Сборник документов по истории Мексики. Том первый. Комментарии. Colección de documentos para la historia de México.Tomo Primero. Notas

Сборник документов по истории Мексики. Том первый. Комментарии к сборнику.

Colección de documentos para la historia de México.Tomo Primero. Notas
publicada por Joaquín García Icazbalceta

Notas
1. Manuel du libraire et de l’amateur de livres, 4me édition, (París, 1842-44,) t. IV. p. 574.

2. Epítome de la Biblioteca Oriental y Occidental, Náutica y Geográfica de D. Antonio de León Pinelo, (Madrid, 1737,) col. 31.

3. Estas noticias biográficas del licenciado Zuazo se han extractado de las que publicó Don Martín Fernández de Navarrete en el tomo II de la Colección de Documentos Inéditos para la Historia de España, pág. 375.

4. Storia antica del Messico, (Cesena, 1780) t. I, p. 7.

5. Due antichi monumenti di architettura messicana, illustrati da D. Pietro Marquez, (Roma, 1804), p. 40.

6. Voyages, &c., t. X, p. 49, nota.

7. Los Tres Siglos de México, por el Padre Andrés Cavo, (México, 1836) t. I, p. 152 nota. -Fastos militares de iniquidad, barbarie y despotismo del gobierno español, (México, 1843) en la advertencia, p. V, nota. -Mañana de la Alameda, (México, 1836) t. II, p. 222, nota. -&c.

8. La Aparición de Nuestra Señora de Guadalupe de México, comprobada con la refutación del argumento negativo que presenta D. Juan Bautista Muñoz, fundándose en el testimonio del P. Fr. Bernardino de Sahagún; o sea Historia original de este escritor, que altera la publicada en 1829 en el equivocado concepto de ser la única y original de dicho autor. Publícala… Carlos María de Bustamante. -México, impreso por Ignacio Cumplido, 1840. -Un tomo en 4º, de XXIV y 252 pp.
La historia de este segundo libro XII es la siguiente. Sabíase ya que el P. Sahagún había escrito dos veces la relación de la conquista de México, que forma el último libro de su grande obra. Bustamante adquirió una copia de toda ella, y el año 1829 dio principio a la publicación por el citado libro XII, expresando ser el corregido por el autor, y no era sino el otro: continuó luego la impresión de los once libros restantes, y la acabó el año siguiente de 1830. -Nadie ignora, por otra parte, que el principal argumento en que apoyó Don Juan Bautista Muñoz su famosa disertación contra la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe, fue el silencio, o más bien, testimonio contrario del P. Sahagún. Pues cuando Bustamante encontró en 1840 el verdadero libro XII corregido, persuadió al cabildo la colegiata de Guadalupe, que el hallazgo de aquel manuscrito destruía el argumento de Muñoz. De ahí provino que se publicara a costa del cabildo, con el título que hemos visto, y acompañado de una estampa de la Virgen de Guadalupe. Cualquiera creería después de esto que el P. Sahagún refería en ese libro la historia de la aparición. Pues no dice palabra de ella, y toda la disertación preliminar de Bustamante se reduce a sostener que están adulterados los escritos del P. Sahagún, puesto que después de concluido el libro XII, lo corrigió o escribió de nuevo, de donde saca por consecuencia que refirió la historia de la aparición y que los Españoles borraron el pasaje, por no convenirles que se publicara el favor tan distinguido que la Santísima Virgen había hecho a los indios. ¿Pero quién busca crítica en Bustamante?

9. Notaré de paso que Bustamante trajo aquí a cuento al Conquistador anónimo para apoyar con su autoridad la relación que acababa de hacer de la prisión de Cauahtemotzin y otros sucesos de la conquista, de todo lo cual no dice palabra el Anónimo. Es evidente que Bustamante no lo había leído.
10. Es un grueso tomo en 4º. copia moderna, con abundantes e impertinentes notas de Bustamante. Muerto éste pasó el manuscrito a poder del Sr. Don José María Andrade, quien al momento se sirvió ponerlo a mi disposición. La portada decía, MSS. de Zurita; mas apenas lo hube hojeado, conocí que no había tal cosa. El prólogo de Bustamante es de lo más singular en su línea, y las razones mismas que allí apunta para atribuir la obra a Zurita, fueron las que me inclinaron desde luego a creer que aquello no era otra cosa que la Historia de Txacala, de Diego Muñoz de Camargo, como lo confirmé después, cotejando el manuscrito con otra copia mía, con la traducción francesa de Ternaux inserta en los Annales des Voyages, y aun con las citas del Sr. Prescott en las notas de su Conquista de México. Ni queda el recurso de decir que Bustamante poseía otro manuscrito que en efecto era el de Zurita, porque todas las citas que hizo con este nombre en las Mañanas de la Alameda, son de la Historia de Txacala. -Debo advertir que cotejando la copia del Sr. Andrade y la mía, resultan graves y frecuentes variantes.

11. Quisiera poder señalar el lugar del manuscrito en que se encuentra el pasaje citado; pero es imposible, a causa de estar escrita la obra en un solo contexto de principio a fin, sin división alguna a que referirse.

12. De este Tratado del Aire y Tierra de Terrazas, no tengo más noticia que la de Camargo; pero en el catálogo de los manuscritos de Mr. O. Rich encuentro uno, (nº 135) cuyo título, por curioso y semejante al de la obra de Terrazas, quiero copiar aquí: «Tratado cuyo título es de los tres elementos Aire, Agua y Tierra, en que se trata de las cosas que en cada uno de ellos acerca de la Occidentales Indias, naturaleza engendra y produce, comunes con las de acá, y particulares de aquel Nuevo Mundo. Dividido en tres partes. Compuesto por el Lic. Tomás López Medel, oidor por muchos años en Indias, y electo arzobispo de Mexico &c. -Folio, 169 fojas. Nota al fin: Consta de esta historia que su autor vio gran parte de las Indias. Estaba visitando la provincia de Yucatán en 1551 y 1552. Después estuvo en el Nuevo Reino de Granada, en Cartagena, Santa Marta y Popayán. Vuelto a España, trabajaba el presente escrito después de 1563 en tierra adentro, &c». Hasta aquí el catálogo de Rich.

13. Cavo, Los Tres Siglos de México, t. I, p. 152. -Bernal Díaz, que concluyó su Historia en 1568, refiere también que murió de su muerte. Cap. CCIV.

14. Durante varios años la busqué inútilmente en México: al cabo di con un ejemplar en la biblioteca del colegio de San Ildefonso, que se hallaba entonces en el más lastimoso estado de suciedad y desorden: posteriormente se limpió y arregló. El Ramusio es uno de los libros que legó al colegio su exrector el P. Parreño: el ejemplar que tengo me fue remitido de Londres algún tiempo después.

15. Voyages, &c., t. X, pp. 49-105.

16. Era suyo el ejemplar de la Colección de Ternaux que hoy está en mi poder.

17. Dizionario della Lingua Italiana, (Vocabolario della Crusca, pubblicato con aggiunte da L. Carrer e F. Federici, (Padova, 1827-30, 7 vol. in 4º.

18. «Coriolano ¿Qué quiere decir hijodalgo? -Valdés. A los de acá (en Nápoles) llamáis gentiles hombres, en castellano llamamos hidalgos». Diálogo de las Lenguas, apud Mayans y Siscar, Orígenes de la Lengua Española, (Madrid, 1737) t. II, p. 114. -«En este pueblo grande se halló mucho bastimento y comida; pusímosle por nombre el pueblo de Mejía, porque murió allí un gentilhombre, de enfermedad, que se llamaba Mejía». Relación de la conquista de los Teules Chichimecas, que dio Juan de Sámano, MS.

19. Diccionario Universal de Historia y de Geografía, (México, 1853-56) t. II, p. 492.
20. Foscarini, Letteratura Veneziana, (Padova, 1752) pp. 435-39. -Tiraboschi, Storia della Letteratura Italiana, (Roma, 1782-5) t. VII, pte. I, lib. 1, cap. 6, §6. -Daru, Histoire de Venise, (Paris, 1821) t. VI, p. 266. -Rosco cuenta a Ramusio entre los literatos más célebres de su siglo, (Vie et Pontificat de Léon X, tras. fr., [Paris, 1813] t. III, p. 319) y Fontanini coloca la Colección en el catálogo de las mejores obras en lengua italiana. (Della Eloquenza Italiana, [Venezia, 1727] p. 208.) La obra de Foscarini tiene al fin del libro IV un pequeño medallón con el retrato de Ramusio.

21. Foscarini, p. 376.

22. Renouard, Annales de l’Imprimerie des Alde, 3me éd., (Paris, 1834) p. 385.

23. Foscarini, p. 436.

24. Gamba, Serie dei Testi di Lingua, (Venezia, 1839) p. 727.

25. Discorso sopra el discoprimento et conquista del Peru, en el t. III, f. 371. (1556)

26. «Il che si è fatto del miglior modo ch’è stato possibile, anchora che habbiamo hauute le copie incorrettissime» dice Ramusio hablando de sus traducciones. Discorso sopra il terzo volume, f. 4.

27. A. G. Camus. Mémoire sur la Colection des Grands et Petits Voyages, (Paris, 1802) p. 7.

28. Colección de Documentos Inéditos para la Historia de España, t. I, p. 11.

29.
30. Documentos Inéditos para la Historia de España, t. I, p. 410.

31. Bibliotheca Hispana Nova, (Matriti, 1783) t. I, p. 375.

32. Navigationi et Viaggi, t. III, p. 223. Ed. 1556.

33. History of America. Notes and illustrations, XCVII.

34. Es de extrañarse que autor tan versado en nuestra historia dé a entender que esta carta es la primera de Cortés. “No se han encontrado, dice, la primera, que ha publicado ahora el Sr. Navarrete”.

35. Colección de documentos inéditos para la Historia de España, tom. IV, pág. 10.

36. Edición del Sr. Lorenzana, (México, 1770) pág. 399.

37. Conquest of Mexico, book VII, ch. 3.

38. Disertaciones sobre la Historia de la República Mexicana, tom. I, pág. 197.

39. Déc. III, lib. 6, cap. 10.
40. Crónica de Nueva España, fol. 98 de la edición gótica (Medina del Campo, 1553) o cap. 163 de la edición de Barcia en sus Historiadores Primitivos de Indias.

41. Monarquía Indiana, lib. XV, cap. 9. -El P. Motolinía, que da este mismo derrotero del viaje, discrepa en la última fecha, según puede verse en la pág. 156 de su Historia; allí dice: -«Tornados a embarcar vinieron a San Juan de Ulúa a 12 de Mayo que aquel año fue vigilia de Pentecostes». -Aunque la autoridad de nuestro historiador parezca decisiva, pues que refiere sus propios hechos; sin embargo, debe preferirse, como más exacta, la corrección de Torquemada; porque confrontándola con el Calendario Perpetuo que se encuentra en L’Art de vérifier les Dates; etc., tanto de la edición de los Benedictinos, como de la última de Saint-Alais, se ve que el 12 de Mayo de 1524, que cita el P. Motolinía, fue Jueves, y por consiguiente no podía ser la Vigilia de Pentecostes. Fuelo el Sábado 14, y así lo anota explícitamente la antigua edición, resultando de ella plenamente justificada la corrección que hace el P. Torquemada.

42. Monarquía Indiana, libro XV, capítulo 10.

43. Herrera, Décadas de Indias, déc. III, lib. 2, cap. 9.

44. Lib. XX, cap. 25.

45. La traducción vulgar que se ha dado a esta palabra, es impropia, y por lo mismo no representa exactamente su idea, ni el espíritu o sentimiento con que se pronunciaba en esa ocasión. Verdad es que significa POBRE; mas también tiene las acepciones de infeliz, desgraciado, infortunado &c. &c., y los Indios la usaban en esa vez como interjección o exclamación de piedad o lástima, a la manera misma que nosotros las usamos en ocasiones semejantes. -Don Lucas Alaman se equivocaba aún más, traduciendo aquella palabra por el sustantivo Pobreza. Véanse sus Disertaciones &c., t. II, p. 140.

46. Lib. XV, cap. 12.

47. Chronica de la Provincia del Santo Evangelio &c., tratado I, cap. 1, n. 4.

48. Lettre du Fr. Vincent de Sta. Maria, dominicain à l’evèque d’Osma, apud Ternaux-Compans, Voyages, Relations, etc.: Second Recueil de Pièces sur le Mexique, p. 92.

49. Procès-verbal de l’Audience contre certains franciscains de Huexotzinco, commandarie de Fernand Cortez, commencée le 22 Avril 1529. -En la citada Colección de Ternaux-Compans, p. 104.
50. Rapport fait à l’Audience de Mexico, le 23 Avril 1529, par Gonzalo de Medina. -En el citado volumen de la Colección de Ternaux-Compans, p. 109.

51. Fr. Francisco Vázquez, Chronica de la Provincia de SS. Nombre de Jesús de Guatemala, lib. I, cap. 4. -Juarros repite estas noticias en su Compendio de la Historia de Guatemala, t. I, trat. 2, cap. 6.

52. Torquemada, lib. XX, cap. 25.

53. Chronica de Guatemala, lib. I, cap. 4.

54. Ibid., cap. 5.

55. Ibid., lib. I, cap. 5. -Lib. III, cap. 34.

56. Lib. III, cap. 30.

57. Trat. de la Ciudad de Puebla, cap. 1, §3.

58. Véase el volumen intitulado Second Recueil de Pièces sur le Mexique, p. 228, en la citada Colección de Ternaux-Compans.

