Juan de BETANZOS. Suma y narracion de los Incas 1551 (1968)

Juan de BETANZOS. Suma y narracion de los Incas 1551 (1968).

BETANZOS, Juan de
1551/1968 Suma y narracion de los Incas.
Biblioteca de Autores Espanoles, tomo 209 (Cronicas Peruanas de Interes
Indigena), pp. 1-56.
Madrid: Ediciones Atlas.
001001 SUMA Y NARRACION DE LOS INCAS
001002 Por JUAN DE BETANZOS
003001 SUMA Y NARRACION DE LOS INCAS que los indios llamaron
CAPACCUNA, que fueron Senores en la ciudad del Cuzco, y de todo lo a ella subjeto,
que fueron mill leguas de tierra, las cuales eran desde el rio de Maule, que es delante de
Chile, hasta de aquella parte de la ciudad del Quito; todo lo cual poseyeron y senorearon
hasta que el marques don Francisco Pizarro lo gano e conquisto e puso debajo del yugo
e dominio real de Su Majestad, en la cual SUMA se contiene la vida y hechos de los
INCAS CAPACCUNA pasados. Agora nuevamente traducido e recopilado de lengua
india de los naturales del Peru por Juan de Betanzos, vecino de la gran ciudad del
Cuzco. La cual SUMA e historia va dividida en dos partes.
005001 TABLA de los Incas y Capaccuna, Senores que fueron destas provincias del
Peru.
005 1. MANGO CAPAC (Manco Capac).
005 2. CHINCHEROCA (Sinchi Roca), su hijo.
005 3. LLOQUE YUPANQUE (Lloque Yupanqui), su hijo.
005 4. CAPAC YUPANQUE (Capac Yupanqui), su hijo.
005 5. MAYTA CAPAC, su hijo.
005 6. YNGAROCA INGA (Inca Roca Inca), su hijo.
005 7. YAGUAR GUACAC INGA YUPANQUE (Yahuar Huacac Inca Yupanqui),
hijo mayor.
005 8. VIRACOCHA INGA (Huiracocha Inca), su hijo.
005 9. YNGA YUPANQUE PACHACUTI YNCA (Inca Yupanqui Pachacutec Inca),
hijo menor.
005 10. YAMQUE YUPANQUE (Inca Yupanqui).
005 11. TOPA INCA YUPANQUE (Tupac Inca Yupanqui).
005 12. GUAYNA CAPAC (Huaina Capac).
005 13. ATAGUALPA (Atahualpa), su hermano?
005 Los que despues de la muerte de ATAGUALPA nombro el marques Ingas: TOPA
GUALPA (Tupac Huallpa), MANGO YNGA (Manco Inca).
005 El que nombraron los capitanes de MANGO INGA: SAIRE TOPA (Xairi Tupac),
que agora esta en las montanas.
007000 Al Ilustre y Excelentisimo Senor Don Antonio de Mendoza, Virrey y Capitan
general por Su Majestad en estos reinos y provincias del Peru.
007001 Ilustrisimo y Excelentisimo Senor: Acabado de traducir y recopilar un libro que
Doctrina chripstiana se dice, en el cual se contiene la doctrina chripstiana y dos
Vocabularios, uno de vocablos, y otro de noticias y oraciones enteras y coloquios y
confisionario, quedo mi juicio tan fatigado y mi cuerpo lan cansado, en seis anos de mi
mocedad que en el gaste, que propuse, y habia determinado entre mi, de no componer ni
traducir otro libro de semejante materia en lengua india, que tratase de los hechos y
costumbres destos indios naturales del Peru, por el gran trabajo que dello vi que se me
ofrecia y por la variedad que hallaba en el informarme destas cosas, y ver cuan
diferentemente los conquistadores hablan dello, y muy lejos de lo que los indios usaron;
y esto creo yo ser, porque entonces no tanto se empleaban en sabello, cuanto en sujetar
la tierra y adquirir; y tambien porque, nuevos en el trato de los indios, no sabrian
inquirillo y preguntallo, faltandoles la inteligencia de la lengua, y los indios,
recelandose, no sabrian dar entera relacion. Facil cosa podria parecer escribir
semejantes libros, y muy dificil contentar al lector; porque los ojos conlentanse con que
sea bien legible la letra, mas el delicado y experimentado juicio de Vuestra Ilustrisima
Senoria requeria estilo gracioso y elocuencia suave, lo cual ya, para presente y servicio
que yo a Vuestra Excelencia hiciese, en mi falta, y la historia de semejante materia no
da lugar, pues para ser verdadero y fiel traducidor tengo de guardar la manera y orden
del hablar de los naturales. Y viniendo al proposito, digo que en esta presente escriptura
algunos ratos empleara Vuestra Excelencia los ojos para leella, la cual. aunque no sea
volumen muy alto, ha sido muy trabajoso; lo uno, porque no le traduje y recopile siendo
informado de uno solo, sino de muchos, y de los mas antiguos y de credito que halle
entre estos naturales; y lo otro, pensando que debia ser ofrecida a Vuestra Excelencia.
Hame sido tambien muy penosa, por el poco tiempo que he tenido para ocuparme en
ella, pues para el otro libro de la Doctrina era menester todo; y, sobre todo, anadiose al
trabajo haber de dar fin a este libro en breve, agora que Vuestra Excelencia me lo
mando. Los nombres de los Ingas, que los indios llamaron Capaccuna, que a su entender
quiere decir que mayor no lo hay ni puede haber, e cuyos hechos y vidas aqui escribo, la
tabla de los cuales se hallara en fin de este prologo, si alguno me quisiere redargruir que
en la materia deste libro hay algo superfluo o que deje algo de decir por olvido, sera sin
motivo, dicho de indios comunes que hablan por antiojo o por suenos, que ansi lo suelen
hacer, o porque a los tales reprendedores les parecia, cuando se informaban, que los
indios comunes querian decir lo que ellos agora afirman contando estas cosas, no lo
entendiendo retamente. Ni aun las lenguas, en los tiempos pasados, no sabian inquirir y
preguntar lo que ellos pretendian saber y ser informados. Bien veo ser ninerias y
vanidades lo que estos indios usaban y yo escribo aqui; mas relatarlas yo siendo
mandado, tengo de traducir como ello pasaba, y por tanto este libro resciba favor de
Vuestra Excelencia.
007043 Excelentisimo Senor: La vida y estado de Vuestra Excelencia Nuestro Senor
prospere con mucha felicidad.
009001 CAPITULO PRIMERO
009002 Que trata del Con Tici VIRACOCHA, que ellos tienen que fue el Hacedor, e de
como hizo el cielo e tierra e las gentes indios destas provincias del Peru.
009006 En los tiempos antiguos, dicen ser la tierra e provincia del Peru escura, y que
en ella no habia lumbre ni dia. Que habia en este tiempo cierta gente en ella, la cual
gente tenia cierto Senor que la mandaba y a quien ella era subjeta. Del nombre desta
gente y del Senor que la mandaba no se acuerdan. Y en estos tiempos que esta tierra era
toda noche, dicen que salio de una laguna que es en esta tierra del Peru en la provincia
que dicen de Collasuyo, un Senor que llamaron Con Tici Viracocha, el cual dicen haber
sacado consigo cierto numero de gentes, del cual numero no se acuerdan. Y como este
hubiese salido desta laguna, fuese de alli a un sitio ques junto a esta laguna, questa
donde hoy dia es un puehlo que llaman Tiaguanaco, en esta provincia ya dicha del
Collao; y como alli fuese el y los suyos, luego alli en improviso dicen que hizo el sol y
el dia, y que al sol mando que anduviese por el curso que anda; y luego dicen que hizo
las estrellas y la luna. El cual Con Tici Viracocha dicen haber salido otra vez antes de
aquella, y que en esta vez primera que salio, hizo el cielo y la tierra, y que todo lo dejo
escuro; y que entonces hizo aquella gente que habia en el tiempo de la escuridad ya
dicha; y que esta gente le hizo cierto deservicio a este Viracocha, y como della estuviese
enojado, torno esta vez postrera y salio como antes habia hecho, y a aquella gente
primera y a su Senor, en castigo del enojo que le hicieron, hizolos que se tornasen
piedra luego.
009044 Asi como salio y en aquella mesma hora, como ya hemos dicho, dicen que hizo
el sol y dia, y luna y estrellas; y que esto hecho, que en aquel asiento de Tiaguanco, hizo
de piedra cierta gente y manera de dechado de la gente que despues habia de producir,
haciendolo en esta manera: Que hizo de piedra cierto numero de gente y un principal
que la gobernaba y senoreaba y muchas mujeres prenadas y otras paridas y que los
ninos tenian en cunas, segun su uso; todo lo cual ansi hecho de piedra, que lo apartaba a
cierta parte; y que el luego hizo otra provincia alli en Tiaguanaco, formandolos de
piedras en la manera ya dicha, y como los hobiese acabado de hacer, mando a toda su
gente que se partiesen todos los que el alli consigo tenia, dejando solos dos en su
compania, a los cuales dijo que mirasen aquellos bultos y los nombres que les habia
dado a cada genero de aquellos, senalandoles y diciendoles: < > .
010001 CAPITULO II
010002 En que se trala como salieron las gentes desta tierra por mandado de Viracocha
e asimesmo de aquellos sus viracochas que para ello enviaba; y como el Con Tici
Viracocha ansimesmo se partio, e los dos que le quedaron a hacer la mesma obra, y
como se junto, al fin de haber esto acabado, con los suyos, y se metio por la mar,
adonde nunca mas le vieron.
010011 E ansi se partieron estos viracochas que habeis oido, los cuales iban por las
provincias que les habia dicho Viracocha, llamando en cada provincia, ansi como
llegaban, cada uno de ellos, por la parte que iban a la tal provincia, los que el Viracocha
en Tiaguanaco les senalo de piedra que en la tal provincia habian de salir, puniendose
cada uno destos viracochas alli junto al sitio do les era dicho que la tal gente de alli
habia de salir; y siendo ansi, alli este Viracocha decia en alta voz: < > . Y como estos ansi los llamasen, luego salian las tales gentes de
aquellas partes y lugares que ansi les era dicho por el Viracocha. Y ansi dicen que iban
estos llamando y sacando las gentes de las cuevas, rios y fuentes e altas sierras, como ya
en el capitulo antes deste habeis oido, y poblando la tierra hacia la parte do el sol sale.
010036 E como el Con Tici Viracocha hobiese ya despachado esto, y ido en la manera
ya dicha, dicen que los dos que alli quedaron con el en el pueblo de Tiaguanaco, que los
envio asimismo a que llamasen y sacasen las gentes en la manera que ya habeis oido,
devidiendo estos dos en esta manera: Que envio el uno por la parte y provincia de
Condesuyo, que es, estando en este Tiaguanaco las espaldas do el sol sale, a la mano
izquierda, para que ansimismo fuesen hacer lo que habian ido los primeros, y que
ansimismo llamasen los indios y naturales de la provincia de Condesuyo; y que lo
mismo envio el otro por la parte y provincia de Andesuyo, que es a la otra manderecha,
puesto en la manera dicha, las espaldas hacia do el sol sale.
010056 Y estos dos ansi despachados, dicen que el ansimismo se partio por el derecho
hacia el Cuzco, que es por el medio destas dos provincias, viniendo por el camino real
que va por la sierra hacia Caxamalca; por el cual camino iba el ansimismo llamando y
sacando las gentes en la manera que ya habeis oido. Y como llegase a una provincia que
dicen Cacha, que es de indios Canas, la cual esta diez y ocho leguas de la ciudad del
Cuzco, este Viracocha, como hobiese alli llamado estos indios Canas, que luego como
salieron, que salieron armados, y como viesen al Viracocha, no lo conociendo, dicen
que se venian a el con sus armas todos juntos a le matar, y que el, como los viese venir
ansi, entendiendo a lo que venian, luego improviso hizo que cayese fuego del cielo y
que viniese quemando una cordillera de un cerro hacia do los indios estaban. Y como
los indios viesen el fuego, que tuvieron temor de ser quemados y arrojaron las armas en
tierra, y se fueron derechos al Viracocha, y como llegasen a el, se echaron por tierra
todos; el cual, como ansi los viese, tomo una vara en las manos y fue do el fuego estaba,
y dio en el dos o tres varazos y luego fue muerto. Y todo esto hecho, dijo a los indios
como el era su hacedor; y luego los indios Canas hicieron en el lugar do el se puso para
quel fuego cayese del cielo y de alli partio a matalles, una suntuosa guaca, que quiere
decir guaca adoratorio o idolo, en la cual guaca ofrecieron mucha cantidad de oro y
plata estos y sus descendientes, en la cual guaca pusieron un bulto de piedra esculpido
en una piedra grande de casi cinco varas en largo y de ancho una vara o poco menos, en
memoria de este Viracocha y de aquello alli subcedido; lo cual dicen estar hecha esta
guaca desde su antiguedad hasta hoy. Y yo he visto el cerro quemado y las piedras del,
y la quemadura es de mas de un cuarto de legua; y viendo esta admiracion llame en este
pueblo de Chaca los indios e principales mas ancianos, e pregunteles que hobiese sido
aquello de aquel cerro quemado, y ellos me dijeron eslo que habeis oido. Y la guaca de
este Viracocha esta en derecho desta quemadura un tiro de piedra della, en un llano y de
la otra parte de un arroyo que esta entre esta quemadura y la guaca. Muchas personas
han pasado este arroyo y han visto esta guaca, porque han oido lo ya dicho a los indios,
y han visto esta piedra: que preguntando a los indios que que figura tenia este Viracocha
cuando ansi le vieron los antiguos, segun que dello ellos tenian noticia, y dijeronme que
era un hombre alto de cuerpo y que tenia una vestidura blanca que le daba hasta los pies,
questa vestidura traia cenida; e que traia el cabello corto y una corona hecha en la
cabeza a manera de sacerdote; y que andaba destocado, y que traia en las manos cierta
cosa que a ellos les parece el dia de hoy como estos breviarios que los sacerdotes traian
en las manos. Y esta es la razon que yo desto tuve, segun que los indios me dijeron. Y
pregunteles como se llamaba aquella persona en cuyo lugar aquella piedra era puesta, y
dijeronme que se llama Con Tici Viracocha Pachayachachic, que quiere decir en su
lengua, Dios haccdor del mundo.
011032 Y volviendo a nuestra historia, dicen que despues de haber hecho en esta
provincia de Cacha este milagro, que paso adelante, siempre entendiendo en su obra,
como ya habeis oido, y como llegase a un sitio que agora dicen el Tambo de Urcos, que
es seis leguas de la ciudad del Cuzco, subiose a un cerro alto y sentose en lo mas alto
del, de donde dicen que mando que produciesen y saliesen de aquella altura los indios
naturales que alli residen el dia de hoy. Y porque este Viracocha alli se hubiese sentado,
le hicieron en aquel lugar una muy rica y suntuosa guaca, en la cual guaca, porque se
sento en aquel lugar este Viracocha, pusieron los que la edificaron un escano de oro
fino, y el bulto que en el lugar deste Viracocha pusieron le sentaron en este escano; el
cual bulto de oro fino, en la parte del Cuzco que los cristianos hicieron cuando le
ganaron, (valio) diez y seis o diez y ocho mill pesos. Y de alli el Viracocha se partio y
vino haciendo sus gentes, como ya habeis oido, hasta que llego al Cuzco; donde llegado
que fue, dicen que hizo un Senor, al cual puso por nombre Alcaviza, y puso nombre
ansimesmo a este sitio, do este Senor hizo, Cuzco; y dejando orden como despues quel
pasase produciese los orejones, se partio adelante haciendo su obra. Y como llegase a la
provincia de Puerto Viejo, se junto alli con los suyos que ante el inviaba en la manera
ya dicha, donde como alli se juntasen, se metio por la mar juntamente con ellos, por do
dicen que andaba el y los suyos por el agua ansi como si anduvieran por tierra. Otras
muchas cosas hobiera aqui mas escripto deste Viracocha, segund que estos indios me
han informado del, sino, por evitar prolijidad y grandes idolatrias y bestialidad, no las
puse; donde le dejaremos y hablaremos del producimiento de los orejones de la ciudad
del Cuzco, que ansimesmo (usan) y siguen la bestialidad e idolatria gentilica y barbara
que ya habeis oido.
011082 CAPITULO III
011083 En que trata del sitio y manera que tenia el lugar do ora dicen y llaman la gran
ciudad del Cuzco, y del producimiento de los Orejones y segun que ellos tienen que
producieron y salieron de cierta cueva.
011088 En el lugar y sitio que hoy dicen y llaman la gran ciudad del Cuzco, en la
provincia del Peru, en los tiempos antiguos, antes que en el hobiese senores Orejones,
Incas, Capaccuna, que ellos dicen reyes, habia un pueblo pequeno de hasta treinta casas
pequenas pajizas y muy ruines, y en ellas habia treinta indios, y el Senor y cacique de
este pueblo se decia Alcaviza; y lo demas dentorno deste pueblo pequeno, era una
cienega de junco, |by|c yerba cortadera, la cual cienega causaban los manantiales de
agua que de la sierra y lugar do agora es la fortaleza salian; y esta cienaga era y se hacia
en el lugar do agora es la plaza y las casas del marques don Francisco Pizarro, que
despues esta ciudad gano; y lo mismo era en el sitio de las casas del comendador
Hernando Pizarro; y asimismo era cienaga el lugar y sitio do es en esta ciudad, de la
parte del arroyo que por medio della pasa. el mercado o tianguez, plaza de contratacion
de los mismos naturales indios. Al cual pueblo llamaban los moradores del desde su
antiguedad Cozco; y lo que quiere decir este nombre Cozco no lo saben declarar, mas de
decir que ansi se nombraba antiguamente.
012020 Y viviendo y residiendo en este pueblo Alcaviza, abrio la tierra una cueva siete
leguas deste pueblo, do llaman hoy Pacaritambo, que dice Casa de producimiento; y
esta cueva tenia la salida della cuanto un hombre podia caber saliendo o entrando a
gatas; de la cual cueva, luego que se abrio, salieron cuatro hombres con sus mujeres,
saliendo en esta manera. Salio primero el que se llamo Ayar Cache, y su mujer con el,
que se llamo Mama Guaco; y tras este salio otro que se llamo Ayar Oche, y tras el su
mujer, que se llamo Cura; y tras este salio otro que se llamo Ayar Auca, y su mujer, que
se llamo Ragua Ocllo; y tras estos salio otro que se llamo Ayar Mango, quien despues
llamaron Mango Capac, que quiere decir el rey Mango; y tras este salio su mujer que
llamaron Mama Ocllo; los cuales sacaron en sus manos, de dentro de la cueva, unas
alabardas de oro, y ellos salieron vestidos de unas vestiduras de lana fina tejida con oro
fino, y a los cuellos sacaron unas bolsas, ansi mismo de lana y oro, muy labradas, en las
cuales bolsas sacaron unas hondas de niervos. Y las mujeres salieron asimismo vestidas
muy ricamente, con unas mantas y fajas, que ellos llaman chumbis, muy labradas de
oro, y con los prendedores de oro muy fino, los cuales son unos alfileres largos de dos
palmos que ellos llaman topos; y ansimismo sacaron estas mujeres el servicio con que
habian de servir y guisar de comer a sus maridos. como son ollas y cantaros pequenos, y
platos y escudillas y vasos para beber, todo de oro fino. Los cuales, como fuesen de alli
hasta un cerro questa legua y media del Cozco, Guanacaure, y descendieron de alli, a las
espaldas deste cerro, a un valle pequeno que en el se hace, donde como fuesen alli,
sembraron unas tierras de papas comida destos indios, y subiendo un dia al cerro
Guanacaure para de alli mirar y devisar donde fuese mejor asiento y sitio para poblar; y
siendo ya encima del cerro, Ayar Cache, que fue el primero que salio de la cueva, saco
una honda y puso en ella una piedra y tirola a un cerro alto, y del golpe que dio, derribo
el cerro y hizo en el una quebrada; y ansimismo tiro otras tres piedras, y hizo de cada
una una quebrada grande en los cerros altos; los cuales tiros eran y son, desde donde los
tiro hasta donde el golpe hicieron, segun que ellos lo fantasean, espacio de legua y
media y de una legua.
012081 Y viendo estos tiros de honda los otros tres sus companeros, pararonse a pensar
en la fortaleza deste Ayar Cache, y apartaronse de alli un poco aparte, y ordenaron de
dar manera como aquel Ayar Cache se echase de su compania, porque les parescia que
era hombre de grandes fuerzas y valerosidad, y que los mandaria y subjetaria andando el
tiempo, y acordaron de tornar desde alli a las cuevas donde habian salido; y porquellos
al salir habian dejado muchas riquezas de oro y ropa y del mas servicio dentro de la
cueva, ordenaron, sobre cautela, que tenian necesidad deste servicio, que volviese a lo
sacar Ayar Cache; el cual dijo que le placia, y siedo ya a la puerta de la cueva, Ayar
Cache entro agatado, bien ansi como habia salido, que no podian entrar menos; y como
le viesen los demas dentro, tomaron una gran losa, y cerraronle la salida y puerta por do
entro; y luego, con mucha piedra y mezcla, hicieron a esta entrada una gruesa pared, de
manera que cuando volviese a salir, no pudiese y se quedase alla. Y esto acabado,
estuvieronse alli hasta que dende a cierto rato oyeron como daba golpes en la losa de
dentro Ayar Cache, y viendo los companeros que no podia salir, tornaronse al asiento de
Guanacaure, donde estuvieron los tres juntos un ano y las cuatro mujeres con ellos; y la
mujer de Ayar Cache, que ya era quedado en la cueva, dieronla a Ayar Mango, para que
le sirviese.
013010 CAPITULO IV
013011 En que trata como Ayar Mango se descendio de los altos de Guanacaure a vivir
a otra quebrada, donde, despues de cierto tiempo, de alli se paso a vivir a la ciudad del
Cuzco, en compania de Alcaviza, dejando en el cerro Guanacaure a su companero Ayar
Oche hecho idolo, como por la historia mas largo lo contara.
013019 Y el ano cumplido que alli estuvieron, paresciendoles que aquel sitio no era
cual les convenia, pasaronse de alli media legua mas hacia el Cuzco, a otra quebrada,
questuvieron otro ano, y desde encima de los cerros desta quebrada, la cual se llama
Matagua, miraban el valle del Cuzco y el pueblo que tenia poblado Alcaviza, y
parescioles que era buen sitio aquel do estaba poblado aquel pueblo de Alcaviza; y
descendidos que fueron al sitio y rancheria que tenian, entraron en su acuerdo, y
parescioles quel uno dellos se quedase en el cerro de Guanacaure hecho idolo, e que los
que quedaban, fuesen a poblar con los que vivian en aquel pueblo y que adorasen a este
que ansi quedase hecho idolo, y que hablase con el sol, su padre, que los guardase y
aumentase y diese hijos, y los inviase buenos temporales. Y luego se levanto en pie
Ayar Oche y mostro unas alas grandes y dijo quel habia de ser el que quedase alli en el
cerro de Guanacaure por idolo, para hablar con el sol su padre. Y luego subieron el
cerro arriba, y siendo ya en el sitio do habia de quedar hecho idolo, dio un vuelo hacia
el cielo el Ayar Oche, tan alto, que no lo devisaron; y tornose alli, y dijole a Ayar
Mango, que de alli se nombrase Mango Capac, porque el venia de donde el sol estaba, y
que ansi lo mandaba el sol que se nombrase; y que se descendiese de alli y se fuese al
pueblo que habian visto y que le seria fecha buena compania por los moradores del
pueblo; y que poblase alli; y que su mujer Cura, que se la daba para que le sirviese, y
quel llevase consigo a su companero Ayar Auca.
013060 Y acabado de decir esto por el idolo Ayar Oche, tornose piedra ansi como
estaba, con sus alas, y luego se descendio Mango Capac y Ayar Auca a su rancheria; y
descendidos que fueron, vinieron donde el idolo estaba muchos indios de un pueblo de
alli cercano, y como vieron el idolo hecho piedra, que le habian visto cuando el vuelo
dio en lo alto, tiraronle una piedra y desta piedra le quebraron al idolo una ala; de
donde, como ya le hubiesen quebrado una ala, no pudo volar ya mas; y como le viesen
hecho piedra, no le hicieron mas enojo.
013075 Y volviendose estos indios que esto hicieron ansi a su pueblo, Mango Capac y
su companero Ayar Auca salieron de sus rancherias, llevando consigo sus cuatro
mujeres ya nombradas, y caminaron para el pueblo de el Cozco, donde estaba Alcaviza.
