Diego de TRUJILLO. Relacion del descubrimiento del reyno del Peru 1571 (1970)

Diego de TRUJILLO. Relacion del descubrimiento del reyno del Peru 1571 (1970).

TRUJILLO, Diego de
1571/1970 Relacion del descubrimiento del reyno del Peru.
Raul Porras Barrenechea, ed., Una relacion inedita de la conquista: la c
ronica de Diego de Trujillo, pp. 39-120 [texto: pp. 41-60.]
Lima: Instituto Raul Porras Barrenechea.
[ed. de Sevilla (1948) ‚Í チC‘S‘Ì‚É+4p.‚¸‚ê‚Ä‚¢‚é]
410001 RELACION DEL DESCUBRIMIENTO DEL REYNO DEL PERU QUE
HIZO DIEGO DE TRUJILLO EN COMPA*ENIA DEL GOBERNADOR DON
FRANCISCO PIZARRO Y OTROS CAPITANES DESDE QUE LLEGARON A
PANAMA EL A*ENO DE 1530, EN QUE REFIEREN TODAS LAS DERROTAS Y
SUCESOS HASTA EL DIA 15 DE ABRIL DE 1571
410007 La armada
410008 En el a*eno de mil quinientos y treinta se reparti*ao la gente que Francisco
Pizarro trujo de Espa*ena, en tanto que el Armada se aprest*ao que fueron ocho meses,
parte en Nat*aa, y parte y la mas en la isla de las Perlas con Hernando Pizarro, y en
otras isl*oas (1). Los de la isla del Gallo
410014 Los que se hallaron con Francisco Pizarro en el primero descubrimiento de la
costa, y la isla del Gallo, no quisieron venir, diciendo que era tierra perdida, y que los
que ven*aian con *ael ven*aian a morir; y asi se quedaron algunos de los que vinieron
con *ael de Espa*ena. La partida
410020 Al principio del a*eno de treinta y uno (2) nos hicimos a la vela sobre la isla
de las Perlas hasta doscientos y cincuenta Espa*enoles (3) y con nosotros tres frailes
dominicos (4) que eran Fr. Resinaldo (5) y Fr. Vicente de Valverde (6), y Fr. Juan (7), y
partidos llegamos con muy bien tiempo en seis d*aias a la bah*aia de San Matheo, que
nunca tal navegaci*aon se ha v*aisto. La bah*aia de San Mateo
410028 Tra*aiamos por copiloto a Bartolom*ae Ruiz (8), que cierto sirvi*ao mucho
en la jornada: sobre la Bah*aia estuvimos diez d*aias reformando la gente; vinieron
muchos indios por el r*aio abajo en canoas a reconocernos; nunca quisieron saltar en
tierra. Esta tierra de la bah*aia es tierra de monta*ena, y de muchos aguaceros, hav*aia
fruta de la tierra, mucha como guavas (9), guayavas (10), caymitos (11) y hovos (12).
Catamez
420004 Salidos de la Bah*aia llegamos a quatro leguas a un pueblo despoblado que
se llama Catamez (13) av*aia muchas guayavas y ciruelas de la tierra y pozos hondos
donde beb*aian, y se sacaba el agua con unos caracoles (14), av*aia mosquitos y
aguaceros; asimismo es tierra de monta*ena. Canceb*ai
420010 De all*ai llegamos a un pueblo grande en la costa, despoblado que se dec*aia
Cancevi (15). Ten*aia mucha losa de barro, y muchas redes de pescar, av*aia maizales,
que aun no estaba formado el ma*aiz, mas asi lo comimos por la falta que av*aia de
comida; Esta tierra era falta de agua dulce de que se padec*aia trabajo, y por ir faltos de
gu*aia para saver a donde av*aiamos de ir a parar, envi*ao el Gobernador, al Capit*aan
Escobar (16) por la monta*ena adentro a ver si pod*aia encontrar un indio, yo fu*ai con
*ael. Indios y barbacoas
420020 y llegamos a una quebrada seca, sin agua, y vimos humos, y estuvimos en la
quebrada hasta el quarto del alva, para dar sobre la rancher*aia, y llovi*ao tanto aquella
noche, que viniendo de avenida la quebrada se ahog*ao un soldado, y otros salieron a
nado; dimos sobre la rancher*aia, y estaban los indios que eran tres o quatro, ten*aian
sus camas enciam de *aarboles altos como nidos de cigue*enas, y cherriaban como
gatos, monos, tomamos un indio y no av*aia remedio de entenderle, ni *ael a nosotros,
truxismole al Real, y por se*enas desde a m*aas de 15 d*aias nos di*ao noticia de tierra
adelante poblada, y donde av*aia comida que ya no pretend*aiamos otra cosa, sino
hallar donde comer. Los r*aios de los Quiximis
430002 Venimos adelante costeando la costa, y hallamos que de una barranca de la
mar cay*ao un chorro de agua dulce de que se recivi*ao gran contento por ir tan
necesitados de agua; de all*ai fuimos caminando hasta los r*aios de los Quiximis (17), a
donde se hicieron balsas para pasarlos, y estando all*ai con harto trabajo de comida, y
agua dulce, porque los r*aios ten*aian muy arriba el agua dulce (18); lleg*ao
Bartolom*ae Ruiz con el nav*aio y la barca y all*ai nos dieron refacci*aon de harina de
ma*aiz, a cada uno medio quartillo de harina; pasados los dos r*aios, que ten*aian un
quarto de legua de ancho cada uno, hallamos muchos camotes y mucha yuca de que
hizimos mucho cazabe, y av*aia mucha fruta de guayavas e otras, y asi se reform*ao
mucho la gente. En esta tierra estaba otro r*aio por delante, que ten*aia m*aas anchura
que los otros, y all*ai, y en los otros hechaban una yegua atada a la balsa, y luego
soltavan los caballos, y asi pas*aabamos a los que no sab*aian nadar hechados sobre las
valsas, y las sillas de los caballos, que hato av*aia tan poco que en las manos se lo
llevaba cada uno pasado este r*aio fuimos por la costa, y dimos en unos trampales
adonde av*aia muchos cangrejos que av*aian comido manzanillo, y aquella noche
estuvo toda la gente para morir por aver comido de los cangrejos con ponzo*ena.