59. Torquemada pone esta solemnidad en el año 1536; pero como él mismo dice (Monarqu. Ind., lib. XVII, cap. 9,) que su descripción la copió «sin quitar ni poner letra», de un Memorial del P. Motolinía, hemos preferido la notación de éste, por no tener dato alguno para decidir de parte de quién está la equivocación. El único que se presenta no he podido depurarlo. Ambos historiadores dicen que el día de la fiesta «fue el primero en que los Tlaxcaltecas sacaron el escudo de armas que el Emperador les dio, cuando a este pueblo (Tlaxcala) hizo ciudad; y ya se ve que con tal noticia podría fijarse muy aproximadamente la incertidumbre de aquellas fechas; mas no he encontrado la cédula que declaró ciudad a Tlaxcala, y tengo poca esperanza de dar con ella, porque D. Diego García de Panes, diligente investigador de nuestras antiguallas, dice que se perdió. Limítome, pues a indicar el vacío, dejando a otro más afortunado, el trabajo y el placer de llenarlo.
60. Lib. XX, cap. 25; y Lib. XVI, cap. 8.

61. Carta original de los Illmos. Sres. obispos de México, Guatemala y Oajaca, sobre la ida al Concilio general &C. -De México, a fin (sic) de Noviembre de 1537. -En el Apéndice a los Concilios Primero y Segundo Mexicanos, p. 13.

62. Página 257 del presente volumen. -Lleva la fecha de 2 de Enero de 1555; pero se escribió, por supuesto, a fines del año anterior.

63. Quintana, Vidas de Españoles, art. CASAS, t. III, p. 286, (Madrid, 1833, 12º).

64. Remesal, Historia de la Provincia de San Vicente de Chiapa, lib. X, cap. 1.

65. Décadas de Indias, déc. IV. lib. 5, c. 1.

66. Pág. L.

67. Advertencias importantes acerca del buen gobierno y administración de las Indias, así en lo espiritual como en lo temporal… dirigidas a Su Mag. y Real Consejo de Indias, por Fr. Juan de Silva (Madrid, 1621, fol.)

68. Remedio contra la despoblación de las Indias Occid., razón 2ª al fin. (Sevilla, 1552, 4º got.)

69. Brevísima Relación del la destrucción de Indias, § De la Nueva España. -Este pasaje y el siguiente se han copiado de la edición original que publicó el autor en 1552, en Sevilla, 4º got., pues las que nos dio Llorente de sus Obras está absolutamente corrompida, por el ímprobo y perjudicial trabajo que emprendió de enmendar el antiguo lenguaje, y lo que es peor, la redacción misma.
70. Treinta proposiciones muy jurídicas. &c. -Prop. 29.

71. Págs. 274 y sig. de este vol. -Pullas como la que precede no escasean.

72. Carta cit. del P. Motolinía, p. 275.

73. Herrera, déc. III, lib. 10, cap. 10.

74. Vid. y conf. las noticias de Herrera en la déc. IV. lib. 1, cap. 9, y lib. 5. cap. 1, con la déc. VI, lib. 1, cap. 8.

75. Vázquez, op. Cit., lib. I, cap. 4. -Juarros, Compendio de la Historia de Guatemala, trat. II, cap. 6.

76. Vázquez, ubi sup., y lib. III, cap. 34. -Remesal, op. Cit., lib. X, cap. 4.

77. Herrera, déc. VI, lib. 1, cap. 8.

78. Vidas de Españoles célebres, art. CASAS, p. 349, y §10 del Apéndice en el t. III.

79. Vida de D. Fr. Bartolomé de las Casas, pp. 52 y 55 al principio del t. I de la Colección de sus obras.
80. Déc. VI, lib. 7 cap. 6. -Quintana (ubi supra, p. 363) confirma el hecho, aunque expresando que era de tránsito en su viaje a España.

81. Pág. 258 de este volumen.

82. «Trabajaba siempre en enseñar la doctrina cristiana y cosas de nuestra Santa Fee… así como en bautizar, de los cual era amicísimo… Con este espíritu se disponia a ir a lejas tierras, porque los niños no se muriesen sin bautismo… bautizó por cuenta que tuvo en escrito, más de cuatrocientos mil &c.» (Torquemada, lib. XX, cap. 25.) -«Pasó a Nicaragua… por el ansia con que siempre vivió de administrar el bautismo». (Vázquez, Cron. de Guat., lib. I, cap. 4)

83. Trat. II, cap. 4 de su Historia, en la pág. 114 de este volumen. -El caso, por lo que toca al cuantioso número de bautismos administrados en esta ocasión, parece exento de toda duda, pues aun llamó la atención de los mismos Indios. Confírmalo la siguiente noticia que se encuentra en una especie de Anales inéditos, escritos en lengua mexicana por un indígena de Tecamachalco ó Quecholac. -Matlactlioce Tochtli 1542. -Ipanin xihuitl ohualla Fray Cimplo Presidente mochihuaco ihuan Fray Francisco de las Navas, icuac mochintin quin cuatequique. (En el año 11 Conejos llegó Fray Cimplo [?] con el cargo de presidente, y él en unión de Fray Francisco de las Navas bautizaron una multitud inmensa de gente. Trad. Del líc. D. Faustino Galicia). -Sólo hay que notar en este pasaje el error de correspondencia entre el año mexicano y el europeo; pues al nuestro de 1542 no correspondía el otro el símbolo de 11 Conejos. Tales equivocaciones, de pluma o de cálculo, son muy frecuentes por la dificultad de la materia, descuido de los copiantes, y rápida decadencia de la antigua cultura indígena.

84. Déc. VI, lib. 7, cap. 7.

85. «… é despues que estuvo (aquí en México) luego se hartó y tornó á vaguear y andar en sus bullicios y desasosiegos… acá apenas tuvo cosa de religion… estuvo en esta tierra obra de siete años, y fué como dicen que llevó cinco de calle». -Carta del P. Motolinía, en este volumen, pp. 258, 273 y passim.

86. Déc. VI, lib. 7, cap. 6.

87. Crónica de Guatemala, lib. I, cap. 20.

88. Lib. XIX, cap. 28; lib. XX, cap. 47.

89. Lib. XIX, cap. 13.
90. Cogolludo, Hist. de Yucatán, I. V, c. 1.

91. Torquemada, ubi sup., y cap. 14. -Vázquez, Crónica de Guatemala, lib. III, cap. 35.

92. Quintana, Vidas &c., p. 365.

93. Quintana, loc. cit., pp. 364-368.

94. En ese año aún no lo era.

95. Quintana, ubi sup., p. 369.

96. Herrera, déc. VII, lib. 6, cap. 4.

97. Quintana, ubi sup., p. 372.

98. Gil González Dávila, Teatro Eclesiástico de las Indias; Iglesia de Chiapa, t. I, p. 191. -Quintana dice que se embarcó el día 10.

99. Quintana, ubi sup., pp. 375-76.
100. Remesal, lib. VI, cap. 2.

101. Remesal, ubi supra.

102. Remesal, lib. VI, cap. 2 y 3.

103. Remesal, lib. VII, cap. 16.

104. Lib. VI, cap. 2.

105. Remesal, lib. VI, cap. 3.

106. «… i dende a muy pocos días (de llegado a Chiapa) descomúlgalos y póneles quince o diez y seis leyes, y las condiciones del Confissionario, y déjalos y vase adelante». Pág. 259. -Dióse comúnmente el nombre de Confisionario a aquella Instruccion.

107. Remesal, lib. VI, cap. 5.

108. Vázquez, Crón. de Guatemala, lib. I, cap. 5 y 20. -Lib. III, cap. 35 y passim.

109. Cédulas de 22 de Enero de 1556, y de 1º de Agosto de 1558, en Remesal, lib. X, cap. 1 y 2.
110. Vázquez, ubi sup., cap. 20 cit.

111. Véanse en Remesal, lib. X, cap. 2.

112. Remesal, ubi supra.

113. Lib. VII, cap. 4.

114. Apéndice a la Vida de Fray B. de las Casas, nº 11.

115. Asienta en términos explícitos que ese territorio fue conquistado y poblado por los españoles, que voluntariamente lo abandonaron por correr tras las riquezas del Perú; mas Herrera (Déc, IV, lib. 10, cap. 13), Juarros (Trat. I, cap. 3) y los otros historiadores lo contradicen, conservando la uniforme tradición de que en la época «se le llamó tierra de guerra, porque nunca la entraron con armas». El primero se extiende en la etimología del nombre de Vera-Paz.

116. Yo no dudo que el P. Motolinía se refería a esta misma expedición y sucesos en el pasaje de su carta (pág. 259) que se me permitirá trasladar aquí por su perfecta congruencia: «entonces, decía, fue (el Sr. Casas) al reina que llaman de la Verapaz, del cual allá ha dicho que es grandísima cosa y de gente infinita: esta tierra es cerca de Guatemala, é yo he andado visitando y enseñando por allí, llegué muy cerca, porque estaba dos jornadas della, y no es de diez partes la una de los que allá han dicho y sinificado. Monesterio hay en México que dotrina i vesita diez tanta gente de la que hay en el reino de la Verapaz, y desto es buen testigo el obispo de Guatemala; yo vi la gente, ques de pocos quilates y menos que otra». -Las noticias de Fray Toribio quizá nos revelan otro motivo de graves desavenencias de esa época: el de entrarse en el territorio de las doctrinas de los dominicos.

117. Remesal, lib. VII, cap. 4.

118. Pág. LXX.

119. Remesal, lib. VII, cap. 5, que copia el Memorial del obispo.
120. Remesal, lib. VII, cap. 6.

121. Vázquez, Crón. de Guatemala, lib. I, cap. 20, con las noticias que da Beristain (Biblioteca Hispano-Americana), en el art. Betanzos, Fray Pedro.

122. P. Vázquez, cit. Lib. I, cap. 20.

123. El P. Vázquez (Crón. cit., lib. III, cap. 35) explica esta singular forma de la suscrición de Fray Toribio, diciendo que por mostrar «la estimación que hacía de la santa pobreza tomó el apellido Motolinía, que no sólo abrazó, sino que la puso sobre su cabeza, firmando en dos rengloncitos», dispuestos como se ven.

124. «… por cierto, para con unos poquillos cánones quel de las Casas oyó, él se atreve a mucho y muy grande parece su desorden y poco su humildad (pag. 257)».

125. El censor aún abusó de la Santa Escritura, para aplicarle el tremendo pasaje de San Juan: fugit quia mercenarius est &c. (pág. 264).

126. «Yo me maravillo cómo V. M. ha podido sufrir… a un hombre tan pesado, inquieto e importuno y bullicioso y pleitista en hábito de religión, tan desasosegado, tan malcriado, y tan injuriador y perjudicial, y tan sin reposo &c. (pág. 257) … acá apenas tuvo cosa de religión (pag. 258), ni deprendió lengua de Indios, ni se humilló, ni aplicó a les enseñar (pag. 260) … estuvo en esta tierra obra de siete años, y fue como dicen que llevó cinco de calle (pag. 273)».

127. «… estas cosas (las obras del obispo) es clara tentación de nuestro adversario… y V. M. le debía mandar encerrar en un monasterio, porque no sea causa de mayores males; que si no, tengo temor que ha de ir a Roma, y será causa de turbación en la corte romana (pág. 261)».

128. «… a más de la poca caridad y menos piedad que en sus palabras y escripturas tiene… fuera mucha razón que se templara y hablara con alguna color de humildad» (pag. 268).

129. Pág. 274.
130. Quintana, ubi sup., Apénd. nº 11.

131. Vázquez, Crón. cit., lib. I, cap. 20.

132. Remesal, lib. VII, cap. 6.

133. El mismo, allí, cap. 16.

134. Remesal, cap. 6, cit.

135. Remesal, ibíd., cap. 7.

136. Remesal, lib. VII, cap. 8.

137. Remesal, ibíd.

138. Remesal, ubi sup., cap. 8.

139. El mismo.
140. Ibid., cap. 15.

141. El mismo, cap. 8.

142. Quintana, Vidas, ubi sup., pp. 401-4.

143. Lib. V, cap. 13.

144. Remesal, lib. VII, cap. 13.

145. Remesal, ibíd., cap. 15.

146. Remesal, lib. VII, cap. 16.

147. Remesal, lib. VII, cap. 16.

148. Ubi supra.

149. Remesal, ibíd., cap. 17.
150. Esto es, so pena de conciencia pecaminosa, o de no poseerlos con buen título.

151. El título de esta obra célebre del Venerable Casas, es uno de los que presentan mayores incertidumbres, ya por la originalidad de él, ya por el descuido con que los antiguos trataban la parte bibliográfica. -He aquí sus variantes, en el orden cronológico de las autoridades que han llegado a mi noticia. -Dávila Padilla, que escribía a fines del siglo XVI su Historia de la Fundación y discurso de la Provincia de Santiago de México, lo cita solamente (lib. I, cap, 98) por vía de mención, diciendo que escribió un libro «donde se contenían unos avisos y reglas para los confesores que oyesen confesiones de los Españoles que son o han sido en cargo a los Indios de las Indias del Mar Océano». -Remesal se expresa poco más o menos en idénticos términos. «Escribió, dice, (lib. X, cap. 24) un Confesionario que contiene doce reglas»; y cita como tal el que copia en su Crónica, y del que doy particular noticia. -En la primera edición (1629) del Epítome de la Biblioteca Oriental y Occidental de León Pinelo, se menciona a la pág. 64 de este opúsculo con el siguiente título, que desde luego revela haberse compuesto con vista de las noticias de Remesal: Confesionario de doze reglas, para los confessores de Españoles que han sido en cargo a los Indios. -El maestro Gil González Dávila en su Teatro Eclesiástico de la Santa Iglesia de Chiapa, cita, cual si describiera objetos que tenía a la vista, «Otro (cuaderno o legajo) que tenía 32 hojas, con título de Confessionario». -Perplejo Don Nicolás Antonio estas variantes, dudó (Bibliotheca Nova Hispan. Scrip. Art. Bartholomaeus de las Casas) si se trataba de dos obras diversas, y así las citó, dando a la una el título Avisos para los confesores de las Indias, el cual ciertamente sacó de las noticias de sus predecesores; y a la otra el de Confesionario, foliis XXXII, copiado evidentemente de las del maestro Gil González Dávila. -En la 2ª Edición (1737, fol.) de la Biblioteca de León Pinelo nada se adelantó sobre la 1ª: el editor (Barcia) copió simplemente (pág. 570) esta, notando las dudas que insinuaba Don Nicolás Antonio. -El doctor Beristain (Biblioteca Hispano-Americana, art. Casas, Illmo. Don Fr. B.) copió el primer título de éste, citándolo vagamente con la nota de impreso. -Llorente, que formó a su modo y publicó una colección de los opúsculos del Sr. Casas, omitió el de que se trata, limitándose a citarlo y en términos muy inexactos, pues dice «que escribió y publicó (la instrucción para confesores) con el título de Confesonario». -En el catálogo de MSS. colectados por D. Juan B. Muñoz, que insertó Fuster en su Biblioteca Valenciana, se cita con el siguiente título y noticia (tom. II, pág. 218): «Confesional para los conquistadores y encomenderos de Indias, por D. Fr. Bartolomé de las Casas. Parece original, es un cuaderno en 4º de doce hojas». -Aun el muy respetable Don Manuel José de Quintana pagó su tributo al descuido, en la Noticia que nos dio de los escritos del autor, al fin de su Biografía, mencionando aquel opúsculo con el título que le impuso Don Nicolás Antonio y repitió después el doctor Beristain. -El suyo verdadero (si es que tal puede llamarse) copiado de la edición original que hizo en Sevilla, terminada «a XX día del mes de Setiembre, año de 1552″ en casa de Sebastián Trujillo, en 4º , es el siguiente:

-La simple lectura de este epígrafe muestra claramente el origen de algunos de los títulos que hemos mencionado. Su texto, compuesto de doce reglas y de un apéndice intitulado Addición de la primera y quinta reglas, que es la apología o defensa de su doctrina, componen el verdadero texto original o genuino, que dio material a las disputas, controversias y decisiones de la corte de España. El que con el mismo título y número de párrafos o reglas, cita el P. Remesal, aunque congruente, es diverso, según se manifiesta en su lugar.

152. Remesal, lib. VIII, cap. 5. -Estos documentos son los últimos llegados a mi conocimiento que nos den una data bien determinada de los hechos de D. Fr. Bartolomé durante su residencia en esta ciudad de México. Deseoso de adelantar sus noticias hice una detenida exploración en la biblioteca del convento de Santo Domingo, donde estuvo hospedado y celebró su famosa Junta Eclesiástica; más desgraciadamente sin suceso. Tampoco se conserva tradición alguna entre sus moradores. En un volumen MS. de 374 hojas fol., que hallé entre los impresos, intitulado Segunda Parte de la Historia de la Provincia de Santo Domingo de México, Orden de los Predicadores en la Nueva España, por Fr. Alonso Franco &c., se hace mención de D. Fr. Bartolomé de las Casas en el cap. 36, cuyo título es como sigue: De todos los Religiosos que ha tenido la Provincia de México insignes en santidad y de conocida virtud desde que se fundó hasta el año en que sale ésta. El 29º de los mencionados es Fray Bartolomé de las Casas. C. Año 1569. -La letra C denota que pertenecía a la provincia de Santa Cruz. -En el cap. 37 de la misma Crónica, intitulado De otros Religiosos de la Provincia dignos de memoria, y si algunos son hijos de otras Provincias, por haber estado en ésta se ponen en la Historia de México, también se le menciona entre los obispos con la siguiente nota: Fr. Bartolomé de las Casas. Chiapa. Prohijado en este convento y Procurados de la Provincia.

153. Lib. X, cap. 24.

154. Lib. VIII, cap. 5.

155. Como estas restricciones hicieron un papel tan singular en las disputas teológico-políticas del siglo XVI, y lo hacen muy principal en la historia de nuestros dos venerables misioneros, creemos que al lector no desagradará conocer su texto; tanto más que hoy ya es muy raro, pues solamente se encuentra en la edición gótica de los opúsculos del Sr. Casas, varias veces citada. Dicen así con su respectivo Prólogo.
§Los confessores que oyeren de confession penitentes en las yndias / o en otras partes á los hombres de las yndias: de los que ouier sido cquistadores en ellas /o ouieren tenido / o tienen yndios de repartimiento / o ouieren auido parte, de los dineros que con yndios / o de yndios se ouieren adquerido: deuen de gurdar y regirse por estas doze Reglas.
La primera quto al presente negocio toca tres generos de psonas pued venirse a cfessar: o son conquistadores: o pobladores c yndios de repartimito: que por otro nbre se llamá comderos / o que tien encomidas de yndios: el tercero es mercaderes no todos: sino los que lleuar armas y mercadurias a los que conquistauan y hazi guerras a los yndios estdo en aquel acto bellico. Si fuere conquistador y este tal se quisiere cfessar en el articulo de la muerte: antes que entre en la cfessi haga llamar vn escribano publico / o del rey y por acto publico hagale el confessor declarar y ordenar y conceder las cosas siguientes.
§Lo primero que haga assentar y diga que el como xpiano fiel y que dessea salir desta vida sin offensa de dios y descargada en concicia: pa parecer ante el juez diuinal en estado seguro: elige por cfessor a fulano sacerdote clerigo /o religioso de tal orden: a qual da poder cplido (en quanto puede y es obligado de derecho diuino y humano pa que descargue su cscicia) en todo aquello que el viere que conuiene a su saluaci. Y que si para esto viere y le pareciere al dicho cfessor qs necesario restituyr toda su hazida de la manera que a el pareciere que se deue de restituyr sin quedar cosa alga para sus herederos: lo pueda libremte hazer: como el mismo enfermo / o penitente en su vida lo pudiera y deniera hazer libremte / viendo que conuenia a la segúridad de su anima. Y en este caso somete la dicha toda su hazienda a su juyzio y parecer/ sin condicion ni limitacion alguna.
§Lo. 2. declare y assite el escriuano que se hallo en tal /o en tales conquistas /o guerras ctra yndios en estas yndias y que hizo y ayudo a hazer los robos / violcias / daños / muertes y captiuidades de yndios / destruyciones de muchos pueblos y lugares que enllas y por ellas se hizieron.
§Lo. 3. declare y assiente el escriuano que no truxo hazienda alguna de castilla: sino que todo lo que tiene es auido de yndios / o con yndios: aun que algunas cosas tenga de granjerias. Y que affirma que monta tanto lo que ha anido de yndios y es encargo a yndios c los daños que les ha hecho y ha ayudado a hazer despues que está en las yndias: que no bastaria otra mucha hazida sobre la suya para les satisfazer. Ypor tanto quiere y es su vItima, voluntad que el dicho confessor lo restituya y satisfaga todo cumplidamente / al menos en quanto su hazienda toda bastare / como viere que á su anima cumple y sobre ello le encarga estrechamente la consciencia.
§Lo. 4. si tuuiere algunos yndios por esclavos de qualquiera via /o titulo / o manera que los ouiere auido /o los tenga: luego en continente y desde luego los de por libres yrreuocablemente sin alguna limitacion ni condicion. Y pida les perdon de la injuria que les hizo en hazellos esclauos vsurpado su libertad / o en ayudar / o en ser parte que fuessen hechos: o si no los hizo por auellos comprado / tenido y seruido se dellos por esclauos con mala fee. Porque esto es cierto y sepa lo el confessor que ningun español ay en las yndias que aya tenido buena fee cerca de cuatro cosas. La primera cerca de las guerras conquistas. La segunda cerca de las armadas que se hizieron de las yslas á Tierra firme. a traher salteados y robados yndios. La tercera cerca del hazer y del cprar los yndios que se han vendido por esclauos. La quarta cerca del llenar y vender armas y mercadurias a los tyranos conquistadores: quando actualmente estauan en las dichas conquistas / violencias y tyranias. Y mandara que se les pague a los dichos yndios que tuuo por esclauos por cada mes / o cada año todo aquello que juzgare el discreto confessor: que por sus trabajos y seruicios y injuria hecha que se les recompense / merecian.
§Lo quinto que reuoque otro qualquiera testamento /o codicilio que aya hecho affirmando que este solo quiere que sea valido y firme y que se cumpla como su vltima voluntad. Y si fuere menester tambien da poder al dicho confessor para añadir a esta su determinacion en fauor de la dicha restitucion y satisfaccion qualquiera clausula /o clausulas que viere que conuengan a la salud de su anima. Y que pueda declarar por ellas qualesquiera dubdas que cerca deste negocio occurrieren: y ordenar qualquiera cosa que de nueuo ordenar conuiniere para en fauor y mayor descargo de su consciencia.
§Lo sexto haga juramento solne en forma de derecho y obligacion de todos sus bienes muebles y rayzes que lo guardara y cumplira: de estar por lo que el dicho cfessor ordenare y mandare hazer de todos sus bienes sin faltar cosa alguna. Y si acaesciere escapar de aquella enfermedad: que no reuocara en su vida ni al tiempo de su fin y muerte aqueste Testamento en todo ni en parte ni hara declaracion por otro testamento ni codicilio en ctra de lo susodicho. Y que estara mientras biuiere por las reglas que el dicho confessor le diere: que abaxo seran puestas cerca de los conquistadores que no estan en el articulo la muerte. Y si contra alguna cosa de las suso dichas en parte / o en todo viniere / o hiziere en alga cosa: da poder al obispo su prelado y a la justicia ecclesiastica: y si menester fuere para effecto desto á la justicia seglar: para que le castigue como perjuro y que le haga cplir todo lo que dicho es sin faltar cosa alga. Y desde luego se despoja y haze cession de todos sus bienes quanto a esto: y los subjeta a la jurisdici eccleslastica en quanto a cstrenille al cplimito todo ello: y rencia qualesquiera leyes que ctra lo suso dicho lo pued ayudar……
§Quinta Regla: si el penitente no estuuiere en estado peligro de muerte: sino que se confessare sano / deue el confessor antes de la confession concertarse con el y pedir le si qere salir de toda dubda y poner en estado seguro su csciencia /y si respdiere con todo coraçon que si: mande le hazer vna scriptura publica por la qual se obligue a estar por la determinacion de lo que el confessor de su hacienda toda ordenare y viere que conuiene a su concicia: aunque sea expendella toda. Y para lo tener y auer por firme y cplir como el cfessor lo ordenare y mandare: obligue todos su bienes de la mima manera que esta dicho en la I. regla: ddo poder al obispo de aquel obispado y justicia ecelesiastica: para que le puedan cstreñirlo compeller en el foro judicial eclesiastica a lo suso dicho. Esta regla c la primera se prueba clara y formalmte en los mismos terminos por el c. Snp eo. de raptoribº: donde esta establecido por el Eugenio papa. 3. que los confessores no pued absoluer a los raptores como son todos los dichos conquistadores de las yndias. si primero no restituyeren todo lo robado / o dier / restitudi seu / emdandi firm y plen securitat rc. Assi lo dize el texto: y pone alli graves penas al cfessor que lo contrario hiziere. Prueua se tambien por el cap. quanql. de vsuris en el lib. 6.

156. Una de las más enérgicamente expresadas se encuentra ciertamente en aquel arranque donde hablaba (pág. 257) de los «poquillos cánones que el de las Casas oyó»: -«y Dios perdone (decía en la pág. 267) al… que tan gravísima deshonra y disfama, y tan terriblemente injuria y afrenta una y muchas comunidades y una nación Española, y a su Príncipe y Consejos, con todos los que en nombre de V. M. administran justicia en estos Reinos &c».

157. Quintana, op. cit., pág. 416.

158. …ut summi ingenii, ac plane monstuosi, sic et memoria specimen saepe dedit. Nic. Ant. Biblioth. Nova, en su artículo. -Beristain, Bibliot. Hisp.-Amer., id.

159. Intitulado: De justis belli causis, sive Democrates alter. -Este segundo título aludía al de otro opúsculo publicado antes: De honestate rei militaris qui inscribitur Democrates. Romae, 1535.

160. Quintana, Vidas &c., pág. 417.

161. Remesal, lib. VIII, cap. 4.

162. Remesal, ubi sup. -Don Manuel José Quintana, de quien son las palabras copiadas, añade con relación al deán: «Entonces, ya como seguro y satisfecho, se volvió a Indias, y en el viaje se le sorbió el mar; justo, cuanto menos aquella vez, en devorar a un villano». Op, cit., pág. 422.

163. Esto es, manuscritos o no impresos. -Este pasaje de la Carta del P. Motolinía está citado conforme a la edición del Sr. Smith, de que se dará noticia más adelante, y que ofrece aquí mejor lección que la del presente volumen.

164. «… algunos émulos de la verdad (contenida en el Confesionario) ignorantes del hecho y del derecho de las cosas pasadas en las Indias, que pretendían poner excusas y colores a obras nefandísimas queriéndolo calumniar, tomaron ocasión para fundarse una de las reglas dichas». Treinta proposiciones muy jurídicas &c. Argumento. Edic. gótica.

165. «… ésta es materia de gran calidad e importancia y para dar cuenta della requiere largo tratado… pero porque vuestra Alteza me da prisa por lo enviar a su majestad pareciome mucho abreviando hacer de todo lo que según Dios y su ley cerca deste artículo alcanzo, por las siguientes proposiciones sin proballas, el sumario presente. La prueba dellas con lo demás se quedará para en el dicho tratado que en breves días si place a Dios vuestra alteza verá». Ibíd. Prólogo.

166. Esto es, atrayendo a las personas y ganándoles la voluntad con halagos, obsequios y medios suaves. -Es voz derivada del verbo latino allicio.