Y antes que llegasen al pueblo, dos tiros de arcabuz, estaba poblado un pueblo pequeno
en el cual pueblo habia coca y aji; y la mujer de Ayar Oche, el que se perdio en la
cueva, llamada Mama Guaco, dio a un indio de los deste pueblo de coca un golpe con
unos ayllos y matole y abriole de pronto y sacole los bofes y el corazon, y a vista de los
demas del pueblo, hincho los bofes soplandolos; y visto por los indios del pueblo aquel
caso, tuvieron gran temor, e con el miedo que habian tomado, luego en aquella hora se
fueron huyendo al valle que llaman el dia de hoy Gualla, de donde han procedido los
indios que el dia de hoy benefician la coca de Gualla. Y esto hecho, pasaron adelante
Mango Capac y su gente, y hablaron con Alcaviza, diciendole que el sol los inviaba a
que poblasen con el alli en aquel pueblo del Cozco; y el Alcaviza, como le viese tan
bien aderezado a el y a su compania, y las alabardas de oro que en las manos traian, y el
demas servicio de oro, entendio que era ansi y que eran hijos del sol y dijoles que
poblasen donde mejor les paresciese. Y el Mango Capac agradescioselo, y
paresciendole bien el sitio y asiento do agora es en esta ciudad del Cuzco la casa y
convento de Santo Domingo, que antes solia ser la Casa del Sol, como adelante la
historia lo dira, hizo alli el Mango Capac y su companero, y con el ayuda de las cuatro
mujeres, una casa, sin consentir que gente Alcaviza les ayudase, aunque los querian
ayudar; en la cual casa se metieron ellos dos y sus cuatro mujeres. Y esto hecho, dende
a cierto tiempo el Mango Capac y su companero con sus cuatro mujeres, sembraron
unas tierras de maiz, la cual semilla de maiz dicen haber sacado ellos de la cueva, a la
cual cueva nombro este Senor Mango Capac, Pacarictambo, que dice, Casa de
producimiento; porque, como ya habeis oido, dicen que salieron de aquella cueva. Su
sementera hecha, holgabanse y regocijabanse Mango Capac y Alcaviza en buena
amistad y en contentamiento.
014028 CAPITULO V
014029 En que trata como murio Ayar Auca, companero de Mango Capac, y como
hubo un hijo Mango Capac, el cual se llamo Sinchi Roca; e como murio Mango Capac,
y como murio despues de esto Alcaviza despues; y de los Senores que deste Sinchi
Roca sucedieron hasta Viracocha Inca, y de los casos y cosas que acaecieron en los
tiempos destos hasta Viracocha Inca.
014038 Dende a dos anos que alli vino Mango Capac, murio su companero Ayar Auca,
y quedo la mujer en compania de las demas de Mango Capac, sin que en ella hobiese
habido hijo ninguno de Ayar Auca, y ansi, quedo solo Mango Capac con su mujer y las
otras tres de sus companeros ya dichos, y sin que tuviese que ver con ninguna dellas
para en cuanto a tenellas por mujeres propias, sino con la suya propia; en la cual, dende
a poco tiempo hubo un hijo, al cual hizo llamar Sinchi Roca. Y siendo ya Sinchi Roca
mancebo de hasta quince o diez y seis anos, murio su padre Mango Capac, sin dejar otro
hijo sino fuese este Sinchi Roca. E dende cinco anos que murio Mango Capac, murio
Alcaviza. Y como fuese ya de edad de veinte anos este Sinchi Roca, hijo de Mango
Capac, uso por mujer una senora llamada Mama Coca, hija de un cacique Senor de un
pueblo questa una legua del Cuzco, que llaman Zanu, en la cual senora hubo Sinchi
Roca un hijo llamado Lloque Yupanqui. Este Lloque Yupanqui nacio con dientes, y
luego que nacio, anduvo, y nunca quiso mamar; y luego hablo cosas de admiracion, que
a mi parescer debio de ser otro Merlin, segun que las fabulas dicen. Y ansi como este
nacio, que tomo una piedra en las manos y tirola a otro muchacho descendiente de
Alcaviza, que al presente por alli pasaba, el cual iba por agua a una fuente con cierta
vasija en las manos, de la cual pedrada Lloque Yupanqui, el recien nacido, quebro una
pierna al muchacho de Alcaviza ya dicho, del cual caso los agoreros dijeron que los que
descendieren de este Lloque Yupanqui serian grandes Senores, y que senorearian aquel
pueblo; y que los descendientes de los de Alcaviza serian echados de aquel pueblo por
los descendientes de Lloque Yupanqui; lo cual asi fue, como la historia lo dira adelante,
segun que lo dijeron los que dieron razon dello. Y porque este Lloque Yupanqui no hizo
cosas mas notables questa ya dicha, en el tiempo que vivio, le dejaremos.
014089 Y despues de los dias de este sucedio en su lugar un hijo suyo, que se llamo
Capac Yupanqui, del cual se dice no haber procurado mas ser que su padre Lloque
Yupanqui le dejo. Y despues de los dias de este sucedio en su lugar un hijo suyo que se
dijo Mayta Capac, el cual dicen no haber procurado mas ser que sus pasados. Y despues
de los dias de este, sucedio en su lugar un hijo suyo que se dijo Inca Roca Inca, del cual
dicen haber habido en seis mujeres que tuvo, treinta hijos y hijas Y despues de los dias
deste, sucedio en su lugar un hijo suyo y mayor de los otros, que se llamo Yaguar
Guacac Inca Yupanqui. Deste dicen que nacio llorando sangre, y por eso le llamaron
Yaguar Guacac, que dicen llorar sangre. Deste dicen que tuvo veinte mujeres, en las
cuales hubo cincuenta hijos y hijas; del cual dicen no haber procurado mas ser que le
dejaron sus pasados.
015013 Y despues de los dias deste, sucedio en su lugar un hijo suyo que llaman
Viracocha Inca, porque era muy amigable a los suyos y afable y los gobernaba en
mucha quietud, dandoles siempre dadivas y haciendoles mercedes. Y como este fuese
ansi, amabanle los suyos con gran voluntad; y levantandose un dia por la manana, salio
alegre a los suyos, y preguntandole los suyos que de que se regocijaba, dicen que les
respondio que el Viracocha Pachayachachic le habia hablado aquella noche; y luego se
levantaron todos los suyos y le llamaron Viracocha Inca, que quiere decir, Rey y Dios; y
desde alli se nombro este nombre.
015030 CAPITULO VI
015031 En que trata de como habia muchos Senores en la redondez del Cuzco, que se
intitulaban reyes y Senores en las provincias donde estaban; e de como se levanto de
entre estos un Senor Chanca que llamaron Uscovilca, e como hizo guerra el y sus
capitanes a los demas Senores, e los sujeto, e como vino sobre el Cuzco, tiniendo
noticia de Viracocha Inca, e de como Viracocha Inca le invio a dar obediencia, e
despues se salio Viracocha Inca a cierto penol, llevando consigo todos los de la ciudad.
015043 En el tiempo deste Viracocha Inca habia mas de doscientos Senores caciques
de pueblos y provincias, cincuenta y sesenta leguas en la redondez desta ciudad del
Cuzco, los cuales se intitulaban y nombraban en sus tierras y pueblos Capac Inca, que
quiere decir Senores e reyes; y lo mismo hacia este Viracocha Inca, e intitulabase, como
arriba diximos, Dios; de donde vieron los demas Senores ya dichos, que se intitulaba de
mas ser que ninguno dellos. Y como un Senor destos, de nacion Chanca, que se decia
Uscovilca, el cual era senor de mucha suma de gente e tenia seis capitanes muy
valerosos, sus sujetos, que se llamaron Malma, y otro Rapa, y otro Yanavilca, y otro
Teclovilca, y otro Guamanguaraca, y otro Tomayguaraca; y este Uscovilca, como
tuviese noticia que en el Cuzco residia Viracocha Inca y que se intitulase de mayor
senor que el, siendo el mas poderoso de gente e intitulandose el Senor de toda la tierra,
pareciendole bien ver que poder era el de Viracocha Inca, y para ver esto, estando este
Uscovilca en el pueblo de Paucaray, que es tres leguas de Parcos, entro en consulta con
los suyos que orden debiesen tener para este hecho; y viendo que su poder era grande,
acordaron en su acuerdo que debian ir sus capitanes a descubir por las partes de
Condesuyo e provincias, e ansimismo por la parte de Andesuyo a lo mismo, y que el
ansimismo, con dos capitanes de los suyos y con la gente que le quedase fuese por
medio destas dos provincias derechamente a la ciudad del Cuzco y que desta manera
seria Senor de toda la tierra, y que el de su mano sujetaria a Viracocha Inca. Y ansi,
salio de su acuerdo; y desque hobo salido, mando que para un dia senalado se juntase
toda su gente en aquel lugar e llano de Paucaray, donde el era natural; y ansi se juntaron
todos los suyos el dia que les fue mandado. Y siendo ansi juntos, mando a sus capitanes
que hiciesen tres partes toda aquella gente; y siendo ya apartados y hechas las tres
partes, mandolos proveer de armas a todos, que fueron lanzas, alabardas y hachas, y
porras, y hondas y ayllos y rodelas; de las cuales, siendo ya proveidos deste menester,
mandoles proveer de muchos mantenimientos para su camino, como es carne seca, y
maiz, y pescado seco y de las demas comidas, haciendoles la gracia y merced de todo el
despojo que en la guerra hobiesen de ganado, ropa y oro y plata e mujeres y otras piezas
e anaconas que ansi en la guerra hobiesen. Y dando una parle destas gentes a los
capitanes de los suyos, que se llamaron Malma y Irapa, a los cuales mando que luego se
partiesen, y que fuesen conquistando por la provincia de Condesuyo hasta donde gente
no hallasen que conquistar pudiesen. Y ansi se fueron estos dos capitanes ya dichos,
llevando la gente ya dicha; y al tiempo que se despidieron del Senor, dieronle grandes
gracias y loores, ansi los capitanes como la demas gente, por la merced que les fue
hecha del despojo. Y ansi fueron conquistando estos dos capitanes Malma y Irapa por la
provincia de Condesuyo, llevando gran poder de gente; y fue tanta la ventura destos dos
capitanes, que ganaron e sujetaron yendo desdel pueblo de Paucaray por la provincia de
Condesuyo, hasta llegar a las dichas cincuenta leguas mas alla de los Charcas.
016028 Dejaremos estos capitanes y hablaremos de los otros dos que invio ansimismo
Uscovilca por la parte de Andesuyo, los cuales se llamaron Yana Vilca y Toquello
Vilca; a los cuales como les diese su Senor Uscovilca la otra parte de gente, partieron de
alli de Paucaray; a los cuales, al partir, les fue mandado por Uscovilca que no llegasen
al Cuzco con diez leguas, sino que pasasen apartados del, porque Uscovilca queria esta
empresa del Cuzco para si. Y ansi, se apartaron estos dos capitanes, metiendose por la
provincia de Condesuyo, ganando y conquistando provincias hasta llegar a los
Chiriguanes, donde los dejaron y hablaremos de Uscovilca.
016046 El cual, como hobiese despachado sus cuatro capitanes en la manera que ya
habeis oido, y tuviese gran voluntad de por su persona ir e sujetar al Cuzco y al
Viracocha Inca, tomando la otra tercia parte de gente que le quedo, dejando su tierra y
pueblo con el recaudo y guarda necesaria, para que si alguno sobre el se viniese le
avisasen para volver en su guarda y reparo; – e ansi, ya hecho esto y proveido, se partio
con su gente, y llevando consigo sus dos capitanes, en busca e demanda de Viracocha
Inca. El cual estaba muy quieto de aquella zozobra, porque el no hacia guerra a nadie ni
procuraba tomar ni quitar a nadie lo suyo.
016063 Y estando ansi quieto desta guerra que sobre el venia, llegaron a el dos
mensajeros que le inviaba Uscovilca, por los cuales le inviaba a decir que le diese
obediencia, como a Senor que era, donde no, que se aparejase, quel le iba a hacer
guerra, e que pensaba dalle batalla e sujetalle; que le hacia saber quel quedaba en
Vilcacunga, que es siete leguas de la ciudad del Cuzco, y que seria bien breve con el. Y
como Viracocha Inca viese la tal embajada que el Uscovilca le invio, y que traia gran
poder, y que todo lo que atras dejaba a el quedaba sujeto, inviole a decir que le placia de
le dar obidiencia, y que queria comer y beber con el. Y salidos que fueron estos
mensajeros de la ciudad del Cuzco con esta embajada de Viracocha Inca, hizo juntar sus
principales y entraron en su acuerdo para ver lo que debian hacer, porque fueron tan
breves los mensajeros de Uscovilca, que no le dieron lugar a que con los suyos tomase
parecer en lo que debia responder; y ansi, respondio lo que habeis oido; y despues entro;
y estando en ella, consideraron que Uscovilca venia con gran poder de gente, y que
venia soberbio y que, dandosele ansi tan facilmente, que serian tenidos en poco, y
acordaron, para con el mejor capitular las cosas que mas les hacian a su conservaciion, –
y aunque quedasen subjetos, no quedarian tanto cuanto si facilmente se diesen, – de se
salir desta ciudad del Cuzco el Viracocha con toda la gente de la ciudad, y con los mas
de los comarcanos que seguirlos quisiesen, irse a un penol questa siete leguas desta
ciudad del Cuzco, por cima de un pueblo que se dice Calca, el cual penol y fuerto se
llama Caca Xaqui Xahuana.
017006 Viracocha Inca en esta sazon tenia siete hijos; tenia uno de ellos menor de
todos, el cual se llamaba Inca Yupanqui; y en aquel tiempo que Viracocha Inca se
queria salir del Cuzco, este su hijo Inca Yupanqui, aunque era menor, era mancebo de
gran presuncion y hombre que tenia en mucho su persona; y pareciendole mal que su
padre Viracocha Inca hacia de desmamparar su pueblo y quererse dar a subjetacion, asi
como ya se habia ofrecido, pareciole quo era mal caso y gran infamia para las gentes
que desto tuviesen noticia; y viendo questaba acordado por su padre y los demas
senores del Cuzco de se salir, prosupuso en si de no salir el y juntar la gente que
pudiese, y ya que Uscovilca viniese, el no darle tal obidiencia, sino morir antes que
decir que vivia en subjecion; y que por ventura podria juntar tanta gente y su ventura ser
tal que venciese al Uscovilca, y ansi se libertaria su pueblo.
017030 Y prosuponiendo lo que ansi habia pensado, fuese en busca de tres mancebos,
hijos de senores y amigos suyos, y hijos de aquellos senores con quien su padro habia
entrado en consulta para se salir y dar obidiencia al Chanca, – los nombres de los cuales
mancebos eran el uno Vica Quirao, y el otro Apo Mayta, y el otro Quilescachi Urco
Guaranga; – y juntandose Inca Yupanqui con estos tres mancebos senores, consulto con
ellos lo que tenia pensado, y djoles que antes se debia presuponer y holgar de recebirse
la muerte, que no vivir en tal subjecion e infamia, no habiendo sido nacidos subjetos. Y
estando todos cuatro ansi juntos, los mancebos holgaron de que Inca Yupanqui les
dijese aquello, e dieronle palabra de hacer lo que el hiciese; y siendo todos cuatro de
una opinion y parescer, Viracocha Inca salia ya de la ciudad para su penol llevando
consigo la gente del Cuzco, y la mas de los comarcanos que pudo llevar consigo. Inca
Yupanqui y los tres senores mancebos ya dichos, quedaronse en la ciudad con cada
sendos criados que quedarse quisieron con ellos, los cuales criados se llamaban Pata
Yupanqui, y Muru Uanca, y Apo Yupanqui, Uxuta Urco Guaranga; los cuales quedaron
solos, que no quedo con ellos otra persona mas destos criados suyos. Y visto por
Viracocha Inca que su hijo Inca Yupanqui se quedaba con aquel proposito, riose mucho
y no hizo caso del, porque llevo consigo sus seis hijos, y con ellos el mayor y mas
querido suyo, que se llamaba Inca Urco, en quien pensaba dejar el lugar y nombre de su
persona.
017071 CAPITULO VII
017072 En que irata como despues de quedado Inca Yupanqui en la ciudad, Uscovilca
invio sus mensajeros a Viracocha Inca como supo que se habia retraido al penol; y
como ansimismo, sabido que Inca Yupanqui se quedaba en la ciudad y al fin que se
quedaba, y como le invio sus mensajeros ansimismo al Inca Yupanqui; y como Inca
Yupanqui envio a pedir socorro a su padre y a las demas provincias en torno de la
ciudad, y lo que entre ellos paso.
017083 Sabido que fue por el chanca Uscovilca lo que habia hecho Viracocha Inca,
acordo de le enviar un capitan suyo que se decia Guman Guaraca, para que con el
Viracocha Inca concertase lo que le paresciese y bien le tuviese; el cual capitan llego, y
el Viracocha Inca le recibio muy bien en el penol do ostaba. Y despachado esto capitan
por Uscovilca a Viracocha Inca, supo como se habia quedado en el Cuzco Inca
Yupanqui con los tres senores ya dichos, y con cada un criado que le sirviese, y con el
proposito de morir e no ser subjetos; y sabida esta nueva por Uscovilca, holgose mucho,
porque le parescio, que venciendo a este Inca Yupanqui, hijo de Viracocha Inca y a los
tres senores que con el eran, que podria triunfar, y mas tomandolos dentro en el Cuzco,
a dondel venia encaminado. Y un capitan deste Uscovilca, llamado Tomay Guaraca,
sabida la nueva deste proposito de Inca Yupanqui, pidio a Uscovilca, su Senor, que le
hiciese merced desta empresa; quel queria ir al Cuzco y prender y matar a Inca
Yupanqui y a los que con el eran. Y Uscovilca le respondio, que semejante empresa que
aquella, que para si la queria, y que por su mano la queria el acabar; y luego invio un
mensajero suyo a Inca Yupanqui, por el cual le invio a decir que se holgaba mucho de
saber que con el quisiese probar sus fuerzas y animo de mancebo, que se aderezase el y
los suyos que con el estaban, que de alli a tres meses se queria ir a ver con el; que
porque del no se quejase, le queria dar espacio de tres meses para que con el mejor se
pudiese ver, y ansimismo aderezarse do las armas y gente que le paresciese. Porque
como el Uscovilca hobiese sabido que viracocha Inca se habia salido huyendo de la
ciudad del Cuzco, y llevado consigo toda su gente, y la mas que pudo llevar de los
demas pueblos comarcanos a la ciudad del Cuzco, tuvo este Uscovilca que no le
acudiria nadie al Inca Yupanqui que parte fuese a resistir el poder que el traia. Y visto
por Inca Yupanqui lo que le inviaba a decir Uscovilca, respondiole quel era presto de
morir peleando antes de ser subjeto, por quel libre habia nascido y senor, y si su padre
daba obidiencia, que la podia dar por si y por los que con el tenia alla cn el penol do
estaba, y que el no estaba en aquello, sino que si el habia de ser senor del Cuzco o
intitularse de tal, que peleando con el y venciendole, ternia la tal nombradia; y que se
holgaba que su padre hobiese desmamparado la ciudad del Cuzco y salidose de ella,
siendo de opinion de se rendir, lo cual el Cuzco nunca tal habia hecho ni sido vencido
por nadie, desde que Mango Capac lo habia fundado. Y oida su embajada y respuesta,
se salio del Cuzco, y fue a su Senor Uscovilca, que estaba en aquella sazon holgandose
con los senores que traia consigo, alli en el asiento de Vilcacunga; y oido por Uscovilca
la respuesta que Inca Yupanqui le inviaba con su mensajero, holgose della, porque
pensaba triunfar del Cuzco, como ya habeis oido.
018071 El Inca entro en su acuerdo con los tres senores que consigo tenia, y acordaron
de inviar cierto mensajero a Viracocha Inca su padre, por el cual le inviase a decir, que
mirase la deshonra que le venia y que el Cuzco nunca habia sido subjeto desde que
Mango Capac lo habia poblado; que le parescia, si a el le paresciese, que debian de
defender su ciudad, y que no permitiese que del se dijese semejante cosa que hobiese
desmamparado su pueblo, y despues se diese y rindiese a sus enemigos; que se viniese a
su ciudad, que el le prometia, como su hijo que era, de morir delante de su persona, si el
ansi volviese, y defendella, por quel tenia presupuesto de morir antes que del se dijese
que se habia dejado subjetar siendo senor y habiendo nacido libertado.
018091 Y luego fue uno de los cuatro mozos que alli tenian, al cual se le dijo que
llevase la embajada que ya habeis oido; el cual mensajero se partio y llego donde estaba
Viracocha Inca, y dijole su embajada de parte de Inca Yupanqui. Y oido por Viracocha
Inca lo que su hijo le inviaba a decir, riose mucho de la tal embajada y dijo: < > El
mensajero le respondio a estas palabras que le decia Viracocha Inca, que su senor tenia
presupuesto aquello, y que en ninguna manera dejaba de morir o voncer el y los que con
el estaban antes que venir en subjecion. Y a esto le respondio Viracocha Inca, que se
volviese, y pues era aquella la opinion de su senor y voluntad suya, que pelease e
hiciese todo su poder, que lo quentendia que habia de ser al fin de su batalla, que seria
ser preso e muerto mozo y sin entendimiento; e que les dijese a sus senores, quel no
pensaba ir alli y que on ninguna manera le tornase a inviar con embajada semejante. Y
esto oido por el mensajero, se partio con su respuesta a donde su senor estaba, y llegado
que fue, dijole lo que su padre Viracocha Inca le inviaba a decir en respuesta de su
mensaje. Todo lo cual oido por Inca Yupanqui, rescibio pesar de la tal respuesta, porque
penso que su padre le inviara algun socorro, y que como viesen los comarcanos de los
pueblos questan en torno de la ciudad del Cuzco que su padre Viracocha Inca le socorria
con algun favor y ayuda, que ansimismo le acudirian y darian favor los tales
comarcanos.
019038 Y estando asi triste el y los suyos por lo que ya habeis oido, paresciole que era
bien inviar sus mensajeros a los caciques de los pueblos comarcanos, haciendoles saber
en la necesidad en questaba y como habia inviado sus mensajeros a su padre, el cual no
le habia querido inviar ningun socorro; que les rogaba que le favoresciesen con sus
poderes y gente. Y esto ansi pensado por Inca Yupanqui, llamo a aquellos cuatro mozos
que alli tenia, a los que les mando, y a cada uno por si, que fuesen con la embajada que
habeis oido a los caciques y Senores que ansi eran en torno de la ciudad en espacio de
tres leguas; y siendo divididos por Inca Yupanqui estos mensajeros, se partieron cada
uno por si a los pueblos y caciques con la embajada que ya habeis oido; donde, como
hobiesen llegado a los caciques y Senores, do su senor les inviaba, y oido por los tales
caciques la embajada y ruego que les inviaba Inca Yupanqui, respondieronles a estos
mensajeros en esta manera: < > Todo lo cual oido por los mensajeros,
se volvieron dondo su senor estaba, al cual dijeron la respucsta que ya habeis oido. Y
oido por Inca Yupanqui, rescibio muy grande pena por verse solo, viendo la voluntad y
ofrecimientos que los caciques le hacian, considerando en si que tenian junto y pedian
lo que era razon, quel tuviese alguna gente, con la cual la de los tales caciques y ayuda
que les fuese hecha |bse juntase|c . Y estando en esta pena, dicen que seria ya hora del
sol puesto y que ya oscurecia la noche, y como fuese anochecido, que dijo a sus
companeros y a los demas sus criados, que se quedasen todos alli juntos como estaban,
e que ninguno saliese con el; y ansi se salio del aposento solo sin llevar otro ninguno
consigo.
020019 CAPITULO VIII
020020 En que trata del ser y virtudes del Inca Yupanqui, e de como, apartado que fue
de sus companeros, se puso en oracion; e como tuvo, segun dicen los autores, revelacion
del cielo; e como fue favorescido y dio batalla a Uscovilca y le prendio y mato en ella, y
de otros casos y cosas que acaecieron.