Coaque
430025 Ya ten*aiamos noticias de Coaque (18), que era un gran pueblo, muy rico de
oro, plata, esmeraldas y otras muchas piedras de otras colores y chaquira de oro y plata,
y de hueso (19), y mucha gente, y esta noche estando la gente del arte que digo, tocaron
la trompeta para ir a saltear aquel pueblo de Coaque, y asi se hizo, y se tom*ao el
cacique de *ael, y se tuvo preso mucho tiempo; av*aia gran cantidad de ropa blanca de
algod*aon; era un pueblo de grandes casas y ten*aia muchos *aidolos y atambores;
av*aia mucha comida de ma*aiz y frutas; av*aia mucha albaaca de Castilla y mucho
ag*ai; los indios eran fuertes y guerreros; el pueblo ten*aia trescientos buh*aios muy
grandes; es tierra lloviosa de grandes truenos y grandes culebras y sapos, y tierra muy
h*aumeda y cuando ya no hab*aia comida tres soldados se comieron una culebra y los
dos murieron y el otro que la embarr*ao con unos ajos no muri*ao mas pelose todo y
qued*ao tal que en mucho tiempo no volvi*ao en si. Oro y verrugas
440008 En este pueblo se tomaron diez y ocho mil pesos en oro (20), y alguna plata
baxa y luego despach*ao el Gobernador a Bartolom*ae Ruiz y a Quintero (21) con los
dos nav*aios, el uno a Nicaragua, y el otro a Panam*aa, con el oro que llevaron para
traer gente, y quedamos en aquel pueblo m*aas de ocho meses; en este tiempo muri*ao
mucha gente de enfermedades y de unas verrugas (22) que all*ai nac*aian a los
espa*enoles; despues que el nav*aio fue a Panam*aa, vino luego a este pueblo de
Coaque Pedro Gregorio un mercader que trajo mucha cecina y tocinos y quesos de
canarias, y trujo gente, que de la que trajo son vivos Pedro D*aiaz (23) el de Guamanga
y Juan de la Torre (24) el de Arequipa e Isasaga (25) que est*aa en Lima, los demas
todos son muertos. Benalcazar
440022 Del nav*aio que fue a Nicaragua vino luego Sebastian de Benalcazar (26), en
un nav*aio, y trajo poca gente, que fueron Morgovejo de Qui*enones (27) y Alonso
Perez de Vivero (28), y Hernando Beltran (29), y Alonso Maraver (30), y Diego Ojuelos
(31), y Martin Bueno (32), e Miguel Astete (33), y otros, destos, no hay nadie vivo.
Fray Reginaldo y las esmeraldas
440029 En este pueblo de Coaque nadie conoci*ao las esmeraldas sino fue Fray
Resinaldo que junt*ao m*aas de ciento, y tantas, y las cosi*ao en un juv*aon, y de
all*ai se volvi*ao a Panam*aa en el nav*aio de Pedro Gregorio (34), y all*ai muri*ao, y
le sacaron las esmeraldas, y despues hizimos todos servicio a S. M. de ellas. Lucha
450002 En este tiempo puso el Governador en su libertad al cacique de Coaque, y
luego se alz*ao con toda su gente, y nos quem*ao el pueblo, que no qued*ao mas que
un buh*aio adonde todos nos recogimos y le defendimos que no nos le quemase; y
savido que el cacique se av*aia ido con su gente a unas monta*enas, y tomado un indio
que sav*aia donde estaban, el Governador con alguna gente fueron a pi*ae porque no
pod*aian ir caballos en su busca, y llevaron el indio que era gu*aia, y pasando un r*aio
la gu*aia se hech*ao al r*aio, y se ahog*ao que pasaban en una balsa y ansi se volvi*ao
el Governador y la gente sin hacer nada. Pasao y Caraques
450014 Haviendo ya venido los nav*aios de Panam*aa, y Nicaragua salimos de
Coaque con la mas gente enferma, y fuimos hasta el cavo de Pascio (35), y no pudiendo
pasar la punta abrimos camino por la monta*ena, y llegamos al pueblo de Padao, y
pasamos hasta llegar a la bah*aia de los Caraques (36) con gran falta de agua dulce.