167. Esto es, su audacia y temeridad son mayores que las del que &c.

168. «… Disputa o controversia entre el obispo Don Fray Bartolomé de las Casas… y el doctor Ginés de Sepúlveda &c.» -de la edición gótica.

169. Las noticias de Don Nicolás Antonio comparadas con la de León Pinelo, hacen dudar si el Demócrates se imprimió también ese año, paucis admondum exemplaribus, como dice el mismo Don Nicolás.
170. Y tan egregio, que en la Universidad de Salamanca se repetía como proloquio: -qui scit Sotum, scit totum. Aún hoy es una de las autoridades más respetables en teología moral y derecho canónico.

171. «Vergüenza grande y vituperiosa confusión debíamos haber, ya que temor de Dios nos falta». (Undécima réplica).

172. Duodécima réplica. -Hay en esta otros muchos pasajes igualmente dignos de relevarse; mas no quiero dejar en el tintero uno que justamente fijó la atención de Quintana, y que ciertamente nos da el verdadero tipo del carácter de ese hombre extraordinario, no menos que de la sinceridad y pureza de su ferviente celo. El doctor Sepúlveda le había opuesto un tremendo argumento de hecho, que el P. Motolinía repite en la p. 255 de su Carta, contra la eficacia del sistema de propagar el cristianismo por la sola predicación, sin el auxilio de las armas, produciendo en apoyo del suyo, belicoso, la trágica muerte de Fray Luis Cáncer, víctima de la ferocidad de los Indios de la Florida. «Pero aprovéchale poco al reverendo doctor Sepúlveda (exclamaba el obispo, en una retorsión tan enérgica como inteligente), porque aunque mataran a todos los frailes de Santo Domingo, y a San Pablo con ellos, no se adquiría un punto de derecho más del que antes había, que era ninguno, contra los indios. La razón es, porque en el puerto donde lo llevaron los pecadores marineros, que debieran desviallos de allí, como iban avisados, han entrado y desembarcado cuatro armadas de crueles tiranos, que han perpetrado crueldades extrañas en los Indios… por lo cual tienen justísima guerra hasta el día del juicio contra los de España, y aún contra todos los cristianos».

173. Carta, pág. 260.

174. Lib. X, cap. 24.

175. Esto es, no los amparáis y los protegéis.

176. Remesal, ubi sup.

177. Hablando de él y de otro que escribió sobre los repartimientos, decía nuestro Padre Motolinía (pág. 267): «no hay hombre humano de cualquiera nación, ley o condición que sea, que los lea, que no cobre aborrecimiento y odio mortal y tenga a todos los moradores de esta Nueva España por la más cruel y más abominable y más infiel y detestable gente de cuantas naciones hay debajo del cielo &C».

178. «… cuando yo supe lo que escribía el de las Casas, tenía queja de los del Consejo, porque consentían que tal cosa se imprimiese &c». (Carta cit., en la pág. 269).

179. Hoy la L. 13, tít. 36, lib. 9 de la Recop. de Ind.

180. Encuéntranse, con otras muchas conexas, en la obra que escribió Don José de Veytía, padre de nuestro historiador Don Mariano, con el título de Norte de la Contratación de las Indias &c., lib. II, cap. 4.

181. Ley 30 de la misma Rec., y Veytia cit.

182. Hállase en la Colec. de Ternaux-Compans, antes citada, en el vol. intit. Recueil de Pièces relatives à la Conquête du Mexique, pág. 451, con el siguientes: Envois d’or et d’argent faits par les Gouverneurs et Vice-Rois du Mexique. A continuación sigue la lista de los arribos de las Flotas, intituladas: Liste générale des Flottes et Azogues qui sont entrées dans le port de la Veracruz depuis la conquête jusqu’à l’anneé 1760. -No obstante este anuncio, comienza el año de 1581.

183. Il n’y a pas eu d’envoi.

184. Fundo esta conjetura en la lentitud con que entonces se hacía la navegación, y en el hecho, muy repetido para ser casual, de que todos los virreyes del siglo XVI tomaron posesión de su plaza entre Octubre y Noviembre, sin que forme excepción Don Luis de Velasco el 2º, pues por motivos particulares desembarcó en Tampico a fin del año de 1589.

185. «… agora en los postreros navíos que aportaron a esta Nueva España &c». (Carta citada, pág. 256).

186. El P. Vetancourt dice que la primera vez que hizo uso de esta facultad, fue en su viaje a Guatemala, sin expresar en cuál de ellos; pero es muy probable que las haya ejercido desde los primeros años de la conquista, según puede deducirse del Acta del Ayuntamiento, citada al principio de esta Noticia, donde se le denominaba Vice-Episcopo.

187. B. Díaz del Castillo, Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, cap. 171.

188. P. Motolinía, pág. 224 de su Historia.

189. Torquemada, lib. XX, cap. 25.

190. El 9 del Trat. III, pág. 196.

191. Torquemada, lib. XX, cap. 25. -Vetancourt, Menolog. Franciscano, 9 de Agosto.

192. Torquemada y Vetancourt, ubi supra.

193. Art. Motolinía (Fr. Toribio).

194. De origine Seraphicae Religionis Franciscanae ejusque progressibus, de Regularis observantiae institutione forma administrationis ac legibus, admirabilisque ejus propagatione, Fr. Francisci Gonzaguae. Romae, 1587, fol. Quarta Pars. Provincia S. Evangelii, pag. 1235.

195. Herrera, Déc. VI, lib. 3, cap. 19. -Para bien comprender este pasaje, que a primera vista presenta en el original dificultades inextricables, debe tenerse presente que las cuatro primeras Décadas de Herrera se imprimieron el año de 1601, y las cuatro siguientes el de 1615, en el mismo que se imprimió también, por primera vez, la Monarquía Indiana del P. Torquemada, donde se encuentran las censuras a que hago alusión. Es por tanto seguro que Herrera las vio antes de la impresión y en el mismo MS. del autor, que ha debido llegar a Madrid hacia fines de 1612. De esta manera se explica esa singular simultaneidad del cargo con la respuesta.

196. Monarquía Indiana, lib. XIX, cap. 14.

197. «Es muy propia tierra (la de México) para ermitaños y contemplativos… y aún de esto que digo comienza ya a haber harta muestra, como se dirá adelante en la cuarta parte de esta narración». Historia cit., tratado III, cap. 9.

198. «Catalogo de Autores impresos y de Instrumentos manuscritos de que se ha compuesto la Historia del Teatro Mexicano, según el orden de los años de su imprenta. -Instrumentos MSS». -Colocado al principio del mismo Teatro.

199. Menologio Franciscano, Junio 10.

200. Monarquía indiana, lib. XIX, cap. 33.

201. Como de la noticia que copió del Padre Torquemada podría deducirse rectamente que el Padre Motolinía fue el primero que escribió una Doctrina en Mexicano, debo añadir, por la exactitud y fidelidad que debe guardarse en las investigaciones literarias, que el mismo Torquemada (lib. XV, cap. 18) hace una explícita e importante rectificación, expresando «que los primeros que supieron la lengua mexicana y salieron con ella», fueron Fr. Luis de Fuensalida y Fr. Francisco Ximénez, y que «con esta inteligencia y con ayuda de los más hábiles discípulos, que estaban ya muy informados en las cosas de la fe, tradujeron lo principal de la doctrina cristiana en la lengua mexicana y pusiéronla en un canto llano muy gracioso para que los oyentes así la tomasen de memoria».
La duda sobre la primacía aumenta con una noticia singular de Vetancourt, reforzada por Beristain. Dice el primero (Menologio, Junio 29, -Varones ilustres, nº 5) que el V. Fr. Pedro de Gante enseñó a «millares de niños la doctrina cristiana, que tradujo en mexicano y a los dos años tenía impresa en Amberes…por carecer de imprenta» en México. Y como el P. Gante arribó a Veracruz el 30 de Agosto de 1523, tendríamos como hecho seguro, que su Doctrina, impresa en Amberes, estaba ya en México a fines de 1525, un año después de la llegada de los misioneros franciscanos, y antes ciertamente que éstos hubieran aprendido la lengua. Beristain dice en términos precisos, que la impresión se hizo el año de 1528, tres posteriores al que da la computación de Vetancurt; añade que se reimprimió en México el 1553, y agrega circunstancias que a primera vista inducirían a creer que había tenido en sus manos ambos ejemplares. ¿A cuál atenernos?
Vivamente excitada mi curiosidad, hacía años, por esta duda, y encontrándome cerca de Amberes, quise aprovechar la oportunidad, ya para admirar los prodigios del pincel de Rubens, ya para aclarar este segundo misterio de la bibliografía mexicana, siendo el otro la tan decantada edición de la Escala espiritual de San Juan Climaco. Nada encontré en sus más acreditados depósitos de libros antiguos, ni los corredores del ramo supieron darme razón. Entonces me dirigí a Gante, con el único designio de visitar el monasterio de nuestro Fr. Pedro, esperando hallar en su biblioteca lo que buscaba, y añadir algo a las escasísimas noticias que poseemos de este venerable fundador de la civilización y de las artes en México. El superior del convento, sujeto muy afable y cortés, se manifestó perfectamente dispuesto a absolver todas mis dudas; pero no pudo responder a ninguna de mis preguntas. Biblioteca, frailes, convento, iglesia, todo había desaparecido al soplo del furioso vendaval democrático brotado de la revolución de Francia, sin dejar a los restauradores, ni las ruinas, ni aun el terreno, sobre el cual se levanta hoy un edificio público. Nada, por consiguiente, tenía de extraño que el guardián tampoco recordara al humildísimo lego que, más de tres siglos antes, había venido a esconder su existencia y su nombre en un mundo desconocido. Después de muchas preguntas e indicaciones, me dijo que tenía la idea de haber visto una copia escrita en flamenco de la carta que dirigió a sus hermanos en 27 de Junio de 1529, publicada últimamente en francés, por Mr. Ternaux-Compans. He aquí el único fruto de diez años de incesantes pesquisas. Quizá otro será más dichoso.
Las noticias de nuestros dos bibliógrafos sobre la pretendida edición de Amberes, me parecen sumamente sospechosas. Las del Illmo. Gonzaga, que según hemos visto (§2) son las del P. Oroz, contemporáneo del V. Gante, se resumen en el siguiente pasaje, que nada expresa respecto de la impresión: In ipsorum idiomate (el mexicano) perample satis et copiose christianam doctrinam scripsit, quae excussa typis circumferetur. Torquemada, su coetáneo, lo tradujo, o quizá lo copió de su original castellano, en las siguientes palabras: «compuso en ella (en la lengua mexicana) una doctrina que anda impresa, bien copiosa y larga». -Más explícito en la noticia de los escritores franciscanos (Monarquía, lib. XIX, cap. 33), dice: «Después de estos cuatro (que allí menciona), Fr. Pedro de Gante, aunque lego, compuso una copiosa Doctrina cristiana, que también anda impresa». -La calidad de copiosa era bastante para conjeturar que no fuera la primera, aunque indudablemente el P. Gante lo fue en el catequismo mexicano. Esa doctrina, hoy muy rara, existe para ministrar una última prueba contra la pretendida edición primera de Amberes. El ejemplar que tengo a la vista contiene 162 hojas en 8º, got., sin contar las del Calendario y Tabla. Le falta la portada, y su suscrición dice así: «A honrra y gloria de nuestro señor lesuxpo y de su bdita madre: aqui se acaba la presente doctina xpiana en legua Mexicana. La ql fue recopilada por el R. p. fray Pedro de Gte de la ord de sant francisco. Fue impressa en casa de lu pablos impressor de libros. Año de 1553». -A ser una reimpresión, se hubiera expresado, como se ve en otras producciones del mismo tipógrafo.

202. Biblioteca Hispana Nova, art. Toribius de Motolinea. -Madrid, 1778, fol.

203. Colocada al principio de la que lleva la siguiente portada: – «A Iesuchristo S. N. ofrece este Sermonario en lengua Mexicana su indigno siervo Fr. Ioan Baptista de la orden del Seraphico Padre Sanct Francisco, de la Provincia del Sancto Evangelio. Primera Parte. En México con licencia. En casa de Diego López Dávalos: y a su costa. Año 1606». En 4º.

204. Ni el mismo P. Vetancourt, quien, según vimos, dio un catálogo de los autores y documentos, así impresos como MSS., que tuvo a la vista para escribir su Teatro Mexicano, menciona esta Relación de Viaje.

205. Ésta contiene solamente la historia del niño Cristóbal.

206. Era muy común en las antiguas relaciones, y aún en formales tratados científicos, que se escribieran de una tirada, sin división de capítulos, y ni aun de párrafos.

207. Trat. III, cap. 14. -Torquemada copió todo lo sustancial de esta narración, con grandes amplificaciones.

208. El descubridor y conquistador de Zacatecas.

209. Reportorio de los Tiempos, trat. II, c. 9.
210. Esto es, manuscritos.

211. Comp. Torquemada: Lib. III, cap. 23, Lib. XI, cap. 27, Lib XVI, cap. 22, Lib. XVII, cap. 9. Motolinía: Trat. III, cap. 6., Epístola proemial, Trat. II, cap. 7, Trat. I, cap. 15.
Torquemada dice que el memorial relativo al penúltimo de los pasajes citados lo escribió Fr. Toribio en Tlaxcala, hacia el año de 1540.

212. Sesenta y seis son las remisiones que he contado en Torquemada a las obras del P. Motolinía: seis a los Memoriales: una al Calendario; otra a los Mártires de Tlaxcala, y cincuenta y ocho sin indicación de su fuente. De todas ellas solamente se han podido identificar treinta y seis, quedando por consiguiente treinta indeterminadas; bien que haya unas cuantas bastante vagas, y que propiamente no son más que remisiones. Repito que un examen más detenido podrá aumentar las concordancias.

