prismatica, otros irregulares, cuyo material no es propio a la zona. Pasando el segundo monticulo, siempre en direccion oeste, en el monte espeso al borde de la carretera, al lado sur, se ven varios monticulos pequenos de unos 5m. de ancho y unos 50 cm. de altura, cuyo origen cultural no esta comprobado. Pueden tener relacion con la reciente construccion de la carretera.

Gualaguagua (Reyes)

 

A continuacion de nuestro viaje llegamos al pueblo de Reyes, en cuyas cercanias, segun suponemos, se ubicaba el lecho de la parte alta del rio Tapado. La zona de Reyes esta llena de meandros antiguos convertidos en bajios pantanosos que podrian haber constituido en el pasado partes de su lecho. Su intercomunicacion actual queda poco clara. Uno de ellos es el bajio llamado Siguapio hacia el este de Reyes, cerca de la comunidad Gualaguagua.

Gualaguagua 1. El sitio esta ubicado a la orilla sur del bajio Siguapio, donde el bajio esta cruzado por un puente apoyado sobre un terraplen construido en 1999.

El puente forma parte de la carretera Reyes-Baichuje. A distancia de unos 2 km. la carretera pasa por la comunidad Gualaguagua. A ambos lados del terraplen en las partes bajas, cerca del agua, se encuentran numerosos fragmentos de ceramica, posiblemente provenientes de la tierra de la cual esta construido el terraplen. La mayor concentracion de ceramica, claramente redepositada por el agua de la lluvia, incrustada en la superficie de la tierra, fue hallada al este del terraplen. Segun los comentarios de los pobladores locales, la tierra para la construccion del terraplen fue sacada del bosque que crece en los alrededores del bajio, pero no sabemos de que lugar exactamente. Tambien comentan que inmediatamente despues de la construccion del terraplen, alrededor se veia gran cantidad de tiestos. Entre los fragmentos de ceramica recogidos en el lugar, de diverso color, espesor y consistencia, habia varios con decoracion acanalada (Tabla VII, Foto 5 y Tabla XII: b), parecidos al encontrado en Nueva Esperanza (Tabla IX: d) y en Coquinal (vease el informe de las excavaciones a continuacion) y varios otros de superficie plana con estampado de estera (Tabla VII, Fotos 6-7), parecidos a los de San Carlos (vease el respectivo capitulo anterior) y en Coquinal. En la Foto 7 de la Tabla VII se ve claramente que el estampado corresponde a la superficie exterior del fondo del recipiente. Se encontraron solo dos fragmentos con restos muy deteriorados de pintura roja sobre fondo crema que no permitieron reconstruir el diseno. Su mal estado se debe probablemente a los reiterados procesos de movimiento de la tierra por la labor humana y por la lluvia.

Hace dos o tres anos ha visitado el sitio un grupo de alumnos del Colegio Nacional de Reyes, acompanados de tres profesores. El grupo recogio unas muestras de ceramica. Algunas de ellas todavia las conserva uno de los profesores. Entre los fragmentos hay uno con decoracion acanalada a ambos lados (Tabla VII, Fotos 4a y 4b), uno con estampado de estera (Tabla VII, Foto 3), parecido a los encontrados en nuestra prospeccion en el sitio, y dos con decoracion pintada a ambos lados de colores rojo y marron sobre crema (Tabla VII, Fotos 1a, 1b, 2a y 2b; Tabla XII: a y c). Estos dos ultimos fragmentos merecen una atencion especial por el gran parecido de sus motivos geometricos (lineas paralelas en zigzag y lineas onduladas paralelas) con los de la ceramica encontrada en Coquinal (vease el informe de excavaciones a continuacion), en San Carlos (Tabla IX: f-i) y con el material proveniente de las excavaciones de John Walker en San Juan (Tabla III; Walker 2004: 83-89).

Loma Guamisa (Reyes)

 

Guamisa 1. El ultimo sitio visitado en el curso de nuestras prospecciones del 2006 es la ‘loma Guamisa’ ubicada a unos 30 km. hacia noreste de Reyes, en un desvio hacia el este de la carretera Reyes – Santa Rosa de Yacuma. En el sitio se encuentra un monticulo en medio de la pampa, cerca de una isla de bosque. Las dimensiones aproximadas del monticulo son: unos 80 m. de largo por unos 60 de ancho y unos 2 m. de altura (Tabla VIII, Foto 1). El monticulo esta habitado actualmente. Segun la informacion proporcionada por el guia, uno de los pobladores anteriores del lugar, cavando en el monticulo hace unos anos, encontro grandes cantidades de ceramica, restos oseos humanos y hachas de piedra. Durante nuestra visita confirmamos la presencia de material arqueologico, aunque no sin dificultad: los trabajos de construccion recientes dejaron muchos fragmentos de ladrillo, pedazos de cemento y otros desperdicios. Ademas en el terreno estan esparcidos huesos de animales de origen reciente. Actualmente en la cima del monticulo estan ubicadas dos casas modernas y una estructura semidestruida de ladrillo, cemento y adobe, ademas de dos pozos. En los alrededores hay corrales de animales de madera