Puerto Viejo
450021 y de all*ai en un nav*aio metieron todos los enfermos y los enviaron a un
pueblo que se dice Charapoto (37) que es en la provincia de Puerto Viejo, llevaron tres
hombres sanos para que los curasen y el Governador con toda la gente gue quedaba se
fue por la bah*aia arriba hasta dar en un pueblo que se dice Tocagua (38), y de all*ai
pas*ao adelante a un pueblo en la mesma provincia de Puerto Viejo, que era se*enora
de *ael una viuda rica (39). Estuvimos en esta tierra de Puerto Viejo m*aas de dos
meses; av*aia ma*aiz y pescado, y fruta de la tierra, papayas (40); av*aia miel hecha de
ma*aiz; es tierra seca que con el sol se habren unas grietas en la tierra y por algunas
partes es tierra de monta*ena y hay cacao de lo de M*aexico, aunque poco. Manta
460002 Salidos de Puerto Viejo llegamos a Picuaza (41), y a otro puerto que se dice
Marchan (42), y de all*ai se hizo una entrada con el capit*aan Benalc*aazar la tierra
adentro; yo fui en ella adonde hallamos los primeros l*aucumas (43) que se av*aian
visto, y muchos caymitos (44) y patos de la tierra (45); tomose gente, y volvimos a la
costa, y de all*ai fuimos caminando por unos secadales sin agua por la costa de la mar;
Sed y desfallecmiento
460010 y de all*ai envi*ao el Governador a Diego Maldonado (46), vecino que fu*ae
de Nat*aa a descubrir agua, porque por la falta de ella, ya la gente iba para morir, y el
Governador estuvo determinado de se volver atr*aas, sino que Hernando Pizarro dijo
que no aunque muriesen todos, y la gente que iba delante descubri*ao una laguna chica
de agua verde, y all*ai nos remediamos de agua, aunque unos puercos (47) que
Hernando Pizarro tra*aia de Panam*aa, la pararon de tal arte que era barro lo que
beb*aiamos, si no fueron los que primero llegamos con Diego Maldonado; Punta Santa
Elena
460021 y de all*ai fuimos a la punta de Santa Elena, a do estaban los huesos de los
Gigantes (48), hallamos la gente de aquella tierra metidos en balsas, en la mar, con
mujeres, y hijos, y todo su hato, y jam*aas quisieron salir; y all*ai tuvimos gran
hambre, y remediose mucho que como la gente estaba en la mar y dejaron los pueblos
despoblados, y de noche aullavan los perros (49), and*aabamos a caza de ellos, y con
estos perros nos sustentamos de comida; que si por ellos no fuera padeci*aeramos
mucho trabajo; Od*aon
460031 y de all*ai fuimos a una provincia que se dice Od*aon en los Guancavilcas
(50), tierra abundosa de comida, y all*ai estuvimos 15 d*aias para reformar la gente, y
los enfermos, La Pun*aa
470002 y de all*ai venimos al paso de Guayana-caba (51), y dec*aiase ansi porque
por all*ai entr*ao Guayna-caba quando conquist*ao la isla de la Puna (52), y all*ai
sali*ao el se*enor de isla que se dec*aia Tumbala (53) con mucha gente y balsas, y nos
recivi*ao con grandes fiestas y regocijos, y trah*aia que en yendo en la mitad del
estrecho la gente en las balsas, desatasen las ligaduras; y que all*ai muri*aesemos
todos, excepto la balsa en que el se*enor de la isla iba, y el Governador; y como eran
tantas las fiestas que hac*aia, dijo el Governador a Sebasti*aan de Benalcazar, no me
parece bien tantas fiestas; y ansi mand*ao que se quedasen con *ael en tierra el se*enor
de la isla con otros se*enores de la isla, y que en otro camino ir*aian; y ansi pas*ao la
gente sin peligro, y luego volvieron las balsas, y llevaron al Governador, e a los demas
que quedaron con *ael.