020027 Inca Yupanqui era mancebo muy virtuoso y afable en su conversacion; cra
hombre que hablaba poco para ser tan mancebo e no se reia en demasia de manera, sino
con mucho tiento; y muy amigo de hacer bien a los pobres; y que era mancebo casto,
que nunca le oyeron que hobiese conocido mujer; y que nunca le conocieron los de su
tiempo decir mentira e que pusiese cosa que dejase de cumplir. E como el tuviese estas
partes de virtud y valeroso senor, aunque mancebo, y fuese de grande animo,
considerando su padre a este ser de Inca Yupanqui su hijo, reino envidia en el y
aborresciale, porque quisiera que un hijo mayor suyo, que se decia Inca Urco, tuviese
este ser de Inca Yupanqui; y como el viese que esta virtud reinase en Inca Yupanqui, no
consentia que se pusiese delante del, ni daba ocasion para que nadie conosciese del que
le amaba; porque, como viese que tenia tan grandes partes, temia quedespues de sus dias
los senores del Cuzco e la demas comunidad le alzasen a este por tal Senor, e que
aunquel dejase a Inca Urco por tal Senor, los tales senores le privarian deste estado, por
ver en el que era algo simple e que no reinaba en el aquella capacidad e ser que en Inca
Yupanqui; al cual amaban todos de gran voluntad, como ya habeis oido.
020060 E como el Viracocha quisiese a Inca Urco dejarle en su lugar despues de sus
dias, hacia que le hiciesen los senores de la ciudad del Cuzco y la demas gente aquel
acatamiento y respeto que hacian a su persona; y ansi, le hacia servir e que le sirviesen
los senores del Cuzco con las insinias reales que a su persona hacian; que eran, que
delante del no parescia ninguno, por senor que fuese, ni ninguno de sus hermanos, con
zapatos en los pies, sino descalzos y las cabezas bajas todo el tiempo que delante del
estuviesen hablando o que le trujesen algun mensaje; comia solo, sin que nadie osase
meter mano en el plato quel comia; traiase en andas y hombros de senores; si salia a la
plaza, sentabase en asiento de oro; tenia tirasol hecho de pluma de avestruces tenidas de
colorado; bebia en vasos de oro, y ansimismo eran las demas vasijas del servicio de su
casa, de oro; tenia muchas mujeres; de todo lo cual era muy ajeno Inca Yupanqui, por
ser, como ya habeis oido, aborrecido de su padre, y tener amor a Inca Urco. Y ansi,
cuando vido Viracocha Inca que se habia quedado Inca Yupanqui en la ciudad del
Cuzco, holgose dello, pensando que alli acabaria sus dias, y cuando le invio a pedir el
socorro que ya habeis oido, no lo quiso socorrer.
020093 E apartandose Inca Yupanqui de sus companeros la noche que ya la historia os
ha contado, dicen que se fue a cierta parte do ninguno de los suyos le viesen, espacio de
dos tiros de honda de la ciudad, e que alli se puso en oracion al Hacedor de todas las
cosas, que ellos llaman Viracocha Pachayachachic, y questando en su oracion, que decia
en esta manera: < > E cuando estas razones decia, las decia llorando de todo corazon. E que
estando en su oracion, se cayo dormido, siendo vencido del sueno; y questando en su
sueno, vino a el el Viracocha en figura de hombre, y que le dijo: < >
021022 E que Inca Yupanqui, entonces, recordo deste sueno que seria ya hora que
queria amanescer, y como estuviese deste sueno alegre, tomo animo, y que se fue a los
suyos, y que les dijo que estuviesen alegres, porque el lo estaba, e que no tuviesen
temor, que no serian vencidos de sus enemigos, que el ternia gente cuando menester la
hobiese; y no les quiso decir mas, ni otras cosas de que, ni de como, ni de donde,
aunque ellos se lo interrogaron. Y que de alli adelante, cada noche se apartaba de sus
companeros e se iba al sitio do su oracion habia hecho, a do siempre la continuo hacer
ni mas ni menos que la primera vez lo hizo, y no para que le viniese cada noche el
sueno que la primera.
021040 Mas de que, la postrer noche, questando el en su oracion, que torno a el el
Viracocha en figura de hombre, y estando despierto, y que le dijo: < > Y otro dia de manana, dicen que descendiendo Uscovilca con su
gente por Carminga |bCarmenca|c abajo, que es un cerro que estaba a la descendida a la
ciudad del Cuzco, yendo de la ciudad de Los Reyes, y como descendiese este Uscovilca
con todo su poder y gente, que asomaron veinte escuadrones de gente no vista ni
conoscida por Inca Yupanqui ni los suyos, la cual gente asomo por la parte de
Collasuyo, y por el camino de Acha, y por el camino de Condesuyo; y como llegase esta
gente a do Inca Yupanqui estaba, el cual estaba mirando con sus companeros como
descendian a el sus enemigos, y que como a el llegasen los que en su favor venian, que
le tomaron en medio diciendole: Apu Capac Inca aucaccata atipullac chaymiccanqui
hina (? ) punchaupi; que dice: < > Y que ansi se fueron a la gente de
Uscovilca que venia con todo hervor los cerros abajo, y encontrandose, trabaron su
batalla y pelearon desde la manana, que fue la hora que se juntaron, hasta medio dia; y
fue de tal suerte la batalla, que de la gente de Uscovilca murio muy mucha cantidad de
gente, e ninguno fue tomado a mano que no muriese. En la cual batalla el Uscovilca fue
preso y muerto; y como los suyos le viesen muerto y viesen la gran matanza que en
ellos se hacia, no acordaron de aguardar mas, y dando la vuelta por el camino por do
habian venido, huyeron hasta llegar al pueblo de Xaquixaguana, donde se tornaron a
recoger y rehacer.
021087 Y escapando deste desbarate algunos capitanes de Uscovilca, enviaron a hacer
saber esa nueva luego a su tierra, y que les inviasen socorro; y ansimismo inviaron a
hacer saber esta nueva a los capitanes Malma y Rapa, capitanes que habian ido
conquistando por las provincias de Condesuyo hasta la de los Chichas, como ya la
historia lo ha contado; los cuales volvian ya victoriosos y triunfando de las provincias
que en esta jornada habian sujetado y conquistado, y venian muy prosperos, y traian
grandes despojos. Y ansimismo inviaron sus mensajeros los capitanes desbaratados que
en Xaquixaguana hacian junta, a los otros dos capitanes que ansimismo habia inviado
Uscovilca desde su pueblo de Paucaray a descubrir y conquistar las provincias y
pueblos que hallasen; los cuales habian entrado por la provincia de los Andes y habian
ido conquistando hasta aquella parte de los Chiriguanaes, que es doscientas leguas y
mas, a donde llegaron desde este Paucaray; los cuales capitanes se llamaban Yana Vilca
y Teclo Vilca, a los cuales toparon los mensajeros, que venian ya de vuelta victoriosos y
con grandes despojos. Y como los unos y los otros supiesen la muerte de su senor
Uscovilca, y como le hobiesen desbaratado y de la manera, dieronse toda la mas
brevedad que pudieron, ansi los unos como los otros, con los capitanes que del
desbarate de Uscovilca habian escapado, que hacian juntas en Xaquixaguana, como ya
habeis oido; donde siendo ya todos juntos los dejaremos y volveremos a hablar de Inca
Yupanqui, que estaba victorioso.
022027 CAPITULO IX
022028 En que trata como Inca Yupanqui, despues de haber desbaratado y muerto a
Uscovilca, tomo sus vestidos y ensinias de Senor que traia, e los demas capitanes
prisioneros que habia traido, y las llevo a su padre Viracocha Inca, y las cosas que paso
con su padre, e como ordeno el padre de lo matar, y como se volvio Inca Yupanqui a la
ciudad del Cuzco; e como desde cierto tiempo murio Viracocha Inca, y de las cosas que
entre ellos pasaron en este medio tiempo; e de una costumbre que estos Senores tenian
en honrar los capitanes que de la guerra venian victoriosos.
022042 El cual, despues de haber muerto a Uscovilca mando tomar sus vestiduras e
insignias que en la guerra traia, ansi de oro y plata, |by|c joyas que sobre el traia, como
de ropa de plumas, plumajes y armas y arreos de su persona; y metiendose en unas
andas, se partio para do su padre Viracocha Inca estaba, llevando consigo a sus amigos,
los tres que con el habian quedado, como ya la historia os lo ha contado, Vicaquirao,
Apu Mayta y Quiliscachi Urcoguaranga, y dos mil hombres de guerra que guardaban su
persona. Donde, llegado que fue a donde su padre estaba, le hizo el acatamiento que a
su Senor y padre debia, y ansimismo le puso delante las insignias, armas y vestidos del
chanca Uscovilca, que el habia ya vencido y muerto; y rogole que se las pisase aquellas
insignias del enemigo que habia vencido, y ansimismo le rogo que le pisase ciertos
capitanes de Uscovilca que presos el alli llevaba, haciendoselos echar por tierra. Porque,
habran de saber, que tenian una usanza estos Senores, que cuando algun capitan y
capitanes venian victoriosos de la guerra, traian las insignias y adornamentos de los
tales senores que en la guerra mataban y prendian; y como entrasen los tales capitanes
por la ciudad del Cuzco victoriosos, e traian delante de si las insinias y prisioneros, e
ponienlas delante de sus Senores, y los Senores, viendo el tal despojo e insinias y
prisioneros delante de si levantabase el tal Senor, e pisabalo e daba un paso por encima
de los tales prisioneros. Y esto hacian los tales Senores, en senal de que rescibian los
tales que lo traian triunfo y favor del Senor, y era aceptado en servicio el trabajo que
ansi habian pasado en sujetar y vencer los tales enemigos. Y ansimismo, el Senor a
quien era pedido que pisase las tales cosas y prisioneros, recibia y habia, haciendo
aquello, posesion y senorio de las tales tierras que ansi eran ganadas y vasallos que en
ellas vivian.
022092 Y al fin de aquesto, queriendo tener Inca Yupanqui todo respeto a su padre,
aunque no le habia querido dar favor, le trujo delante del todas las cosas que habeis
oido, para que su padre del rescibiese aquel servicio y aprendiese la posesion de los
tales enemigos por sus vasallos, sujetados por capitan suyo. El cual, como viese las tales
insignias delante de si, y los capitanes que ansi le traia presos en senal de su victoria, y
quel le pidia que se los pisase como tal su Senor y padre, en esta sazon tenia consigo el
Viracocha Inca un principal del Uscovilca que le habia sido enviado por el Uscovilca,
para que con el concertase de la manera que se le habia de dar y las condiciones que con
el queria poner; y como hasta aquella hora no hubiese dado orden, teniale el consigo. y
no habiendo el sabido lo que le habia pasado con el Uscovilca, Viracocha Inca no tuvo
por cierto ser aquello que el Inca Yupanqui traia delante del, de Uscovilca, y que el le
hubiese muerto y desbaratado; y como el no estuviese satisfecho de lo que via, mando
que paresciese alli delante aquel principal que con el estaba, el cual se llamaba Guaman
Guaraca, que es el que Uscovilca inviaba para hacer los conciertos, como ya habeis
oido; y como cosa que tenia por sueno, pregunto el Viracocha Inca al Guaman Guaraca:
< > Y
como los viese el Guaman Guaraca, y conociese y viese los capitanes de su Senor
echados por tierra, puso los ojos en el suelo y comenzo a llorar, y echose alli en tierra
con ellos.
023026 Y como esto viese Viracocha Inca que era verdad que hubiese habido victoria
de sus enemigos Inca Yupanqui, su hijo, tomo gran pesar y envidia dello, por gran odio
que le tenia, como ya os he contado; todo lo cual conocio en el Inca Yupanqui su hijo,
con gran pesar. Y no tiniendo respeto a aquello, sino a que era su padre y Senor, tornole
a rogar Inca Yupanqui que le pisase como su Senor y padre; a lo cual respondio
Viracocha Inca, que lo mandase meter en cierto aposento y que lo pisase primero su hijo
Inca Urco, que era el hijo quel mas queria, en quien el pensaba dejar despues de sus dias
su estado y lugar de su persona, como ya hemos contado. A lo cual respondio Inca
Yupanqui, que a el, como a su padre, rogaba que se lo pisase, que el no habia ganado
victoria para que se lo pisasen semejantes mujeres como eran Inca Urco y los demas
hermanos; que se lo pisase el como persona a quien el tenia por su Senor e su Padre; si
no que se iria. Y estando en esto, hizo llamar Viracocha Inca un senor de los que
consigo tenia, y hablandole a solas, le dijo que sacase secretamente la gente de guerra
que consigo tenian, e que la llevase a cierta quebrada de monte y paja alta donde
estuviese secretamente; y que tan de mientras quel iba, quel ternia en palabras a Inca
Yupanqui en cierto aposento, mientras el emboscase alli a la gente; y que dentro del
aposento, si el pudiese, a manos le mataria; y que si de alli escapase, que le matase el en
la quebrada del monte por do habia de tornar a volver el Inca Yupanqui. Y esto
concertado, saliose aquel senor a hacer lo que le mandaba Viracocha Inca.
023069 Viracocha Inca volviose a Inca Yupanqui e comenzole de hablar con buenas
palabras y a mostrarle rostro alegre. Ya que le parescio que habria hecho aquel capitan
suyo lo que le habia mandado, levantose el Viracocha Inca y rogo a Inca Yupanqui que
metiese aquellas cosas que llevaba de Uscovilca dentro del aposento do antes le habia
rogado que las mandase meter, para que las pisase su hijo Inca Urco y que luego se las
pisase el. Tornole a responder Inca Yupanqui que se las pisase el, si quisiese, y si no
que se iria, como ya le habia dicho. Y viendo Viracocha Inca que no podia acabar con el
que las pisase Inca Urco, pensando de le matar dentro del aposento, dijo que lo mandase
meter dentro del aposento questando ellos solos lo pisaria delante del. Y estando en esta
porfia, llegaronse a Inca Yupanqui sus tres buenos amigos, y sospechando la traicion
que Viracocha Inca queria hacer, no consintieron que Inca Yupanqui entrase en el
aposento.
023094 Y estando en esto, llego a Inca Yupanqui un capitan suyo de los que el con la
gente de guarda traia, y dijole que habian visto salir cierta gente de guerra de alli del
penol, los cuales habian salido uno a uno y de dos en dos, y que era mucha cantidad de
gente la que habia salido, y que algunos de ellos llevaban lanzas y alabardas, e que iban
por el camino do ellos habian venido; que sospechaba que aquestos fuesen a tomar
algun paso para desque volviesen, o que fuesen a tomar y robar lo que ellos en la cibdad
del Cuzco tenian, y a tomarsela. Y como aquesto le dijese aquel su capitan delante de
sus tres buenos amigos, riose Inca Yupanqui de ver que su padre le queria matar de
aquella manera, y de conocer que reinaba envidia en el, y estandole el rogando que se
sirviese de todo ello y que se lo acetase en servicio. Y como hubiese oido lo que quuel
capitan le decia, dijo a los dos de aquellos sus tres amigos que tomasen la mitad de la
gente que el en su guarda alli habia traido, y que ansi como habian salido los del penol a
le hacer traicion, que ansi los inviasen ellos uno a uno e dos a dos, los cuales fuesen en
siguimiento de los que por Viracocha eran inviados, y que mirasen si los tales se
emboscasen en algunos montes o quebradas, y si iban al Cuzco; y con lo que ansi viesen
y entendiesen, volviesen a el a le avisar de lo que ansi pasaba, para que el, teniendo
entendimiento e siendo avisado de lo que era, diese orden en lo que habia de hacer con
los que quedaban; e si caso fuese que los tales tuviesen hecha alguna emboscada que alli
do tuviesen razon y entendimiento dello, hiciesen alto, no avisando ni poniendose de
manera que los enemigos tuviesen entendimiento que los habian entendido; y que se
fuesen luego con toda brevedad, porque el concluiria en breve con su padre, y con lo
que ansi hiciesen luego se volverian.
024034 Y ansi, sus buenos dos amigos rogaronle que por ninguna via entrase a solas en
el aposento con su padre, porque no le matasen en alguna traicion; y lo mismo
encargaron a Apu Mayta, que quedaba con el, que mirase por su senor; y ansi salieron
estos dos senores y mandaron entrar dentro do Inca Yupanqui estaba, docientos indios
con sus hachas en las manos, a los cuales mandaron que se pusiesen en torno de donde
Inca Yupanqui estuviese, y que le mirasen y guardasen, no le fuese hecha alguna
traicion. A la demas gente que alli quedaba, mandaron que se quedase a la puerta do
Inca Yupanqui estaba, y que si sintiesen algun estruendo de gente dentro, entrasen de
golpe todos y que mirasen por su senor. Y esto hecho, tomaron la gente que Inca
Yupanqui les habia mandado, y echando delante cincuenta indios, uno a uno, dos a dos,
cubiertas sus mantas (asi) , muy disimuladamente, bien asi como habian salido los que
habia mandado Viracocha Inca que delante saliesen; los cuales cincuenta indios fueron
descubriendo y mirando por sus enemigos. Y como fuesen derramados y grande espacio
unos de otros, un indio destos que delante iba, ya que llegaron junto a la quebrada de la
lena y arroyo do la paja alta era, vio los enemigos que estaban emboscados; los cuales,
como los viesen asomar, dejaronse todos caer sobre la paja, pensando que los habian
visto. Y este indio, como los viese sentose en el suelo y hizo que se pasaba a atar cierta
atadura de sus zapatos, la cual disimulacion era sena y aviso para sus companeros que
detras del venian; al cual, como le viesen en la manera que habeis oido, de uno en otro
la nueva a los dos senores que detras dellos venian, los cuales, como entendieron que
era emboscada, mandaron a todos los suyos que se recogiesen e juntasen alli do la voz
les habia tomado, excepto a los cincuenta que delante habian salido; a los cuales
mandaron que se anduviesen por alli mirando e descubriendo a los que estaban en la
emboscada si salian o pasaban delante, y avisasen al que ataba los zapatos, llegando un
indio bajamente a el, el cual le dijese que mostrase que ataba y desataba sus zapatos y
otras cosas de su traer, con lo cual mostrase disimulacion de lo que alli entendia.
024092 Y dejando esto en este estado, volvamos a Inca Yupanqui, el cual, como
hobiese proveido en lo que habeis oido, rogo a su padre que le pisase aquellas insignias
de prisioneros que alli le habia traido de Uscovilca, al cual respondio Viracocha Inca,
que no queria, si no pisaba primero Inca Urco; y a esto dijo Inca Yupanqui, que por ser
el su padre y por le tener respeto y dalle obidiencia como a tal su Senor, habia el venido
alli a su pueblo a que le pisase aquello, y ansimismo a le rogar que se volviese a su
pueblo e ciudad del Cuzco; pues el, como su padre y en su nombre le habia ganado
aquel empresa, que quisiese salir lir de alli y irse a la ciudad del Cuzco; y entrase
triunfando con aquellos capitanes y cosas de Uscovilca, porque aquella habia sido su
intencion e a lo cual habia venido alli; que otra manera, que no tenia el que traer lo quel
habia ganado a que lo pisase semejanto Inca Urco, su hijo mayor. Y acabado de decir
esto Inca Yupanqui a su padre Viracocha Inca, mando tomar las vestiduras y lo demas
de Uscovilca, y mando levantar los prisioneros del suelo, que hasta aquella hora bahian
estado tendidos en tierra, e ansi se salio Inca Yupanqui, enojado y corrido de que su
padre no hubiese querido pisarle sus prisioneros e lo que ya habeis oido. Y pesabale que
su padre mostraba estar tan mal con el que le quisiese matar e procurar la muerte,
viendo el en si que no le habia dado causa para que del hobiese enojo e del tuviese
malquerencia, sino que antes procuraba y habia procurado hacerle todo servicio, y
hacerle todo placer y contentamiento; y como conociese que el enojo y pasion que del
tenia era por invidia de ver quel excedia a todos sus hermanos, tenia algun tanto de
pasion por ello.
025030 En ansi se salio de donde su padre estaba, considerando estas y otras muchas
cosas; y como llegase a do sus dos buenos amigos estaban con su gente espe randole y
tiniendole avisado de la traicion que le tenian armada, pensando de le tomar descuidado,
dijo alli a sus capitanes que hiciesen tres partes aquella gente, y que las dos dellas
fuesen divididas, la una por la parte del camino, y la otra por la otra, y la otra que fuese
alli con el; y que estas dos partes que ansi iban divididas, fuesen encubiertas lo mas que
ser pudiesen, y que el entraria por el camino y por medio del monte, y que diesen por do
la emboscada; y como sus capitanes dijesen: C ac ayacha yaque, que dice: |G A ellos, a
ellos! , que luego su gente saliese, la que ansi iba cercando el monte, y que diesen en los
enemigos, y que sin tener respeto a ninguno, no dejasen ninguno a vida.
025053 Y esto ansi hecho y proveido, partio esta gente de guarda en la manera que ya
habeis oido, e Inca Yupanqui con la que ansi quedo, e yendo por el camino derecho; y
llegando a la quebrada, Inca Yupanqui, do el monte estaba y la emboscada le era hecha,
ya que iba al medio de ella, llevando su gente apercibida y avisada de lo que
sospechaban. tiraronle de dentro de la montana una piedra a Inca Yupanqui y no le
acertaron, mas de que dieron a uno de los que las andas llevaban; y visto esto por Inca
Yupanqui y sus tres buenos amigos, dijeron en alta voz: |G A ellos. a ellos! ; y como su
gente, que ya tenian el monte cercado, oyesen la voz, dieron en los de la emboscada de
tal manera, que no se les escapo hombre.
025072 Y llegado que fue Inca Yupanqui a la ciudad del Cuzco, mando a su amigo
Vicaquirao que volviese a su padre Viracocha Inca, y que le dijese que viniese a su
ciudad, que le tenia guardadas las cosas ya dichas para que dellas triunfase; y ansi
mando que saliesen con el tres mil hombres que le guardasen y acompanasen. Y ansi, se
partio Vicaquirao; y llegado que fue al penol do Viracocha Inca estaba, hallolo que
estaba en grande llanto el y los suyos por la muerte de los que Inca Yupanqui les matara
en la emboscada, en la cual habian sido muertos muchos senores principales de los que
con el tenia; y como tuviese nueva Viracocha Inca que de hacia el Cuzco venia gran
golpe de gente de guerra, tenia que volvia su hijo sobre el a le matar a el y a los suyos
que consigo tenia, y entro alli en breve consulta con los suyos, en la cual acordaron, que
si de guerra venia su hijo sobre el y caso fuese que a platica viniesen de algun concierto
u otra cosa en que fuese pedille vasallaje, que hiciese todo aquello que por el le fuese
pedido e demandado. E para saber quien venia, o en que demanda venia el que alli
venia, mando Viracocha que saliese un senor de los que con el estaban puesto de luto y
llorando, y que ansimismo con el otros diez indios en la misma manera, e que saliesen
del penol uno en pos de otro, queste senor fuese delante y que los indios que detras del
iban, mirasen de que arte los recibian la gente que ansi venia, si les prendia o hacian
algun enojo, y de lo que ansi viesen le volviesen a avisar.
026007 Y ansi, salio este senor en la mancra ya dicha; y como llegasen a do Vicaquirao
venia y llegasen a el, hizo su acalamiento, y lo mismo a el Vicaquirao; y como le viese
ansi venir llorando, preguntole que que pasion habia habido, aunque el bien sospechaba
lo que era, porque el le habia muerto por sus manos un hermano suyo en la emboscada.
El senor le dijo que lloraba por un hermano suyo que en la emboscada habia muerto;
todo lo cual el Vicaquirao le rino y le dijo ser mal hecho y acordado. El senor le
respondio que el no era culpante en ello, y que Viracocha Inca lo habia proveido sin
darles parte. A esto le respondio Vicaquirao, que si Viracocha Inca lo habia proveido,
que lo que de alli habia ganado que lo guardase, que no restituia tan aina los amigos y
deudos que alli habia perdido. El senor dijo que ya aquello era hecho, y que en ello no
habia que hacer ni hablar, que en acuerdo loco lo habia provedo Viracocha Inca; que le
rogaba que le dijese que a que volvia y que era su demanda. Vicaquirao se lo dijo, y
entonces aquel senor le dijo a Vicaquirao el arma que les habia dado y acuerdo que
habian tenido, y lo que en el tal acuerdo se habia acordado, y a lo que el habia salido.