213. Encuéntrase al fin de la obra, tanto en la edición inglesa de 1777 (London, 2 vol. 4), como en la traducción francesa de Suard y Morellet. (París, 1818, 3 vol. 8º). -No causa poca extrañeza advertir, que habiendo emprendido Mr. de la Roquette mejorar esta edición, en la suya de 1852 (París, 2 vol. 12º) que aumentó con notas sacadas de las obras de Humboldt, Warden, Clavigero y otros, suprimiera este interesante trabajo bibliográfico, que sólo podía aumentar su volumen con cinco o seis fojas.

214. V. la nota 68 al lib. VIII de la edición inglesa, y la 21 de la traducción francesa antes citada.

215. Tom. II, pág. 202.

216. Adopté el título de Historia de los Indios, por ser el que tenía mi MS., el que le habían dado ya Robertson, Clavigero y Prescott, y el más breve y propio para facilitar las citas. -El Editor. (N. del e. en el original).

217. El Sr. Prescott no solamente me permitió sacar las copias, sino que a la primera indicación que le hice por medio del finado Sr. Alamán, me contestó poniendo a mi disposición todos sus MSS., y preguntándome únicamente cuáles deseaba yo que se copiaran. Él mismo tomó a su cargo la ejecución de las copias, venciendo las infinitas dificultades que se presentaron, por tratarse de un idioma extraño; y desde entonces no ha cesado de favorecerme con repetidos envíos de MSS., siempre que me he tomado la libertad de pedirlos. -Casi todos los publicados en este primer volumen los debó a su bondad, y no son sino una pequeña parte de los que me ha remitido. Esta liberalidad, harto rara entre literatos, como dice el Sr. Ramírez, merece mayor aplauso y agradecimiento en una persona casi privada de la vista, y ocupada siempre en importantes trabajos históricos. -El editor (N. del e. en el original).

218. Ésta me parece la traducción más genuina del siguiente pasaje del original: The most starling occurrences are recorded with all the credulous gravity which is so likely to win credit from the vulgar. – La que se ha dado en las ediciones de Cumplido y García Torres presenta un cierto tinte epigramático, que no descubro ni en las palabras ni en la mente del autor. -En la primera dice su traductor: «Aun las más extrañas ocurrencias las refiere con esa grave credulidad tan a propósito para ganarse el favor del vulgo». -En la segunda: «Las más extravagantes ocurrencias están referidas con aquella crédula gravedad que es tan a propósito para ganar crédito entre el vulgo». -Paréceme que una y otra colocan al P. Motolinía bajo un punto de vista desventajoso que no quiso darle el autor.

219. Mass of pious incredibilia.- El traductor de Cumplido falseó el pensamiento de esta frase, virtiéndola por masa de fábulas increíbles.

220. History of the Conquest of Mexico, &c., book III, ch. 9, post-script. New York, 1847. 8th edition.

221. No atribuyo este descuido el editor inglés en el sentido de suponerle autor de la transposición, sino por no haberla notado, y hecho siquiera alguna advertencia sobre ello. Véase mi nota de la pág. 73 de la Historia de los Indios. -El editor. (Nota del e. en el original).

222. El autor nos instruye al fin del cap. 3 del Trat. II, que antes del año de 1537 se habían puesto en limpio de sus borradores, y que todavía les hacía enmiendas. «Y después que esto se ha sacado en blanco (dice) se han bautizado más de quinientos mil, porque en esta cuaresma pasada del año de 1537 &c».

223. Historia General, lib. II, cap. 35

224. Apud Kingsborough, Antiquities of Mexico, vol I, lám. 10, n. 13 y lám. 30, n. 5.

225. Historia General, lib. XI, cap. 2.

226. Encuéntrase en su 2ª edición, 4º esp., Madrid, 1805, tom. VI, pág. 94 en la nota.

227. Impresa en Madrid, por José Rodríguez, 1857, fol., y en número solamente de 500 ejemplares.

228. Esta lección es evidentemente defectuosa por la omisión de la sílaba medial ca. -Tampoco es genuina la del Sr. Smith, que se encuentra en el original, por la adición de la inicial I. La propia es Tecamachalco, nombre de una población que todavía existe, y que conviene perfectamente con su notación jeroglífica. El error consiste en haber juntado la conjunción y con el nombre, defecto muy común en las copias antiguas.

229. La carta que nos ocupa.

230. Vida del Sr. Casas, pág. 425-26.

231. Un individuo de la Compañía, censurando el libro de la Vida interior en que el Sr. Palafox, imitando a San Agustín, hacia la confesión de sus culpas, lo trató ásperamente, calumniando su intención y tachándolo de soberbio, ambicioso, vano, hipócrita, iluso, ignorante, artificioso, vengativo &c. &c. -V. su defensa escrita por Fr. Juan de la Anunciación, con el título de La inocencia vindicada.

232. Convocados los Padres del famoso concilio Niceno que solidó los fundamentos de la fe cristiana, se les vio a muchos venir provistos de representaciones y quejas en que mutuamente se acriminaban, y que Constantino tuvo el buen juicio de cortar, mandándolas quemar en su presencia. -Proinde unusquisque ea, quae aliis objiciebat, crimina, libello comprehensa Imperatori offerens, ea, quae adversus ipsum secus admissa fuerant, exponebat… Imperator sigulorum crimitationem cessare, et libellos cremari jussit. -Sozomeni, Eccles. Historiae, lib. I, cap. 17. (Aug. Taurin., 1747, fol., edic. de Valois).

233. El episcopado de Oriente se adelantó hasta pronunciar su formal condenación en el concilio de Arlés. -Fleury, Hist. Ecles., XIII, 10.

234. Pseudochristum et pseudoapostolatum et dolosum operarium. -D. Cypriani Op., Ep. LXXV. (París, 1726, fol., edic. de Baluzio).

235. …misi tibi rescripti ejus (Stephani) exemplum; quo lecto, magic ac magis ejus errorem denotabis, qui haereticorum causam contra christianos et contra ecclesiam Dei asserere conatur. Nam inter caetera vel superba, vel ad rem non pertinentia, vel sibi ipsi contraria quae imperitè atque improvidè scripsit etc., etc. -D. Cypriani, Ep. LXXIV.

236. …quae ista obstinatio est, quaeve praesumptio, humanam traditionem divinae dispositioni anteponere, nec animadvertere indignari et irasci Deum quoties divina praecepta solvit et praeterit humana traditio.- Ep. cit.

237. Nam in eodem loco epistolae suae (Stephani) addidit et adjecit: cum ipsi haeretici propiè alterutrum ad se venientes non baptizent, sed communicent tantum. Ad hoc enim malorum devoluta est ecclesia Dei et Sponsa Christi ut haereticorum exempla sectetur… et id faciant christiani quod antichristi faciunt. Quae verò est animi caecitas, quae pravitas, fidei unitatem de Deo Patre et de Jesu Christi Domini et Dei nostri traditione venientem nolle cognoscere? -Ubi sup.

238. Beatae recordationis, lo llamaba en su epístola sinódica el concilio de Antioquía que se condensó y depuso a Paulo de Samosata. -Eusebio, Hist. Ecles., lib. VII, cap. 30.

239. He aquí unos cuantos pasajes entresacados de la carta que escribió a S. Cipriano, consolándolo y fortificándolo en su doctrina.
Sed haec interim quae ab Stephano gesta sunt praetereantur; ne dum audaciae et insolentiae ejus meminimus, de rebus ab eo improbe gestis longiorem maestitiam nobis inferamus. -Ep. LXXV cit., p. 143.
Et quidem quantum ad id pertineat quod Stephanus dixit… plenissimè vos respondistis neminem tam stultum esse qui hoc credat apostolos tradidisse, quando etiam ipsas haereses constet execrabiles ac detestandas postea extitisse etc., etc. -Ibid., p. 144.
Quod nunc Stephanus ausus est facere, rumpens adversum vos pacem quam semper antecessores ejus vobiscum amore et honore mutuo custodierunt, adhuc etiam infamans Petrum et Paulum beatos apostolos, quasi hoc ipsi tradiderint etc., etc. -Ibid.
jam probastis satis ridiculum esse ut quis sequatur errantes…
Atque eo in hac parte justè indignor ad hanc tam apertam et manifestam Stephani stultitiam… -Ibid., p. 148.
Stephanus, qui per succesionem cathedram Petri habere se praedicat, nulo adversus haereticos zelo excitatur, concedens illis non modicam sed maximam gratiae potestatem… -Ibid.
Et tamen non pudet Stephanum talibus adversus ecclesiam patrocinium praestare et propter haereticos asserendos fraternitatem scindere, insuper et Cyprianum psudochristum et pseudoapostolum et dolosum operarium dicere. -Ibid., p. 151.

240. La que escribió Plutarco intitulada De la malignidad de Herodoto, desacreditando la obra e infamando la persona de este célebre historiador.

241. Alusión a las de Egipto.

242. Recaudadores.

243. El P. Motolinía advierte que este trabajo iba acompañado de gravámenes todavía más imponderables que los impuesto al pueblo hebreo en Egipto; porque los Indios «debían buscar a su costa los materiales, pagar los pedreros y carpinteros, y si ellos mismos no traían que comer, ayunaban». Por supuesto que la conducción era también de su cuenta.

244. Labradores y gente de servicio.

245. La marca que se ponía a los esclavos.

246. No Oaxyecac sino Huaxyacac. Véase arriba, pág. XXXXIX.

247. El que deseare aumentar sus datos no tiene más que registrar el resto de su Historia, donde hallará una abundante cosecha. Yo me limitaré a unas cuantas reminiscencias. -«Sólo aquel que cuenta las gotas del agua de la lluvia y las arenas del mar (decía en la pág. 27), puede contar todos los muertos y tierras despobladas de Haití, Cuba, S. Juan, Jamaica y las otras islas; y no hartando la sed de su avaricia, fueron a descubrir las innumerables islas de los Lucayos y de la Mayaguana, con toda la costa de Tierra Firme… matando tantas ánimas y echándolas casi todas al infierno, tratando a los hombres peor que a bestias».
«¿Qué diré de los Españoles seglares que con éstos (Indios) han sido y son tiranos y crueles, que no miran más de a sus intereses y codicia…? (pág. 161)». «… no curan de enseñarlos y doctrinarlos, ni hay quien les diga lo que toca a la fe y creencia de Jesucristo… ni quien procure destruir sus supersticiones &c. (pág. 175)». «… pues que desde una tierra tan rica y tan lejos como es España, muchos han venido… a buscar el negro oro de ésta, que tan caro cuesta, y a enriquecerse y usurpar en tierra ajena lo de los pobres Indios, y tratarlos y servirse de ellos como de esclavos (pág. 205)».
«Más bastante fue la avaricia de nuestros Españoles para destruir y despoblar esta tierra, que todos los sacrificios y guerras y homicidios que en ella hubo en tiempo de su infidelidad, con todos los que en todas partes se sacrificaban, que eran muchos (pág. 207). &c., &c., &c».

248. Carta a Carlos V, pág. 259.

249. Encuéntrase en el departamento de MSS., en un vol. intitulado PAPELES VARIOS, numerado y marcado Nº 1588, S.G.F. -Contiene otros muchos documentos muy interesantes para la historia de nuestro país*.
_________________
* Espero recibir pronto una copia de todos ellos, y aparecerán a su tiempo en esta Colección. -El Editor. (Nota del E. en el original).

250. Este fue uno de los personajes más ilustres por su virtud y por su ciencia, que honraron el suelo de América. Abandonando los honores y lisonjero porvenir que le presentaba la corte, se vino a México para no ser más que misionero cristiano. Fue uno de los más ardientes promovedores de la fundación de nuestra Universidad, en la que desempeñó la primera cátedra de Escritura. Fue también fundador de los estudios monásticos del PP. Agustinos en el colegio de S. Pablo, donde he visto su retrato. Promovido por tres veces al episcopado, lo renunció. El Dr. Beristain ha formado su elogio en su Biblioteca Hispano-Americana.

251. Abreviatura de Veracruz, muy usada en el siglo XVI.

252. Aquí termina el extracto del testamento.

253. Llegó a México el 2 de Julio de 1536. -V. Crónica de la Orden de N. P. S. Agustín en las provincias de la Nueva España, &c., por Fr. Juan de Grijalva, (México, 1624, fº), Edad 1ª, cap. 16.

254. Ninguno de nuestros bibliógrafos ha dado noticias completas del P. Torquemada, el mejor de nuestros historiadores, digan lo que quieran sus interesados o mal impuestos censores. El Dr. Beristain dejó inciertas las épocas de su nacimiento, profesión y muerte; y el envidioso P. Vetancurt apenas hace de él una maligna mención. En algunos monumentos que he consultado encuentro que nació en España hacia los años de 1563 o 1565; que vino niño, y tomó el hábito en este convento de México el mes de Febrero de 1583, catorce años después de la muerte del Padre Motolinía. La de nuestro diligente y venerable historiador acaeció el de 1624, siendo guardián del mismo convento.

255. Monarquía Indiana, lib. VII, cap. 21.

256. Ibid., lib. XIV, cap. 25.

257. Ibid., lib. XV, cap. 17.

258. Este pasaje se encuentra casi textualmente en Gómara (Historia de las Indias, cap. 209, ed. de Barcia), y Torquemada dice que lo tomó de la relación del P. Motolinía.

259. Comprende las cinco páginas del capítulo 33 del libro XIV.

260. Sucesión.

261. El autor llama indistintamente en esta Epístola, Colhuas o Acolhuas a los Tetzcocanos, siendo así que los Cohluas eran los Mexicanos, llamándose Acolhuas sólo los Tetzcocanos; y su reino Acolhuacán. Será tal vez error de los copistas; pero también es muy fácil, como lo han hecho muchos, confundir nombres tan semejantes; cuya diferencia advierte muy bien, entre otros, Juan Bautista Pomar en su Relación de la Ciudad de Tezcoco, MS., diciendo: «Y porque del Culhuaque a Aculhuaque hay mucha semejanza, y no se tome lo uno por lo otro, y por eso haya error; se advierte que como se ha dicho, Aculhuaque son los Chichimecas hombrudos, y Culhuaque son los advenedizos del género mexicano».