470016 Desembarcamos en un pueblo que dice el Tucu (54) y el estrecho ten*aia
legua y media de traves*aia, y de all*ai atravesamos la isla a un pueblo que se dice el
Estero (55), y en aquel pueblo hallamos una cruz alta y un crucifixo pintado en una
puerta y una campanilla colgada, t*auvose por milagro y luego salieron de la casa
m*aas de treinta muchachos y muchachas diciendo “loado sea Jesucristo,
Molina,Molina”, y esto fu*ae que quando el primer descubrimiento se le quedaron al
Governador dos espa*enoles en el puerto de Payta el uno que se llamaba Molina, y el
otro Gin*aes (56), a quien mataron los indios en un pueblo que se dec*aia Cinto, porque
mir*ao a una mujer de un cacique y el Molina se vino a la isla de la Pun*aa al qual
ten*aian los indios por su capit*aan contra los chonos y los de Tumbez, y un mes antes
que nosotros lleg*aasemos le hab*aian muerto los chonos en la mar pescando;
sinti*aeronlo mucho los de la Puna su muerte, y estos indios de la Puna ten*aian
tomados a los indios de Tumbes tres *aidolos de oro del tama*eno cada uno como un
muchacho de tres a*enos y ten*aia m*aas de sescientos esclavos de los indios de
Tumbez entre hombres y mujeres; y el Governador embi*ao a llamar a los se*enores de
Tumbes, y venidos los hizo amigos con los de la Isla e hi*dcoles restituir los idolos de
oro y los esclavos que les av*aian tomado y los llevaron a su tierra. Soto
480004 Luego vino Hernando de Soto (57) de Nicaragua con dos nav*aios y trajo
mucha gente, caballos y bastimentos, y de de la gente que trajo a la isla hay vivos en
Guamanga, Diego Gavilan (58) y Manuel, oy no mas: Con Hernando de Soto vino la
primera mujer que vino a este Reino, que llamaba Juana Hernandez (59); Lucha
480011 en esta isla av*aia mucho ma*aiz y venados y fruta de la tierra;
levant*aaronse los indios de guerra y los dieron muchas guacavaras (60), matando
algunos espa*enoles, e hirieron a Hernando Pizarro de un flechazo en una pierna, e
hirieron tambi*aen a otros Espa*enoles, y despu*aes de esto embi*ao el Governador a
Tumbez a pedir a los caciques que le embiasen valsas para salir de la isla, llevar el hato
y pasar a Tumbez. Celada
480019 y le embiaron cuatro valsas con gentes que las governasen y en la una fu*ae
el hato del Governador, y Alonso de Mesa (61), vecino desta ciudad y Antonio Navarro
(62) de la de Lima que era criado del Governador, y en otra fue el hato de Hernando
Pizarro y en ella Andr*aes de Vocanegra (63), y en otra fue el hato del capit*aan
Pizarro y Juan de Garay, y en otra fue el hato de los oficiales del Rey, y un fulano
Riquelme (64), y llegadon a la costa de Tumbez mataron los indios a los tres
espa*enoles que hivan en las tres valsas, y no mataron a Mesa, ni a Navarro, porque se
metieron en un estero, y los indios se hecharon a la mar y los dejaron, y asi escaparon,
Tumbez
480032 luego parti*ao de la Puna el Governador con toda la gente en dos nav*aios, y
llegamos a Tumbez, y hallamos los Indios alzados, y se asent*ao el Real junto a la
Fortaleza de Tumbez, y a pocos d*aias embi*ao el Governador al capit*aan Soto a
hacer guerra a los Indios de Tumbes que estavan en un Fuerte r*aio arriba. Yo fu*ai con
*ael y cercamos los indios como veinte leguas de Tumbez, y estando cercados,
Cacalami (65) que era el se*enor de todos ellos se vino de paz con la gente, y volvimos
a Tumbes y el Governador en nombre de S. M. los perdon*ao a todos, y estando all*ai
vinieron otros 20 hombres de Nicaragua, y con ellos Fr. Jedoco, Frayle Franciscano (66)
que agora est*aa en Quito. Pohechos
490011 De Tumbez fuimos por el camino de la Solana a dar a Pohechos (67) a donde
estuvimos algun tiempo, y all*ai se revel*ao el cacique de Pohechos, y el Governador
embi*ao al capit*aan Benalcazar. Yo fu*ai con *ael, aunque fuerte y le truximos de paz,
y ansi qued*ao en su pueblo, en esta entrada mataron los yndios a un Juan de Sandoval,
de Extremadura, mancevo, no le mat*ao el cacique de Pohechos ni su gente, sino otros,
yndios adonde *ael se desvi*ao a rranchear; Tangarara
490020 De este pueblo de Pohechos, venimos a Tangarara (68) adonde el Governador
pobl*ao un Pueblo de Espa*enoles y dej*aandole poblado embi*ao al capitan
Venalcazar a hacer un castigo en aquellos indios que mataron a Sandoval; yo fu*ai con
*ael, y llegamos a una Fortaleza adonde agora es Piura y all*ai estuvimos hasta que el
Governador vino, Serran
490027 y de all*ai venimos a un pueblo que se dice Carran (69), que es 6 leguas de