Todo lo cual oido por Vicaquirao, le tomo muy gran risa a el y a los suyos que alli
estaban en torno, y fue tan de gana este reir, que aquel senor se rio con ellos. Ansi,
todos juntos so fueron a do estaba Viracocha Inca; y como ansi fuesen un espacio, este
rogo a Vicaquirao que le dejase ir delante, para asegurar a Viracocha Inca, que le habia
dejado alborotado a el y a todos los suyos con temor de lo que ya le habia dicho; y ansi
se fue este senor a do Viracocha estaba y le dijo a lo que Vicaquirao iba. Y dende a
poco, llego Vicaquirao a do el Viracocha Inca, e hizole su acatamiento, y dijole la
embajada que de parte de Inca Yupanqui le llevaba que ya habeis oido; al cual
respondio Viracocha Inca quel holgara de hacello si no entendiera que volver a el
Cuzco, habiendo salido del huyendo, le era cosa afrentosa, y que no estaria a el bien
entrar en la ciudad, habiendola desamparado y habiendo habido victoria un muchacho,
como era su hijo Inca Yupanqui; que alli do estaba en aquel penol de Cayuca
Xaquixaguana, pensaba hacer un pueblo con la gente que consigo tenia, y alli pensaba
morir; y que mas no le esperasen en el Cuzco, que no pensaba entrar mas en el en sus
dias. Y asi lo hizo Viracocha Inca, que poblo en aquel penol, por cima de Calca, siete
leguas del Cuzco, e hizo un pueblo las mas de las casas do canteria.
026074 Y como entendiesen y conociesen todos los mas que con Viracocha estaban en
el penol, que Inca Yupanqui era tan guerrero y tan amigable a todos, lo cual le conocian
desde su ninez, y tenian que siendo senor, como era, y habiendo acabado una empresa
tan grande, que no podria dejar de hacer grandes mercedes a los que a el se llegasen y le
quisiesen servir, y considerando esto, muy mucha gente, de la que alli consigo tenia
Viracocha Inca, se fue a la ciudad del Cuzco. Inca Yupanqui los recibio con rostro
alegre; y desculpabansele los tales que ansi iban y decianle, que si le habian
desmamparado, que su padre los habia llevado; y el los respondia a esto que le decian,
que no tenia enojo contra ellos, que si habian ido con su padre, que habian hecho como
buenos, que su padre era su Senor y de todos ellos. Ansi, como llegaban do el estaba
viniendose de donde su padre estaba, los rescibia bien, y dabales tierras, mujeres, y
casas, y ropa, y nunca quito a ninguno cosa de las que alli habia dejado, cuando con su
padre saliera, como eran casas, tierras, depositos de comida, e ropas que en sus casas
ansi habian dejado; antes les decia a los tales, que el habia quedado en guarda de sus
haciendas, que como entendiese dellos que se habian ido a reerear con su padre, que el
habia quedado en guarda de sus haeiendas todas, que cada uno mirase si le faltaba
alguna cosa de su casa, que el como guarda que habia quedado de ellas, les daria cuenta
dello, e que a ninguno le faltaria cosa. Todo lo cual el habia hecho proveer; e mando a
ciertos senores que no consintiesen que entrase nadie en ninguna casa que ansi hahian
dejado despoblada, porque siempre tuvo que los tales moradores de ellas, contandoles a
cada uno por si su gran niagnificencia, se volveria cada uno ansi a su casa; y ansi se
volvian, como ya habeis oido.
027017 E tornando a hablar de Vicaquirao, que habia quedado con Viracocha Inca
persuadiendole y rogandole que se quisiese venir a su ciudad, lo cual nunca pudo acabar
con el; y pasados los tres dias que alli estuvo en su compania, constandole que
Viracocha Inca estaba cn no querer volver al Cuzco, se volvio Vicaquirao. Llegado a la
ciudad del Cuzco, dijo a Inca Yupanqui la respuesta que Viracocha Inca le dijera, que
ya habeis oido, y lo demas que con el pasara; todo lo cual oido por Inca Yupanqui,
pesole, por ver que su padre no quisiera venir a ser Senor como lo cra antes.
027033 CAPITULO X
027034 En que tratn de como Inca Yupanqui hizo juntar su gente y les repartio el
despojo; y lo que se hizo de la genle que el Viracocha le dicra por la oracion que a el
hiciera; y como tuvo nueva de la gente que hacian los cnpitanes de Uscovilca, y de
como fue sobre ellos y los vencio, y como, despues de esto, torno otra vez a partir el
despojo que en esta batalla hubieron; y de las cosas que en cste tiempo pasaron.
027044 Y viendo aquello, mando juntar toda su gente la que con el al presente era, que
dicen seria mas de cincuenta mil hombres de guerra; y estos eran los que los senores
comarcanos quedaron de le dar, si gente tuviese, que como viesen la multitud de gente
que en favor de Inca Yupanqui venian, y como hubiesen quedado de le ayudar,
lanzaronse ellos con toda su gente a le ayudar, con la gente que ansi venia en favor de
Inca Yupanqui; |be|c ansi le dieron favor estos comarcanos. Y dicen que acabada de dar
la batalla a Uscovilca, y habido victoria por Inca Yupanqui, que la gente que el
Viracocha le inviara, que luego se le desapareciera y que no viera consigo mas destos
cincuenta o sesenta mil hombres, que fueron los que mezclaron los comarcanos entre la
gente que habeis oido.
027065 Y haciendo Inca Yupanqui juntar su gente, mando que ante si trujesen todo el
despojo de la batalla, tomando dello lo mejor que le parescio, para hacer dello sacrificio
al Viracocha, por el favor y victoria que le diera de sus enemigos; y todo lo demas del
despojo dio e repartio a todas sus gentes, conforme a su calidad y servicios. Y sabido
que fue por la redondez y comarca desta ciudad la gran magnificencia del nuevo Senor
y como sabia gratificar los servicios, hubo en toda la redondez gran contentamiento; y
ansi se le vinieron muchos caciques y gente a se le ofrescer de todas partes y tener por
Senor.
027081 Y estando Inca Yupanqui en esta manera que ya habcis oido, vino a el un
mensajero de un capitan suyo, que al presente estaba en guarda de la ciudad dos leguas
della, procurando saber de sus enemigos lo que hacian en la junta do se juntaban, por el
cual le invio a decir, que los capitanes que se escaparon de la batalla huyendo do matose
a Uscovilca, que ya habeis oido, questaban ya rehechos en Xaquixaguana y
confederados con los naturales della, y que de su tierra les habia venido mucha gente y
socorro; y que ansimismo eran ya llegados alli los otros cuatro capitanes de Uscovilca
que de Paucaray el les inviara a descubrir por las provincias de Condesuyo e Andesuyo,
que ya la historia os ha contado; que como ya fuesen todos juntos, partian otro dia por la
manaua a le dar la batalla y a vengar la muerte de su senor Uscovilca.
027103 Sabida la nueva por Inca Yupanqui, mando a los tres sus buenos amigos y a los
demas caciques y senores que en su corte y servicio habian venido, que luego juntasen
la gente de guerra y la sacasen a cierto campo cada uno con sus armas, e que los
contasen todos uno a uno. Y sacados y contados, hallaron de numero cien mil hombres
de guerra, la cual gente se le habia juntado por la gran fama que del se publico. Y dicen
que los enemigos que eran casi doscientos mil hombres. Y ansi, mando Inca Yupanqui
que fuesen hechos cuatro escuadrones desta su gente, mandando que cada cacique senor
de los indios que alli eran fuesen caudillos de su gente; y asi repartidos, |bnombro|c por
generales de los tres escuadrones a sus tres buenos amigos, tomando para si el uno de
ellos; y proveidos todos ellos de las armas necesarias, mando marchar su campo en
busca de sus enemigos; los cuales, como supiesen que eran salidos del Cuzco,
tornaronse a volver a Xaquixaguana, donde le esperaron. Y el Inca Yupanqui con su
gente, el dia de la batalla, como se viese a vista de sus enemigos, y para romper y
frontar con ellos, dicen que volvio la cara atras a ver su gente e escuadrones, los cuales
estaban divididos y cada uno por si, |by|c dicen que vio tanta gente que se le habian
llegado en aquella sazon para le ayudar, que no se pudo contar; y afrontose con sus
enemigos tomandolos en medio y dandoles por todas partes, que fue tan cruel y tan
renida esta batalla, que la comenzaron ya alto el sol, que seria a la hora de las diez,
segun ellos senalan, y a hora de visperas fue conocida victoria della por Inca Yupanqui,
donde fueron muertos de la parte de Inca Yupanqui mas de treinta mil hombres, y de los
Chancas, que eran los enemigos, no quedo hombre a vida; entre los cuales se hallaban
que se habian metido los naturales de Xaquixaguana, y se habian hecho inciensar los
cabellos.
028047 Y conocida la victoria y vencida la batalla, apartaronse a una parte todos los de
Xaquixaguana, y todos juntos fueron delante de Inca Yupanqui, y echaronsele por tierra,
a los cuales los de Inca Yupanqui quisieran matar por haber visto la muerte de los
suyos. Inca Yupanqui se lo defendio, diciendo que no los matasen, que si con los
Chancas se habian hallado, que seria por haber sido la junta en su tierra, e que no podian
hacer otra cosa; y ellos ansimismo decian las mismas palabras y daban la misma
satisfaccion. Y luego mando Inca Yupanqui, que por cuanto eran orejones, que luego les
fuesen trasquilados sus cabellos; y ansi ellos mismos se trasquilaron todos, viendo la
voluntad del Inca y viendo que les hacia merced en aquello, y porquel traje de Inca
Yupanqui y de los del Cuzco era andar atusados. Y esto hecho, mandoles que se fuesen
todos a su pueblo, e que viviesen en paz; y mando a sus capitanes que no consintiesen
que a aquestos de Xaquixaguana nadie les hiciese enojo ninguno ni les tomasen cosa, y
si alguna cosa de sus haciendas en aquel despojo les fuese tomada, luego se la hiciesen
volver.
028077 Y luego mando que todos los prisioneros fuesen traidos delante de si; a los
cuales, como alli fuesen, les pregunto |Cque habia sido la causa, constandoles que era su
poder grande, que con el hiciesen otra vez batalla? Y siendo alli entre los prisioneros
que alli fueron habidos los cuatro capitanes de Uscovilca que habian ido a descubrir,
como ya la historia os ha contado, |brespondieron|c que la causa que les movio hacer la
junta que hicieron en dar aquella batalla, que fue haber visto que su ventura era grande
en las jornadas que habian andado e tierras que habian conquistado, dandole alli razon
de las hatallas y recuentros que en tal jornada cada uno dellos habia habido, y que en
ninguna de ellas nunca habian habido desgracia, sino que siempre habian sido
victoriosos; y como esto les hubiese acaescido, teniendo que siempre su victoria estaba
en pie, que habian querido dar aquella batalla, pensando restaurar aquella perdida de su
Senor y vengar su muerte. A lo cual respondio Inca Yupanqui que lo habian mirado
mal, e que si fueran gentes de entendimiento, que habian de presumir, que si habian
habido victoria por la tierra que le decian que habian andado, que habian de considerar
que la habian habido en ventura de su Senor Uscovilca, que en la tal demanda los habia
inviado, y que como viesen y hobiesen sabido que su Senor era desbaratado y muerto,
que habian de presumir que ya les era acabada la ventura, y que el ni ellos no la tenian
ya; y que para que ellos fuesen castigados y otros mirasen e oyesen, que en aquel sitio
serian castigados ellos y todos los demas; e porque no fuesen otra vez |ba|c hacer gente,
la cual a el le desasosegase y fuesen causa ellos de que otros questaban inocentes de se
hallar en semejantes casos por donde perdiesen las vidas, como habia sido muy muchos
que ellos |ba|c aquella junta habian hecho juntar, que en aquel sitio serian castigados. Y
ansi, los mando llevar de delante de si, y que en el sitio do la batalla se diera, y para que
della hobiese memoria, en presencia de todos los de su campo mandasen hincar muchos
palos de los cuales fuesen ahorcados, y despues de aderezados |bahorcados|c , les fuesen
cortadas las cabezas y puestas en lo alto de los palos; y que sus cuerpos fuesen alli
quemados y hechos polvos, y desde los cerros mas altos fuesen aventados por el aire,
para que desto hobiesen memoria. Y ansimismo mando que ninguno fuese osado de
enterrar ningun cuerpo de los enemigos que ansi habian muerto en la batalla, porque
fuesen comidos de zorros y aves y los huesos de los tales fuesen alli vistos todo el
tiempo. Todo lo cual fue hecho generalmente en la manera que habeis oido.
029043 Y esto acabado, mando hacer Inca Yupanqui que se recogiese todo el despojo y
joyas de oro y plata que en el tal despojo se habia habido, todo lo cual fue fecho; y
traido delante del y visto por el, mando que ansi junto como estaba, lo llevasen a la
ciudad del Cuzco, donde lo pensaba repartir y dar a sus amigos. Todo lo cual fue ansi
llevado a el y se partio juntamente con ello para la ciudad del Cuzco, donde, llegado que
fue, dio y repartio el tal despojo a los suyos, dando a cada uno lo que le parescio que le
bastaba y conforme a la calidad de su persona. Y esto hecho y repartido, mando que de
su ropa e grandes ganados que en la ciudad habia, |be|c de otros bastimentos, que le
fuese alli traido cierta cantidad, la que a el le parescia que a todos bastase; todo lo cual
ansi traido, mando a sus capitanes que lo repartiesen entre toda su gente; todo lo cual
fue repartido.
029066 Y hechas estas mercedes y otras muy muchas mas que a sus capitanes el hizo,
mando que se fuesen a sus tierras a descansar, y agradecioles el favor y ayuda que le
habian dado, y ansi se fueron todos, e Inca Yupanqui quedo en su ciudad con los suyos.
E al tiempo que del se despedian los tales senores para se ir a sus tierras, le rogaron que
los quisiese rescibir debajo de su amparo y merced y por sus tales vasallos, e que
querian tomase la borla del estado y ser de Inca; todo lo cual les agradecio Inca
Yupanqui y respondioles, que al presente era vivo su padre y Senor, y que no era justo
que mientras su padre viviese, el tomase, la borla del Estado; que si al presente estaba
alli, que era porquel era capitan de su padre; y que les rogaba dos cosas que por el
hiciesen, que era la una, que de alli, ansi como iban, fuesen a do su padre estaba y le
respetasen y hiciesen lo que el les mandase como tal Senor que era; y ellos dijeron que
ansi lo harian. E que la otra era, que le tuviesen a el por su tal amigo y hermano, y que
cada y cuando que por el les fuese inviado a les rogar, que lo hiciesen; y ellos dijeron
que ellos no tenian otro Senor sino era el, y como a sus tales vasallos, de ellos podia
hacer aquello que bien le estuviese; y el se lo agradecio.
029099 Y ansi, se partieron, y Inca Yupanqui se quedo en la ciudad, y los tales senores
caciques se fueron de alli derechos do Viracocha Inca estaba; y despues de le haber
hecho su debido acatamiento, como Inca Yupanqui se lo habia mandado, le dijeron
como Inca Yupanqui los inviaba alli a que viesen en que era servido que ellos le
sirviesen: y como Viracocha Inca los viese delante de si y tan gran multitud de senores
y de tanto poder, holgose mucho de ello, porque dellos tenia gran necesidad al presente,
para que le favoreciesen con algun tanto de sus rentas, para edificar aquel pueblo que
alli queria hacer; e dijoles que fuesen muy bien venidos, e levantose de su asiento y
abrazolos a todos y tornose a sentar en su silla, y mandolos a todos que ansi se sentasen;
y mando que sacasen muchos vasos de chicha, y que les diesen a beber; y luego les hizo
sacar mucha cantidad de coca, una yerba preciada que ellos siempre traen en la boca, la
cual yerba la historia adelante dira. Y ansi repartida entre aquellos senores, levantose en
pie Viracocha Inca, |by|c considerando, que pues su hijo le inviaba aquellos senores y
ellos tanto le amaban y le querian por Senor, que era justo que el ansimismo en ello les
animase, les hizo cierta oracion, por la cual el de su parte les agradecia lo que por el y
por su hijo habian hecho, y que ya sabian y habian oido decir que el hasta alli habia sido
Senor del Cuzco, e que el se habia salido del por causas que para ello le movieron; y
que de alli adelante Inca Yupanqui, su hijo, habia de ser Senor en la ciudad del Cuzco, y
que a el obedeciesen y respetasen, como su tal Senor, y que el desde alli se desestia de
la insignia y borla real y la ponia en la cabeza de su hijo Inca Yupanqui. Todo lo cual
oido por los senores, se levantaron en pie, y uno a uno fueron a el y le dieron grandes
gracias, y mostraron que rescibian en gran merced ellos el hecho del tal desistirse de la
tal dignidad y darla a su hijo Inca Yupanqui, que ellos tanto amaban e querian por
Senor; y esto hecho se tornaron a sentar.
030044 Y Viracocha Inca les rogo, que por cuanto el queria alli en el penol do estaba
edificar un pueblo, y que para ello tenia necesidad de su ayuda y gente, que les rogaba
que tuviesen por bien de darle aquella ayuda; a lo cual le respondieron aquellos senores,
que ellos habian venido alli para que el viese lo que ellos le pudiesen hacer algun
servicio, como su Senor Inca Yupanqui se lo habia mandado; e que aquello y otra
cualquier cosa que el mandarles quisiese estaban prestos de lo hacer; que les dijese el
tiempo y mes en que queria comenzar |ba|c hacer su obra, para que ellos inviasen alli
sus principales e indios para que entendiesen en la hacer y hiciesen los tales edificios; y
que el, entretanto, dises la traza del tal pueblo, y hiciese hacer de barro la figura de los
tales edificios, que ellos le inviarian alli maestros que los supiesen bien hacer, ansi de
canteria, como de la manera quel los quisiese. Y Viracocha Inca se lo agradecio a todos
ellos, y luego man. do sacar muchas cosas, como fueron hondas y petacas de coca, y
ciertas piezas de ropa fina y otras muchas cosas entre ellos muy preciadas; todas las
cuales fueron traidas delante del, y siendo, el alli mesmo por sus manos las dio y
repartio a aquellos senores; y esto hecho, mandoles dar a beber, y que ansimesmo les
fuese repartida cierta cantidad de coca. Y esto hecho, Viracocha Inca se levanto en pie y
les agradecio la voluntad y amor que a el y a su hijo le mostraban y tenian; y dijoles el
mes y tiempo en que habian de enviarle sus indios y gentes para que edificasen su
pueblo; e ansi, los senores se levantaron en pie, e quedando con el de se los inviar,
como dicho tenian, le hicieron su acatamiento, e ansi se despidieron del; donde le
dejaremos, y hablaremos de Inca Yupanqui.
030089 CAPITULO XI
030090 En que trata de como Inca Yupanqui hizo la Casa del Sol y el bulto del sol, y
de los grandes ayunos, idolatria y oftecimientos que en ello hizo.
030094 Salidos que fueron aquellos senores caciques de donde Inca Yupanqui estaba, y
fueron a do Viracocha Inca estaba, como ya la historia os ha contado, e Inca Yupanqui
quedase solo en su ciudad con los suyos, despues de haber reposado dos dias, paresciole
que tenian ya ociosidad, e habia tomado por recreacion el ejercer de su persona; e ansi,
salio un dia de manana de la ciudad del Cuzco, e llevando consigo los senores que alli
consigo tenia, anduvo aquel dia todas las tierras que en torno de la ciudad eran, y lo
mismo hizo otro dia siguiente; |by|c despues de las haber bien visto y mirado, vio la
mala reparticion e arte que el tiempo que alli su padre estuvo ellas tenian. El tercero dia,
tambien ansimismo anduvo mirando, juntamente con los senores, el sitio donde la
ciudad del Cuzco estaba fundada, todo lo cual, o lo mas dello, eran eienagas y
maniantales, como ya la historia os lo ha contado, y las casas de los moradores della
eran pequenas y pajizas e mal edificadas y sin proporcion de arte de pueblo que calles
tuviese; y bien ansi como es el dia de hoy junto a esta ciudad un pueblo que llaman
Cayaucachi, era en aquel tiempo las casas y pueblo que agora es la gran ciudad del
Cuzco.
031024 Y como Inca Yupanqui viese tan mal para este pueblo del Cuzco, e ansimismo
las tierras de labranzas que en torno del eran, paresciole, viendo que tenia tiempo y gran
aparejo para de nuevo reedificarla, y que primero que en el pueblo hiciese casa, ni el
reparto de las tierras, que seria bien hacer y edificar una casa al Sol, en la cual casa
pusiesen y fuese puesto un bulto en el lugar do el Sol reverenciasen y hiciesen
sacrificios; porque, aunque ellos tienen que haya uno que es el Hacedor, a quien ellos
llaman Viracocha Pachayachachic, que dice Hacedor del mundo, y ellos tienen que este
hizo el sol y todo lo que es criado en el cielo y tierra, como ya habeis oido; caresciendo
de letras, y siendo ciegos del entendimiento en el saber, casi muchos varian en esto en
todo y por todo, que unas veces tienen al sol por hacedor, y otras veces dicen que el
Viracocha; y por la mayor parte, en toda la tierra y en cada provincia della, como el
Demonio les traiga ofuscados, y en cada parte que se les demostraba les decia mil
mentiras y enganos, y ansi los traia enganadog y ciegos, y en los tales lugares do ansi le
vian ponian piedras en su lugar, a quien ellos reverenciaban y ado. raban. Y como les
dijese unas veces que era el sol, y a otros en otras partes decia que era la luna, y a otros
que era su Dios y Hacedor, e a otros que era su lumbre que los calentaba y alumbraba, e
que ansi lo verian en los volcanes de Arequipa; en otras partes decia que era el Senor
que habia dado el ser al mundo, y que se llamaba Pachacama, que dice, Dador de ser al
mundo; y ansi los traia, como tengo dicho, enganados y ciegos.
031067 Y volviendo a nuestra historia, este Senor Inca Yupanqui, como quisiese hacer
casa y adoratorio a quien el reverenciase y los demas de su pueblo, quiriendo lo hacer a
reverencia y semejanza del que habia visto antes de su batalla, y considerando el quel
que ansi viera, a quien el llamaba Viracocha, que le vio con gran resplandor, segun ellos
dicen, y en tanta manera que le parescio que todo el dia era alli delante del y su lumbre,
lo cual viendo delante de si, dicen que hubo gran pavor, y que nunca le dijo quien fuese;
considerando el en si, cuando esta casa queria edificar, que aquel que viera, segun la
lumbre que en el habia visto, que debia de ser el sol, y que como llegase a el y la
primera palabra que le dijese < > , y ansi los suyos, como la
historia os ha contado, le llamaron despues Hijo del Sol; y tiniendo el ansi lo que ya
habeis oido, propuso de hacer esta Casa del Sol.
031091 Y como la propusiese, llamo los suyos y los senores de la ciudad del Cuzco que
alli consigo tenia, y dijoles lo que ansi tenia pensado y que queria edificar csta casa; y
ellos le dijeron que diese orden y traza del edificio della, porque tal casa como aquella,
ellos, los naturales y propios de la ciudad del Cuzco la debian edificar e hacer; e Inca
Yupanqui les dijo que la casa debia ser edificada luego, porque el ansi lo tenia pensado.
Y visto por el el sitio do a el mejor le parescio que la casa debia de ser edificada, mando
que alli fuese traido un cordel, y siendole traido, levantaronse del lugar do estaban el y
los suyos, y siendo ya en el sitio do habia de ser la casa edificada, el mismo por sus
manos con el cordel midio y trazo la Casa del Sol; y habiendola trazado, partio de alli
con los suyos y fue a un pueblo que dicen Salu, que es casi cinco leguas de esla ciudad,
ques do se sacan las canteras, y midio las piedras para el edificio desta casa, y ansi
medidas, de los pueblos comarcanos pusieron las piedras que les fue senaladas y las que
fueron bastantes para el edificio desta casa; y juntamente con esto, trujeron todo lo
demas que para el edificio desta era necesario; y siendo ya alli, pusieron por obra el
edificio della. bien ansi como Inca Yupanqui la habia trazado y imaginado. Ando el
siempre y los demas senores encima de la obra, mirando como la edificaban, y ansi el
como los demas trabajaban en el tal edificio; la cual obra, como alli tuviese juntos los
materiales y menesteres della, que en breve tiempo fue acabada.
032024 Y como ya fuese acabada esta otra Casa del Sol que habeis oido, mando Inca
Yupanqui que luego fuesen junlas quinientas mujeres doncellas, y como alli fuesen
traidas, ofreciolas al Sol, para que alli siempre estas tales doncellas sirviesen al Sol y
estuviesen alli dentro, bien asi como las monjas son encerradas; y luego, alli, llamando a
un senor anciano y natural de la ciudad del Cuzco que a el le parecio que era hombre
honesto y de buen exemplo y fama, que estuviese y regiese alli en la Casa del Sol, y que
fuese mayordomo del Sol y de la tal casa. Y luego mando que alli fuesen entregados
doscientos mozos de servicio del Sol; y ansimismo en aquella hora senalo ciertas tierras
para el Sol, en que sembrasen estos doscientos yanaconas.