262. Y. -Kingsborough.

263. Falta esta palabra en la edición inglesa.

264. Superiormente reconocían. -K.

265. Trajeron. -K.

266. Gobernaban. -K

267. Así Kingsborough y el MS.

268. Poco más lejos. -K.

269. No se olvide que puerto significa también en castellano, «el paso o camino que hay entre montañas».

270. Que iban -K.

271. La introducción de los gusanos de seda en la Nueva España se debe, según Herrera, a Francisco de Santa Cruz, y al oidor Delgadillo. (Década IV, lib. 9, cap. 4). El P. Motolinía nos hace ver el casi increíble desarrollo de la industria de la seda en pocos años; pero no fue menos rápida su decadencia, hasta su total ruina hacia la segunda mitad del siglo XVII. Todavía en 1629 se encuentra mencionada la seda del país en las cuentas del entierro de Don Pedro Cortés, IV marqués del Valle. (Alamán, Disertaciones sobre la Historia de la República Mexicana, [México, 1844-49], tom. II, apéndice II, pág. 74; y en el de 1744 ya decía Villaseñor, (Teatro Americano, [México, 1746-48], tom. I, pág. 323), «que sólo había quedado la memoria de la opulencia que gozaba (Tepeji) en tan estimable comercio, ignorándose la causa de que totalmente se hubiese perdido». El virrey conde de Revillagigedo se empeñó en revivir esta industria, y lo mismo se ha intentado en nuestros días; pero siempre con mal éxito.

272. Se venden.- MS.

273. El plural de Otomí se halla escrito Otomís, Otomíes, y Otomites. Preferimos el segundo como más conforme a las reglas de nuestra gramática; pero el plural en lengua mexicana es Otonca.

274. Todo lo que sigue falta en el MS., hasta donde se halla la nota siguiente.

275. Continúa desde aquí el MS.

276. Y tan poco poblada. -K.

277. El Ms., Teocaan. Kingsborough, Teozaan. No hay duda que es Tehuacán, tanto por la semejanza del nombre, como porque en efecto el convento de Tehuacán estaba dedicado a la Purísima Concepción. Veanse las págs. 118 y 129 de la presenta obra, y Betancourt, Crónica de la Provincia del Santo Evangelio de México, (México, 1697), p. 66.

278. La firma y antefirma, desde la palabra pobre, faltan a la edición de Kingsborough, de suerte que la obra queda anónima. No recuerdo haber visto en otra parte este apellido de Paredes aplicado al Padre Motolinía; pero no es difícil que fuera el de su familia, puesto que el de Benavente era tomado del lugar de su nacimiento, según se usaba entre los individuos de su orden.

279. Falta esta palabra en la edición de Kingsborough.

280. Que comúnmente son de ochenta en ochenta días.- MS.

281. Poderlos.- K.

282. Faltan estas palabras en la ed. inglesa.

283. Traían a México. -K.

284. Hurtar. -MS.

285. Sacar el mineral. -K. Que es sinónimo del descopetar o escopetar del MS. V. Oviedo, Hist. Gen. de las Indias, (Salamanca, 1547), Parte I, lib. 6, cap. 8.

286. Andar. -K.

287. Campo. -MS.

288. Faltan en el MS. las palabras de letra cursiva.

289. Así los que habían ido con él, como los del campo. -MS.

290. Casas llama el autor a los conventos de su orden, lo que es muy frecuente en los religiosos cronistas de aquel siglo.

291. Único. -K

292. Tenían. -MS.

293. Iban. -MS.

294. Gemujos. -MS. Xenixos. -K. Gomara les llama ajenjos, aunque son de otra suerte que los de acá. (Hist. Gen. de las Indias, [Medina del Campo, 1553] f.cxxxij). Los cenizos se llaman en mexicano nenexquilitl.

295. Hacían. -MS.

296. Cocían. -K.

297. Traían. -K.

298. Aborreciesen. -K.

299. Y de otras muchas, añade la edición inglesa.

300. Despoblados .-K. Desollados. -MS.

301. El autor cambia aquí repentinamente de asunto y de estilo. Todo lo que sigue no tiene relación con lo que va tratando, ni con el epígrafe del capítulo. Parece que este trozo está fuera de su lugar; pero tanto el MS. como la edición de Kingsborough lo colocan aquí, y no nos hemos atrevido a trasladarlo.

302. Y hermanos domésticos guaridos. -MS. Guatiaos era en las Islas el nombre genérico de los Indios amigos, y de los que ajustaban amistad o confederación particular con un español. Contraponíase a los Caribes. V. Herrera, Déc. II, lib. 10, cap. 5; et passim.

303. Ahorrar un esclavo es lo mismo que darle libertad.

304. Uno. -K.

305. Desamparados. -K.

306. Tantos. -K.

307. Dioses. -K.

308. Ofrecerle comida. -K.

309. Faltan en la edición inglesa las palabras de letra cursiva.

310. En abundancia. -K. Significa lo mismo, pues abondo es derivado del lat. abundè.

311. Montes. -K.

312. Ídolos. -K.

313. Ni hay cosa para labrarlos. -K. Escoda es el pico del cantero.

314. Quince. -MS.

315. Y ese ya variando su año por todos los meses. -MS. Varían de su año por todos los meses.- K. Como ambas lecciones son bastante oscuras, nos hemos atrevido a sustituir otra más clara. Las figuras de los meses y días que el autor ofrece, aunque sin asegurarlo, no se hallan en el MS. ni en la edición inglesa: es de creerse que las omitió.

316. Sin que luego salten mellas. -K.

317. Que no era. -MS.

318. Muy mucha gente sacrificaban, y ofrecían… -K.

319. Doscientos. -K.

320. De hoja. -K.

321. Deviene negro. -K.

322. Crueles verdugos del demonio Behitozoz; y este día era cuando el maíz era ya… -K.

323. Bailaban. -MS.

324. Pasando. -K.

325. Es decir, prácticos.

326. En lo general. -K.

327. El MS. añade aquí: si no díganlo los hijos de Jacob. Esto no se halla en la edición inglesa, y puede haber sido nota de algún lector, que el copiante introdujo en el texto.

328. TREINTENARIO ENCERRADO. El número de treinta misas que se decían en sufragio de algún difunto por espacio de treinta días continuos, permaneciendo el celebrante encerrado en la iglesia. (Diccionario de la Academia, ed. de Salvá, [Paris, 1847]).

329. Y los otros ministros. -K.

330. Se veía. -K.

331. Modestas. -MS.

332. En la edición inglesa este capítulo lleva el número IX, lo mismo que el anterior, y por consiguiente ya no va de acuerdo con el MS. en los capítulos restantes. Además, las palabras después de lo arriba escrito con que comienza el capítulo, están incorporadas en el epígrafe, de suerte que el capítulo empieza vine a morar en esta casa, y no forma sentido.

333. Había. -K.

334. Tras. -K.

335. Así ambos textos. Deberá entenderse despojado.

336. Patios. -K.

337. Llorando.

338. Falta esto en la edición inglesa.

339. Agasajo que en los lugares hacen los vecinos al predicador que han tenido en la cuaresma, el día de Pascua después de haber dicho el sermón de gracias. (Dicc.)

340. Ropa. -MS. Loba era una especie de sotana.

341. Tejido. -K.

342. Más. -MS.

343. Faltan estas palabras en la edición inglesa.

344. Por lo que estaban muy penadísimos. -K.

345. Noventa. -K.

346. Faltan estas palabras en la edición inglesa.

347. Género de saeta muy aguda. -Las dimensiones de la pirámide de Cholollán son, según Humboldt (Vues des Cordillères, [París, 1810, fº] pág. 26), las siguientes: Altura, 54 metros: Lado de la base, 439m. Y dando 0m, 838 a la vara mexicana, sería la altura de 641/2, y el lado de la base de 5237/8 varas próximamente.

348. Todo esto (y no lo que sigue) refiere Gabriel de Rojas en su Relación de la ciudad de Cholollán, (MS. orig. de 1581); pero su explicación del fenómeno es muy diversa. Dice así: «Antes que los españoles ganaran esta tierra no se remataua este cerro en llano sino forma conuexa y los Religiosos lo hizieron allanar para poner allí aquella cruz. La qual a mas de quarenta años fue dos uezes deriuada de rayos donde los Religiosos pensando que auia algun misto en ello hizieron cabar lo alto del dicho cerro y hallaron muchos caracoles grandes marinos con que los indios antiguamente tañian lugar de tronpetas y quien considera bien la naturaleza de los rayos i que en esta ciudad y comarca de ordino caen muchos no terna a milagro (como algunos historiadores quieren) el auer deribados dos uezes aquella cruz por estar como esta dicho mas alta que los mas altos edificios de la ciudad quarenta varas». Rojas da a la pirámide ochenta varas.

349. Hoy existe allí una capilla dedicada a Ntra. Sra. de los Remedios.

350. Así ambos textos: será ganada.

351. Una quema. -K.

352. De sangre. -MS.

353. …año, tienen más trato y petacas que arrancara, &C. -K.

354. En este lugar hay en la edición inglesa una notable equivocación. A las palabras que parece que en toda la provincia no queda nadie, sigue inmediatamente: porque se vea la habilidad de estas gentes, lo que corresponde a los principios del cap. XV, según allí lo anotaremos. De suerte que el epígrafe de este capítulo no corresponde a su contenido. (V. Kingsborough, Antiquities of Mexico, [London, 1830-48], Vol. IX, pág. 37, lin. 12 y 13, [2ª numeración]).
Este largo trozo suprimido lo transporta malamente el editor al cap. VII del Tratado II, a cuyo epígrafe están agregadas, para que corresponda a lo que contiene, estas palabras: De las ofrendas, y modo que tenían de vivir. El trozo transportado empieza en la pág. 56, lín. 11, de la edición inglesa. El epígrafe del cap. VIII de dicho Tratado II es el del cap. XV del Tratado I, y sigue lo intercalado hasta la pág. 59, lín. 27, donde dice, unos bejucos o sogas en las manos: lo que sigue desde y éstos no eran diez o doce pasos, pertenece ya al cap. VII, Tratado II, omitiendo doce líneas del MS. que seguimos. Es difícil comprender cómo el que cuidó de la edición inglesa no advirtió la falta absoluta de sentido que resulta en el lugar citado, y el trastorno que causó en la obra esta trasposición.

355. Los. -K.

356. Faltan en la edición inglesa las palabras subrayadas.

357. Plagas.- MS. Anticuado por llagas.

358. Traen bien. -K.

359. Con. -K.

360. Es de admirar. -K.

361. Cristiana.- MS.

362. Es decir, algunos de ellos. -Dellos era muy usado antiguamente como distributivo.

363. Algunos. -K.

364. Que debe ser fingido. -K.

365. Falta esta palabra en la edic. inglesa.

366. Relajadas. -K.

367. Fe. -K.

368. Aumentativo de monjil: traje de luto que usaban las mujeres. Aquí parece empleado en el sentido de bata o traje de levantar.

369. Flores. -MS.

370. Niños. -K.

371. Veinte y cinco. -K.

372. Apostaban. -K. Es apodaban, del verbo apodar, que en lo antiguo significaba valuar o tasar. Más abajo se repite adonde no puede caber duda de su acepción, y en aquel lugar lo conserva la edición inglesa.

373. Estuviera nacida. -K.

374. Falta esta palabra adives en la edición inglesa.

375. Falta esta palabra en el MS.

376. Es el tabaco.

377. Sacan letreros grandes en los pies, y unos bejucos o sogas en las manos. -K. En este lugar termina el trozo transportado de que se hizo mención en la nota de la pág. 73.

378. Doble cantidad. -K.

379. Espacio. -K.

380. Espacio. -K.

381. Espacios. -K.

382. Músicos de viento.

383. Jabebas o Jabegas eran unas flautas moriscas que imitaban el sonido del órgano. Menciónanse en la relación del Paso Honroso de Suero de Quiñones, §72.

384. El nombre mexicano es ocelotl, y su plural ocelome.

385. Por último. -K. Desecha es un «cierto género de cancioncita con que se acaba el canto. Y desecha, vale despedida cortés. Covarrubias, Tesoro de la leng. cast. ad verb.

386. Torre de homenaje es la más alta y principal de la fortaleza.

387. Falta en la edición inglesa.

388. No debe entenderse por estas palabras que el mismo Cortés desempeñara el papel del Soldán, sino que al protagonista, por una doble ficción, se le había dado su nombre. De otra manera sería preciso creer que en esa farsa figuraban también en persona el virrey Don Antonio de Mendoza (lo que es absolutamente inverosímil) y el conde de Benavente, que nunca vino a México. También Pedro de Alvarado era capitán general de los Moros; e ignoro por qué razón los frailes, autores de todas estas fiestas, ofendían a los conquistadores poniéndolos en el bando de los infieles.

389. Sintiendo. -K.

390. Nabales dice el MS., y navales en la edición inglesa.

391. Se fue la fiera alimaña.

392. Cerca a ojo estaba. -MS.

393. 1536. -K.

394. Valor. -MS.

395. Que son ocho. -MS.

396. Después. -K.

397. Vade retro satanás. -K.

398. Quince mil. -K.

399. 1536. -K.

400. Torquemada, (Monarquía Indiana, lib. 20, cap. 18), dice que el P. Tecto vino un año antes que los primeros franciscanos, es decir en 1523, y que habiendo acompañado a Cortés en la expedición de Honduras (1525) murió de hambre arrimado a un árbol. Lo mismo copia Betancourt en su Menologio Franciscano, día 17 de Julio.