Piura, donde estuvimos un mes, y entonces no se sav*aia que huviese otra tierra
poblada, como heran los Llanos y que la sierra era toda puna y nieves, ni tampoco
av*aia nueva de Atavalipa; y desde aquel Pueblo de Carran vimos un camino que
parec*aia una sierra arriva, y el Gobernador embi*ao a Hernando de Soto con quarenta
hombres, y yo fu*ai con *ael a que siguiese aquel camino hasta ver donde iba a parar, y
empezando a hallar tierra poblada, y al cabo de 20 leguas dimos en un pueblo que se
dice Cajas
500005 Cajas (70), de grandes edificios, y en el estava un capit*aan de Atavalipa con
m*aas de 2.000 indios de guerra, y av*aia en aquel Pueblo tres casas de mujeres
recogidas que llamaban mamacomas y como entramos, y se sacaron las mujeres a la
plaza, que heran mas de quinientas, y el capit*aan di*ao muchas de ellas a los
Espa*enoles (71), el Capitan del Inga se ensoberveci*ao mucho, y dijo, como osais
vosotros a hacer esto estando Atabalipa veinte leguas de aqu*ai, porque no ha de quedar
hombre vivo de vosotros. Luego el Capit*aan Soto escrivi*ao al Governador todo lo
que pasaba y de la sobervia de aquel Indio y el Governador respondi*ao, que sufriesen
toda su soberbia, y le di*aesemos a entender, que le teniamos miedo, y con esto
disimuladamente le trag*aesemos a Carran donde el Governador estaba, y as*ai le
tragimos a Carran a donde se supo del todo lo de Atabalipa, y adonde estaba (72) y de
all*ai venimos por un Pueblo que se dice Cala (73) y por Cinto (74) y por Motupe (75),
una tierra seca y sin agua, donde se padedi*ao gran trabajo de sed y caminos. Sa*ena
500024 Llegamos a *DCa*ena (76) que es una poblaci*aon grande, y de mucha
comida, y ropa de la tierra, que av*aia silos llenos della; topamos un r*aio grande (77),
y era grande porque los Indios hecharon todas las acequias por *ael; pas*aamosle en
balsas de calabazos los que no sav*aian nadar, y las sillas de los caballos, y el hato que
av*aia, En este asiento se hallaron gallinas de Castilla pocas, y todas blancas (78); El
camino de la sierra
500032 de all*ai tomamos el camino de la sierra, y llegamos a una fortaleza sin
contraste de nadie; y de all*ai venimos hasta un Pueblo quince leguas de Caxamalca a
do estuvimos veinte d*aias (79); Mensaje a Atabalipa
510004 y all*ai demand*ao licencia el capit*aan (de) Atabalipa que trangimos de
Caxas, para ir a Caxamalca, a verse con Atabalipa y que *ael volver*aia desde a ocho
d*aias; volvio dentro del t*aermino que dixo y nos hall*ao ocho leguas de Caxamalca, y
traxo un presente al Gobernador que se le envi*ao Atavalipa que estaba en los ba*enos
una legua de Caxamalca, y el presente eran unos patos desollados y llenos de lana, que
parec*aian a*enagazas para matar a sisones (80); y pregunt*aandole que era aquella
respondi*ao, y dixo, dice Atabalipa que de esta manera os ha de poner los cueros a
todos vosotros, si no le volveis cuanto aveis tomado en la tierra, Obsequio de Pizarro
510016 y entonces el Governador envi*ao otro presente a Atabalipa con un indio
Tall*aan que se llamaba Guachapuro y inviole una copa de Venecia (81), y borcegu*ais,
y camisas de holanda, y cuentas, margaritas, y hasta que volvi*ao el lmensajero se
detuvo el Governador en aquel asiento. *?Ataque?
510022 y de all*ai fuimos caminando con cuidado, porque av*aia una quebrada a
donde Atabalipa quiso inviar gente a que all*ai nos matasen (82), y dejolo de hacer,
porque el Inga que ven*aia con nosotros le dixo no env*aies vengan que yo te los
dar*ae atados a todos, porque a mi solo me han miedo, y tambien porque no has de
matar a tres de ellos, que eran el herrador (83), y el Barbero (84), que haz*aia mozos a
los jovenes, y a Hernando Sanchez Morillo (85), que era gran bolteador y como el Inga
nos conoc*aia a todos d*aijole esto, Cajamarca
510032 y as*ai llegamos a Caxamalca un Viernes, a mediod*aia (86), y Atavalipa,
estaba en los ba*enos una legua de all*ai, Embajada de Soto y Hernando
520002 Luego aquel d*aia el Governador envi*ao al capit*aan Soto con 20 de a
caballo a visitar a Atabalipa y entr*ao en los aposentos a donde estava, y all*ai estuvo
hasta que era muy tarde y como sal*aia (sic), sospechando el Gobernador si los av*aian
muerto, fue Hernando Pizarro con gente de a pie y de a cavallo, a reconocer lo que
av*aia, yo fu*ai con *ael, y llegados estava el capit*aan Soto con la gente que av*aia