032043 Y esto hecho, mando Inca Yupanqui a los senores del Cuzco que, para de alli a
diez dias, tuviesen aparejado mucho proveimiento de maiz, ovejas y corderos, y
ansimismo mucha ropa fina, y cierta suma de ninos y ninas, que ellos llaman
Capacocha, todo lo cual era para hacer sacrificio al Sol. Y siendo los diez dias
cumplidos y esto ya todo junto, Inca Yupanqui mando hacer un gran fuego, en el cual
fuego mando, despues de haber hecho degollar las ovejas y corderos, que fuesen
echados en el, y las demas ropas y maiz, ofreciendolo todo al Sol; y los ninos y ninas
que ansi habian juntado, estando bien vestidos y aderezados, mandolos enterrar vivos en
aquella casa, que en especial era hecha para donde estuviese el bulto del Sol; y con la
sangre que de los corderos y ovejas habian sacado, mando que fuesen hechas ciertas
rayas en las paredes desta casa; todo lo cual hacia y los sus tres amigos e otros; todo lo
cual significaba una manera de biendecir y consagrar esta casa; en el cual sacrificio
andaba Inca Yupanqui y sus companeros descalzos y mostrando gran reverencia a esta
casa y al Sol. E ansimismo con la misma sangre el Inca Yupanqui hizo ciertas ravas en
la cara |ba|c aquel senor que era senalado por mayordomo desta casa, y lo mismo hizo a
aquellos senores, sus tres amigos, y a las mamaconas monjas que para el servicio del sol
eran alli. Y luego mando que todos los de la ciudad, ansi hombres como mujeres,
viniesen a hacer sus sacrificios alli a la Casa del Sol; los cuales sacrificios que ansi la
gente comun hizo, fue quemar cierto maiz y coca en aquel fuego que ansi era hecho,
entrando cada uno destos uno a uno y descalzos, los ojos bajos; y al salir que ansi salian,
despues de haber hecho su sacrificio, a cada uno destos por si mando Inca Yupanqui
que aquel mayordomo del Sol hiciese la raya misma que habeis oido, con la sangre de
las ovejas, en los rostros destos que ansi salian, a los cuales les era mandado, que desde
aquella hora hasta que el bulto del Sol fuese hecho de oro, todos estuviesen en ayuno, y
que no comiesen carne ni pescado ni aun guisallo, ni llegasen a mujer, ni comiesen
verdura ninguna, y que solamente comiesen maiz crudo y bebiesen chicha, sopena que
el que el ayuno quebrantase, fuese sacrificado al Sol y quemado en el mismo fuego. El
cual fuego mando Inca Yupanqui que siempre estuviese ardiendo de noche y de dia; la
lena del tal fuego mando Inca Yupanqui que fuese labrada y quemada mientras al idolo
se hiciesen en el fuego sacrificios, los cuales mando que durante esle tiempo hiciesen
las mamaconas del Sol; las cuales ansimismo estaban en grande ayuno y lo mismo el
Inca Yupanqui y los demas senores.
033011 Y esto hecho y proveido, mando Inca Yupanqui que viniesen alli los plateros
que en la ciudad habia, y los mejores oficiales, y dandoles todo aparejo alli en las Casas
del Sol, les mando que hiciesen un nino de oro macizo y vaciadizo, que fuese el tamano
del nino del altor y proporcion de un nino de un ano y desnudo; porque dicen que aquel
que le hablara cuando el se puso en oracion estando en el sueno, que viniera a el en
aquella figura de un nino muy resplandeciente, y que el vino a el despues, estando
despierto, la noche antes que diese la batalla a Uscovilca, como ya os he contado, que
fue tanto el resplandor que vio que del resultaba, que no le dejo ver que figura tenia; y
ansi mando hacer este idolo del tamano y figura de un nino de edad de un ano; el cual
bulto se tardo de hacer un mes, en el cual mes tuvieron grandes sacrificios y ayunos.
033034 Y este bulto acabado, mando Inca Yupanqui que aquel senor que habia
senalado por mayordomo del Sol, que tomase el idolo, el cual le tomo con muchas
reverencias, y vistiole una camiseta mny ricamente tejida de oro y lana e de diversas
labores, y pusole en la cabeza cierta atadura a uso y costumbre de ellos, y luego le puso
una borla segun la del estado de los Senores, y encima della le puso una patena de oro, y
en los pies le calzo unos zapatos, uxutas que ellos llaman, ansimismo de oro. Y estando
ansi el bulto, llego Inca Yupanqui a do el bulto estaba, el cual iba desealzo, y como
llegase a el, hizole sus mochas y gran reverencia, mostrandole gran respeto; e ansi, tomo
el bulto del idolo en sus manos y llevolo a do era la casa y lugar do el habia de estar; en
la cual casa estaba hecho un escano, hecho de madera y muy bien cubierto de unas
plumas de pajaros tornasoles de diversas maneras y colores, de las cuales y con las
cuales era muy vistosamente labrado; en el cual escano puso Inca Yupanqui el bulto del
idolo. Y siendo alli puesto, hizo traer un brasero de oro, y siendo encendido en el fuego,
mandole poner delante del idolo, en el cual fuego y brasero hizo echar ciertos pajaricos
y ciertos granos de maiz y derramar en el tal fuego cierta chicha; todo lo cual dijo que
comia el Sol, e que haciendo aquello, le daba de comer; y de alli adelante se tuvo
aquella costumbre ordinariamente; lo cual hacia aquel mayordomo del, ansi como si
fuera persona que comiera y bebiera; ansi se tenia especial cuidado de le guisar de
comer diversas comidas y maneras de manjares, y ansi las quemaban delante, a la tarde
y a la manana en braseros de oro y plata, en la manera que ya habeis oido. Y dende alli
adelante adoraban en aquel idolo; y no entraban dentro del idolo donde estaba, sino eran
los senores principales, entrando con mucha reverencia y veneracion, los zapatos
quitados, y las cabezas bajas; y el Inca Yupanqui entraba solo, y el mismo por su mano
sacrificaba las ovejas y corderos, haciendo el el fuego y quemando el sacrificio. Y
cuando el ansi estaba haciendo el sacrificio, ningun senor osaba entrar dentro, y todos se
quedaban en el patio y alli hacian ellos fuera sus sacrificios y sus mochas y
adoramientos. Y para en que la gente comun adorasen alla fuera, porque no habian de
entrar alla dentro si no fuesen senores, y estos en el patio, hizo poner en medio de la
plaza del Cuzco, donde agora es el rollo, una piedra de la hechura de un pan de azucar,
puntiaguda para arriba y enforrada de una hoja de oro; la cual piedra hizo ansimismo
labrar el dia que mando hacer el bulto del Sol, y esta piedra, para en quel comun
adorase, y el bulto, en la Casa del Sol, los senores; la cual casa era reverenciada y tenido
en gran reverencia, no solamente el bulto, mas las piedras della y los sirvientes y
yanaconas della eran tenidos por cosa bendita y consagrada.
034004 sY al tiempo que la edificaban, estando asentando cierta piedra, quebrose de la
juntura de la tal piedra un pedazo como tres dedos en ancho y largo, y mando Inca
Yupanqui que luego fuese alli derretida cierta plata y vaciada de tal manera en la piedra
y quebrado della, que viniese al justo de lo que la piedra se quebro; todo lo cual era de
canteria, y la juntura de la tal canteria de piedra con piedra era tan sotilmente asentado,
que parescia raya hecha con un clavo en un piedra. En la cual se enterraban los senores
principales en los patios y aposentos, excepto donde el idolo estaba; y el dia quel idolo
se puso en la casa, entraron en la ciudad, que no lo saben ni pueden inumerarlo, mas que
dicen que la vez que menos ovejas y corderos alli sacrificaron, que pasaba de mas de
quinientos.
034025 CAPITULO XII
034026 En que trata como Inca Yupanqui hizo juntar los senores de toda la tierra que
hasta alli a el eran subjetos, y como fortalecio e hizo repartir las tierras en torno a la
ciudad del Cuzco; y como hizo hacer los primeros depositos de comidas e otros
proveimientos que para el bien de la republica en el Cuzco eran necesarios.
034034 Acabado de dar orden Inca Yupanqui e de haber hecho los idolos y casas del
Sol, que habeis oido, mando en la ciudad del Cuzco que en un cierto dia senalado
fuesen en ella todos los senores caciques y principales que en las provincias y comarcas
de en torno de la ciudad del Cuzco vivian y a el habian dado obidiencia, porque tenia
ciertas cosas que comunicar con ellos; e oido el mando por los principales del Cuzco,
luego inviaron sus orejones por las provincias y comarcas que ya habeis oido, con los
cuales inviaban a mandar a los tales senores de ellas el mando que el Inca Yupanqui
tenia hecho, y que para aquel dia senalado fuesen todos a la ciudad. Y como los tales
senores supiesen el mando que el Inca Yupanqui mandaba, con la mas brevedad que
posible les fue, se vinieron a la ciudad del Cuzco; y siendo ya todos juntos, Inca
Yupanqui les dijo, que ya vian que el Sol era en su favor y que no era justo que se
contentasen con poco: que le parecia que, porque andando el tiempo la guerra no les
daria lugar a hacer sus tierras y repartirlas de la manera que de una vez queria que se
repartiesen, que para perpetuamente ellos y sus descendientes sembrasen y se
sustentasen, que le parescia que seria bien que cada uno tuviese sus tierras senaladas y
conoscidas, para que las sembrasen y aderezasen cada uno dellos con la gento de sus
casas y amigos, todo lo cual decia a los senores y moradores de la ciudad del Cuzco. Y
ansi, todos juntos, viendo la merced grande que les hacia de darles las tierras que
conosciesen para perpetuamente a cada uno de ellos, todos juntos y a una voz le dieron
grandes gracias, llamandolo e intitulandolo Intipchuri, que dice < > .
034079 Y luego de alli mando Inca Yupanqui que todos fuesen a cierto sitio do las tales
tierras estaban pintadas, donde, como alli fuesen, dio y repartio las dichas tierras, dando
a cada uno de ellos las tierras que le parescio que le bastaban. Y esto hecho, mando
luego que aquellos tres senores sus amigos se las fuesen a repartir a todos los de la
ciudad, bien ansi como se las habia dado y senalado, y que esto hecho, volviesen todos
ellos delante del. Y ansi, los senores fueron y dieron y repartieron las tierras, y metieron
en las posesiones de ellas a los tales que ansi les fue hecha la dicha merced por el Inca
Yupanqui. Mando a los senores caciques que alli estaban, que le trujesen por cuenta
cada uno de ellos los indios que alli consigo tenian; y luego los senores caciques le
trujeron por quipo, que dice cuenta, la suma de los indios que tenian; y sabido por el
Inca Yupanqui los indios que habia, mando a los senores que luego los repartiesen por
casas; y ansi fue hecho. Y mando que luego otro dia, que cada uno de los del Cuzco,
como le habia cabido la suerte de las tierras, saliesen a las aderezar y reparar y hacer sus
canos y regaderas, todo lo cual fuese reparado y hecho de piedra de canteria, porque
fuese el tal edificio de tal manera hecho, que para perpetuamente durase, mandandoles
que pusiesen sus linderos y mojones altos, de tal manera hechos, que nunca so
perdiesen, debajo do los cuales mojones y de cada uno dellos fuese puesta cierta carga
de carbon, diciendo, que si en algun tiempo se cayese el mojon, que por el carbon que
alli se hallase conocerian los linderos de las tales tierras. Y esto proveido, Inca
Yupanqui estuvo algunos dias, mientras en el aderezar de las tierras se daba orden,
holgandose y recreandose viendo como cada uno trabajaba y aderezaba la parte que le
habia cabido, y al que via que con algun trabajo lo hacia, dabale ayuda.
035027 Y como viese que el edificio y reparacion de las tales tierras iba largo y que
segun iban los reparos que los tales hacian, y que era edificio que no so podia acabar sin
ayuda, mando que los senores y caciques que alli eran juntasen en su casa cierto dia, y
luego fueron juntos bien ansi como el lo mando; y siendo alli en su casa dijoles que
habia gran necesidad que en la ciudad del Cuzco hubiese depositos de todas comidas,
ansi de maiz como de aji y frisoles e chochos y chichas y quinua y carnes secas, e todos
los demas proveimientos y comidas curadas que ellos tienen; y que para aquello habia
necesidad que de sus tierras lo mandasen traer. Y luego los senores caciques dijeron que
les placia de toda voluntad de lo mandar traer, que mandase que de la ciudad del Cuzco
fuesen algunos orejones en compania de los indios que ansi ellos inviasen, para que en
sus tierras les constase a los que alla eran que era su voluntad que el tal proveimiento
hiciesen a la ciudad del Cuzco, porque aquel era el primero que ellos hacian, y por ellos
muy mucho deseado de hacer el tal servicio a la ciudad del Cuzco y a su Senor Inca
Yupanqui. Todo lo cual les fue agradecido por Inca Yupanqui y mando luego a aquellos
senores del Cuzco que proveyesen alla en sus posadas, juntamente con aquellos
caciques y senores, los orejones que ansi habian de ir por los pueblos y provincias a
juntar y traer las tales comidas y mantenimientos. Y ansi, fueron los senores o sus
capitanes e hicieron alla su junta ellos y los caciques, y repartieron lo que cada una
provincia habia de traer y contribuir. Y ansi se les repartio a los caciques que alli eran
los depositos que ansi habian de hacer, y se les mando y senalo el tiempo que de tantos
a tantos anos se le hiciesen in perpetuum, si por el Inca no les fuese mandado otra cosa;
todo lo cual acetaron de hacer los tales caciques, porque entendian que Inca Yupanqui
era Senor que sabia bien satisfacer todo servicio que le fuese hecho.
035079 Y luego alli en su junta los senores senalaron los orejones que habian de ir e
ansi mismo los caciques, los principales que con ellos inviaban; e ansi, se partieron
estos orejones y principales a traer las tales comidas y proveimientos. Y los senores
caciques salieron de su junta y fueron do Inca Yupanqui estaba, al cual le dijeron lo que
ansi habian hecho y ordenado, como |ba|c ellos habian ordenado y avisado, y que los
senalase los sitios y lugares do habian de ser hechos los depositos, porque los que cada
uno de ellos habia de hacer, ya entre ellos los tenian repartidos. Y luego Inca Yupanqui
les senalo ciertas chapas y laderas de sierras que en torno de la ciudad del Cuzco estan y
a vista de el, y alli les mando que luego fuesen edificados los tales depositos, para que,
cuando el tal proveimiento fuese traido, hallasen en que lo meter. Y luego fueron los
senores a los sitios que por el Inca les fueron senalados y pusieron por obra y edificio
los tales depositos. Y tardose en hacer estos depositos y repartir las tierras cinco anos,
porque fueron muy muchos los depositos que hicieron, los cuales mandaba hacer Inca
Yupanqui, por tener mucha cantidad de comida y tanta que no le faltase. Y mediante la
comida que ansi tuviese, queria edificar la ciudad del Cuzco de canteria y reparar los
arroyos que la cercan; y tenia en si, que teniendo bastimentos en tanta cantidad que no
le faltasen, que podia echar la gente que el quisiera |ba|c hacer y edificar los edificios y
casas que ansi reedificar queria.
036018 Y los depositos hechos y proveidos, y siendo ya las tierras repartidas y
acabadas de repartir, Inca Yupanqui mando juntar los caciques y senores que, en todo lo
ya dicho, le habian hecho servicio, y pareciendole que era justo hacelles algunas
mercedes y dalles algun contentamiento, y siendo ansi juntos, dioles y repartioles
muchas joyas de oro y plata que mediante aquel tiempo que en la obra estuvieron las
habia mandado labrar; y ansi mismo les dio, a cada dos, vestidos de las ropas de su
vestir, e a cada uno dellos les dio una senora, naturales del Cuzco, de su linaje, para que
fuesen cada una destas mujeres principal del cacique a quien ansi le habia dado, e que
los hijos que en las tales hubiesen, fuesen herederos de los tales estados e senorios que
sus padres tuviesen; fundandose Inca Yupanqui por el deudo que con ellos por esta via
habia, que nunca ninguno dellos en sus dias se le rebelaria, e que habria entre ellos e de
los de la ciudad del Cuzco perpetua amistad y confederacion. Todo lo cual ansi hecho y
visto por los caciques las grandes injurias que les hacia, todos se inclinaron a le besar
los pies y a le dar grandes gracias. A los cuales mando Inca Yupanqui que se fuesen a
descansar a sus tierras, y que dende a un ano volviesen a la ciudad del Cuzco, e que en
este tiempo, cada uno de ellos en sus tierras hiciesen sembrar muchas sementeras de
todas comidas, porque tenia que seria menester, andando el tiempo; e que les
encomendaba que en sus tierras no hobiese ociosidad en los mancebos y en las mujeres,
porque no fuesen causa las tales ociosidades de tener los suyos resabios de mal ejemplo;
que procurasen ejercitar, todo tiempo que no entendiesen en hacer sementeras, en las
cosas de guerra, y en los semejantes ejercicios, como era en saber esgrimir hondas, tirar
flechas, jugar con hachas a manera de pelea en batalla, blandir lanzas con rodelas en las
manos; todo lo cual habian de hacer en sus tierras los mancebos, haciendo poner tantos
a un cabo como a otro. Todo lo cual oido por los caciques, dijeron que ansi lo harian y
que los decia lo que era bueno. Y ansi el Inca los despidio, y ellos, haciendo su
acatamiento, se salieron y se fueron.
036075 CAPITULO XIII
036076 En que trata de como se juntaron, despues de un ano pasado, los senores
caciques, y como Inca Yupanqui hizo reparar los dos arroyos que por la ciudad del
Cuzco pasan; y como caso los mancebos solteros que habia, y como dio orden en el
proveimiento de comidas que en la ciudad del Cuzco eran necesarias y republica del.
036084 Idos que fueron los caciques a sus tierras, aquel ano que los tales caciques
habian destar en sus tierras e Inca Yupanqui, mediante este tiempo, que no tuviese que
hacer, tomo por ejercicio de irse a cazar, lo cual hacia lo mas de los dias; y otros dias se
andaba por la ciudad mirandola y el sitio della, imaginando el en si la orden que le habia
de dar y el edificio e reedificacion que en ella pensaba hacer, como viese que aquellos
dos arroyos que la ciudad tomaban en medio, que eran gran perjuicio en ella; porque,
como las lluvias viniesen cada ano, ellos venian de avenida, e como ansi viniesen
siempre, comian la tierra y se iban ensanchando y metiendo por la ciudad, y via que
aquello era perjuicio para la ciudad y para los moradores della, y que para hacer sus
edificios y casas que en ella pensaba edificar, que era necesario reparar primero las
veras de aquellos dos arroyos, y que estos reparados, podria edificar todo cualquier
edificio sin temor que las tales avenidas se los desluciesen.
037011 Y el ano cumplido que a Inca Yupanqui le parecio que ya era tiempo que tales
senores comarcanos viniesen, inviole sus mensajeros, por los cuales les inviaba a decir,
que ya era tiempo que viniesen a la ciudad, como ya el les habia dicho cuando de alli
fueron; y que ansimesmo trujesen todos los mas ganados que pudiesen, e comidas e
mantenimientos, porque era ya llegado el tiempo que dellos e dello ternia necesidad.
Todo lo cual oido por los caciques, como ellos tenian ansimismo en cuidado lo que asi
les mandara cuando del se partieron, luego se pusieron en camino, porque ellos ya
tenian junto todo aquel menester para traerlo, y ansi estaban ya en camino; con todo lo
cual se partieron e vinieron a la ciudad del Cuzco e trujeron consigo toda la mas gente
que pudieron.
037032 E llegados que fueron a la ciudad del Cuzco, hicieron su acatamiento al Inca en
esta manera, porque esta era la usanza que se tenia cuando delante del se vian: que
como delante del fuesen, alzaban las manos e los rostros al sol, haciendoles sus mochas
e acatamientos, e luego ansimesmo las hacian al Inca no menos; y las palabras que ansi
le decian cuando ansi le saludaban, que le decian: < <|G Ah. Hijo del Sol amoroso e amigable a los pobres! >> Esto dicho, ponianle delante sus presentes que ansi le traian,
e luego le sacrificaban ciertas ovejas e corderos delante del con todo respeto e
acatamiento, como a hijo del Sol; y esto ansi hecho, el Inca los saludaba diciendoles que
fuesen bien venidos, y preguntandoles si venian buenos e si lo estaban ansimesmo sus
tierras. Todo lo cual que habeis oido hicieron estos senores caciques con Inca Yupanqui,
cuando delante del se vieron y el ansimismo dijo lo que habeis oido. E dijoles que
diesen aquello que ansi traian a aquellos senores del Cuzco que alli estaban, e ansi se
salieron de do el Inca estaba, y ellos y aquellos senores del Cuzco fueron do los
depositos eran, e pusieron todo el mantenimiento que traian a recaudo.
037063 Y despues de haberse holgado con el Inca e con los senores del Cuzco cinco
dias, en sus fiestas e regocijos, Inca Yupanqui les dijo lo que pensaba hacer, e como
queria reparar e fortalescer aquellas veras de aquellos dos arroyos que por la ciudad
pasaban, contandoles el perjuicio que la ciudad rescebia; y ellos dijeron questaban
prestos para hacer todo aquello que por el les fuese mandado; que les dijese la manera
quen ello se habia de tener, porque proveerian lo que para ello fuese necesario. E ansi,
Inca Yupanqui les senalo los nacimientos de los arroyos, y desde a donde a el le
parescio que habian de comenzar los tales fortalecimientos y reparos, hasta la junta de
los dos arroyos, que es el remate de la ciudad do ellos llaman Pumachupa |
bPumapchupan|c , que dice < > ; e de alli mando que este fortalecimiento
e reparo llegase hasta Muyna, ques cuatro leguas desta ciudad. E ansi los senores
caciques medieron con sus cordones el espacio que habia desde el comienzo de donde
Inca Yupanqui |bdijo|c que comenzasen, hasta la junta de los arroyos; e ansi medido,
repartieron entre si la parte que a cada uno cabia del edificio que ansi habian de hacer; y
esto hecho, mandolos Inca Yupanqui que hiciesen traer mucha piedra tosca, porque de
piedra tosca habia de ser el reparo, e que la mezcla que habia de entrar entre piedra y
piedra, que mirasen que habia de sec un barro pegajoso, que ya que el agua lo mojase,
no lo despegase, y que antes estuviesen las piedras mas asidas unas con otras y el agua
no comiese la tal rnezcla. Y ansi, los caciques dieron orden en buscar el tal barro e
mezcla e traer la piedra tosca que ansi les era mandado lodo; lo cual ansi traido,
comenzaron su edificio. E mando que este edificio e forlalecimiento llegase hasta la
Muyna; porque, como fuese reparado este arroyo de la ciudad de abajo, por donde las
tierras e sementeras cran. y a las lluvias viniesen las tales avenidas, este arroyo no
rompiese las barrancas e se entrase por las tierras e hiciese mal y dano en los tales
sembrados.
038012 Y esto hecho e proveido, mando a los senores del Cuzco que para cierto dia
queria con ellos comunicar cierta cosa que convenia mucho al bien de la ciudad e su
republica; a los cuales dijo, como ya ansi fuesen juntos, que habia gran necesidad de
hacerse depositos de ropa en cantidad, y que para aquello queria hacer una gran fiesta a
los caciques, en la cual fiesta, viendo el que estaban contentos, que se lo queria decir e
mandar que ansi lo hiciesen e lo proveyesen de sus tierras. E los senores dijeron que era
cosa muy conveniente e bien acordada, que ellos querian dar orden e mandar que se
hiciese mucha chicha; y esto hecho e aderezado, hicieronselo saber al Inca; el cual.
como supiese que todo hecho estaba, dijo que otro dia queria que comenzase la fiesta; e
ansi mando llamar todos aquellos caciques senores, e siendo delante del, les dijo como
se queria holgar e regocijar con ellos, y ellos lo recibieron a gran merced.