401. Y de los Coroneles, agrega aquí el MS.

402. Sal. -K.

403. Y detrás. -K.

404. Tenebroso. -K.

405. Vease lo que dejamos advertido en la pág. 73, acerca del epígrafe de este capítulo. (Nota del E. en el original).

406. Pedro Sánchez Paz.- K. No recuerdo persona de este nombre en aquel tiempo. De Pedro Sánchez Farfán constas que era vecino de México y mayordomo de su cabildo por los años de 1524 y 25. Fue uno de los principales conquistadores, y le mencionan repetidas veces Bernal Díaz y Torquemada. Este último copia en sustancia el pasaje de nuestro cronista a que se refiere esta nota, en su Monarquía Indiana, lib. 16, cap. 22.

407. Xupancinco. -K y MS.

408. Práctica.

409. Sigue aquí, en la edición inglesa, el trozo cambiado de lugar de que se hizo mención en la pág. 73. Lo que sigue falta en dicha edición, hasta las palabras y éstos no eran diez o doce pasos.

410. Así el MS. Será probablemente Tecoantepec, hoy Tehuantepec.

411. Aquí termina la parte de esta obra que incluyó Kingsborough en sus Antiquities of Mexico, Vol. IX. Todo lo que sigue, hasta la conclusión, permanecía inédito.

412. Lo mismo que atentos, empeñados.

413. Igual vacío en el MS.

414. Apenas pueden leerse en el original las primeras letras de esta palabra.

415. El verdadero plural de tlamama, cargador, es tlamamàque, cargadores; pero con más frecuencia se escribe como está arriba.

416. Igual vacío en el MS.

417. Consuelo, auxilio.

418. Alude al v. 10, cap. II de la Epístola a los Filipenses.

419. Así el original; pero evidentemente falta algo para completar el sentido.

420. No conocían, no consideraban el peligro en que se ponían.

421. Para aclarar el sentido es preciso dar a esta palabra la significación de sucedió que.

422. El MS dice: «Pasado algún tiempo hízosele custodia de San Gabriel provincia de aquellas cuatro casas, &c». No le hallamos el sentido a la frase, y por lo mismo nos hemos atrevido a reformar el pasaje, guiándonos por lo que dice Torquemada (en el lib. 20, cap. 1, de la Monarquía Indiana), apoyado puntualmente en la autoridad de Motolinía.

423. En este número de diez va incluso Fray Martín de Valencia. La misión se componía de doce religiosos y el prelado; pero al tiempo de partir se quedó en España Fray José de la Coruña, para arreglar ciertos negocios concernientes a la misma misión.

424. Ignoramos de qué pueblo se trate. Torquemada al citar este pasaje de nuestro autor (Lib. 19, cap. 17), omite el nombre de este pueblo.

425. Leña menuda con que se enciende el horno.

426. Si se intercalasen aquí las palabras son las que, resultaría más claro el sentido.

427. Antiguo, por cuidado, prevención.

428. Menos acre o picante.

429. Mollina es la lluvia menuda; pero el verbo mollinar es inventado por el autor.

430. Es notable hallar en un fraile cronista del siglo XVI las mismas ideas que trescientos años después sirvieron de base al Plan de Iguala.

431. En el original se hallan tan desfigurados los nombres de estos ríos, que los hemos corregido casi a la ventura, sin haber podido hallarlos en los mapas modernos.

432. Dábase antiguamente este nombre a la alabarda, porque podía herir de dos modos.

433. Ignoramos cuál sea la verdadera ortografía de este nombre mexicano de la iguana, por no haberlo hallado en otra parte.

434. El muñón de la pierna o brazo que queda después de cortado el pie o la mano del hombre.

435. Sin duda se refiere el autor al libro 13, cap. 10 de la Primera Parte de la Natural e General Historia de las Indias, por Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés, impresa en Sevilla, 1535, y luego en Salamanca, 1547, fol., letra gótica. O también al cap. 85 del Sumario, impreso ya en Toledo en 1526; y que luego incluyó Barcia en el tom. I de sus Historiadores Primitivos de las Indias Occidentales, Madrid, 1749, tres tomos fol.

436. Altanería, caza que se hace con halcones y con aves de rapiña de alto vuelo.

437. No pareciendo probable que el guarismo 140 sea el año a que el P. Motolinía refiere la guerra de Cuauhquechollán, puede presumirse muy fundadamente, que en él haya un error por descuido del copiante, que omitió alguna de sus cifras. Cuál fuera ésta no es fácil de acertar, y la incertidumbre que deja su falta, es la que puede dar la cuantía del guarismo que se supla, combinada con su valor de posición según se le coloque en las unidades, decenas, &c. -Esto hace vagar la fecha entre los años 1040, 1140 y 1240 y 1340, sin que las tradiciones históricas permitan aproximarla ni aun al 1400. Las tres primeras no son improbables, puesto que la población de Cuauhquechollán y de Huexotzinco sube hasta la época de la fundación de la monarquía chichimeca. Algunos la hacen anterior; pero ninguna de las historias que poseemos menciona el suceso que se investiga, con expresión de su fecha. El P. Torquemada, único que lo recuerda, no determina época.
Los historiadores indígenas fueron los únicos que se ocuparon de la historia particular de las poblaciones; mas habiéndose perdido la casi totalidad de sus Memorias, con ellas perecieron también sus noticias. De las muy pocas que se han salvado, sólo unas escritas en mexicano y formadas de otras varias, no poco discordantes, conmemoran dos guerras entre Cuauhquechollán y Huexotzinco, ambas en un año del símbolo Acatl; la primera en lo señalado con el número 1, y la segunda en el número 2; que suponiéndolos pertenecientes a un mismo Ciclo Mexicano, como parece indicarlo su notación cronológica, puede corresponder, el uno a nuestro año común de 1311, y el otro al de 1339. -Esto puede también concordarse exactamente con la época del P. Motolinía, bajo el supuesto de que el error de su guarismo 1..40 consistiera en la omisión de un 3 en la columna centenar.
A esta conjetura solamente puede objetarse que el Cronista Mexicano dice que en ese año Ome Acatl «se destruyeron otra vez «(occeppa) los de Cuauhquechollán», contando quizá como anterior la de Ce Acatl, o 1311; mientras que, según la relación del P. Motolinía, la destrucción que se verificó «cerca del año 1..40», fue la primera. A esa dificultad podría contestarse, que la primacía era respecto de otra guerra posterior entre ambas ciudades, pues vemos en Torquemada (Monarq. Ind., lib. 2, cap. 63) que sus rivalidades y combates duraban todavía en los tiempos del rey de México Ahuitzotl, es decir hacia el año de 1491.
Si el periodo de dos siglos que próximamente había transcurrido entre la segunda guerra de Cuauhquechollán mencionada por el P. Motolinía y la época en que este historiador escribía; si ese período, digo, pareciere pequeño para el suceso pueda llamarse antiguo, entonces será necesario retirarlo a otra de las épocas anteriores, hasta llegar al año 1040; mas será sin contar con el auxilio de las tradiciones históricas; salvo lo que se adelante con el hallazgo de antiguos monumentos. (Nota del Sr. D. J. F. Ramírez).

438. Ternaux dice mars, equivocando la palabra mazo del original con marzo, debiendo entenderse maggio, por ser muy frecuente en el dialecto veneciano la sustitución de la z a la g, de que hay muchos ejemplos en este mismo escrito. Las demás fechas que en él se citan confirma esta interpretación; Oviedo en su «Historia Natural y General de las Indias,» (Madrid, 1851,) lib. 17, cap. 8, pone también la partida de la flota el 1º de Mayo.

439. «Le lundi suivant, c’est-à-dire le 4 de mars.»-Ternaux.

440. Las palabras subrayadas se hallan en la traducción de Ternaux; pero faltan en los dos MSS; y en verdad que son bien necesarias para formar sentido.

441. «Paraissait avoir une canne de longueur c’est-á-dire huit palme», dice Ternaux. Ambos MSS. dicen claramente casa.

442. Los señores de Yucatan se nombraban, segun Oviedo, calachuni

443. Oviedo describe este edificio del modo siguiente: «Era un edificio de piedra, alto e bien labrado. En el circuito tenia diez e ocho gradas, e subidas aquestas, había una escalera de piedra que subía hasta arriba, e todo lo demas de la torre parecía macizo. En lo alto, por de dentro, se andaba alrededor por lo hueco de la torre a manera de caracol, e por de fuera en lo alto tenía un andén, por donde podían estar muchas gentes. Esta torre era esquinada, y en cada parte tenía una puerta, por donde podían entrar dentro, y dentro había muchos ídolos». (Lib. 17, cap. 9.)

444. Debe leerse cemís, que era el nombre de los ídolos de aquellos Indios.

445. Este pasaje está oscuro: Ternaux traduce: «Il y avait en dedans des figures, des ossements, des cenise d’idoles qu’ils adoraient.»

446. Esta es, por supuesto, añadidura del traductor italiano. El modo de contar las horas en Italia difiere del comun en cuanto a que en algunas partes comienzan a contar despues de puesto el sol, esto es, á las siete de la noche, y por consiguiente á las nueve de la mañana son las quince.

447. El pasaje está ininteligible: las palabras de cursiva faltan en la traducción de Ternaux.

448. La palabra alochari no se halla en diccionario alguno: he traducido colmenas, tanto porque así lo pide evidentemente el sentido, como porque se confirma con los pasajes de Oviedo, lib. 17, cap. 9, al fin, y de Bernal Diaz, cap. 8. Hasta el dia es conocida la cera de Campeche. Ternaux, dejando la palabra alochari en el texto, dice en nota, que Oviedo la traduce por liebre, y no es así.

449. El sentido de la expresión es equívoco, y parece indicar suma abundancia de colmenas.

450. Oviedo, ubi supra.

451. El pasaje está ininteligible, según puede verse en el texto.

452. Mameyes segun Oviedo, lib 17, cap. 10.

453. La palabra no es italiana, y como no hay descripción del animal no se puede saber cual es. Acaso se trate de las hutias, muy comunes en las Islas.

454. Ternaux traduce: «et beancoup de femmes s’approcher les unes des autres.»

455. Francisco Hernández de Córdoba, que al año anterior recorrió aquellas costas.

456. Para pelear.

457. Zurello no se halla en los diccionarios; por la semejanza del nombre puede creerse que sea el jurel, especie de gobio. (Ternaux.)

458. El pasaje está oscuro, y aunque los dos MSS. dicen passamo, parece que debería leerse passano, para poder dar sentido. Consta por otra parte que los habitantes de Yucatan se apartaban mucho de sus costas, pues Colon en su cuarto viaje encontró una canoa de estos Indios cerca del cabo de Honduras. (W. Irving, Life of Columbus, book XV, ch. 2.)

459. Ignoro de cuál isla se trata.

460. En ambos MSS. falta el nombre de la pieza que le vistieron; pero por Oviedo (lib. 17, cap. 13), se sabe que fue un jubón.

461. Oviedo, ubi supra.

462. Ternaux traduce: «S’il y a des habitations, elles doivent ètre réunies en villages, ou en villes très-importantes.»

463. Femene hay en ambos textos, y Ternaux leyendo femine tradujo femmes. Fácil es tal corrupción en el texto; pero he preferido suponer otra mayor leyendo fumate, porque para señales parece mas propio servirse de humos, que de mujeres. Véase referencia anterior donde tambien se habla de señales por humo («En esta costa se veía gente y muchas humaredas una tras otra…»).

464. Los dos MSS. dicen sei; pero Ternaux traduce dix.

465. Seta dicen ambos MSS.: deberá leerse seda, lo que es bien extraño, pues no consta que los Indios la conociesen. Sin embargo, en el «Conquistador anónimo», §7, se halla tambien seta, por hilo de pelo de conejo o liebre. Los almaizares moriscos eran de seda, a manera de toca para cubrir la cabeza.

466. El pasaje está igual en los MSS., y es muy oscuro.

467. La de España, sin duda.

468. Así dicen ambos MSS., aunque parece error, pues no venían tantos en la armada.

469. Oscuro el texto.

470. No entiendo el peri piccoli del texto. Ternaux cree que debe leerse pere piccole, peras pequeñas; mas esta lección no aclara el sentido, pues no se comprende cómo las cadenillas (cadenelle por catenelle) podian tener figura de pera. La tendrían los adornos ó pendientes que de ellas colgaban, llamados antiguamente pinjantes. Esta interpretación se apoya tambien con el dicho de Oviedo, lib. 17, cap. 16, circa finem.

471. «Des sacs de maïz.» -Ternaux.

472. El pasaje está ininteligible. Ternaux lo traduce: «Notre commandant qui ne prenait aucun souci de nous, quoique nous fussions malades», etc. Todo cabe en tal oscuridad.

473. Pasaje oscuro, al que Ternaux da muy distinta interpretación. «Et défendit à qui que ce fut de quitter la province; il se fit delivrer tous les vivres dont il avait besoin, et Dieu voulut que nous retournassions derrière les autres.»

474. Antichthones: palabra compuesta de las dos griegas opuesto, y tierra. Los antiguos, entre ellos Pomponio Mela (lib. I, cap. 1), distinguían los Antictones de los Antípodas (, y , , pié); pero los escritores de la edad media solían confundirlos, siendo así que los primeros son propiamente los Antecos, habitantes de un mismo meridiano, pero en latitudes opuestas. Como se ha perdido lo que precedía a este fragmento, ignoramos de qué habia tratado antes el autor. Puede ser que dejara establecida la diferencia entre los Antichthones (o Antípodas) y los indios, malamente confundidos por algunos escritores de los tiempos inmediatos al descubrimiento, como Pedro Mártir de Anglería, quien dice (Opus Epistolarum, [Amstelodami, 1670,] Ep.133): «Meministis Colonum Lugurem institisse in castris apud Reges, de percurrendo per OCCIDUOS ANTIPODES…;» y ciertamente que Colon no fue a las Antípodas de Europa, como ya lo notó Humboldt. (Examen critique de l’Histoire de la Geographie du Nouveau Continent, etc., [Paris, 1836,] t. I, pág. 147, not.)