llevado y d*aijole Hernando Pizarro que hace vmd. y *ael respondi*ao, aqo*ai me
tienen diciendo ya sale Atavalipa que estava metido en su aposento, y no sale; dijo
Hernando Pizarro a la lengua dile que salga, y volvi*ao el mensajero, y dixo, que
espereis, que luego saldr*aa y entonces dijo Hernando Pizarro, decidle al perro que
salga luego y un Inga que av*aia ido a Maixicavilca (87) por esp*aia en h*aabito de
tall*aan a quien Hernando Pizarro no entendiendo que era esp*aia de Atavalipa lo di*ao
con un duho (88) que lo descalabr*ao entr*ao, y dixo a Atabalipa, salga luego que
est*aa aqu*ai aquel mal hombre que me descalabr*ao en Maixicavilca, Atahualpa
520021 y entonces sali*ao Atabalipa con dos vasos de oro peque*enos, llenos de
chicha y di*aole uno a Hernando Pizarro, y el otro bebi*ao *ael, y luego tom*ao dos
vasos de plata, y el uno di*ao al capit*aan Soto, y el otro bebi*ao *ael, y entonces le
dijo Hernando Pizarro a la lengua. Discurso de Hernando
520027 Dile a Atabalipa, que dem*ai al capit*aan Soto no hay diferencia, que ambos
somos capitanes del Rey, y por hacer lo que el Rey nos manda, dejamos nuestras tierras,
y venimos a hacerles entender las cosas de la f*ae; y all*ai concertaron con Atabalipa
que vendr*aia otro d*aia que era sabado a Caxamalca. El caballo de Soto
530002 Ten*aia en torno del asiento a donde estava mas de quarenta mil indios de
guerra en sus esquadrones, y muchos se*enores principales de toda la tierra; y al
despedirse Hernando de Soto bati*ao las piernas a un caballo hacia donde estava el
primer esquadron de gente y huyeron los indios, y aun cayeron unos sobre otros, y
venidos nosotros a Caxamalca, mand*ao matar Atabalipa 300 indios, porque av*aian
huido, que otro d*aia despu*aes del desbarate los hallamos muertos, m*aatolos porque
av*aian huido del caballo (89); El cortejo de Atabalipa
530012 otro d*aia sabado vino Atabalipa con toda su gente en orden a Caxamalca, y
en aquella legua tard*ao hasta que no av*aia hora y media de sol, tra*aia 600 indios de
Libreas blancas y coloradas, a manera de algedres (90) que venian delante limpiando las
piedras y pajas del camino, Mensajero de Pizarro
530018 y viendo el Governador que se tardava tanto, y que av*aia hecho alto,
envi*ao a Hernando de Aldana (91), que sav*aia la lengua a hablarle para que viniese
antes que fuese mas tarde y Aldana le habl*ao, luego empez*ao a caminar. Medidas
b*aelicas
530023 En Caxamalca av*aia diez calles, que sal*aian de la plaza y cn cada vocacalle
puso el Governador ocho hombres y en algunas menos por la poca gente que av*aia, y
los de a caballo repartidos en tres galpones, en el uno Hernando Pizarro con su
compa*en*aia y en el otro Hernando de Soto con la suya, y en el otro Sebastian de
Benalcazar con la suya, todos con pretales de cascabeles y el Governador en la fortaleza
con 24 hombres de guarda, que por todos eramos 160, 60 de a caballo y 100 de pi*ae;
La celada
540002 el Governador ten*aia un estrado adonde se asentase Atabalipa, que estava
concertado que por buenas palabras le metiesen dentro, y despu*aes que el mandase a
su gente que se fuesen a sus alojamientos, porque se tem*aia el Governador de venir a
las manos, por ser tanta la gente y nosotros tan pocos, y ellos eran m*aas de quarenta
mil indios de guerra y entre ellos muchos se*enores (92); Entrada de Atabalipa
540010 Entrado que fu*ae Atabalipa en la plaza de Caxamalca, como no vido
christianos ningunos pregunt*ao al Inga que av*aia venido con nosotros de
Maxicavilca, y Carran, que es de estos de las barvas y respondi*ao estar*aan escondidos
(93), y hablando el que se bajase de las andas en que ven*aia no lo quiso hacer,
Valverde y Atahualpa
540017 y entonces con la lengua sali*ao a hablalle fr. Vicente de Valverde, y
procur*ao dalle a entender al efecto que veniamos, y que por mandado del Papa un hijo
que ren*aia capit*aan de la christiandad que era el Emperador Nro Sor. y hablando con
*ael palabras del Sto. Evangelio, le dixo Atabalipa, quien dice eso, y *ael respondi*ao
Dios lo dice, y Atabalipa dixo como lo dice Dios, y fr. Vicente le dijo veslas aqu*ai
escritas, y entonces le mostr*ao un Breviario abierto y Atabalipa se lo demand*ao, y le
arroj*ao despues que lo vi*ao como un tiro de herr*aon (94) de all*ai diciendo ea, ea,
no escape ninguno (95), y los Indios dieron un grande alarido diciendo ho, Inga, que
quiere decir h*aagase as*ai (96), y el alarido puso gran temor; y entonce se volvi*ao fr.