038037 E otro dia de manana fue traida mucha juncia y echada por toda la plaza e
traidos muchos ramos que hincaron en ella, de los cuales ramos fueron colgados muchas
flores e muchos pjaros vivos; e ansi, los senores del Cuzco salieron muy bien vestidos
de las ropas que ellos mas preciadas tenian, y el Inca juntamente con ellos; e ansimismo
vinieron los caciques, los cuales traian vestidos los vestidos que el Inca les diera.
038048 E luego fueron sacados alli a la plaza mucha y muy gran cantidad de cantaros
de chicha; y luego vinieron las senoras, ansi las mujeres del Inca como las demas
principales, las cuales sacaron muchos y diversos manjares; e luego se sentaron a comer
todos, e despues de haber comido, comenzaron a beber, e despues de haber bebido, el
Inca mando sacar cuatro atambores de oro, e siendo alli en plaza, mandaronlos poner a
trecho en ella, e luego se asieron de las manos todos ellos, tantos a una parte como a
otra, e tocando los atambores, que ansi en medio estaban, empezaron a cantar todos
juntos, comenzando este cantar las senoras mujeres que detras dellos estaban; en el cual
cantar decian e declaraban la venida que Uscovilca habia venido sobre ellos, e la salida
de Viracocha |be como|c Inca Yupanqui le habia preso e muerto, diciendo que el Sol le
habia dado favor para ello, como a su hijo; e como despues ansimesmo habia
desbaratado y preso y muerto a los capitanes que ansi habian hecho la junta postrera. E
despues deste canto, dando loores y gracias al Sol e ansimesmo a Inca Yupanqui,
saludandole como a hijo del Sol, se tornaron a sentar. E ansimesmo comenzaron a beber
la chicha que alli tenian, que segun ellos dicen habia muy mucha, y en muy gran
cantidad. E luego les fue traida alli mucha coca e repartida entre todos ellos; y esto asi
hecho, se tornaron a levantar e hicieron ansimismo como habeis oido, un canto y baile.
038086 La cual fiesta duro seis |bdias|c , en fin de los cuales, el Inca les dijo a aquellos
caciques senores, que para el ser del Cuzco convenia que en el hobiese depositos de
ropa, ansi de lana como de algodon; e que ansimismo convenia que huhiese depositos
de unas inantas de cabuya bastas e gruesas, con unos cordeles de a dos palmos en las
puntas dellas, con los cuales las atasen a los pescuezos como mejor les paresciese a los
indios que ansi se diesen, las cuales se habian de repartir a los trabajadores e obreros
que en los reparos de la obra de los arroyos andaban, e a los que ansimesmo en los
demas edificios habian de andar, para que en las tales mantas de cabuya trujesen e
acarreasen la tierra e piedra que ansi era necesaria para la tal obra, e que como tuviesen
estas mantas ya dichas, no gastasen las suyas propias, que eran de lana e algodon, e sus
capas con que ellos se cubren. Todo lo cual oido por los senores caciques que alli cran,
dijeron a Inca Yupanqui que les placia y holgaban de lo hacer bien ansi como el Inca se
lo habia mandado.
039008 E salidos de alli, luego enviaron a sus tierras, pueblos e provincias; e para que
hubiese efecto este beneficio, mandaron que luego en sus tierras fuesen juntas muchas
mujeres, e puestas en casas y corrales, les fuese repartida mucha lana fina e de diversos
colores, y que ansimesmo fuesen puestos y armados muchos telares, e que ansi hombres
como mujeres, con toda la mas brevedad que fuese posible, hiciesen la ropa que les
habia cabido, cada uno por si, segun la medida del largor y anchor que les fue dada. Y
esta ropa ansi hecha e acabada, fue traida a la ciudad del Cuzco; e como alli fuese, el
Inca mando a los principales del Cuzco que la mandasen poner en los depositos que
para tal ropa ansi habian mandado hacer.
039027 Y esto ansi hecho, el Inca e los senores e los demas caciques, anduvieron
fortaleciendo y reparando estas veras destos dos arroyos de la ciudad del Cuzco, que
y-.a habeis oido, andando siempre ansi el como ellos sobre los tales obreros que en la tal
obra andaban, dandoles la mas prisa que podian a que con toda brevedad hiciesen y
acabasen los tales reparos y fortalecimientos, en la cual obra estuvieron cuatro anos,
dandose la brevedad que les fue posible hacer e acabar su obra.
039040 Donde, como fuese acabada, el Inca ordeno e mando que se hiciese otra fiesta,
segun que las que ya os hemos contado, en la cual fiesta participasen e gozasen della
ansi los senores como los demas sus subditos; en la cual fiesta estuvieron treinta dias; en
fin de los cuales mando el Inca que luego saliesen de la ciudad del Cuzco cierta suma de
crejones, los cuales fuesen por las tierras de aquellos senores que alli eran e supiesen e
le trujesen por cuenta que suma habia en las tales tierras e pueblos de mancebos solteros
e mozas solteras, mandandoles a los caciques e principales que inviasen a hacer saber a
sus mayordomos, llactacamayos que ellos llaman, que aquella era su voluntad e mando,
e que luego con toda brevedad les dijesen e diesen la cuenta a los tales orejones de lo
que se enviaba a saber, los cuales con toda brevedad volviesen; todo lo cual fue ansi
hecho e despachado. E habida por los orejones en los tales pueblos e provincias la
cuenta e razon de su demanda, volvieron a la ciudad del Cuzco, donde, siendo delante
del Inca, le dieron la razon de lo que ansi habian sabido.
039069 Y entendido por el Inca la cantidad de mancebos e mozas solteras que habia en
los tales pueblos e provincias, mando a aquellos senores, sus tres buenos amigos, que
luego se partiesen para los tales pueblos e provincias, e que llevasen consigo todos los
caciques e senores que al presente alli eran con el, en presencia de los cuales, en cada
pueblo e provincia que llegasen, casasen los mozos de una provincia con las mozas
solteras de la otra, e las mozas solteras de la otra con los mancebos de la otra; e ansi
fuesen haciendo por las tierras e subjeto de aquellos senores caciques que con el eran,
para que creciesen e multiplicasen e tuviesen perpetua amistad, deudo y hermandad los
unos con los otros. Y esto ansi proveido, el Inca hizo muchas y grandes mercedes |ba|c
aquellos senores caciques, dandoles muchas dadivas; e ansi, se partieron aquellos
senores del Cuzco e los demas caciques, y fueron a hacer lo que ya habeis oido.
039093 E ansi, quedo el Inca en la ciudad del Cuzco con los de la misma ciudad e con
algunos senores de los pueblos de los que en torno de la ciudad estan a una legua, e a
media, e a menos; a los cuales mando, e ansimesmo a los de la ciudad del Cuzco, que
luego trujesen delante del, un senor de aquellos por si, los mancebos e mozas solteras
que ansi en sus pueblos tenian. E siendo traidos delante del los tales mozos e mozas, el
mismo Inca los caso a todos; y esto hecho, mando sacar de los depositos la ropa
necesaria que a todos estos bastase, y el por su mano la dio e repartio a todos, ansi
hombres como mujeres, dando a cada uno dos vestidos; y ansimesmo les dio a cada uno
destos una manta de cabuya mas de los vestidos que les daba, para que con la tal manta
trabajasen sus labores y ejercicios e no gastasen en aquellos los vestidos que les daba; y
ansimismo les repartio e les hizo repartir el maiz y carne seca e pescado seco, e ovejas,
cupre e loza con que se sirviesen, e todo lo demas que a el le parecio que necesario les
era para tener casa cada uno dellos e lo necesario que les era tener en ella. Y mando que
cada cuatro dias se diese e repartiese a todos los del Cuzco lo que cada uno habia
menester de comida e proveimiento, visto y sabido por la casa del numero de servicio |
bque|c cada uno dellos tenia |be|c que ansi les fuese dado el proveimiento que ansi les
fuese necesario para si e para su servicio, mandando que de los depositos se sacasen los
tales bastimentos e comidas, e que dellos se hiciesen en la plaza de la ciudad grandes
montones de las tales comidas, y de alli se les fuese repartiendo por su medida, cuenta y
razon, dando a cada uno lo que ansi hobiese menester; el cual beneficio mando que
siempre so hiciese e durase el tiempo que la ciudad del Cuzco fuese. Y ansi duro deste
senor Inca Yupanqui este heneficio e proveimiento, hasta que los indios fueron subjetos
con la entrada de los espanoles en estos reinos, con cuya entrada todo esto se perdio e
cebso.
040037 CAPITULO XIV
040038 En que trata como Inca Yupanqui constituyo y ordeno la orden que se habia de
tener en el hacer de los orejones, y los ayunos, cerimonias e sacrificios que en el tal
ordenar se habian de hacer, constituyendo en este tiempo que esto se hiciese, una fiesta
al Sol, Ia cual fiesta y ordenamiento de orejones llamo y nombro Raymi.
040046 Acabado de proveer Inca Yupanqui la orden que se habia de tener en el
proveimiento de la ciudad del Cuzco e su republica, volvieron los senores sus tres
buenos amigos que ansi el habia enviado a casar los solteros, como ya la historia os ha
contado; e siendo ya en el Cuzco estos senores e los demas que en la ciudad eran,
mando Inca Yupanqui que todos se juntasen en su casa otro dia de manana, porque
queria comunicar con ellos cierta fiesta, la cual fiesta queria que se hiciese cada ano al
Sol, por la vitoria que le habia dado y hecho Senor; y porque desta fiesta hubiese
memoria, queria constituir en ella cierta cosa que alla con ellos en su junta comunicaria.
Y otro dia de manana se juntaron estos senores en las casas del Inca, que comunico con
ellos la fiesta que ansi queria hacer; e para que de. lla hobiese memoria para siempre,
dijoles Inca Yupanqui que queria bien que en esta fiesta se hiciesen los orejones con
eiertas cerimonias y ayunos, porque una cosa semejante que aquella, que era senal y
insignia para que por toda la tierra fuesen conoscidos dende el menor hasta el mayor de
aquella ciudad por tales senores e hijos del Sol, porque le parecia que, desde alli
adelante, habian de ser tenidos e respetados los de aquella ciudad por los de toda la
ciudad y de la tierra mas que habian sido hasta alli; e que porque habian de ser llamados
hijos del Sol, queria que fuesen hechos y ordenados orejones en aquella fiesta del Sol
con muchas cerimonias e ayunos; porque los que habian sido hechos orejones hasta alli,
ellos y sus padres les horadaban las orejas cada y cuando que querian e bien les estaba, e
porque aquello era cosa que tan facilmente se debiese de hacer, por lo que ya tenia
dicho, que le parecia que en lo tal era bien que hubiese orden e cerimonias en la manera
siguiente: Que se juntasen los deudos del mozo que ansi habia de ser hecho orejon,
como fuese natural de partes de padre de la ciudad del Cuzco y que el y su padre y
madre fuesen senores, y si no, lo fuese el padre; y si caso fuese que no tuviese padre,
que los deudos de su padre e mas cercanos; y que estos hiciesen cierta fiesta a todos los
demas deudos, y que en esta fiesta diesen orden e dijesen como querian hacer orejon a
aquel tal su hijo o duedo; que les regocijaba que en la tal fiesta se hallasen y con sus
prosperidades y mantenimientos le favoreciesen; aunque fuese el que la tal fiesta habia
de hacer el mas rico de los deudos, se habia de encomendar a que le favoreciesen los
demas sus deudos en la tal fiesta y otras cosas que ansi le subcediesen, con lo que ansi
tuviesen; porque les queria dar a entender que por prosperos que fuesen, habian de tener
en mucho a los que tenian no tanto, porque, al fin, podria ser posible que el que al
presente se via en prosperidad, que podria perderse, y el otro que no tenia tanto, estar
aumentado en bienes y le podria socorrer; y porque siempre tuviesen una hermandad y
confederacion, daba aquella orden e aquella manera. E que de alli adelante, que demas
del nombre que de Senor tenia, el sobrenombre que ellos y los demas le nombrasen cada
y cuando que con el alguno hablase, que le nombrasen Huaccha ccuyac, que dice
< > |bde|c , la cual institucion los demas sus descendientes ansi
se intitularan.
041028 Y volviendo al caso, dijoles, que, siendo ansi juntos, senalaran un dia en el cual
dia se juntasen las mujeres de los tales deudos del que ansi habia de ser hecho orejon, y
siendo ansi juntas las tales mujeres, que los tales padres del mozo trujesen cierta lana
negra, la que bastase para una camiseta para su hijo, y ansi traida la repartiesen entre
aquellas mujeres; y que otro dia, en aquel mesmo sitio, la hilasen e diesen hecha; y que
el tal mozo, aquel dia que la tal camiseta se hiciese, parta de alli por la manana y vaya
ayunando al campo, y lleve otros mozos consigo deudos suyos, y el y ellos cojan e
traigan cada sendos haces de paja, porque no haya en ellos ociosidad, sino que sepan e
deprendan a ser domenados, e que si acaso fuere tuvieren necesidad de comida, que
sepan que cosa es andar en el trabajo e ayunando; o ansi traida esta paja, la den e
repartan entre aquellas mujeres que la camiseta le han hecho; dende a cinco dias, se
tornen a juntar otra vez e hagan otra fiesta, en la cual fiesta hagan aquellas mujeres
cuatro cantaros de chicha, los cuales cantaros de chicha esten hechos desde que en esta
fiesta fueren hechos hasta que toda la fiesta del Sol se acabe, e questen siempre bien
atapados; los cuales cantaros lleva cada uno cinco arrobas; y que dende a cinco dias,
este mozo vaya ayunando al cerro de Guanacaure, yendo solo, y coja otro haz de paja y
repartala a aquellas mujeres que la chicha le hicieron; el cual mozo, desde que la
camiseta se le teja e haga ha de ayunar siempre hasta el dia que haya uno de ser armado
orejon; e que no coma si no fuere maiz crudo, e que no coma carne, ni sal, ni aun tenga
que hacer con mujer; y dende a un mes que este ayuno comenzare, los tales parientes le
traigan una moza doncella que no haya conocido a varon, la cual moza, estando
ansimesmo en el ayuno, haga cierto cantarillo de chicha, el cual cantarillo llamen caliz;
y esta moza ande siempre en compania deste mozo en los sacrificios e ayunos mientras
la fiesta durare, sirviendole; y esta chicha hecha por la tal moza, los parientes del novel
la tomen y lleven por delante, e ansimismo la moza con el llevando aquel cantarillo de
chicha llamado caliz; y ansi le llevan al tal novel a la guaca de Guanacaure, que es legua
y media de la ciudad, y en una fuente que alli hay, los parientes laven todo el cuerpo a
este novel, y despues de lavado, le tresquilen el cabello muy tusado, y despues de
tusado, vistanle aquella camiseta que le hicieron aquellas mujeres primeras, de lana
negra, y calcenle unos zapatos hechos de paja, los cuales el mozo haya hecho estando en
su ayuno, para que sepan, que si en la guerra anduviere y le faltaren zapatos, que los
sepa hacer de paja y seguir los enemigos con ellos; y ansi estos zapatos calzados,
ponganle en la cabeza una cinta negra, y encima desta cinta ponganle una honda blanca,
y atenle al cuello una manta blanca que cuelgue a las espaldas, la cual haya de ser
angosta de dos palmos en ancho e que le tome de la cabeza hasta los pies; y esto hecho,
ponganle en las manos un manojo de paja del gordor de una muneca, las puntas de la
cual paja lleve para arriba, segun aquella nace, y del remate desta paja cuelguenle cierto
copo de lana larga, que casi parece un copo de canamo blanco y largo; y ya queste ansi,
llegue a do la guaca esta, e la moza que ansi consigo lleva, de aquel cantarillo caliz
hincha dos vasos pequenos de chicha y delos al novel, el cual beba el uno, y el otro delo
a beber al idolo, el cual derramara delante del. Y esto hecho, se descienda el tal novel y
sus parientes de la guaca, y venganse a la ciudad; y el novel traiga aquella paja, asi
enhiesta, en las manos; e siendo ansi en la ciudad, vistan al novel una camiseta colorada
e con una lista blanca de abajo arriba por medio de la camiseta, con cierta flocadura
segun por el remate de la camiseta, y ponganle en la cabeza una cinta colorada con una
lista de cualquier color; y estando ansi, ponganle aquella manera descapulario en las
espaldas; y de alli vayan a una guaca que yo manana senalare, la cual se llama
Anaguarque, y llegados alli, hagan su sacrificio ofreciendole cierta chicha y haciendo
delante della un fuego, en el cual fuego le ofrezcan algun maiz e coca y sebo; e cuando
ansi fueren, lleven los parientes deste novel, que casi quieren imitar a padrinos, unas
alabardas grandes y altas de oro e plata, y siendo ya el sacrificio hecho, aten en lo alto,
en los hierros destas alabardas, aquella paja que en las manos ansi llevan, colgando |bde|
c los tales hierros aquella lana que ansi cuelga de la paja; v estando ya ansi atada esta
paja, den a cada uno de sus noveles una alabarda destas en las manos; y esto ya hecho,
juntenlos todos a estos noveles que alli se hallaren y mandenles que partan de alli
corriendo todos juntos con sus alabardas en las manos, bien ansi como si fuesen
siguiendo alcance de enemigos, y este correr sea desde la guaca hasta un cerro do se
parece esta ciudad; |be|c esten alli en esle sitio, para que vean ciertos y |b|Cseguros? |c
como llegan estos caballeros noveles corriendo, y quien es aquel que primero llegare
corriendo, y este tal honrenle los suyos y denle cierta cosa y diganle que lo hizo como
buen orejon, e denle por sobrenombre guaman, que dice < > ; y estos tales que
ansi se extremaren, cuando orejones fueron hechos, sean conocidos, para cuando la
ciudad del Cuzco tuviere guerra, suban a los penoles, como mas ligeros, e combatan con
los enemigos.
042077 E otro dia salgan de la ciudad, e yo ansimesmo senalare otra guaca, la cual
guaca se llamara Yavira, la cual sera ol idolo de las mercedes; e siendo ya en ella, hagan
hacer un gran fuego e ofrezcan a esta guaca e al Sol estas ovejas e corderos,
degollandolos primero, con la sangre de los cuales les sea hecha una raya con mucha
reverencia por los rostros, que les tome de oreja a oreja; y ofrezcan ansimismo a este
fuego mucho maiz e coca, todo lo cual sea hecho con grande reverencia e acatamiento,
ofreciendolo al Sol, y alli le pidan eslos noveles, e cada uno por si, que le de
prosperidades y le aumente sus ganados y los mire y libre de cualquier mal que les
venga. Y esto acabado, les sea tomado juramento a cada uno por si, delante del idolo,
que ternan cuidado de siempre acatar y reverenciar al Sol y labrarle sus tierras, y ser
obedientes al Inca e siempre tratarle verdad y serle leal vasallo e no tratarle traicion, e
que cada y cuando que sepa que traicion le hace alguno al Inca, se lo manifestara e dira;
e que lo mismo sera leal a la ciudad del Cuzco; y que cada y cuando que el Inca tenga
guerra o la ciudad del Cuzco, que servira con su persona e armas en la tal guerra, e que
morira en defensa della e del Inca.
043001 Y esto jurado, el senor que alli estuviere en la guaca, ante quien la jura hiciere,
le responda en nombre e lugar del Sol e de aquel idolo, que se lo agradece, e que ansi lo
haga; e que le diga que el Sol ha por bien sea auqui, que dice < > . Y esto
hecho, que el tal novel rinda gracias por ello ahi al Sol, e que luego alli le vistan una
camiseta muy pintada, y le pongan una manta muy pintada encima, todo lo cual sea ropa
fina, y que le cuelguen de las orejas unas orejeras grandes de oro colgando, con un hilo
colorado atadas, y que le pongan una venera de oro grande en los pechos, y que le
calcen unos zapatos de enea, e que le pongan en la cabeza una cinta muy pintada, que
llaman pillaca llauto; que encima desta cinta le pongan una patena de oro, y que hasta
alli ningun mozo se la pueda poner, e si cosa fuere que alli se le olvidare de poner,
nunca se le pueda poner en sus dias. Y que esto hecho, le hagan tender los brazos al tal
novel, e que aquellos sus parientes que alli andan con el como padrinos, le den cierios
azotes en los brazos con unas hondas, para que se acuerde y tenga memoria de la tal jura
que alli hace y merced que le fue hecha. Y esto hecho, desciendan ansi todos juntos a la
plaza desta ciudad, ansi vestidos e adornados como cstuvieren, donde han de hallar a
todos los senores del Cuzco vestidos de unas camisetas largas e coloradas que les de
hasta los pies, los cuales tengan sobre sus mesmas cabezas |bpieles de leones con sus
rostros|c , e los rostros destos leones tengan en drecho de los suyos mismos, las cuales
cabezas de leones lengan ansimismo unas orejas de oro; e ansimismo han de tener
consigo estos senores que en la plaza ansi estan, cuatro atambores de oro.
043046 E como los noveles lleguen a la plaza ponganse en ala a la parte de abajo, los
rostros hacia do el Sol sale; v como ansi lleguen, hinquen las alabardas que ansi traen en
el suelo, cada uno delante de si. Y como esto sea hecho, los senores que alli estan
comiencen su canto y toquen los atambores; y despues de haber cantado y holgadose,
sientense todos ansi en ala como estan, y beban cada dos vasos de chicha y otros dos
ansimismo ofrezcan al Sol, derramandolos delante de sus alabardas, y dende a poco,
levantense y tornen a su cantar; en el cual canto han de dar guandes loores al Sol y
rogarle que a su pueblo e a sus noveles guarde e aumente; y este canto acabado, tornen a
beber. Y esto han de hacer treinta dias, desde el dia que comience. Y desta manera van
cada noche bien arropados de chicha; porque su principal felicidad, en todas sus obras e
cosas que hacen, es el bien beber, y mientras mas beben, mas senor, porque tienen
posibilidad para ello. E ordeno que estos treinta dias cumplidos, se juntasen alli en la
plaza los parientes destos noveles e trujesen los noveles alli consigo, e que hincada la
alabarda, y estando ellos en pie, tomasen con las manos la alabarda, e ansi, tendidos los
brazos, los parientes les diesen con una honda en ellos, para que tuviesen memoria e se
acordasen desta fiesta; y que esto hecho, fuesen de alli a una fuente que dicen
Calixpucquiu, que dice < > , y siendo ya alli, que se laven
todos, a la cual fuente han de ir ya que quiera anochecer. E siendo ansi lavados, hanse
de vestir otras camisas preciadas, y ansi vestidos, sus parientes los apedrean con unas
tunas, y cada pariente, ansi como le haya apedreado con las tunas, sean obligados a les
ofrecer a los tales noveles ciertas joyas e piezas de ropa, e denle ansimismo, en fin
desto, a cada uno destos noveles, una honda. Y esto acabado, cada uno destos noveles
ha de volver a su casa, la cual casa ha de hallar muy limpia, e muy buena lumbre hecha
en ella, y todos sus parientes e parientas en ella; y entonces han de sacar los cuatro
cantaros de chicha que hicieron en el principio de la fiesta, de los cuales cantaros han de
beber todos, y al tal novel han de imbriagar con la tal chicha de tal manera que no tenga
sentido; e desque ya este ansi, hanlee te sacar del aposente y donde ellos mejor les
pareciere, alli le horaden las orejas. Y otro dia de manana, salgan todos los noveles a la
plaza todos juntos y en orden de pelea y bien ansi como si quisieran dar batalla, con sus
hondas en las manos y a los cuellos unas bolsas de redes, en las cuales traigan muchas
chinas; y puestos tantos de un cabo como de otro en la plaza, comiencen a batallar; la
cual batalla han de dar, a fin de que han de entender que ansi han de pelear con sus
enemigos. Y desta manera me parece que han de ser estas cirimonias, y deste arte ternan
orden |ben|c el hacer de los orejones y no lo que ha sido hasta aqui.