475. Mucho difieren los escritores acerca de la etimología de la palabra Hidalgo. Covarrubias, en su Tesoro de la Lengua Castellana, v. Fidalgo, apunta varias, entre ellas la del texto, sin decidirse por ninguna. Lo más probable parece ser que se deriva de hijo de algo; bien sea que el algo se tome por hacienda, o por nobleza de los antepasados. El jus italicum, según el autor citado, era «un genero de exención y nobleza que se concedía a provincias o ciudades para que fuesen tenidos por ciudadanos romanos en ciertos particulares».

476. Era nombre de dignidad en la dicha orden, así como en otras, y se daba al que tenía a su cargo las llaves (la custodia y defensa) del principal castillo o convento.

477. Pulgar, que refiere esta guerra llama a la condesa Doña María. Crónica de los Reyes Católicos, P. II, cap. 83.

478. El original parece indicar que esta ropa de los Indios era de seda (serica chlamyde). Mas como entre ellos era desconocida tal materia, según ya lo notamos a la pág. 297, y es cosa averiguada que vestían de algodón, la traducción así lo expresa.- Aunque el adjetivo sericus se aplica en general á lo que es de seda, denota propiamente lo que pertenece a los Seres, o Chinos; y así sericum en Amiano (XXIII, 6,) significa la tela finísima que aquellos fabricaban con una especie de algodón que recogían con una especie de las hojas de los árboles. Véase igualmente a Plinio, Hist. Nat., VI, 20.

479. Así un MS.-El otro dice: de España.

480. Por un error de geografía, el autor ha juntado islas que realmente están muy separadas. Las Lucayas quedan al Norte de Cuba; las Guanajas al Sur, cerca de la costa de Honduras. La situación de aquí se da, es pues exacta aplicada á las Lucayas, que efectivamente se encuentran ad boream, hablándose de Cuba; pero respecto de las Guanajas es notoriamente errada.

481. Caícedo le llaman Pedro Mártir, Oviedo y Gomara.

482. Vuelve a caer el autor en la equivocación que antes se notó; pero al revés de lo que hizo en el lugar precedente, da aquí una posición que es exacta en cuanto a la Guanajas que quedan al Sur de Cuba, y errada en cuanto a las Lucayas, que yacen al Norte.- Al hablar de esta expedición, tanto Gomara como Bernal Díaz (que se halló en ella), dicen que fue dirigida a las Guanajas, y no hacen mención alguna de las Lucayas.

483. Historia Natural y General de las Indias, (Madrid, 1851,) lib 17, cap.3.

484. Era contador, según Herrera.

485. Sanz es el apellido que le da Gomara, quien dice que la venta se ajustó en setecientos pesos de oro. (Crónica de Nueva España, cap.7.)

486. No es fácil verificar las citas de este documento, porque en todas ellas, como advertirá el lector, sólo aparece el nombre del autor citado, y no el lugar de sus obras a que se hace referencia. Registrando la Historia de Oviedo, hallo que de Córdoba y sus compañeros dice (lib. 17, cap. 8), «que armaron a sus propias despensas»; y al tratar luego de la expedición de Grijalva, asienta (cap. 19) «que fue a costa de Diego Velázquez». De la de Narváez da a entender lo mismo, aunque no lo expresa; y en cuanto a Cortés, niega absolutamente que fuera a su propia costa, pues habia visto, dice, «escripturas e testimonios que dicen otra cosa». -Téngase presente que la numeración de capítulos en las antiguas ediciones de Oviedo (Sevilla, 1535, y Salamanca, 1547), no corresponde a la que llevan en la hermosa edición completa que acaba de publicar en Madrid la Real Academia de la Historia. A esta edición me refiero.

487. De Orbe Novo, (Compluti, 1530) Dec. IV, cap. 1, 6.

488. Historia Natural y General de las Indias, lib. 17, cap. 19.

489. Historia Natural y General de las Indias, lib. 17, cap. 19.

490. Así le llaman Herrera y Sandoval; pero Gomara escribe Nasao. Será acaso La Chau, caballero flamenco, de que habla Robertson en su Historia de Carlos V, lib. I.

491. No expresa el original de qué eran las cargas. Gomara habla de «cuatro mil arrobas de pan», nombre que él suele dar al maíz y al cazabe.

492. Las páginas del MS. citadas en la nota precedente, corresponden a esta edición a las que les siguen entre paréntesis. Los errores que fueron marcados con la señal , han desaparecido al revisar el texto para la impresión; y las noticias van incorporadas en el texto, del cual se distinguen por ir entre corchetes[].

493. Dióse al principio este nombre de Yucatan á todo lo descubierto por Grijalva; y aun se extendió á las tierras conquistadas por Cortés, mientras no se tuvo de ellas noticia clara. Así lo dice expresamente el Padre Motolinia.

494. El original dice claramente vigas. Puede que la verdadera leccion sea viras.

495. Ciruelas silvestres.

496. Calcular.

497. Fundir.

498. No conozco esta palabra, que parece significar aquí ungüentos o perfumes.

499. El original «cuanto es voluntad de sus parientes de lo que dura una tumba.» La corrección es de D. J. B. Muñoz, y parece que debe apuntarse.

500. Prefijado.

501. Las voces e cuarta, son añadidas. (Nota de MUÑOZ)

502. El coyotl o coyote.

503. El tlacuatzin o tlacuache.

504. Acostumbrados los conquistadores al trato con los Árabes de su país, dieron algunos el nombre de mezquitas a los templos de los Indios, aunque comúnmente les llamaban cues.

505. Acostumbrados los conquistadores al trato con los Árabes de su país, dieron algunos el nombre de mezquitas a los templos de los Indios, aunque comúnmente les llamaban cues.

506. Tela de seda o paño teñido de color de púrpura muy subido. (Dice.)

507. Tlaolli o Tlaoyalli, es decir, el maíz.

508. «Moneda pequeña de cobre con la efigie de San Marcos, que cosa vale de dos centavos de franco» (como tres centavos de nuestro real mexicano).-NOTA DE TERNAUX

509. Ignoro el significado de la expresión adverbial per punti & hore. Ternaux traduce: sans préliminaire: pudiera interpretarse también a horas fijas.

510. El Sr. Prescott en su Conquista de México (lib. IV, cap.1, not.13), advierte acerca de este pasaje, que estando conformes los principales escritores antiguos, como Zuazo, Pedro Mártir, Gomara y Herrera, en dar a la ciudad de México, al tiempo de la llegada de los Españoles, sesenta mil vecinos o familias, es muy probable que el original castellano del Conquistador Anónimo dijese también vecinos, y el traductor italiano se equivocara interpretando habitatori, debiendo haber escrito fuochi. Supuesto tal error, este documento confirmaría el cálculo común de trescientos mil habitantes.

511. Sospecho aquí alguna corrupción en el texto porque la frase concieri di testa fatti di capelli che usano tutte l’indiane, es ininteligible, para mí a lo menos. Conciero es palabra de tan poco uso en italiano, que los diccionarios sólo la comprueban con una autoridad (Cartas del Tasso), y le dan el significado de rassettatura, conciatura, esto es, compostura, aderezo, como decían los antiguos. Con alguna violencia, pudiera extenderse a significar tocado o adorno para la cabeza; pero queda aún por explicar lo que sigue, que este adorno fuera hecho de cabellos (capelli). Ternaux traduce: des corbeilles faites avec des chaveux dont touches les Indiennes font usage; lo cual no sé de dónde pudo sacarlo, a no ser que varíe la lección del texto en la edición de 1606 que él tuvo a la vista, pues yo he traducido de la de 1556. -En todos nuestros escritores se hace larga relación del famoso mercado de México, y de las cosas que en él se vendían; pero no encuentro entre ellas nada que pueda corresponder a estos tocados de las Indias. Consta que el uso general entre ellas era llevar descubierta la cabeza.

512. El original dice, merecimientos.

513. Falta aquí alguna cosa.

514. Hoy Tepeuca.

515. Así el MS.; pero no hace sentido.

516. Esta palabra está dudosa en el MS.

517. En este lugar y en la línea precedente se han omitido dos palabras que no pueden leerse en el MS., y parecen ser iguales.

518. Mucha de las firmas que siguen se hallan tan mal escritas, que no pueden entenderse. Para evitar repetición de notas, he puesto de letra cursiva las que se encuentran en este caso, á fin de que el lector no confíe del todo en ellas. Alguna se han restablecido con el auxilio de otros documentos, y principalmente por medio de la lista de Conquistadores, que el Sr. Orozco y Berra ha publicado en el tomo II (pag. 495), del Diccionario Universal de Historia y de Geografía, impreso ha poco en esta capital. Mas cuando el Sr. Orozco formó aquella lista, no conocía este documento, donde se hallan nombres que no aparecen en la lista, y faltan otros que se registran en aquella.

519. Puede leerse también Ruiz.

520. Varios conquistadores usaban este apellido, que más bien sería un nombre nacional.

521. La figura de la e es dudosa, de modo que también puede decir Cavallo.

522. Está mal escrito; puede leerse también Rixoles o Rijoles.

523. A este apellido sigue otro que no puede descifrarse.

524. En mi copia sólo se hallan quinientos treinta y cuatro nombres, según esta edición aparecen; de modo que si no hubo equivocación en la cuenta del primer colector, Don José Vargas y Ponce, faltan diez firmas, omitidas por los copiantes posteriores.

525. Será probablemente Gerónimo de Aguilar, el intérprete.

526. No sé si esta palabra es apellido, o denota profesión.

527. No se entiende lo que esto quiere decir.

528. Con motivo del mal éxito de la reciente guerra de las Comunidades, y como una adulación al monarca vencedor, este nombre de comunidad habia venido a ser un apodo injurioso para designar cualquier reunión de rebeldes; y en tal sentido se halla usado con frecuencia en los documentos de la época.

529. No hace sentido la frase: lo haría si se leyera destas en vez de e de otras.

530. Así en el MS.- Bernal Díaz del Castillo (Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, [Madrid, 1632], cap. CXI), llama a este pueblo Papalote.

531. Así en el MS.; pero Juan Tirado, declarando en la Residencia de Cortés, expresa «que el dicho Don Fernando Cortés envió a Juan González de Heredia a Chinanta (Chinantla) e su comarca para que de allí sacase la más gente que pudiese». (Sumario de la Residencia tomada a Don Fernando Cortés; publicado por el Lic. I. L. Rayón, [México, 1853], tom. II, p. 7.) Es bien sabido además, que Cortés mandó pedir gente a Chinantla en esta ocasión, y asimismo hizo fabricar allí un gran número de lanzas con puntas de cobre, que fueron de gran provecho en el ataque a los cuarteles de Narváez. Véase especialmente a Bernal Díaz, cap. CXVIII. Por todo esto creo que en vez de Mitlata debe leerse Chinantla.

532. Igual claro en el MS.; pero la palabra Séptimo no está bien en ningún caso, porque el Papa que gobernaba en 1520 era León X.

533. Quedó aquí incompleto el sentido.

534. En el MS. se lee Alonso de Prado, y así lo imprimió el Sr. Prescott. Yo he creído que debía leerse Alonso de Grado; pues aunque entre los conquistadores hubo un Alonso Prado, no fue persona principal, ni que debiera ser elegida para testigo de la solemne publicación de estas ordenanzas, en unión del alguacil mayor y veedor de S.M. Tampoco consta que Prado tuviese nunca el empleo de contador; mientras que por Bernal Díaz sabemos (cap. CXXXI), que siendo contador Alonso de Ávila, lo despachó Cortés con una comisión a la isla Española, y con tal motivo dio el empleo a Alonso de Grado, ya en vísperas de publicar las presentes ordenanzas y emprender su marcha a México.

535. Este Francisco Álvarez Chico era hermano del Rodrigo del mismo apellido, muchas veces mencionado en los documentos que preceden.

536. Parece haber aquí algún vicio en el texto, o contradicción en la orden; pues acabando de prevenir a Tapia que suspenda la ejecución de sus sentencias, hasta recibir la aprobación de la corte, se le autoriza en seguida para imponer toda clase de penas. A no ser que se entienda lo que se sigue como un poder anticipado para ejecutar las dichas sentencias luego que hayan sido confirmadas.

537. Sigue una palabra que no puede leerse.

538. Falta aquí alguna palabra sin duda.

539. Para entender este pasaje debe tenerse presente que hasta aquí se va hablando de la expedición de Hernández de Córdoba, y lo que se sigue se refiere ya a la de Cortés.

540. Parece haber algún vicio del texto o de la copia en este lugar, porque no hay sentido.

541. Nada se habla de robos en este capítulo, sino de idolatrías de los Indios; parece por lo mismo que debe leerse aquí alguna otra cosa, y no robos.

542. No expresa el MS. lo que ya tenían y aun llevaban de nuevo los vecinos; mas por el contexto puede conjeturarse muy fundadamente que falta aquí la palabra ganados.

543. Falta aquí algo para completar la oración.

544. Estas cuatro iniciales que se ponían al frente de todos los escritos dirigidos al Emperador, significaban Sacra, Cesárea, Católica Majestad.

545. Así el original: será sigan.

546. Tres veces se halla el original, aunque con diversa ortografía, esta palabra que no conozco: parece significar comunicación.

547. Así el original: puede ser fíngeseme, por se me figura.

548. Así el original: parece que debiera decir diré.

549. Esto es, con la noticia de ello.

KUPRIENKO