Vicente y subi*ao a donde estava el Governador, que hace vmd. que Atabalipa est*aa
hecho un Lucifer (97); y entonces el Governador El ataque
550002 se desnud*ao, y tom*ao un sayo de armas y una espada, y una adarga, y una
zelada, y con los 24 que est*aavamos con *ael, salimos a la plaza, y fuimos derechos a
las andas de Atabalipa, haciendo calle por la gente y estandole sacando de las andas,
salieron los de a caballo, con pretales de cascaveles, y dieron en ellos; y como los indios
huyeron, y en las calles les defend*aian la salida, apechugaron con un lienzo de unas
par*aes, y lo hallanaron por el suelo, y all*ai, y en la plaza cay*ao tanta gente una sobre
otra que se ahogaron muchos, que de ocho mil indios (98) que all*ai murieron, m*aas
de las dos partes fueron muertos de esta manera, siguiose el alcance de los Indios
aquella tarde, mas de media legua, Atahualpa preso
550015 metiose a Atabalipa en la fortaleza, y preguntava si a el sile av*aian de matar
(99), y le dijeron que no, porque los christianos con aquel impetu matavan, mas que
despu*aes no, y le hicieron entender que *ael se ir*aia a Quito a la tierra que su padre le
dej*ao, y por esto mand*ao un buhi*ao lleno de oro. La conspiraci*aon
550021 y ans*ai envi*ao a esta ciudad desde Caxamalca por ello, y se lo llevaron, y
despu*aes que tuvo dado el oro, dixeron que hacia gente en el r*aio de Lavanto (100), y
que all*ai la juntava para matar a los christianos; y el Governador envi*ao a Soto al
r*aio de Lavanto para ver si era verdad, yo fu*ai con *ael y no av*aia tal, si no como
los indios Xauxa (101) eran enemigos de Atabalipa le levantaban esto. El viaje a
Pachacamc
550029 En este tiempo envi*ao el Governador a Hernando Pizarro a Pachacama con
diez y siete hombres (102), yo fu*ai con *ael y de all*ai volvimos a Xauxa, y trajimos a
Chalcochima y volvimos a Caxamalca Almagro
560002 y all*ai hallamos a Diego de Alamagro, que av*aia venidc con gente de
Panam*aa (103), que fu*ae mucha, y de los que vinieron con *ael hay vivo Mancio
Serra (104), y un Juan Monedero (105), y Juan Romo (106) en Guamanga, y no mas.
Proceso de Atahualpa
560007 y luego los oficiales del Rey requirieron al Governador (107), que matase a
Atabalipa, porque si *ael viv*aia, el Rey perder*aia mucha cantidad de moneda por ser
Indio tan velicoso y as*ai mataron a Atabalipa, Marcha al Cuzco
560012 y despu*aes de muerto salimos de Caxamalca, y venimos a Guamachulo
(108), que es doce leguas de all*ai, y otras tres a Andamarca, a donde mataron a
Gualcar Inga (109); y de all*ai venimos a Gualycal (110), y de all*ai a Bombon (111),
todo esto sin guerra de indos; y de Bombon vino Diego de Almagro con gente a Xauxa,
donde tuvo guerra con los indios; Xauxa
560019 y luego llegamos a Xauxa toda la demas gente con el Governador adonde
estuvimos cierto tiempo, La vanguardia de Soto
560022 hasta que el Governador envi*ao a Hernando de Soto con quarenta de
acaballo para descubrir el camino, para venir al Cuzco, yo fu*ai con *ael, y caminamos
hasta Vilcas, donde estaban los capitanes de Atabalipa con mucha gente de guerra;
Vilcas
560027 Y la gente de guerra eran idos a hacer un chaco (112) y dejaron e Vilcas los
toldos, y las mujeres, y algunos indios, y nosotros nos apoderamos, y se*enoreamos de
todo lo que all*ai hav*aia al quarto del alva que fu*ae cuando entramos en Vilcas,
entendiendo que no av*aia mas gente de la que all*ai av*aia; y a hora de visperas como
fueron avisados los indios, vinieron por la parte m*aas *aaspera y dieron en nosotros, y
nosotros en ellos, y los indios por ser la tierra tan *aaspera antes ganaron con nosotros
que nosotros con ellos; aunque all*ai se se*enalaron algunos espa*enoles como fue el
capit*aan Soto y Rodrigo Orgo*enez (113), y Juan Pizarro de Orellana (114) y Juan de
Pancorvo (115), y otros que ganaron un alto a los indios, y defendieron mucho; mataron
este d*aia los indios un caballo blanco de Alonso Tabuyo (116); fuenos forzado de nos
retraer a la plaza de Vilcas, y aquella noche estuvimos todos en arma. Otro d*aia
vinieron los indios con gran *aimpetu y trageron banderas hechas de las crines y cola
del caballo blanco, que av*aian muerto; fuenos forzoso soltar la presa que les
ten*aiamos de las mugeres, e indios, que llevaron todo su hato, y entonces se retiraron;
La tentaci*aon de Soto
570019 y el capit*aan Soto entr*ao en consejo para si esperar*aiamos all*ai al
Governador, que ya dejava en Xauxa al Tesorero Riquelme con la gente que all*ai
qued*ao, y el Governador y Diego de Almagro, ven*aian ya caminando en pos de
nosotros, y huvo pareceres que all*ai esper*aasemos al Governador y a Diego de
Almagro, y algunos dijeron como fu*ae Rodrigo Orgo*enez, y Hernando de Toro (117)
y Juan Pizarro de Orellana y otros valientes, que pues que av*aiamos gozado de las
duras, que gozasemos entrar en el Cuzco, sin el socorro, que atr*aas ven*aia, y ans*ai
caminamos sin tener guerra con los indios que nos da*enase, y pasamos los r*aios de
Vilcas, Avancay y Apocima (118) todos a nado encima de los caballos hasta llegar a
Lima Tambo siete leguas de esta ciudad del Cuzco, y all*ai estuvimos dos d*aias.