044030 Oido por los senores lo que Inca Yupanqui tenia ordenado, dijeron que aquello
estaba muy bien ordenado e pensado, que asi se hiciese de alli adelante, e que les dijese,
que desde cuando queria que comenzase aquella fiesta? Les dijo que de alli a treinta
dias se podria comenzar, porque de alli comienza el mes de do principiaba el ano; y
ellos le rogaron, que porque hasta alli no habian tenido orden por do conociesen el ano e
los meses del, que tuviese |bpor bien? |c de senalarselo y decilles de donde comenzaban,
e los nombres de los tales meses. Y el Inca les respondio, que despues de aquella fiesta
del Sol, tenia el pensado de dar orden en aquello mas, pues que ellos le rogaban que se
los dijesen y senalasen que el los queria hacer aquella merced; e que al presente no
habia lugar de les dar razon de aquello, porque pensaba senalar y ordenar en los tales
meses otras fiestas en que todos ellos se regocijasen e hiciesen sus sacrificios; que de
alli a diez dias, les diria la orden que en aquello habian de tener e las fiestas que les
habian de regocijar e sacrificios que ansi habian de hacer. Y esto dicho, salieron de su
acuerdo el y los demas senores, los cuales se fueron cada uno a su posada, donde
comenzaron a dar orden a sus fiestas, que ya habeis oido que dende a treinta dias habian
de comenzar; los cuales treinta dias pasados, hicieron su fiesta en la manera que habeis
oido; y dende entonces lo continuaron hacer en la manera ya dicha, hasta este ano en
que estamos de mill y quiniento y cincuenta y un anos. Esta fiesta y las demas que este
Senor constituyo, aunque se las quieran quitar en esta ciudad del Cuzco, las suelen ellos
hacer oculta o secretamente en los pueblecillos que estan en torno de la ciudad del
Cuzco.
044075 CAPITULO XV
044076 En que trata de como Inca Yupanqui senalo el ano y los meses y los puso
nombre, y de las grandes idolatrias que constituyo en las fiestas que ansi ordeno que se
hiciesen en los tales meses; e de como hizo relojes de sol por los cuales viesen los de la
ciudad del Cuzco cuando era tiempo de sembrar sus sementeras.
044084 Pasados que fueron los diez dias que Inca Yupanqui dijo a los senores que
despues de aquellos se juntasen con el otra vez, en la cual junta les habia de decir la
orden que ansi le pedian que hiciese del ano y meses e de las mas fiestas que ellos
habian de tener e guardar, Inca Yupanqui les dijo que el habia muchos anos que habia
imaginado los meses e tiempo del ano, los cuales habia hallado que eran doce, e que no
pensaba decilles destos doce meses e tiempos cosa, sino fuese bien ansi como fuesen
entrando y las tales fiestas que ellos en ellos habian de hacer el fuese constituyendo;
mas, pues ellos se lo habian pedido, que el se lo queria pedir (asi) y decir y declararles
las fiestas e sacrificios que en los tales meses ansi habian de hacer, que estuviesen
atentos e los tomasen bien en su memoria; que demas desto, ansimesmo habia pensado
de hacer cierta cosa que el llamo Pachaunanchango, que quiere decir < > – que podemos presumir por relox – , por el cual ellos y sus descendientes, ya
que perdiesen la cuenta de los meses, para que le entendiesen cuando era el tiempo del
sembrar, e laborar, e aderezar sus tierras.
045010 E ansi los senores estando atentos, lnca Yupanqui les dijo: a este mes que
viene, en el cual se han de hacer los orejones, como ya os tengo dicho, que es de donde
el ano comienza, le llamareis y llamarse ha Pucuy quillaimi, que es nuestro mes de
diciembre; y al mes de enero llamaba ha tiempo Coyquis; y al mes de hebrero llamo
Ccollapoccoyqquis; y al mes de marzo llaman Pachapoccoyquis; y al mes de abril
Ayrihuaquis; y al mes de mayo llaman Ayrihuaquis quilla. En este mes constituyo e
mando Inca Yupanqui que se hiciese otra fiesta al Sol, muy solene, en la cual se
hiciesen grandes sacrificios, a fin de quel les habia dado la tierra y el maiz que en ella
tenian, y que desde que entonces comenzaran a coger sus maices, comenzaso la fiesta y
durase hasta en fin del mes de junio; y que en este mes de junio, que llamo Hatun cosqui
quillan, que los que en el mes de diciembre pasado eran ordenados orejones, en aquesta
fiesta que constituia en este mes de junio, se vistiesen de camisetas tejidas de oro y plata
y de plumas tornasoles, y que ansi puestos de sus plumajes y patenas e brazaletes de
oro, saliesen a esta fiesta; y que en esta fiesta diesen fin a sus ayunos y sacrificios, que
desde que eran ordenados orejones hasta alli habian hecho; y comenzasen de alli a
holgarse y celebrar la otra que ansi constituia que se habia de hacer al sol por las
simenteras, a la cual fiesta que ansi comenzaba desde el mes de mayo hasta fin de junio,
como ya habeis oido, llamo e nombro Yahuarincha aymoray. La cual fiesta mando que
se hiciese en la plaza do agora es el espital, en la ciudad del Cuzco, que es a la salida
desta ciudad, do llaman Rimacpampa; a la cual fiesta habian de salir vestidos los
senores de la ciudad de unas camisetas coloradas que les daba hasta en pies; en la cual
fiesta mando que se hiciesen grandes sacrificios a los idolos, do se les quemase e
sacrificase muchos ganados e comidas e ropa, y en las tales guacas fuesen ofrecidos
muchas joyas de oro y plata.
045063 Al mes de julio le llamaron Cahuarquis, en el cual no mando que se le hiciese
fiesta ninguna, mas de que les dijo que en este mes se habian de regar sus tierras, e
habian de comenzar a sembrar su maiz e papas e quinua hasta el mes que entraba e
salida del setiembre; y al mes de agosto llamo Capacsiquis; y al mes de setiembre llamo
Cituaiquis. En este mes dice que constituyo Inca Yupanqui que se hiciesen dos fiestas,
la una que casi quiere parecer a la que nos hacemos de San Juan, porque se levantan a
media noche y se lavan hasta que rie el dia, y llevan ciertos hachos encendidos; y
despues de ser lavados, danse con estos hachos en las espaldas, e dicen que echan de si
toda dolencia e mal que tengan. E la otra fiesta es |bla|c que llamo este Inca Yupanqui
Purappucquiu (12) , |be|c ansimismo la hacia e mando hacer en este mes; la cual mando
que se hiciese a las aguas, e cme ansimismo las hiciesen sacrificios; y en estos
sacrificios mando que se ofreciese mucha ropa y ovejas y coca y que de todas cuantas
yerbas y plantas que habia en los campos, trujesen las flores dellas; todo lo cual mando
que ofreciesen a las aguas en esta manera: que tomasen mucha cantidad de ropa y la
echasen en aquel rio del Cuzco en la parte do se juntan los dos rios; que ansimismo
trujesen muchas ovejas e corderos e que los ofreciesen al agua y los degollasen en aquel
lugar do la ropa era echada, y que hiciesen luego alli un gran fuego en el cual quemasen
estas ovejas e corderos, e la ciniza de los tales ansi quemados, la lanzasen en el agua en
aquel mesmo sitio, y que luego tras esto, lanzasen en el rio las flores que ya habeis oido;
e tras esto, mando que echasen en el agua mucha coca molida e desmenuzada. Y tras
esto se ponia, cuando se ponia el Sol, en cierto sitio, en el cual estuvo seguro en pie en
una parte donde bien ver se pudiese, y ansi como conociese desde aquel sitio do el se
paraba, el curso por do el Sol iba cuando se ponia, en aquel derecho, en lo mas alto de
los cerros, hizo hacer cuatro piramides o marmoles de canteria, los dos en medio
menores que los otros dos de los lados, y de dos estados de altor cada uno, cuadrados, e
apartado uno de otro una braza, salvo que los dos pequenos de enmedio hizo mas juntos,
que del uno al otro habra media braza. Y cuando el Sol salia, estando uno puesto do
Inca Yupanqui se paro para mirar y tantear este derecho, sale y va por el derecho y
medio destos dos pilares, y cuando se pone, lo mismopor la parte do se pone; por donde
la gente comun tenia entendimiento del tiempo que era, ansi de sembrar, como de coger;
porque los relojes eran cuatro a do el Sol salia y otros cuatro a do se ponia, do se
diferenciaban los transcursos y movimientos que asi el Sol hace en el ano. Errose el
Inca Yupanqui en el tomar del mes para que vinieran a una y a nuestra cuenta los meses
del ano que ansi senalo, porque tomo de diciembre, habiendo de tomar de enero; mas, al
fin, el supo de entenderse y dar orden a su republica.
046043 CAPITULO XVI
046044 En que trata como Inca Yupanqui reedifico la ciudad del Cuzco, e como la
repartio entre los suyos.
046047 Despues que Inca Yupanqui hubo hecho e dado orden en el ano e meses e
fiestas que en el se habian de celebrar, y hechos los relojes, habiendose recreado e
holgado en las cosas que habeis oido tiempo y espacio de dos anos, el cual tiempo gasto
este Senor en estarse en su pueblo, porque los naturales e caciques que a el estaban
sujetos tuviesen espacio y tiempo para holgarse en sus tierras del trabajo que habian
pasado en el reparo que ansi habian hecho en los arroyos de la ciudad del Cuzco, e
porque ansi tuviesen espacio e tiempo de sembrar e coger grandes sementeras, con las
cuales se reparasen de comidas e todos proveimientos, e tuviesen con que poder servir e
contribuir a la ciudad del Cuzco y a los depositos que en ella eran; pareciendole que ya
rescibia su persona e los demas algun tanto de pena por la ociosidad que ansi tenian el y
los demas, ajuntose un dia con los principales de la ciudad del Cuzco e dijoles: que ya
habia ociosidad; que le parecia que ya era tiempo que los caciques e senores a el
subjetos viniesen con sus comidas e bastimentos a la ciudad del Cuzco e trajesen
consigo toda la mas gente que ser pudiese, porque tenia en si acordado de hacer
reedificar la ciudad del Cuzco de tal manera que para perpetuamente fuese hecha y
fabricada de ciertos edificios que el en si tenia pensado, e que despues que fuesen
hechos, ellos los verian; para lo cual era necesario mucha y muy gran cantidad de gente,
e que para esto era necesario que saliesen de la ciudad ciertos senores de los que alli en
aquella junta con el eran; e que luego alli viesen los que querian ir, porque, con los que
quedasen, el tenia necesidad, mientras los que habian de ir fuesen, de hacer e proveer lo
que para el tal edificio fuese necesario. E luego alli fueron nombrados diez senores, con
veinte orejones, los cuales se partieron luego de alli e fueron a los pueblos e provincias
a hacer traer y proveer lo que ya habeis oido.
046098 Inca Yupanqui e los demas senores que alli quedaron, asi como fueron salidos
de su consulta, fueron por todo el torno de la ciudad en cinco leguas, y en el |blugar|c
que les parecio, buscaron e miraron do hobiesen sierras e sitios do se pudiese sacar
piedra y canteria, e barro, e tierras para hacer las mezclas que los tales edificios habian
de llevar; donde hallaron que en el sitio de Saluoma habia mucha y muy gran cantidad
de piedra e muy grandes canteras. E visto por el Inca e los demas senores que ya alli
tenian aparejo e recaudo e mucha y muy gran cantidad do canteria, se volvieron a la
ciudad, donde dieron orden, luego que llegados fueron, en la manera que ansi habian de
traer e acarrear la tal canteria; para lo cual mandaron que fuesen hechas muchas y muy
gran cantidad de sogas gruesas, e maromas de niervos e de cueros de ovejas.
047019 |bYa|c que esto ansi fue hecho, Inca Yupanqui trazo la ciudad e hizo hacer de
figuras de barro, bien ansi como el la pensaba hacer y edificar; e luego questo fue
hecho, llegaron en aquella sazon e tiempo aquellos orejones e senores que habian ido a
hacer traer proveimiento y comida e cantidad de gente para hacer los tales edificios,
como ya la historia os ha contado; e como ansi llegasen, los caciques saludaron al Inca
en la manera que ya os dijimos, y el Inca los recibio con intranable amor, con los cuales
le parecio que seria bien holgarse con ellos cinco dias, y ansi fue hecho. En cabo de los
cuales, pareciendole al Inca que seria bien dar orden en que se comenzase a poner por
obra el fabricar de la ciudad, pareciendole que ya la tal gente que ansi era llegada habia
de descansar el tiempo que le bastase, luego mando a los caciques que cada uno juntase
su gente en cierta campana e llano e la pusiesen cada uno por si, porque les queria
repartir a todos ellos la obra que ansi habian de hacer, e dalles la orden que en ello
habian de tener. Y siendo ansi juntas las tales gentes, repartio su obra entre los tales
caciques, mandando a unos que acarreasen piedra tosca para los cimientos, y a otros que
trujesen barro el que les pareciese que fuese bueno e pegajoso; con el cual barro e piedra
tosca mando hacer los cimientos de los tales edificios, sacandolos de cimiento, que era
el cimiento y asiento de ellos desde donde topaban con agua, para lo cual mando que se
edificasen de piedra tosca e barro pegajoso, a fin de que si el agua entrase por ellos, no
fuese parte a deshacer e comer este barro; porque, como ya os dijimos, todo lo mas del
asiento de la ciudad eran cienegas e manantiales de agua; todos los cuales manantiales
mando que fuesen tomados e repartidos de tal manera, que a las casas de la tal ciudad
fuesen por sus canos y hechos fuentes para el servicio y provemiento della.
047068 Y ansimesmo a otros mando que sacasen y abriesen los cimientos de las tales
casas y edificios de la ciudad, y a otros mando que acarreasen canteria para el edificio
que se habia de edificar despues que estos cimientos fuesen ansi altos en el peso y ser
que habian de ser; e a otros mando hacer adobes de barro e tierra pegajosa, en los cuales
adobes se echase mucha cantidad de paja; la cual paja es a manera de espanto d’Espana;
la cual tierra e paja fuese amasada de tal manera, que los tales adobes fuesen bien
hechos y tupidos, con los cuales adobes se habia de edificar desde la obra de canteria
para arriba hasta que los tales edificios e casas estuviesen en el altor y ser que habian de
llevar. A otros mando que trujesen y acarreasen mucha cantidad de maderos de aliso
largos e derechos, dandoles el largor y medida que habian de tener. Y ansimesmo
mando que para cuando fuesen hechos y altos los edificios e puestos en proporcion y en
el ser que habian de tener, que para |bque|c la mezcla que ansi habian de llevar en el
lucimiento de las casas, ansi por de dentro como por de fuera, pegase y no se
resquebrajase, mando que trujesen para aquel tiempo mucha cantidad de unos cardones
que ellos llamaban aguacolla quizca, con el zumo de los cuales fuesen untadas las tales
paredes; e siendo la mezcla muy bien amasada e mezclada con mucha cantidad de lana,
fuese puesta en las tales paredes sobre la mojadura que ya habeis oido de los tales
cardones, y que en la tal mezcla, si no quisiesen echar lana, echasen paja, la cual fuese
muy mucho molida, e ansi se diese lustre a las tales paredes y edificios.
048006 Todo lo cual que oido habeis, siendo proveido todas estas cosas e cada una de
ellas, se levantaron aquellos caciques y luego pusieron por obra los tales edificios y
proveimientos de pertrechos que asi les era mandado que para lo tal era necesario, y
luego mando inca Yupanqui que se saliesen todos de la ciudad del Cuzco de sus casas, e
sacasen lodo lo que dentro dellas tenian, e se pasasen a los pueblezuelos que por alli
juntos eran; e como esto fuese ansi hecho, mando que las tales casas fuesen derribadas
por tierra. Donde, como esto fuese hecho e limpio e llano, el mesmo por sus manos
juntamente con los demas senores de la ciudad, haciendo traer un cordel, les senalo y
midio con el tal cordel los solares e casas que ansi se habian de hacer, e cimientos e
edificios dellas; de todo lo cual ansi senalado abiertos los cimientos, y siendo los
pertrechos necesarios para la tal obra |btraidos, aparejados? |c , comenzaron a hacer y
edificar su ciudad e casas della; los cuales edificios y casas fueron hechos andando en la
obra y edificios dellos continuamente, mientras la obra duro, cincuenta mill indios; e
tardose, desde que Inca Yupanqui mando comenzar a reparar las tierras e rios de la
ciudad e la tal hacer y edificar, hasta que todo lo cual que oido habeis fue fue hecho y
acabado, veinte anos.
048040 E como ya la ciudad fuese hecha e puesta en perficion, mando Inca Yupanqui
que todos los principales del Cuzco e los demas vecinos e moradores del, fuesen juntos
en cierta campana rasa; e siendo ansi juntos, mando traer alli la traza de la ciudad e
pintura que ansi habia mandado hacer de barro, e tiniendolas delante de si, dio e repartio
las casas e solares ya edificados y hechos como oido habeis, a los senores del Cuzco y a
los demas vecinos e moradores del, todos los cuales eran orejones descendientes de su
linaje e de los demas Senores que hasta el habian sucedido desde el principio de Manco
Capac, poblandolos e mandandolos poblar en esta manera: que los tres senores sus
amigos poblasen desde las Casas del Sol para abajo, hacia la junta de los dos rios, en
aquel espacio de casas que entre los dos rios se hicieron, y desde las Casas del Sol para
abajo, al cual sitio mando que se llamase Hurin Cuzco, que dice < > , y el remate postrero de la punta desto, mando que se nombrase Pumap
Chupan, que dice < > ; en el cual sitio poblaron estos tres senores, ellos y
los de su linaje, de los cuales y de cada uno por si comenzaron e decindieron los tres
linajes de los de Hurin Cuzco; los cuales senores se llamaron Vica Quirao, y el otro Apu
Mayta, y otro Quilliscachi Urco Guaranga. E de las Casas del Sol para arriba, todo lo
que tomaban los dos arroyos hasta el cerro do agora es la fortaleza, dio e repartio a los
senores mas propincos deudos suyos e descendientes de su linaje por linia recta, hijos de
senores e senoras de su mesmo deudo e linaje; porque los tres senores que de las Casas
del Sol para abajo mando poblar, segun que ya habeis oido, eran hijos bastardos de
senores, aunque eran de su linaje, los cuales habian habido en mujeres extranas de su
nacion e de baja suerte, a los cuales hijos ansi habidos, llaman ellos Guaccha Cconcha,
que quiere decir < > ; y estos tales,
aunque sean hijos del Inca, son llamados ansi, e no son tenidos ni acatados ninguno
destos, ansi hombres como mujeres, de los demas senores, sino por un orejon de los
otros comunes.
048096 Porque habran de saber, que el Inca que ansi es Senor, tiene una mujer
principal: esta |bno|c ha de ser deuda de pobres, y esta tal mujer ha de ser principal e
deuda, hermana o prima hermana suya, a la cual mujer llaman ellos Pi ui uarmi y por
otro nombre Manianguarmi; y la gente comun, como a tal mujer principal del Senor,
llaman, cuando ansi la entran a saludar, Pocaxa (? ) intichuri capac coya guacchacuyac
que dice: < > ; y esta tal senora habia
de ser de padre e madre dercchamente senor e deuda del Inca, sin que en ella hubiese
raza ni junta de Guaccha Concha, que es lo que ya habeis oido. Y esta tal senora recibia
el Inca por mujer principal suya el dia que tomaba la borla del Estado e insinia real, e
los hijos que ansi en esta tal senora habia, se nombraban Pihuichuri, que dice como si
dijesemos hijos legitimos; y el mayor destos era senor del Estado y heredero legitimo; e
si caso fuese que el Inca muriese dejando este tal nino que no supiese gobernar, hacianle
Senor, e ponianle la borla en la cabeza, aunque este tal estuviese mamando, e
llamabanle al tal nino Guayna Capac, que dice < > ; aunque los que
construyen este nombre, no entendiendo lo que quiere decir, |bdicen? |c que dice
mancebo rico; porquebabran habran de saber que Capa, siendo postrera, dice rico, y
Guaina dice mancebo: e si dijera este nombre Capa Guaina, dijera mancebo rico; mas
dice Guaina Capac, con c postrera, que dice mancebo rey.
049035 E ansi mesmo construyen otro nombre los que no lo entienden, que dice
mancebo Viracocha, que quiere decir y podremos tener dice Dios, porque este nombre
nombran ellos al que dicen e tienen que fue el Hacedor; e como los espanoles viniesen a
esta tierra y ellos viesen gente muy ajena de su ser, como la historia adelante os contara,
llamaronlos a todos y a cada uno por si, Viracocha; y queriendo construir este nombre
los que les parecia que iban entendiendo el hablar, parabanse a pensar y imaginar que
vira quiere decir en esta lengua < > , y cocha dice < > ; todo lo cual
declaraban e decian que queria decir < > , y < > ; lo cual no quiere decir aquello, sino propiamente Dios. Y ansi, cuando los
espanoles vinieron a esta tierra, los llamaron deste nombre e tuvieron por dioses.
049057 E volviendo a nuestra historia, a este tal nino senalabanle sus ayos y
gobernadores, los cuales gobernasen todo el tiempo que viesen que no era de edad para
gobernar; e si el Inca, despues de haber recibido a esta por mujer, o antes desta, tuviese
otras cincuenta mujeres hermanas y deudas suyas, porque ansi era su costumbre de tener
a todas sus hermanas por mujeres, los tales hijos que en estas habia no heredaban
ninguno destos su estado, si no fuese el hijo de la tal Pihui, mujer legitima, que ellos
dicen. Y si caso fuese que esta tal no hobiese el Inca en ella hijos, o la tal pariese hijas,
en el tal caso el Estado se daba, por fin de los dias del Inca, al hijo mayor que ansi
hobiese habido en cualquiera de las otras mujeres sus hermanas o deudas, como viesen
que el tal mostraba en si ser o capacidad para rigir y gobernar su reino e republica; e si
no era tal cual debiese, escogian entre sus hermanos el que mejor les parecia que los
podria gobernar, e a este tal e con este tal daban e casaban la tal su hermana, en la
manera que ya habeis oido, que ansi su padre habia habido en la tal Pihuihuarmi o mujer
principal, a la cual tenian e respetaban, ansi los senores de la ciudad del Cuzco como los
demas senores de toda la tierra, como a su tal reina e senora principal de todos ellos.
049091 E volviendo al proposito del repartir de la ciudad e casas della, Inca Yupanqui
las repartio en la manera que habeis oido, tomando el para si en ella las casas e solares
que ansi vio que le bastaban. Y esto ansi hecho, mando, que porque no hubiese en esta
ciudad mezcla de otras gentes ni generacion, si no fuese la suya y de sus orejones,
porque esta ciudad tenia el que habia de ser la mas insigne ciudad de toda la tierra, y
aun que todos los demas pueblos habian de servir e reverenciar, segun que antiguamente
fue nuestra Roma; que los del linaje de Allcahuiza, el cacique senor que Manco Capac
hallara poblado en aquel sitio, segun que ya la historia os ha contado, que estos tales
poblasen alli junto al Cuzco, casi dos tiros de arcabuz de la ciudad; e ansi poblaron; a
los cuales dio Inca Yupanqui favor y ayuda para que les ayudasen a hacer sus casas; el
cual pueblo, despues que lo tuvieron hecho y acabado, mando Inca Yupanqui que se
nombrase este pueblo Cayaucachi; e ansi, estos de Allcahuiza fueron echados de la
ciudad del Cuzco, e ansi quedaron subjetos e avasallados; los cuales podrian decir que
les vino g|ruesped que los echo de casa.
050020 CAPITULO XVII
050021 En que trata de como los senores del Cuzco quisieron que Inca Yupanqui
tomase la borla del Estado, viendo su gran saber e valerosidad, y el no la quiso rescebir,
porque su padre Viracocha Inca era vivo, e si no fuese por su mano, que no la pensaba
rescebir; e como vino su padre Viracocha Inca y se la dio; e de cierta afrenta que
despues desto hizo a su padre Viracocha Inca, e de la fin e muerte de Viracocha Inca.
050031 Despues de haber Inca Yupanqui dado e repartido la ciudad del Cuzco en la
manera que ya habeis oido, puso nombre a todos los sitios e solares, e a toda la ciudad
junta nombro Cuerpo de Leon, diciendo que los tales vecinos y moradores del eran
miembros del tal Leon, y que su persona era la cabeza del. E como los tales senores de
la ciudad hubiesen visto las grandes y crecidas mercedes que les habia hecho e cada dia
les hacia, e considerando ellos su gran sabiduria y el celo grande que ellos en el
conocian que tenia del bien de su republica, andaban imaginando todos ellos juntos y
cada uno por si, como le hiciesen un servicio senalado del cual servicio el fuese dellos
bien servido y a el fuese agradable. Para lo cual todos ellos se juntaron un dia, en la cual
junta ordenaron e concertaron que el servicio que le debian hacer era ponerle la borla
del Estado e insignia de rey que ellos tenian, segun era su usanza e costumbre antigua, e
darle otro nuevo nombre. Todo lo cual ansi hecho e acordado por ellos, se salieron muy
alegres, pensando que habian acordado con que el Inca le fuese agradable; y esto ansi
acordado, se salieron todos e se fueron, ansi todos juntos como estaban, a la casa del
Inca; al cual hallaron que no estaba ocioso, el cual estaba pintando e debujando ciertas
puentes y la manera que habian de tener, e como habian de ser edificados; y ansi mesmo
debujaba ciertos caminos que de un pueblo salian y iban a dar a aquellas puentes e rios.