y alambrado. En las laderas del monticulo ligeramente erosionadas por la lluvia logramos recoger varios fragmentos pequenos de ceramica delgada, en estado muy deteriorado, y entre basura contemporanea encontramos un hacha de piedra pequena, de color negro, ligeramente danada (Tabla VIII, Foto 2).

Quisieramos detenernos especialmente en el tema de las hachas de piedra. Durante todos los anos de estudios en el Oriente de Bolivia y el Oeste de Brasil hemos observado una gran cantidad de objetos de este tipo, de una variedad de tamanos y formas. En la Tabla VIII mostramos el diapason de sus dimensiones, con tres ejemplos provenientes de diferentes sitios. Hachas de piedra existen en las colecciones del Museo Bocchietti de Santa Ana de Yacuma, del Museo de Reyes, museos locales de Guajaramirim, Porto Velho y Ji-Parana (Rondonia, Brasil), sin contar numerosas colecciones privadas. Aparentemente, este tipo de artefactos esta presente en una buena parte de la Amazonia (vease Prous 1991:467-468). Algunos de ellos se asemejan por sus formas a las hachas de piedra conocidas en las culturas andinas. Si bien en la Amazonia de Brasil existen recursos propios de piedra solida apta para la confeccion de hachas, los llanos de Mojos carecen de tales recursos. Las hachas encontradas en Mojos deben haber sido producto de intercambio comercial desde los Andes o desde Brasil. Su procedencia exacta se podria determinar por medio de un analisis sencillo de su materia prima, aunque al parecer, nadie hasta ahora se ha interesado por este problema.

Museo de Sta. Ana de Yacuma

 

Para complementar los datos obtenidos en las prospecciones, presentamos aqui algunos materiales de las colecciones de dos museos locales. La formacion de este tipo de museos por el gobierno de Bolivia a base de colecciones privadas es un hecho indudablemente positivo. Ademas de recibir donaciones, estos museos albergan los materiales obtenidos en las investigaciones arqueologicas en sus respectivas regiones. Sin embargo, a estas instituciones a menudo les falta el apoyo en la infraestructura y las instalaciones expositivas y de almacenamiento. Su otro problema consiste en el hecho de que sus ricos contenidos son conocidos solo por unos pocos especialistas que llegan a visitarlos.

El primero de estos dos museos es el Museo Bocchietti formado a base de la coleccion privada de la familia Bocchietti y actualmente esta a cargo del Sr. Jaime Bocchietti. Entre el material arqueologico de su amplia coleccion nos gustaria comentar tres grupos.

Ceramica y conchas de la boca del rio Tapado. Hace unos anos el encargado del museo Sr. Jaime Bocchietti realizo un viaje a la misma zona donde hicimos una de nuestras breves prospecciones, a la desembocadura del rio Tapado en el lago Rogoaguado y recogio muestras de conchas Leila Blainvilliana procedentes de contextos arqueologicos (Tabla I, Foto 5) y varios fragmentos de ceramica decorada con pintura roja sobre fondo crema, algunos de los cuales reproducimos en la Tabla I. Los fragmentos 3a-3b y 4a-4b tienen decoracion a los dos lados y se asemejan por su estilo a los hallazgos de nuestro proyecto en las cercanias de Coquinal y a la ceramica encontrada por John Walker en San Juan (Tabla III; Walker 2004:83-89).

Ceramica de la zona Omi-Iruyanez (investigaciones de J. Walker). Con gran alegria encontramos entre las colecciones del museo una gran cantidad de fragmentos decorados dejados por el Dr. John Walker, provenientes mayormente del sitio San Juan. Solo una pequena parte de estos materiales ha sido publicada (Walker 2004), por lo tanto aprovechamos la oportunidad para revisar este material

para poder compararlo con nuestros hallazgos. Gracias al amable permiso del Dr. Walker publicamos aqui algunos de estos fragmentos (Tabla III).