Mensajero de paz
570034 Estava la gente de guerra de los indios en Vilcacanga (119), una legua mas
ac*aa de Limatambo, y aquel d*aia vinieron dos Indios de los de guerra, que eran del
escuadr*aon de Tarama de parte de su cacique que quer*aia su cacique venir a servir a
los christianos con trescientos indios de g-rra. que *ael ten*aia en lo alto de la sierra, y
dijeron que era por diferencia que tuvo con los capitanes de Atabalipa, y huvo pareceres
que ven*aia por esp*aias, y en efecto no lo eran segun despu*aes pareci*ao, y el
capit*aan les mand*ao cortar———y los envi*ao ans*ai (120). Vilcaconga
580010 Otro d*aia caminamos la cuesta arriba, y al medio de la cuesta a do se hace
un poco de llano, que pasa un arroyoito de agua antes que llegasemos a *aeste llano
como un tiro de piedra, dieron los indios en nosotros de golpe, que de 40 de caballos
que eramos mataron 5 que fueron Hernando de Toro y Miguel Ruiz y Francisco Martin
y Marquina y Juan Alonso (121), y hirieron 17, y los que m*aas da*eno nos hicieron
fueron los trescientos indios que nos quer*aian venir de paz, porque esto se supo por
cierto; y aquella noche estuvimos en mucho trabajo, porque nevava, y con el fr*aio
quej*aabanse mucho los heridos, y dec*aian los indios (que nos manten*aian cercados y
muchos fuegos alrededor) nosotros no os queremos matar de noche, si no de d*aia, y
holgarnos con vosotros; La trompeta de Alconchel
580024 y a media noche en Limatambo (122) son*ao la trompeta de Alconchel (123),
y en oy*aendole nos animamos en tal manera que pegamos con los indios, y ellos que
devieron de oir tambi*aen la trompcta, entendiendo que era socorro que nos ven*aia;
luego apagaron los fuegos y caminaron al Cuzco, y era tanta la obscuridad, que no se
vido alzar su real, mas del ruido. El refuerzo
580031 y luego alleg*ao Diego de Almagro con veinte de acavallo, y otro d*aia vino
el Governador con la demas gente, y caminamos con los heridos, y al medio de la cuesta
sali*ao a nosotros. Chilche
590002 Chilche el que al presente es cacique de Yula, y con tres indios Ca*enares, y
dijo qual es el capit*aan de los christianos y mostraronle al Governador, y el dixo, Yo te
vengo a servir y no negar*ae a los christianos, hasta que muera, y asi lo ha hecho hasta
oy; Mango Inga
590008 y luego por la mesma cuesta abajo Mango Inca (124) con otros dos, o tres
orejones, y tra*aia una manta y camiseta de algod*aon amarilla, y Chilche dijo al
Governador, este es hijo de Guaynava, que ha andado huyendo de los capitanes de
Atabalipa, y as*ai caminamos al Cuzco, y media legua antes que lleg*aasemos nos
dieron mucha guerra los indios, y de un varazo de est*aolica pasaron una pierna a
Rodrigo de Chavez (125), y le mataron el caballo. Entrada al Cuzco
590017 y al fin entramos en el Cuzco, se pusieron en favor de los christianos los
indios Ca*enares y Chachapoyas que ser*aian hasta cincuenta indios los unos y los
otros, con Chilche, entramos en la ciudad del Cuzco, a donde luego nos vinieron
algunos indios de paz, en el Cuzco se hall*ao gran cantidad de plata, mas que no de oro,
aunque tambien huvo mucho oro; av*aia grandes dep*aositos de munici*aon para los
indios de guerra de lanzas y flechas y porras, y tiraderas; av*aia galpones llenos de
maromas tan gruesas como el muslo, y como el dedo con que arrastraban las piedras
para los edificios; avia galpones de barretas de cobre llenos, atadas de diez en diez que
eran para las minas; av*aia grandes dep*aositos de ropas de todas maneras, y
dep*aositos de coca y agi, y dep*aositos de indios desollados (126). El templo del sol
590032 En las casas del Sol entramos y dixo Villaoma (127) que era a manera de
sacerdote en su ley, como entrais aqu*ai vosotros, que el aqu*ai ha de entrar ha de
ayunar un a*eno primero, y ha de entrar cargado con una carga y descalzo; y sin hacer
caso de lo que dijo entramos dentro. Dedicatoria
600005 Muchas cosas otras pudiera decir que yo dejo por no ser prolijo; lo que
aqu*ai tengo escrito pas*ao en efecto de verdad, sin que en todo ello haya palabra
viciosa. V..E. lo reciva como de criado que soy de V.E. que se acab*ao a 5 d*aias de
abril de 1571.- Muy excelente se*enor. B. L. P. a V. E. su criado y servidor. Diego de
Trujillo (128).

KUPRIENKO