Como esto fuese ajeno del entender de aquellos senores, que quisiesen ver este debujo,
luego que llegaron do el Inca estaba, despues de le haber saludado y hecho su debido
acatamiento, le preguntaron |C que era aquello que ansi debujaba? A los cuales
respondio, como los vio ansi venir a todos juntos, todos los cuales habian entrado muy
alegres delante del: < > .
050095 Los senores le rendieron gracias por ello e le rogaron que ansi lo hiciese e por
ellos mirase; y el Inca les dijo que le dijesen a lo que venian, y que luego se volviesen,
porque le hacian perder el tiempo. Y ellos le dijeron, que a lo que ellos alli venian, era a
rogalle que les dijese que cuando pensaba tomar la borla del Estado, porque les parecia
que era ya tiempo; e que ellos querian dar orden e proveer los menesteres e cosas que
para ello eran necesarias, e para la fiesta e ceremonias e aynnos que en tal caso ansi se
habian de hacer. E como el Inca esto oyese, dicen que se rio e dijo: que estaban muy
lejos, e que sus pensamientos dellos estaban muy atras de do el suyo iba caminando, e
que ellos pasalan muy adelante al suyo, el dellos; que, al presente, que no gastasen
tiempo con sus pensamientos en semejante cosa, porque |ba|c ellos hacia saber, que
mientras su padre viviese, el no pensaba ponerse tal cosa en su cabeza, porque el
pensaba que su padre habia de dar la tal borla a su hijo Inca Urco despues de sus dias, la
cual el pensaba irsela a quitar de la cabeza, e la cabeza juntamente con ella, por las
palabras que su padre le habia dicho, que fueron, que pisase Inca Urco las insignias del
Chanca Uscovilca, que cl venciera; e que les prometia de no tomar la tal borla mientras
su padre viviese, si no fuese en tal manera, o si no fuese que su padre viniese a la ciudad
del Cuzco a se la poner el de su mano en su cabeza; e de aquella manera, que el la
acetaria. Que el les agradecia la voluntad que para aquello ellos le habian mostrado, e
que les juraba, que el les satisfaria la deshonra que su padre les hiciera a ellos y a su
ciudad en desampararla. Y restituyendo el cual juramento, hizo en esta manera: que
tomo un vaso de chicha en sus manos, e vaciolo por el suelo, diciendo, que su sangre
fuese derramada bien ansi como el habia vaciado aquel vaso de chicha por el suelo, si el
de la tal afrenta no tomaba satisfaccion de su padre, e haciendole a su persona otra tal
cual el a ellos les hiciera |be|c a su ciudad. A todo lo cual, conociendo de Inca Yupanqui
aquellos senores su voluntad, para en lo que tocaba a lo que ellos habian venido,
viendole enojado, no le respondieron a aquella cosa. E luego les dijo, que si querian otra
cosa? , si no que se fuesen. E los senores le respondieron que no habian venido a otra
cosa mas de aquello que le habian dicho.
051057 E ansi, se salieron estos senores e se tornaron a juntar como de antes habian
hecho; en la cual junta platicaron como diesen orden para que Inca Yupanqui tuviese la
borla del Estado que ellos tanto deseaban. E ansi, acordaron dellos por si y en nombre
dellos mismos, de enviar sus mensajeros a Viracocha Inca, por los cuales le enviasen a
rogar que tuviese por bien de venir a la ciudad del Cuzco, haciendole saber el nuevo
edificio della, el cual se holgaria de ver; e por les hacer a ellos merced y
contentamiento, tuviese por bien de dar a su hijo Inca Yupanqui, de aquella venida que
ansi viniese, la borla del Estado, ques el se habia disistido della e dicho a los caciques
que a verle habian ido, que el se disistia della e la daba a su hijo Inca Yupanqui, para
que de alli adelante la tuviese e fuese puesta en su cabeza por ellos; lo cual no habia
querido hacer por le tener el respeto como a su padre.
051081 Y esto ansi acordado por los senores de la manera que habeis oido, enviaron
sus mensajeros a Viracocha Inca donde estaba poblando en su penol; el cual Viracocha
Inca, como viese la embajada que los senores le enviaban, vino a la ciudad del Cuzco; la
cual venida, como fuese sabida por el Inca, saliole a rescibir al camino e saludole como
a su Senor y padre; e ansi entraron entramos juntos en la ciudad. Y viendo Viracocha
Inca la ciudad tan bien obrada y edificada e los edificios della, e supo la orden y
gobierno que Inca Yupanqui en ella habia puesto ansi de los depositos como de lo
demas, tocante al bien de su republica, y el amor que todos le tenian, ansi los de la
ciudad como los demas caciques y senores, por el buen gobierno con que los gobernaba
y mercedes que el ansi les hacia, en presencia de todos los senores del Cuzco y caciques
que alli estaban, viendo la suntuosidad que representaba la ciudad e sus edificios, dijo
Viracocha Inca a Inca Yupanqui: < > . Y tomando la borla en sus manos, quitandola de su misma cabeza. Y
era una costumbre entre estos Senores, que cuando aquello asi se hacia, el que la tal
borla le ponia en la cabeza al otro, juntamente con ponersela, le habia de nombrar el
nombre, el cual habia de tener de alli adelante. E ansi, Viracocha Inca, como le pusiese
la borla en la cabeza, le dijo: < > ; que
dice: < > – El Yupanqui es el alcuna e
linaje de do ellos son, porque ansi se llamo Manco Capac, que por sobrenombre tenia
Yupanqui.
052025 E ansi nombrado Inca Yupanqui por rey y Senor, en presencia de los que alli
estaban, Inca Yupanqui mando que fuese alli traida una olla que fuese usada, e que ansi
como la hallasen en la casa de do sacasen la tal olla, sin mas lavar, sino que ansi como
estuviese, se la trujesen; e siendo ansi traida, mando que la inchiesen alli de chicha. ansi
sucia como estaba, e siendo ansi llena, mando que la diesen a su padre Viracocha Inca,
al cual mando que ansi la tomase e ansi mismo la bebiese sin dejar en ella cosa.
052039 E visto por Viracocha Inca lo que ansi le era mandado por el nuevo Senor,
tomola, e sin le responder cosa ninguna, bebio la tal chicha, e luego que la hubo bebido,
se abajo e inclino a el, e le pidio perdon. Al cual el nuevo Senor respondio, que el no
tenia de que perdonarle, que si lo decia por la gente que le habia echado para le matar,
cuando le habia ido a ver, que de aquello el estaba bien satisfecho; que aquello no lo
habia el hecho sino en nombre de la ciudad del Cuzco e de aquellos senores que alli
estaban presentes, por haber hecho sus cosas como mujer, y pues lo era, que no debia el
beber sino en semejantes ollas como aquella en que habia bebido. A todo lo cual el
Viracocha Inca estaba en el suelo e inclinada la cabeza para el, e respondiendo de
cuando en cuando a lo que ansi el nuevo Senor le decia, chocayun, que dice: < <|G Mi cruel padre! >> e < > .
052062 E luego le hizo levantar e llevole consigo a su casa, donde le aposento
suntuosamente; e luego comieron los dos juntos, e de alli adelante procuro el nuevo
Senor de le hacer toda honra y placer e contentamiento.
052068 E luego los senores del Cuzco dieron orden en el proveimiento que era
necesario para las fiestas e sacrificios e ayunos que el Inca habia de hacer, e la su tal
mujer que en aquella fiesta habia de rescebir. E siendo ansi hecho e proveido, el Inca se
metio en un aposento, cual para aquello era senalado, e su mujer e suegra fueron
metidas en otro, los cuales estuvieron ayunando, que no comian sino maiz crudo e beber
chicha, diez dias; e lo mesmo ayunaban los deudos del e della, aunque andaban por la
ciudad. Mediante los cuales dias, los senores del Cuzco hicieron muchos y muy grandes
sacrificios a todos los idolos y guacas que estaban en torno de la ciudad, en especial en
la Casa del Sol, do fueron sacrificados gran suma de ganados, ovejas, corderos e
venados, e de todos los demas animales que para aquella fiesta pudieron haber; de muy
mucha suma de aves, como son aguilas, halcones, perdices, avestruces, e de todas las
demas aves bravas que pudieron haber, hasta patos e otras aves domesticas; e otros
muchos animales, tigres, leones, gatos monteses, ecepto zorras, porque con las tales
tienen odio e mal querencia, que si las ven cuando en estas fiestas semejantes estan los
que ansi entienden en hacer estos sacrificios, lo tienen por mal ag|ruero. Ansimesmo
fueron sacrificados muchos ninos y ninas, a los cuales enterraban vivos muy bien
vestidos e aderezados, los cuales enterraban de dos en dos, macho y hembra; e con cada
dos destos enterraban mucho servicio de oro y plata, como eran platos y escudillas y
cantaros, ollas y vasos para beber, con todos los demas menesteres que un indio casado
suele tener, todo lo cual era de oro y plata; e ansi enterraban estos ninos con todos estos
ajuares, los cuales eran hijos de cacique y principales. Y mientras estos sacrificios se
hacian, todos los de la ciudad estaban en grandes fiestas y regocijos en la plaza de la
ciudad.
053024 Y estos dias pasados, los padres de la moza e los demas deudos iban al Inca
llevandole la tal mujer delante de si, vestida de ropa fina tejida de oro y plata fina, los
cuales vestidos iban presos por la parte de arriba y junto al pescuezo, con cuatro
alfileres de oro de a dos palmos de largo cada uno, los cuales suelen pesar dos libras de
oro; y en la cabeza puesta una cinta de oro tan ancha como un dedo pulgar, que casi
quiere parecer corona; e ansimesmo llevaba fajada por la cintura una faja tejida con lana
fina e oro, en la cual faja iban muchas y diversas pinturas. Llevaba por cobertor otra
manta pequena, ansimismo tejida de oro y plata fina, e de diversas labores, segun su uso
de vestido; llevaba calzados en los pies unos zapatos de oro segun su usanza, las
atadauras de los cuales son ansimismo de oro; la cual iba muy limpia e peinada e
aderazada. E como asi llegasen do el Inca estaba, los sus padres e deudos rogaron al
nuevo Senor Pachacuti Inca Yupanqui, que tuviese por bien de recebir por mujer la tal
su hija e deuda; y el nuevo Senor, como viese que era cosa que le convenia e a el
perteneciente, dijo que la recebia por la tal mujer; e luego alli mando a los senores del
Cuzco que alli eran, que la recebiesen por la tal su Senora; e luego los padres de la tal
Senora le rindieron gracias, e los senores del Cuzco la recebieron por la tal su Senora; a
la cual, luego alli se levanto Viracocha Inca, padre del nuevo Senor, e la abrazo e beso
en un carrillo, e lo mismo hizo ella a el; y esto hecho, la hizo gracia y donacion de
ciertos pueblos pequenos que alli en torno tenia de su patrimonio. Y luego el Pachacutec
y nuevo Senor abrazo e beso la tal su esposa e mujer, e diola e ofreciola cien
mamaconas, mujeres para su servicio; e luego fue llevada de alli a las Casas del Sol, la
cual hizo alli su sacrificio, y el sol la dio, e su mayordomo en su nombre, otras
cincuenta mamaconas. E salida de alli, e siendo ya en las casas del Inca, los senores de
la ciudad le fueron a ofrecer sus dones, los cuales le sirvieron de mucho servicio de oro
e plata, como son cantaros de oro y de plata, pequenos e grandes, e platos y escudillas y
ollas y vasos para su beber, e mucho servicio de yanaconas, que pasaron de mas de
doscientos.
053083 Y esto ansi hecho, e siendo las fiestas acabadas Viracocha Inca dijo a su hijo
que ya era tiempo de se volver a su pueblo, porque en las fiestas y regocijos que se
habian hecho, |bse habia|c tardado tres meses, en el cual tiempo el habia estado siempre
alli. El Pachacuti le dijo que se fuese cada y cuando que quisiese; y siendo proveido por
Inca Yupanqui todo lo necesario, ansi de bastimento como de todo lo demas de quel
tuviese necesidad en su pueblo, se partio Viracocha Inca; al cual rogo Inca Yupanqui,
que siempre que hubiese fiestas en el Cuzco, se viniese hallar en ellas, y el dijo que lo
haria; el cual, cada y cuando que fiestas habia en la ciudad, siempre venia el a hallarse
en ella. El cual Viracocha Inca, dende a diez anos de la coronacion de Pachacuti Inca
Yupanqui, estando en su pueblo del penol llamado Cagua Xaquixahuana, que es por
cima del pueblo de Calca, siete leguas de la ciudad del Cuzco, holgandose y
regocijandose, enfermo de cierta enfermedad, de la cual, en cuatro meses que enfermo
este senor Viracocha Inca, murio: el cual murio siendo de edad de ochenta anos.
054007 Al cual, despues de muerto, Inca Yupanqui le honro muy mucho, haciendo
traer su cuerpo en andas bien adornado, bien ansi como si fuera vivo, a la ciudad del
Cuzco, cada e cuando que fiestas habia, haciendo honrar y respetar su persona a los
senores del Cuzco e a los demas caciques, bien ansi como si fuera vivo; delante del cual
bulto hacia sacrificar e quemar muchas ovejas e corderos, e ropa, e maiz, e coca, e
derramar muy mucha chicha, diciendo, que el tal bulto comia, e que era hijo del Sol, e
questaba con el en el cielo. E hizo hacer muy muchos bultos, y tantos, cuantos senores
habian sucedido desde Manco Capac hasta su padre Viracocha Inca; e ansi hechos,
mando que se hiciesen ciertos escanos de madera muy galanamente labrados y pintados,
en las cuales pintaduras fueron pegadas muchas plumas de diversas colores. Y esto ansi
hecho, mando este Senor que todos estos bultos fuesen asentados en los escanos
juntamente con el de su padre, a los cuales mando que todos acatasen y reverenciasen
como a idolos, e que ansi, les fuesen hechos sacrificios como a tales. Los cuales fueron
puestos en sus casas, y cada y cuando que algunos senores entraban a do el Inca estaba,
hacian acatamiento al Sol, y luego a los bultos, y luego entraban a do el Inca estaba y
hacian lo mismo.
054040 Para el sacrificio de los cuales bultos senalo y nombro cierta cantidad de
yanaconas e mamaconas, y dioles tierra para en que sembrasen y cojiesen para el
servicio destos bultos; y ansimismo senalo muchos ganados para los sacrificios que ansi
se le debian hacer; y este servicio e tierras y ganados dio e repartio a cada bulto por si, y
mando que se tuviese gran cuidado de continuamente, a la noche y a la manana, de dar
de comer y beber a estos bultos e sacrificarlos; para lo cual mando e senalo que tuviesen
cada uno destos un mayordomo de los tales sirvientes que ansi les senalo; e ansimismo
mando a estos mayordomos e a cada uno por si, que luego hiciesen cantares, los cuales
cantasen estas mamaconas e yanaconas en los loores de los hechos que cada uno destos
Senores en sus dias ansi hizo, los cuales cantares ordinariamente todo tiempo que fiestas
hubiese cantasen cada servicio de aquellos por su orden y concierto, comenzando
primero el tal cantar e historia e loa los de Manco Capac; e que ansi, fuesen diciendo las
tales mamaconas e servicio, como los Senores habian sucedido hasta alli, y que aquella
fuese orden que tuviesen desde alli adelante, para que de aquella manera hubiese
memoria dellos y sus antig|ruedades. Los cuales yanaconas e servicio Inca Yupanqui
mando que tuviesen sus casas e pueblos y estancias en los valles y pueblos en torno de
la ciudad del Cuzco, y que estos y sus descendientes tuviesen siempre cuidado de servir
aquellos bultos, a quien el los habia dado e senalado. Todo lo cual fue ansi hecho desde
entonces hasta el dia de hoy, que lo hacen oculta e secretamente, e algunos publico,
porque los espanoles no entienden lo que es. Y estos tales bultos tienen metidos en
orones. que son trojes en que aca se echa el maiz e la demas comida, y otros en ollas y
en tinajas grandes, y en huecos de paredes, y desta manera no los pueden topar.
054089 A los cuales bultos Inca Yupanqui mando, cuando ansi Jos mando poner en los
escanos, que les fuesen puestas en las cabezas unas diademas de plumas muy galanas,
de las cuales colgaban unas orejeras de oro; y esto ansi hecho, mando que les pusiesen
ansimismo en las frentes, a cada uno destos bultos, unas patenas de oro, e que siempre
estuviesen dos mamaconas mujeres con unas plumas coloradas largas en las manos e
atadas unas varas, con las cuales oxeasen las moscas que ansi |ben|c los bultos se
sentasen; el servicio de los cuales e que ansi se hiciese a estos bultos, fuese muy limpio;
e que las mamaconas e yanaconas, cada e cuando que delante de estos bultos pareciesen
a les servir y reverenciar, e otros cualesquier que fuesen, viniesen muy limpios e bien
vestidos, e con toda limpieza e reverencia e acatamiento estuviesen delante destos tales
bultos. E desta manera, hizo este Senor en esto dos cosas: la que hizo que sus pasados
fuesen tenidos y acatados por dioses, e que hubiese memoria dellos; lo cual hizo porque
entendia que lo mismo se haria del despues de sus dias.
055014 CAPITULO XVIII
055015 En el cual se contiene como Inca Yupanqui Pachacuti junto los suyos, en la
cual junta les mando que todos se aderezasen con sus armas para cierto dia, porque
queria ir a buscar tierras e gentes que ganar e conquistar e sujetar al dominio e
servidumbre de la ciudad del Cuzco; e como salio con toda su gente e amigos, e gano e
conquisto muchos pueblos y provincias, e de lo que en la tal jornada le acaecio a el y a
sus capitanes.
055025 Ya que Inca Yupanqui se vido Senor, en la orden y manera que ya la historia os
ha contado, e que ya no tenia que entender en edificio de la ciudad, despues de se haber
holgado con los suyos, mando que todos los senores de la ciudad del Cuzco e los demas
caciques y principales se juntasen en la plaza, los cuales ansi fueron juntos. E siendo alli
todos, dijoles, que el tenia noticia en torno de aquella ciudad habia mucha y muy gran
cantidad de pueblos y provincias, e para el, que tenia fuerzas, que era mal vivir con
poco; que tenia pensado y ordenado de se partir de aquella ciudad de alli en dos meses,
a buscar, adquirir y sujetar los tales pueblos y provincias a la ciudad del Cuzco, e quitar
los nombres que cada senorcillo de los tales pueblos e provincias tenian de Capac, e que
no habia de haber sino solo un Capac, y que ese lo era el; y que si caso fuese que,
andando en la tal conquista, el topase algun senor con quien el probase sus fuerzas y le
sujetase, que el holgaria de le servir, de lo cual el no tenia temor, porque el Sol, como
ya vian, era con el; para la cual jornada tenia necesidad de cien mill hombres de guerra,
que para aquellos dos meses se los tuviesen juntos en aquella ciudad del Cuzco, con sus
armas y los demas proveimientos que necesario les fuese para la tal jornada. A lo cual le
respondieron, que ellos estaban prestos de le dar la tal gente y servir con ella, y que
ansimismo harian con sus personas; que le rogaban que consigo los quisiese llevar, e
que fuese su voluntad de les dar espacio de tres meses, porque tenian necesidad de tal
tiempo para hacer la tal gente.
055068 E Pachacuti Inca Yupanqui holgo dello, mandandoles que en sus tierras dejasen
todo recaudo de principales e mayordomos, los cuales echasen en el ro, cada uno de los
orejones del Cuzco, ciertos vasos de chicha, e que ansimismo le diesen los tales
orejones otros ciertos vasos de chicha, finjendo que bebian con las aguas. Porque habran
de saber, que tienen una costumbre y manera de buena crianza estos senores e todos los
demas de toda la tierra, y es, que si un senor o senora va a casa de otro a visitalle o a
velle, ha de llevar tras si, si es senora, un cantaro de chi cha, y en llegando a do esta
aquel senor o senora a quien va a visitar, hace escanciar de su chicha dos vasos, y el uno
bebe el tal senor que visita y el otro se bebe el tal senor que la chicha da; y asi beben los
dos; y lo mismo hace el de la posada, que hace sacar ansimismo otros dos vasos de
chicha, y da el uno al que ansi le ha venido a visitar, y el bebe el otro. Y esto hacese
entre los que son senores, y esta es la mayor honra que entre ellos se usa; y si esto no se
hace cuando se visitan, tienese por afrentada la persona que ansi va a visitar al otro y
esta honra no se le hace de dalle a beber, y excusase de no le ir mas a ver; y ansimismo
se tiene por afrentado el que da a beber a otro y no lo quiere rescibir. Ansi que, cuando
este sacrificio que habeis oido hacen a las aguas, dicen que beben con ellas, que echan
un vaso de chicha en el rio y el que ansi le echa bebese el otro.
056001 E ansimismo mando Inca Yupanqui que, cuando este sacrificio se hiciese,
fuesen dos senores del Cuzco, yendo el uno por una parte del rio y el otro por la otra, los
cuales llevasen consigo cada uno por si cada diez indios e los que mas quisiese, los
cuales indios llevasen unos palos largos en las manos, para que si las tales cosas que
fueran sacrificadas en el rio se parasen en la agua a vera de los indios, con sus palos las
echasen al medio, para que las aguas las llevasen; e que estos senores que estos indios
llevasen para que echasen al medio del rio las tales cosas e sacrificios, fuesen por las
veras del ro treinta leguas el rio abajo, porque en parte ninguna no parasen. Y porque
viesen que ya la tierra daba fruto mediante las aguas, mando que fuesen, en aquel mes
que este sacrificio se hiciese, por toda la tierra, e que para aquel dia senalado trujesen |
bde|c todas sus ticrras toda la mas cantidad de comida que en ese tiempo apuntase a
sazonar e que se pudiese comer, la cual comida se pusiese enmedio de la plaza del
Cuzco, e de alli fuese repartida cn toda la ciudad, para que el comun entendiese que,
mediante el sacrificio que ansi a las aguas se hacia e mediante ellas, la tierra daba frutos
de que todos participaban e se sustentaban. La cual fiesta se mando hacer por este Senor
en este mes que ya habeis oido, siendo demediado a la luna llena; y en este mes que ya
habeis oido se hiciese. la tal fiesta e sacrificio duraba cuatro dias. E al mes de octubre
nombro este senor Omaraimiquis. En este mes no constituyo que se hiciese ninguna
fiesta en la ciudad, sino fuese la de Oma, en su pueblo, que en legua y media de la
ciudad; a los cuales hizo merced y a los Ayarmacas, y a los Quivios |bQuizcos|c , y a los
Tambos que se pudiesen horadar las orejas, con tal que no se cortasen los cabellos,
porque se conociesen que eran subditos del Cuzco porque los orejones del, |bque|c eran
los senores y los que lo habian de ser en toda la tierra, tenian tusado el cabello y
aguzadas las cabezas para arriba, por la cual senal habian de ser conocidos por toda la
tierra cada y cuando que del Cuzco saliesen e por ella pasasen. Al mes de noviembre
llamo este Senor Cantarayquis. En este mes comienza a hacer la chicha que han de
beber en el mes de diciembre y enero, do comienza el ano, y hacen la fiesta de los
orejones, segun que la historia os ha contado.
056063 A los cuales meses Inca Yupanqui nombro en la manera que ya habeis oido, y
diciendo a estos senores que cada mes destos tenia treinta dias, y que el ano tenia
trescientos y sesenta; y porque andando el tiempo no perdiesen la cuenta de estos meses
y los tiempos que habia de sembrar y hacer las fiestas, que ya les habia dicho que habia
hecho aquellos pachaunanchac, que dice relojes, los cuales habia hecho en estos diez
dias que se tardo en no les querer declarar lo que ya habeis oido; los cuales relojes es
desta manera: Que todas las mananas e tardes miraba el sol en todos los meses del ano
mirando los tiempos del sembrar y cojer, y ansimismo cuando el sol se ponia; y
ansimismo miraba la luna cuando era nueva e llena e menguante; los cuales relojes
hacia hacer encima de los cerros mas altos a la parte do el sol salia y a la parte donde se
pone…

KUPRIENKO