Ceramica del Rio Apere (prospecciones de C. Erickson et al.). Otro conjunto de materiales que nos intereso era una amplia coleccion proveniente de diversos sitios sobre el rio Apere. La coleccion fue recogida hace unos anos por el Dr. Clark Erickson y sus colegas durante prospecciones en la zona. Constatamos que la mayor parte de estos materiales tenia un gran parecido con los que vimos y registramos en el sitio ‘Loma Santa’ de la estancia America, el cual ya hemos comentado. Estaban presentes en abundancia fragmentos de ceramica con decoracion incisa, grabada y aplicada, ‘ralladores’ y ‘moledores’. Sin embargo, tambien vimos cierta cantidad, aunque menor, de ceramica con decoracion pintada, colores rojo y marron sobre crema. En la Tabla II, con el gentil permiso del Dr. Erickson, mostramos algunos de estos fragmentos que tienen mayor o menor grado de parecido con la ceramica de Rogoaguado y de San Juan. En algunos casos este parecido es mas manifiesto que en otros (Tabla II, Foto3d y Foto 5d). La presencia de esta ceramica en los sitios del rio Apere podria significar contactos entre esta zona y el area de nuestro mayor interes.

Museo de Reyes

 

Las colecciones del Museo de Reyes, que esta actualmente a cargo del Sr. Oscar Gamarra, no muestran casi materiales parecidos a los de la region del lago Rogoaguado. Entre la ceramica existen ejemplos de decoracion pintada con rojo sobre blanco o crema, pero su estilo, basado mayormente en lineas curvas, es un tanto distinto del que vimos antes (Tabla VI, Fotos 5-8). Sin embargo, el motivo de rombos concentricos del fragmento 7a ya lo conocemos por los fragmentos de Villa Delicia 1 y La Avenida 1.

Los recipientes modelados de forma poco comun provenientes de las orillas del rio Beni (Tabla VI, Fotos 1-4) no tienen ninguna relacion directa con el tema de nuestra investigacion, pero su singularidad nos obliga a publicarlos para darlos a conocer a los que pueden tomar interes en su estudio.

Ceramica pintada rojo/marron sobre crema

 

Concluyendo el capitulo sobre nuestras prospecciones del ano 2006, quisieramos detenernos en el tema de la ceramica con decoracion pintada de color rojo o marron sobre crema. Los fragmentos de ceramica con estas caracteristicas hallados en Coquinal, Nueva Esperanza, la boca del rio Tapado, Villa Delicia, La Avenida y Gualaguagua, sumados a los ejemplos arriba mencionados de las excavaciones de John Walker en San Juan y las prospecciones de Clark Erickson en el rio Apere, al parecer proponen la existencia de una tradicion ceramica con ciertos motivos repetitivos: lineas rectas paralelas, a veces agrupadas en franjas de dos y tres, lineas paralelas en zigzag y lineas paralelas onduladas, agrupadas de la misma manera, rombos concentricos etc.

Sin embargo, esta observacion queda en los niveles bastante superficiales mientras nos guiamos solo por semejanzas de algunos disenos encontrados sobre fragmentos pequenos. No se puede tomar la libertad de sacar conclusiones mayores sin la reconstruccion detallada de patrones graficos, formas de los recipientes y el estudio de la tecnica. Es muy probable que no se trate de una sola tradicion, sino de varias vinculadas entre si, que pueden estar bastante espaciadas tanto en el tiempo como en la geografia. No sabemos todavia ni la fecha de la ceramica que vimos durante nuestras prospecciones, ni su exacta distribucion geografica.

El unico dato disponible son las fechas radiocarbonicas obtenidas por John Walker para el sitio San Juan que data del siglo VI. John Walker menciona tambien cierta cantidad de ceramica pintada en el sitio El Cerro del siglo XV, pero no acompana este comentario con imagenes, por lo tanto no sabemos si existe parecido entre las dos formas de decoracion y si se puede trazar entre ellas alguna continuidad.

En otras zonas de Mojos, mayormente en la parte sur que ha sido mejor investigada, se ha encontrado ceramica con decoracion pintada (Nordenskiold 1913, Denevan 1980:44-45, Dougherty y Calandra 1981:97-98; Dougherty y Calandra 1981-1982), pero los pocos ejemplos publicados no muestran mucha semejanza en el estilo grafico con nuestro material, excepto, tal vez, algunos fragmentos de La Avenida. Su distribucion cronologica y geografica tambien queda en cuestion.

La tradicion decorativa comun es definitivamente cierto elemento cultural unificador, sin embargo, como bien se sabe, puede no manifestar mas que unos contactos lejanos y esporadicos, sin ser indicador de unidad economica y/o politica.

9. CONCLUSIONES

 

Siendo este trabajo solo la primera etapa de nuestro proyecto, no podemos presentar nuestros resultados en forma de afirmaciones inapelables. La informacion reunida hasta el momento es todavia muy poca y nuevos datos pueden cambiar en el futuro nuestra vision del problema. No obstante, hemos logrado mostrar algunas pruebas a favor de las siguientes suposiciones.

1. La laguna del Paititi puede ser asociada con un lugar historico, el cual seria el lago Rogoaguado. Sus cercanias en el momento del primer contacto con los europeos estaban pobladas por el grupo etnico cayubaba, con sofisticada organizacion sociopolitica, cuyos descendientes viven hasta hoy en la region. El nombre del jefe de varios pueblos cayubabas era Paititi; de ahi se origina la leyenda sobre la tierra del Paititi.

2. Los rumores acerca de las perlas que se sacaban de la laguna del Paititi se pueden explicar por la presencia en el lago Rogoaguado de los moluscos Leila Blainvilliana que servian de alimento a la poblacion local, pero al mismo tiempo, como producto secundario, producian perlas de agua dulce de escaso valor comercial.

3. La via fluvial que comunicaba el lago Rogoaguado con los grandes rios de la region, es el actual rio Tapado, un antiguo brazo del rio Beni que pasa por el lago Rogoaguado y desemboca en el Mamore. Sus orillas estaban densamente pobladas, a juzgar por el hecho de que en cada lugar sobre el Tapado que hemos visitado, encontramos evidencias culturales. En algun momento en el pasado su lecho se cerro, el rio se convirtio en pantano y dejo de ser navegable.

4. Existe una tradicion de ceramica pintada con disenos geometricos, con colores rojo y marron sobre fondo crema, cuya presencia registramos en las cercanias del Rogoaguado y en diversos puntos sobre el rio Tapado. Sus manifestaciones aisladas llegan hasta Reyes. Sin embargo, la existencia de tal tradicion o varias tradiciones vinculadas entre si, separadas en el tiempo y en el espacio, queda como una observacion preliminar que requiere mayores estudios.

 

Esperamos que el desarrollo del proyecto en el transcurso de los anos siguientes ayude a aclarar los puntos que todavia permanecen cuestionables y reunir mayor cantidad de datos para poder poner a prueba nuestras suposiciones.

AGRADECIMIENTOS

Agradecemos a las siguientes personas cuyo apoyo ha sido indispensable para la realizacion de nuestro trabajo:

Dr. Katsuyoshi Sanematsu (Universidad de Rikkyo), Lic. Freddy Arce y Arq. Javier Escalante (UNAR, La Paz), Dr. John Walker (University of Central Florida), Dr. Clark Erickson (University of Pennsylvania) Lic. Roberto Apaza (Unidad de Limnologia, Universidad Mayor de San Andres, La Paz), Dr. Jaime Argollo (Instituto de Geologia, Universidad Mayor de San Andres, La Paz), Prof. Matthias Strecker (SIARB, La Paz), Don Joseph Barba, Lic. Raquel Guzman (Museo Etnoarqueologico Kenneth Lee, Trinidad), Dr. Luis Torres, Ing. Takayuki Yunoki, Fidel Castro (Museo Icticola, Universidad Tecnica del Beni, Trinidad), Ing. Rodolfo Pinto Parada, Ing. Walter Justiniano, Don Ricardo Bottega, Don Francisco Arias (Trinidad), CPIB (Trinidad) la gran familia Daza y todos los pobladores de la comunidad de Coquinal, Don Ricardo Marupa, Dona Rita Flores y Don Gilberto Medina Gonzalez (Nueva Esperanza), Prof. Daniel Rioja Vargas (Piraquinal), Don Adelino Daza y familia, Don Saul Male, Don Arnold Salazar y Dona Hortensia Arza, Prof. Eric Baca, Don Alejandro Roca (San Carlos), pobladores del puesto Nuevo Paraiso, Don Miguel Assad (Santa Ana de Yacuma) y Dona Carmen Hilda Assad (Trinidad), Don Jaime Bocchietti y familia (Museo Bocchietti, Santa Ana de Yacuma), Don Felix Villavicencio Mavris y Dona America Lopez de Villavicencio (Estancia America – Santa Ana de Yacuma), Don Munir Nacif, Dona Elba Perez (Santa Ana de Yacuma), Don Oscar Mole y Dona Nancy Vargas (Santa Rosa del Tapado), Don Jose Manuel Almaquio Millares y familia (La Avenida), Don Oscar Gamarra (Museo de Reyes), Don Enrique Kegui (Fundacion Ecoamazonica, Reyes), Prof. Johnny von Boeck, Prof. Jesus Caceres, Prof. Armando Mano, Don Rafael Rodriguez, Don Augusto Rodriguez, Don Fernando Rodriguez, Dr. David Soto (Reyes), Don Agapito Cachari (San Pedro), Don Marcelino Copri (Gualaguagua), Don Sandro Marupa (San Buenaventura), Don Emilio Kihara, Don Minoru Nakamura y Nemoto-san, asi como a las empresas TV-Vision y Canon.

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